Algunos rasgos intertextuales de la República de Platón en dos obras de Cervantes
p. 503-510
Texte intégral
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Ortega y Gasset
La tradición como intertexto: breve contexto de Cervantes y su obra y la recepción áurea de Platón
1Una obra literaria que trasciende es, en realidad, una tradición que se preserva a través de los núcleos ideológicos que se han depositado en dicha literatura. Luego entonces, ¿por qué y en qué condiciones culturales un texto ajeno se hace necesario? Esta pregunta hermenéutica implica dinámicas que establecen una relación entre las obras primigenias y las que están predestinadas a ser su continuo.
2Por una parte, el tratado de Platón, específicamente La República, es un referente dentro de la historia de las ideas, por fundar, en consonancia con Sócrates, métodos y tópicos que refieren una tradición ideológica. Dicho diálogo tiene resonancia en numerosas obras del Siglo de Oro, como lo menciona Hugo Francisco Bauzá, cuando escribe sobre el imaginario clásico en la construcción de las utopías áureas. En su Historia de la literatura, Ludwig Pfandl hace notar que las obras de Platón llegaron a España en traducciones y libros de dudosas filiaciones. Sin embargo, afirma que ese platonismo, en apariencia contrario a la ideología tomista, encontró lugar entre los escritores áureos:
Porque el vuelo espiritualista de su ideología, su inclinación a lo divino y teológico, constituía el más opuesto contraste imaginable del naturalismo de la concepción aristotélica-averroísta del mundo, y por lo tanto se armonizaba admirablemente con el sentido psicológico orientado del pueblo español1.
3Por su parte, la obra de Miguel de Cervantes ha sido el centro de atención de numerosos estudios que relacionan sus novelas con diversas tradiciones medievales, clásicas, árabes e incluso judeo-cristianas. Sin embargo, planteo aproximarme a dos textos de Cervantes a partir del mencionado texto platónico. Los libros a los cuales me refiero son Don Quijote de 1605 y a la novela ejemplar El licenciado Vidriera, publicada en 1613: ambas utilizan el método socrático y dos tópicos platónicos, presentes en La República. Pese a la distancia cronológica entre las fechas de publicación de las obras, cabe destacar que la crítica cervantina suele datar la concepción y escritura de las Novelas ejemplares antes que Don Quijote. La presencia de un loco-sabio-idealista dentro de El licenciado Vidriera parece un ejercicio previo al hidalgo de la Mancha.
4En El licenciado Vidriera, el personaje Tomás Rodaja construye un método dialógico que recuerda el utilizado por Platón en boca de Sócrates. Este método recae en los tópicos que están planteados en La República: la construcción del Estado y la ingerencia del loco dentro de la sociedad. En la obra cervantina, el loco es quien construye dicha sociedad, la cual es un elemento de la ficción. La relación entre ambos textos, pese a los casi veinte siglos de distancia entre uno y el otro, es posible gracias a la dinámica de la intertextualidad, la cual definiremos como:
Conjunto de […] unidades en que se manifiesta el fenómeno de transtextualidad […] dado en la relación entre el texto analizado y otros textos leídos o escuchados, que se evocan consciente o inconscientemente o que se citan, ya sea parcial o totalmente, ya sea literalmente […] ya sea renovados y metamorfoseados creativamente por el autor2.
5Los elementos que Cervantes integra desde la filosofía clásica están dados en aspectos simbólicos a la vez que de forma explícita. Estos elementos no carecen de un sentido contextual y cultural, y mucho menos de un referente intertextual con la filosofía platónica. Es difícil establecer una línea cronológica de lecturas, bibliotecas e influencias que relacionen directamente a Platón y Cervantes, por lo cual he optado por utilizar la teoría de la semiósfera de Iuri Lotman, que será una apologética de dicha relación. No obstante, algunos aspectos de la vida y obra de Cervantes se pueden apreciar como posibles líneas directas de influencia, por referencias explícitas.
6De esta manera propongo establecer algunos mínimos rasgos del diálogo de Platón dentro de la novela de Cervantes e interpretar lo que se dice a través de la tradición platónica.
Relación directa e indirecta
7Se desconoce con exactitud cómo leyó Cervantes la obra de Platón o si le fue referido por terceros, síntesis o por medio de la educación que recibió. Cuando Ortega y Gasset habla sobre las Novelas ejemplares, menciona que
Cervantes llamó «Novelas ejemplares» a ciertas producciones menores suyas […] lo de «ejemplares» no es tan extraño: esa sospecha de moralidad que el más profano de nuestros escritores vierte sobre sus cuentos, pertenece a la heroica hipocresía ejercitada por los hombres superiores del siglo xvii. [Cervantes] no halla empacho en aceptar la contrarreforma y acude a los colegios de jesuitas3.
8Los biógrafos hacen constar que el autor alcalaíno asistió a escuelas de jesuitas para recibir la instrucción básica y la enseñanza de las primeras letras. La Ratio Studiorium de 1599 de Ignacio de Loyola estableció las reglas del estudio y la enseñanza que los colegios debían seguir. Dichas estructuras se venían utilizando desde mediados del siglo xvii. La educación jesuita contemplaba en las Reglas del profesor de Filosofía y en las Reglas del profesor de Humanidades4 la lectura de Platón. Dicha lectura tenía, grosso modo, dos objetivos: por una parte que el alumno adquiriera las reglas del pensamiento humanista y por otra la adquisición de una correcta dicción a través de la oratoria. Según explica Francisco Javier de Idiáquez, la lectura de Platón, además de ser guiada y seguida de cerca, debía ser considerada para alumnos adelantados5. Por estos motivos, Cervantes pudo haber accedido a la obra de Platón desde su temprana formación.
9A su vez, Cervantes recibió la instrucción directa de Juan López de Hoyos, quien, según apunta Heinrich Merkl, lo habría introducido en los Diálogos platónicos. De hecho, Bauzá ya ha señalado la importancia de los textos platónicos en el Siglo de Oro. Considero que, circunstancial e implícitamente al contexto, estos son los elementos que debemos tomar en cuenta sobre la posible lectura de Platón por parte de Cervantes.
10De forma explícita encontramos dos referencias a Platón dentro de Don Quijote. La primera está en la introducción al lector y la otra en la segunda parte de 1615. A la par de estas referencias, que apelan a la formación y al texto de Cervantes, considero justificada una dinámica intertextual entre ambas obras por las características modernas de la misma. La tercera referencia está dada en El licenciado Vidriera, al ser citado Platón como referente del canon en contra de los malos poetas. Por su parte, Lotman apunta que las tradiciones textuales y del lenguaje son un medio que permite la reconstrucción de las ideas nucleares, que encontramos en obras y textos distantes a su origen:
Esta reconstrucción de un lenguaje ya perdido, en cuyo sistema el texto dado adquiriría la condición de estar dotado de sentido, siempre resulta prácticamente la creación de un nuevo lenguaje, y no la recreación del viejo, como parece desde el punto de vista de la autoconciencia de la cultura6.
11El lenguaje es lo que permite la interconexión de textos, incluso cuando estos no se relacionan directamente. De ahí que un solo texto sea capaz de crear muchos otros textos aun sin contacto directo o por medio de traducciones, compendios, etc. Por ende, una lectura que va del texto B al texto A, reconstruye la conciencia esférica, es decir, el texto es una esfera cultural abierta que permite integrar infinitos rasgos culturales que se dan entre la frontera de dos culturas y tradiciones.
12La obra filosófica de Platón se da en múltiples espacios, que son acotados por un tiempo indeterminado, que recurre al uso de elementos dentro de la literatura de Cervantes. Dice Lotman que «ninguna cultura puede funcionar sin metatextos y sin textos en lenguajes artificiales»7, esto a razón de que el intertexto existe en función de las dinámicas cervantinas que se recrean en torno a la filosofía platónica. Sin embargo, en el intertexto que contiene la obra de Cervantes, no encontramos una simbología estéril, sino que, por el contrario, es capaz de generar sentido.
13En Don Quijote y en El licenciado Vidriera se reconstruye un lenguaje, no se emula ni se imita, sino que se focaliza a través de numerosos elementos narrativos, que constituyen un nuevo lenguaje. Son infinitos los ecos y registros de tradiciones que se pueden encontrar en la obra cervantina, por lo cual nos centraremos en La República de Platón, como un lenguaje reconstruido dentro de Don Quijote y en la novela ejemplar El licenciado Vidriera. En estos textos se observa lo propio y lo ajeno para poder determinar por qué y en qué condiciones culturales la obra de Platón se hace necesaria en el contexto de Cervantes.
Interacción entre la obra cervantina y la platónica
14Anteriormente he mencionado que Cervantes refiere en su prólogo a Don Quijote de la Mancha a Platón, diciendo lo siguiente:
Salgo ahora, con todos mis años a cuestas, con una leyenda seca como un esparto, ajena de invención, menguada de estilo, pobre de conceptos y falta de toda erudición y doctrina, sin acotaciones en las márgenes y sin anotaciones en el fin del libro, como veo que están otros libros, aunque sean fabulosos y profanos, tan llenos de sentencias de Aristóteles, de Platón y de toda la caterva de filósofos, que admiran a los leyentes y tienen a sus autores por hombres leídos, eruditos y elocuentes8.
15De esta referencia, es importante mencionar su carácter crítico-burlesco, con respecto a la moda de citar a los autores clásicos. Francisco Rico nos recuerda el valor que dichas citas eruditas tenían en el contexto del Siglo de Oro:
La literatura romance de mayor prestigio era la que se presentaba como inspirada por la alta cultura clásica y formulada en un lenguaje accesible sólo a los más doctos, aunque en buena parte de los casos los autores, sin grandes conocimientos de latín, no pasaran de saquear unas pocas enciclopedias y repertorios9.
16En este punto, Cervantes no parece apreciar las citas eruditas con las que ciertas obras se llenaban (como lo hiciera Lope de Vega). La falsa modestia de Cervantes, presente en el Viaje al Parnaso y en el mismo escrutinio de la biblioteca de don Quijote, esconde una ironía que funciona como crítica.
17La segunda mención está en la carta que envía don Quijote a Sancho, con consejos sobre cómo gobernar la Ínsula Barataria: «Conforme a lo que suele decirse: “Amicus Plato, sed magis amica veritas”10. Dígote este latín porque me doy a entender que después que eres gobernador lo habrás aprendido»11. En este pasaje, don Quijote advierte a Sancho que, más allá de actuar a favor de amigos y conveniencias, se debe actuar con respecto a la verdad. La verdad es el fin que el método socrático plantea en la utilización de sus diálogos, dentro de las obras de Platón, por lo cual el objetivo de esta era discutir con otros filósofos y ciudadanos, no tanto para rebatir sus opiniones, como para indagar la verdad12. Este es el método presente en Don Quijote, pero en gran medida en El licenciado Vidriera.
18La novela ejemplar que nos ocupa, narra como un joven, Tomás Rodaja, desea adquirir conocimientos y destacar por ellos en la Universidad de Salamanca. Logrados los estudios pero no la fama, ni reconocimiento dentro de la corte, se embarca para ir a la guerra. En Flandes actúa con heroísmo, para posteriormente regresar a Salamanca, nuevamente a vivir de las letras y el estudio. Ahí conoce a «una dama de todo rumbo y manejo»13 quien le envenena. Enfermo durante días, logra recuperar la salud, aunque no la cordura: Tomás cree ser de vidrio, con lo cual sufre toda clase de burlas, humillaciones y vejaciones por parte del vulgo. Sin embargo, como un leit motiv de la literatura cervantina, la locura no se pelea con la sabiduría. Puesto en la corte para entretenimiento de la aristocracia, Tomás adquiere una vida ligeramente más tranquila, aunque al final de la novela recobra la cordura, como antecedente de la muerte con la que termina la obra. Pero es esta sabiduría la que resulta posible de relacionar con la obra de Platón. En esta novela ejemplar la referencia directa es la siguiente: «Yo bien sé en lo que se debe estimar un buen poeta […] y menos se me olvida la alta calidad de los poetas, pues los llama Platón intérpretes de los dioses»14. Más importante aún es el método de enseñanza en las plazas públicas que adquiere Tomás:
Yo soy graduado en leyes de Salamanca, adonde estudié con pobreza y adonde llevé segundo en licencias: de do se puede inferir que más la virtud que el favor me dio el grado que tengo […] por amor de Dios que no hagáis que el seguirme sea perseguirme y que lo que alcancé por loco, que el sustento, lo pierda por cuerdo. Lo que solíades preguntarme en las plazas, preguntádmelo ahora en mi casa, y veréis que el que os respondía bien, según dicen, de improviso os responderá mejor de pensado15.
19Por su parte, Platón utiliza el razonamiento dialogado para cargar los planteamientos con significados positivos y contrastarlos con valores inferiores-negativos. En La República la ignorancia es un mal que desvirtúa la inteligencia, y por ende su valor negativo está dado en función de su inferioridad cognoscitiva. En El licenciado Vidriera existe una sabiduría clásica que es despreciada y apedreada porque parece cosa de locos y quien sustenta dicha sabiduría es burlado y humillado. Este sería el primer tópico platónico: la locura que en La República es considerada irracional. En el tercer libro, cuando Sócrates menciona los males que causa la literatura de Homero y Hesíodo, advierte un peligro más en el lenguaje que utilizan los poetas:
Creo, además, que tampoco se les debe acostumbrar a que acomoden su lenguaje o proceder al de los dementes. Pues aunque es necesario conocer cuándo está loco o es malo un hombre o una mujer, no se debe hacer ni imitar nada de lo que ellos hacen […] a mí me parece […] que, cuando una persona como es debido llegue, en el curso de la narración a un pasaje en que hable o actúe un hombre de bien, estará dispuesto a referirlo como si él mismo fuera ese hombre […] pero lo hará con menos gusto y frecuencia si ha de imitar a alguien que padece los efectos de la enfermedad16.
20Platón anula la presencia del loco en las obras poéticas por su peligrosa actitud ante el sistema y su posible influencia en las masas. La ironía del discurso compuesto por Cervantes es que utiliza a ese loco que debe ser apartado de la sociedad, como lo indica Platón, para difundir el conocimiento y predicar la forma en la cual se deben constituir los oficios en el Estado. Este es el segundo tópico platónico: la construcción del Estado. Del libro ii al iv, Platón plasma el proyecto político a manera de propuesta de Estado. Acá no nos adentraremos en los modelos platónicos, sino en el planteamiento de la construcción del Estado a partir del discurso: «Edifiquemos con palabras una ciudad desde sus cimientos. La construirán, por lo visto, nuestras necesidades»17. Tomás, al convertirse en el licenciado Vidriera, comienza a construir un Estado a partir de los oficios y las dinámicas sociales que va encontrando. El discurso más extendido de Vidriera es en relación con la jerarquía de los amos y criados: «De nosotros [los mozos de mulas], señor Redoma, poco o nada hay que decir, porque somos gente de bien y necesaria en la república. A lo cual respondió Vidriera: La honra del amo descubre la del criado»18.
21Luego entonces, los discursos y ejemplos que he citado refieren a la forma en la cual se relacionan dos textos a través del método socrático (el diálogo que construye la enseñanza) y de dos tópicos referidos en Cervantes: el loco que construye el Estado y la sociedad “insana” en la cual se mueve. Conviene destacar un elemento más de La República: el Estado sano y el insano. Bauzá lo explica de la siguiente forma: «A propósito de la formación de otros tipos de sociedades, Sócrates examina también cómo nace un Estado “lujoso” o “afiebrado” en contraposición al descrito que es el Estado “sano”»19.
22Estos tópicos se relacionan por la figura del filósofo que instaura la república en Platón, pero en Cervantes es el loco el que construye la teoría y puesto en práctica, en el caso de la Ínsula Barataria, por el ignorante.
Conclusión
23No se conoce concretamente cuál fue la lectura que Cervantes hizo de Platón. Baste entender que conocía al filósofo griego, quizá a través los textos de Calvi o Fonseca, traductores de sus famosos diálogos. Es sustentada la noción que relaciona una lectura por parte del manco de Lepanto al filósofo ateniense.
24En las Novelas ejemplares encontramos un loco que imparte sabiduría, a través de la ironía, al pueblo y al vulgo, a la vez que es “bufón” de la corte. En el primer libro de La República, la justicia es el pilar del Estado. Como sabemos, Platón sugiere que sean los filósofos los que gobiernen pues en su sabiduría radica la posibilidad de impartir justicia, en contraste con los gobernantes, a quienes acusa de abusar del poder tan pronto lo logran. No obstante, se advierte que sin la intervención divina, el Estado no puede mejorar y el filósofo deberá limitarse a regular por él mismo su propio Estado, es decir, el temple y conducta de su persona.
25Al analizar a los dos locos-sabios que construye Cervantes, primero con Vidriera y luego con don Quijote, debemos admitir que hay cierta relación entre los objetivos de ambos personajes. Quizás, en don Quijote, la misión de restaurar un Estado, antaño glorioso y fértil, es mucho más palpable. Vidriera, en cambio, parece intentar ser el temple de su propia persona, si entendemos su frágil condición de cristal como una forma de alejar a los demás para mantenerse sano e íntegro.
26Entre los estudios cervantinos ha sido muchas veces mencionada la figura del loco, hombre que imparte sabiduría a través de la ironía y que critica la sociedad en la cual se encuentra. Las diversas profesiones y situaciones que se le presentan a Vidriera con intención de que las resuelva, invita a pensar en un Estado enfermo, singularmente lleno de ladrones y vicios. Ya advierte Sieber que El licenciado Vidriera: «es la primera novela ejemplar de la colección en que el protagonista es rechazado por la sociedad […] desde el principio. Tomás se encuentra marginado o por su ingenio o por su locura»20. Es una novela mucho menos positiva que las otras que completan la colección, ya que su protagonista es incomprendido desde el inicio y nunca logra reformar el mundo en el cual se encuentra pese a la sabiduría benevolente con la cual intenta dignificar al pueblo.
27Es Platón, en boca de Sócrates, quien utiliza el método de la ironía y la construcción del conocimiento a través del diálogo, para dar pie a la estructura del Estado (sano), apartando los elementos enfermos-insanos, como lo son los locos y dementes. Ese loco es una representación de lo irracional, y sin la razón es imposible lograr la máxima platónica de la exploración de los diálogos: la verdad y la justicia.
28La obra de Cervantes alude el método irónico-dialógica, tanto en Vidriera como en don Quijote, y también dos tópicos platónicos: el Estado y su construcción, pero revierte el sentido de quien lo construye, es decir, el loco y su locura peligrosa/contagiosa. La lectura es clara: el Estado en el que vive Vidriera y don Quijote, así como la Ínsula que gobierna Sancho, no son Estados sanos, sino enfermos, que carecen de la lucidez del vulgo y la sensatez social de los gobernantes. Por esta razón el “filósofo” se vuelve loco en las novelas cervantinas, pues cansado de esperar la intervención divina, construye un Estado desde la locura-sabia.
29Por ello, el texto platónico se hace necesario en el texto de Cervantes, ya que las condiciones contextuales son la de un Estado enfermo-deturpe y la de un hombre sabio, antes filósofo, que enloquece, ya por la lectura excesiva o por envenenamiento. Así, los filósofos-locos en Cervantes construyen un Estado sano desde la indiferencia social y para diversión de los gobernantes, segregándolos del imperio decadente y en ruinas.
Bibliographie
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Notes de bas de page
1 Pfandl, 1952, p. 40.
2 Beristáin, 2004, p. 269.
3 Ortega y Gasset, 2008, pp. 398-399.
4 Las normas que mencionan la lectura de Platón como parte de la metodología jesuita de enseñanza, están descritas en la edición de Eusebio Gil de la Ratio Studiorum, edición bilingüe de 1992, publicada por UPCO.
5 Idiáquez, 2005, p. 675.
6 Lotman, 1996, p. 31.
7 Lotman, 1996, p. 94.
8 Cervantes, Don Quijote de la Mancha, p. 8.
9 En nota a pie de página en la edición de Don Quijote, p. 8.
10 Dicho que se hizo muy popular y se repite bastante en el Siglo de Oro. Significa «Platón es amigo, pero es más amiga la verdad».
11 Cervantes, Don Quijote de la Mancha, p. 943.
12 Xirau, 2007, p. 47.
13 Cervantes, Novelas ejemplares, p. 52.
14 Cervantes, Novelas ejemplares, p. 58.
15 Cervantes, Novelas ejemplares, p. 74.
16 Platón, La República, pp. 188-189.
17 Platón, La República, p. 140.
18 Cervantes, Novelas ejemplares, p. 61.
19 Bauzá, 1993, p. 130.
20 Cervantes, Novelas ejemplares, p. 11.
Auteur
Universidad de Navarra
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