1 Considerando la importancia de ese famoso pasaje para la caracterización del proyecto de la filosofía radical —que camina en sentido exactamente opuesto y, vale decir a los hegelianos, inapropiable por cualquier dialéctica—, pienso que es importante transcribirlo: “Para decir aun una palabra sobre la enseñanza de cómo debe ser el mundo, es obvio por cierto que la filosofía llega siempre demasiado tarde. Como pensamiento del mundo aparece en el tiempo solo después de que la actualidad ha consumado su proceso de formación y se halla ya lista y terminada. Esto, lo que enseña el concepto, lo muestra con la misma necesidad la historia; es decir, que solo en la madurez de la actualidad aparece lo ideal frente a lo real, y erige a este mismo mundo, aprehendido en su sustancia, en la figura de un reino intelectual. Cuando la filosofía pinta su gris en el gris ya una figura de la vida ha envejecido y con el gris en el gris no se deja rejuvenecer, sino solo conocer; el búho de Minerva inicia su vuelo a la caída del crepúsculo” (Hegel, Fundamentos de la filosofía del derecho, p. 56). (Nota del traductor: hemos conservado la palabra búho de la traducción citada pero entendemos que la palabra apropiada debería ser lechuza).
2 Engels; Marx, La ideología alemana, p. 668. Las Tesis sobre Feuerbach (Thesen über Feuerbach) fueron publicadas como anexo en la citada edición de La ideología alemana (Die deutsche Ideologie).
3 “La tarea de la filosofía es aprehender lo que es, pues lo que es es la razón. En lo que concierne al individuo, cada uno es, por lo demás, hijo de su tiempo; del mismo modo, la filosofía es su tiempo aprehendido en pensamientos. Asimismo, resulta insensato creer que una filosofía puede ir más allá de su tiempo presente, como que un individuo puede saltar por encima de su tiempo, más allá de Rodas. Sin embargo, si su teoría va en realidad más allá y se construye un mundo tal como debe ser, este existirá en efecto, pero solo en su opinión, cual elemento dúctil con el que se puede plasmar lo que se quiera” (Hegel, Fundamentos de la filosofía del derecho, p. 54).
4 Debord, La sociedad del espectáculo, § 76.
5 Debord, La sociedad del espectáculo, § 78.
6 Prefacio de Engels a la tercera edición de O 18 brumário de Luís Bonaparte. Cf. Marx, O 18 brumário de Luís Bonaparte, p. 21.
7 Foucault, Sobre la ilustración, p. 69.
8 Marx, Grundrisse, introducción, cuaderno M, 3, 25, in fine (Ed. castellana: p. 26).
9 Hardt; Negri, Commonwealth, p. 294.
10 Hardt; Negri, Imperio, p. 160.
11 “La verdad no nos hará libres, pero tomar el control de la producción de la verdad, sí. La movilidad y la hibridación no son liberadoras, pero tomar el control de la producción de la movilidad y la estasis, las purezas y las mezclas, sí lo es” (Hardt; Negri, Imperio, p. 176).
12 Agamben, Elogio de la profanación, en Agamben, Profanaciones.
13 Se trata del texto El nuevo abogado, en el cual Kafka presenta al Dr. Bucéfalo, exmontura de Alejandro Magno que ahora, habiendo abandonado la violencia, pasa tranquilamente las horas dedicándose al estudio de la ley. Cf. Kafka, Narraciones y otros escritos, p. 179.
14 Engels; Marx, La ideología alemana, p. 667.
15 Marx, Grundrisse, Introducción, Cuaderno M, 3, 21, in fine (Ed. castellana: pp. 20-21).
16 Feyerabend, Contra o método, pp. 49-58.
17 Marx, A guerra civil na França (primeiro rascunho), p. 144.
18 Canfora, Crítica da retórica democrática, p. 104.
19 Hegel, Philosophie der Geschichte, p. 9.
20 Por “teorías internas” en el contexto del pensamiento jurídico-filosófico, la definición de Antonio Giménez Merino es ejemplar. Según su punto de vista, son teorías “[...] que tratan de reajustar el orden jurídico a la sociedad global sin salir de la racionalidad interna determinada por el Estado representativo (las procedimentalistas, las pospositivistas, las constitucionalistas, las analíticas, la teoría deliberativa, o los vanos intentos de reconducir a un fundamento unitario el magma de la gobernanza), al menos mientras no supediten sus propuestas formales al hecho básico de que la facticidad de la nueva regulación económica mundializada —dominada por una poliarquía y articulada mediante las reglas de la gobernanza— se ha impuesto definitivamente a los viejos mecanismos estatales de control jurídico que limitaban su actuación” (Giménez Merino, A crise europeia, p. 52).
21 Trotsky, A moral deles e a nossa, p. 63.
22 Marx, O 18 brumário de Luís Bonaparte, p. 124 y s.
23 Marx, O 18 brumário de Luís Bonaparte, pp. 36-37.
24 Marx, A guerra civil na França (segundo rascunho), p. 170.
25 Marx, A guerra civil na França (segundo rascunho), p. 171.
26 Marx, O 18 brumário de Luís Bonaparte, p. 67.
27 En las tan particulares circunstancias de construcción del primer socialismo en Rusia, Trotsky decía que “los reformistas son la policía política de la burguesía dentro de la clase obrera” (Trotsky, A moral deles e a nossa, p. 87).
28 Agamben, Homo sacer, pp. 30 y ss.
29 Un ejemplo entre muchos sería el de la lectura reduccionista y equivocada de Agamben hecha por liberales como Christiam Delacampagne. Cf. la nota que ese autor dedica al filósofo italiano, visto como un “adversario de la democracia”, en la obra La philosophie politique aujourd’hui. Para una crítica a tal lectura, cf. Nascimento, Estado democrático de direito e democracia em crise. Existen otras acusaciones, más densas y tal vez aún más erróneas, dirigidas al pensamiento radical de Agamben. Cf., entre todas, Derrida, La bête et le souverain I, pp. 420-421, donde se critica la distinción de Agamben entre zoé e bíos como algo poco claro y meramente semántico.
30 Canfora, Crítica da retórica democrática, p. 23.
31 Debord, La sociedad del espectáculo, §§ 197 y 220.
32 Artículo que integra Aron, Démocratie et totalitarisme.
33 Trotsky, Terrorismo y comunismo, pp. 128-129.
34 Mosca desarrolla estas ideas en un ensayo originalmente publicado en 1896. Hay traducción castellana editada por el Fondo de Cultura Económica: Mosca, La clase política.
35 Citado en Canfora, Crítica da retórica democrática, pp. 34-35.
36 Platón, República, 562c-563d.
37 Llevando al extremo el régimen “democrático” invertido, los animales serían tratados como hombres y los hombres como animales, cosa que ilustraría bien la escena contemporánea, en la que impera la retórica de los derechos fundamentales. Con base en ellos, se protege ferozmente “la naturaleza”, objeto privilegiado de la tutela de los llamados “derechos de tercera generación”. Al mismo tiempo, grupos cada vez más grandes de la humanidad son abandonados al status de cosas o máquinas infrahumanas (debo esta observación y el recuerdo del fragmento citado de Platón al Profesor Doctor Alexandre Franco de Sá).