La Granada prezirí (siglos viii-xi): ¿madīna, hiṣn o ǫal ’a ?
p. 381-400
Texte intégral
1El primer núcleo existente en Garnāta no debió de ocupar más que la zona que abarcaba el antiguo oppidum ibero-romano, y se extendía entre la plaza de San Miguel Bajo y el mirador de San Nicolás, que eran aproximadamente de 9-10 ha. en el siglo VI a. C.1.
2Nos hallamos, pues, ante un emplazamiento con pasado romano, pero cuya monumentalidad debió de ser prácticamente inexistente en el momento en el que se produce la ocupación arabo-islámica, como lo demuestra la ausencia de grandes hallazgos relativos al mundo romano, así como la inexistencia en las fuentes de menciones a ruinas o a un pasado de la ciudad, como sí se especifica en otras muchas ciudades como Sevilla2, Cádiz3, Almuñécar4, Carteya (Qartáyanna)5, Mérida6, Lisboa7, Amedo (Arrnt)8, Écija9, Santa María del Algarve (Santamarīya)10, Ronda11, Beja (Bāŷa)12, Coria (Kūrya)13, Málaga14, Marbella (Marballa)15, Constantina16, Cartagena (Qartāŷanna al-Julafā’)17, Murviedro (Murbītru)18, Carmona19, Lérida20, Niebla21, Lakko (Lakkuh)22, Huesca (Wasqa o Waska)23, Huelva24, Évora25, Mértola26, Oreto27, Orihuela28, Takurunná29, Tarragona30, Toledo31, SaddTna,32 Arcos33, Zaragoza34 y Archidona (Uršūḏūna) sobre la que se señala que está «llena de antiguos monumentos»35. Esto sólo puede explicarse, como nos indican los restos arqueológicos y se puede observar en la mayor parte de los territorios sometidos al Imperio Romano, por el retroceso urbano y la ruralización en la que desemboca la crisis del Bajo Imperio. Granada viviría una etapa de aguda decadencia durante la tardoantigüedad, cuyo estudio está aún por hacer36, de tal manera que vería reducida su importancia, y es muy probable que desde entonces, el principal foco de población ya estuviese en Sierra Elvira. Esto explicaría en parte que ya durante el emirato la capital de la cora fuese Madīnat Ilbīra, relegándose Garnāta a un segundo plano.
3El asentamiento de los contingentes arabo-beréberes, por lo tanto, no se va a realizar en tomo a este núcleo sino alrededor del más poblado que es el que tendrá que controlar para consolidar su dominio y el pago de los tributos.
4Mientras tanto, Granada, antigua Iliberri, vería ya reducido su poblamiento y sería un territorio dependiente y de inferior categoría que la capital Ilbīra fundada en tiempos de ’Abd al-Rahmān I y que pronto absorberá los núcleos de origen preislámico que la rodean.
5Pasemos a los detalles, repasando la imagen que nos proyectan las diferentes fuentes sobre la Granada altomedieval para luego cotejarla con lo que el registro arqueológico nos ha manifestado hasta el momento.
Granada en las fuentes escritas del siglo VIII al XI
6La primera referencia sobre la Granada islámica se corresponde con el momento de la ocupación islámica que debió de ser en tomo al 712, y con una colaboración explícita de la comunidad hebrea. Así contamos con la narración de los hechos que nos suministra el autor anónimo de Ajbār Maÿmū’a, en la que se lee:
« [Tāriq] Dividió, en efecto, su ejército desde Écija, y envió á Moguits Ar-Romí, liberto de Al-Walid ben Ábdo-l-Mélic, á Córdoba, [...] Mandó otro destacamento á Rayya, otro a Granada, capital de Elvira, y se dirigió él hácia Toledo con el grueso de las tropas»37.
7Este texto ha sido algo controvertido, el mismo Leopoldo Eguílaz38 lo utilizó en su momento para justificar la capitalidad sempiterna de Granada y negar que Madīnat Ilbīra pudiera ser la hādira de la cora homónima. Sin embargo en otras fuentes como Fath al-Andalus se dice: es decir, « luego, desde ella (Écija) dividió sus ejércitos y envió un destacamento a Ilbīra»39. Por lo que no se nombra para nada a Gamāta. Esto nos lleva a plantear la siguiente cuestión: ¿Puede ser esto una interpolación realizada a lo largo de la gestación de la obra con el objetivo de aclarar que entonces, en el siglo XI que es cuando se dio a conocer la obra, Granada era la capital ?
8Otro asunto a tener en cuenta son las referencias sobre la importante presencia judía en Granada40, a pesar de la completa ausencia de referencias concretas y la inexistencia de pruebas arqueológicas de la misma.
9Tras esto, las siguientes referencias sobre la cora de Ilbīra, las hallamos en relación a la llegada de ’Abd al-Raljmán al-Dájil. Éste, huyendo de la matanza y persecución de los omeyas que los ’abbāsíes iniciaron, llegó a la Península y pasó por el territorio que nos ocupa hacia el 755, adonde el ŷund damasceno le prestó sus apoyos desde el primer momento. Precisamente en relación con estos acontecimientos y con el avance de ’Abd al-Rahmān I en su conquista del poder se nos señala en las fuentes que Yûsuf41 se atrincheró en Granada para defenderse del omeya y sus partidarios:
«Cuando el Emir Yūsuf b. ’Abd al-Rahmān al-Fihrī fue derrotado penetró en Ilbīra42 atricherándose en ḥiṣn Gamāṭa, El emir ’Abd al-Rahmān b. Mu ’āwiyya le puso asedio por lo que tuvo que rendirse, y se firmó un acuerdo de paz entre ambos (...) ¡a fecha de miércoles pasadas dos noches de rabī’ al-awwal del año 139 (5 de agosto del 756)».
10Queda clara, pues, la denominación de hisn para Granada en una fecha temprana el 756, indicándonos ya que había perdido la categoría de centro urbano. Sin embargo, luego habrá un largo vacío de informaciones y Granada no reaparece hasta el último tercio del siglo IX, en relación a los episodios de la fitna. De nuevo va a ser citada como un ḥiṣn, en el que Sawwār b. Hamdūn43 y los árabes que le siguen se atrincheran y realizan continuas expediciones contra la vecina Ilbīra, poblada mayoritariamente por muladíes, como nos narra Ibn Hayyān. Se conoce igualmente a través de los testimonios del cronista cordobés que Sawwār construyó una serie de murallas que algunos han llegado a asociar con la Alhambra44 y que mejoraron la capacidad defensiva de Granada.
«Sawwār había subyugado y humillado a los muladíes de Elvira, a quienes no les quedaba otro partido que implorar el favor y el socorro de un adalid de su raza y de la causa de todo muladí: ’Umar b. ḤHafṣūn»45.
11En este último texto se puede observar, cómo Madīnat Ilbīra, poblada en su mayoría por muladíes, se inclina hacia el bando rebelde más afín. De tal manera que pide ayuda al caudillo rebelde para que les defendiese de las agresiones de Sawwār atrincherado en ḥiṣn Gamāta.
«Acudió Ibn Hafṣūn en auxilio de los de Elvira, conduciendo su ejército y acampó en la ciudad. Luego reorganizó las otras guarniciones de los castillos vecinos y los agrupó a todos bajo su exclusivo mando».
12También recurrirían posteriormente al wālī de la cora Ŷā’id b. ’Abd al-Gāfir que sería igualmente derrotado en una cruenta batalla:
«Sawwār, que finalmente derrotó a Ya ’ad, y le tomó prisionero, quedando en el campo de la acción más de siete mil muertos y numerosos heridos»46.
13Habría, según Ibn Hayyan una segunda batalla la de Al-Madīna de la que de nuevo saldría victorioso Sawwār. Tras lo cual:
«Los habitantes de Elvira habían implorado al emir ’Abd Allāh que les protegiera de los ataques y gázuas (sic) de Sawwār, que los abrumaba, arruinaba su economía y no les daba tregua ni de día ni de noche, al punto de hallarse la región casi desierta y arrasada»47.
14El emir aceptará y pondrá a su primo ’Umar b. ’Abd Allāh b. Jālid, al mando de Elvira que será derrotado de forma humillante.
« [...] Se retiraron y echaron a correr a campo abierto, huyendo en forma vergonzosa. Les persiguió Sawwr con los árabes hasta la puerta de la capital, dando lugar esa fuga a una espantosa matanza»48.
15Y esta situación caótica, de bandos enfrentados, se mantendría hasta que ’Abd al-Rahmān III logra ocupar y someter bajo su obediencia toda la zona. Así nos relata de nuevo el príncipe de los historiadores:
«Luego se dirigió a la cora de Elvira y, tan pronto la ocupó, las gentes de las fortalezas de Baza, fíjola, Murbīt, al-Barāŷila, y los Cenetes se apresuraron a rendirse, acogiéndose a la obediencia y evacuando sus fortalezas»49.
16Aunque se acabó pacificando la zona, esta primera fitna no va a pasar sin dejar huella en Madīnat Ilbīra. Es probable que a partir de estas fechas comenzara paulatinamente a perder la relevancia que alcanzó en el siglo anterior y a causa de ello su influencia sobre el territorio circundante. El texto de Ibn Sa’īd, a pesar de ser algo peculiar al confundir la fecha de la destrucción de Ilbīra, ya que la establece a finales del siglo IX y no en el siglo XI, creemos que nos puede indicar esto. Según el autor del Mugrib :
«Los gobernadores del reino se habían sucedido en ella (Madīnat Ilbīra) hasta que se dio comienzo la pugna entre los árabes y los muladíes (muwalladūn min al- ’aŷam), continuó la lucha y los árabes se trasladaron a Gamāta. La victoria fue para los árabes y Elvira cayó desde entonces en ruina»50.
17Y en otro pasaje nos comunica:
«Ilbīra era la capital del reino, pero cuando estalló la guerra entre los árabes y los muladíes (’aŷam), en los tiempos en los que ’Abd Allāh al-Marwānī era sultán de al-Andalus, los árabes cruzaron hacia Granada. Sawwar b. Ahmad al-Muhāribī se puso al frente de ellos, pero los habitantes de Ilbīra lo asesinaron por lo que le sucedió [Sa ’īd b. Sulayman b. Ŷūdī al-Sa ’dT] »51.
18Estos fragmentos, al margen del error de fechar la destrucción de Ilbīra en el IX, creemos que no deben pasar inadvertidos. Queda claro que hubo una población que pasó a Granada, de origen árabe, y que se asentó allí. Esto nos lleva a planteamos varias incógnitas: ¿qué pasó con esta población tras el fin de las luchas civiles ? , ¿volvió a Elvira o permaneció en ḥiṣn Gamāta ?, ¿de qué volumen de población estamos hablando ? .
19Desafortunadamente la ausencia de más datos convierten en retóricas estas preguntas. Pero de cualquier forma, deberíamos considerar como punto de inflexión los acontecimientos relativos a esta primera guerra civil. Nada nos dicen otras fuentes sobre la población que habitaba en ḥiṣn Gamāta, sin embargo algún tipo de hábitat hubo ya que no sólo lo hemos constatado con estas referencias52 sino a través de diferentes excavaciones en el Albaicín, y, sobre todo, a raíz de la intervención en calle Panaderos, como veremos más adelante, en la que se constata la presencia de una población civil al menos en los siglos IX-X.
20¿No podría ser ésta la primera oleada de emigrantes a Granada, la que conformaría el hisn y cuyos cuerpos permanecen enterrados en la calle Panaderos ? Lo cierto es que, por primera vez, tras estos sucesos, aparece un gobernador nombrado exclusivamente para Granada, un tal ’Alī b. Muhammad que en el 913 era « ’āmil de madīnat Gamāṭa min kūrat Ilbīra»53, lo que podría damos a entender que por cuestiones étnicas y/o político administrativas se desgajara Granada de la vecina Ilbīra.
21Y en esta misma dirección, e incluso yendo más allá, apunta otra noticia que nos cita a Granada y Elvira como dos capitales de la misma cora, gobernadas por diferentes personajes hacia mayo del 930:
«En este año, Mūsa b. Sa’īd b. Hudayr fue designado (’āmil) para las capitales de Elvira y Granada en rabī’ II (mayo 930), pero con competencia sobre los distritos granadinos sólo, pues los de Elvira fueron distribuidos entre varios gobernadores»54.
22Siguiendo al arabista Vallvé Bermejo55 esto no es en nada nuevo. En algunas coras por cuestiones políticas, militares, sociales, étnicas o religiosas podría haber varios gobernadores e incluso capitales. Nosotros consideramos que el hecho de destacar a Granada como capital, al margen de poder ser una consideración de Ibn Hayyān, no es una cuestión baladí, sino que reflejaría el protagonismo que adquirió a raíz de los sucesos de la fitna. Puede que se desgajara de Ilbīra nombrándose un gobernador califal para ella, mientras que Ilbīra quizás contara con una población muladí. El problema que nos ofrece esta lectura es la ausencia de noticias posteriores, ya no aparecen más gobernadores de Granada, y nada nos dice ’Abd Allāh de una población que vivía en Granada en el momento del traslado. Lo primero quizás se deba a la no conservación o desaparición de nuestras principales fuentes y lo segundo por posible omisión premeditada.
23En este mismo sentido apuntan los datos que podemos extraer de los diccionarios biográficos. Si acudimos a los dos más relevantes para la época, y además prácticamente coetáneos de estos comprobaremos, por una parte, la abundancia de personajes, sabios, literatos y juristas relacionados con Madīnat Ilbīra que acuden a su mezquita para adquirir conocimientos en diferentes materias, sobre todo relacionadas con el derecho islámico malikī56 y, por otra, la ausencia prácticamente de intelectuales vinculados a Granada. Los datos son los siguientes: de los 1650 autores biografiados que Ibn al-Faraī (m.1013) incluye en su biografía, 76 son de Ilbīra, dato que sólo superado por los 79 de Écija, 86 de Toledo y los 652 de la capital del califato57. Más sorprendentes aun son los datos de al-Jusanī (m. 971) de sus 527 biografías 43 son de Elvira, 214 son de Córdoba, 42 de Toledo, sólo 7 de Écija, que superaba a Ilbīra en Ibn al-Faradī y 14 de Sevilla58.
24Ésta es una muestra más, por tanto, del esplendor, al menos en lo cultural, de la ciudad elvirense, que se opone a la imagen que tenemos de Gamāta, que sólo aparece relacionada con tres sabios, desde el 711 hasta, prácticamente, finales del siglo X. En concreto Ahmad b. Abī Ḏī-l-Qamayn b. Kisrà Al-Hamdānī, Al-Rahmānī (932/320H), quien también aparece relacionado con Ilbīra59. El segundo es Abū ’Abd Allāh Ibn Ŷalā’ Muḥammad b. al-Ḥasan b. Aḥmad b. Muḥammad b. Aḥmadal-Aḥmad, al-Anṣārī, al-Jazrāŷī (961/350)60, que precisamente es el único personaje que aparece relacionado tan sólo con Garnāta y, lo que más sorprendente es posiblemente el primer individuo que se conoce que se entierra en el cementerio de la puerta de Elvira (en el año 961)61.
25Pero un dato, más asombroso, si cabe, y tampoco desconocido, o al menos, no tenido en cuenta hasta el momento es la existencia de un sabio, llamado Ahmad b. Muhammad b. Muhalhil al-Hamdānī conocido como Ibn Abī-l-Faraŷ, de kunya Abū-1- Qāsim62, que muere casi en el siglo X, hacia el 388-89 H (estos años engloban del 3 de enero del 998 al 12 de diciembre del 999). Pero lo más llamativo es la cita exacta que sobre su origen realiza Ibn al-Faradī. Según ésta es «min ahl Ilbīa min sākinī Garnāta »63, es decir, «de la gente de Elvira de los que habitaban en Granada. De esta referencia se puede colegir, cómo en una fuente coetánea se discierne perfectamente Granada, como una entidad diferente a la capital, Madīnat Ilbīra, esto nos muestra que ya debería de haberse desgajado de forma administrativa, y por otro lado, y no menos importante, nos confirma una vez más que a finales del X existe una población estable en Granada.
La Granada prezirí en las intervenciones arqueológicas
26Las informaciones que hasta el momento nos ha aportado la Arqueología durante más de dos décadas son más bien parcas. Y es que las penalidades de la Arqueología de Urgencia han influido, limitando nuestras posibilidades de conocimiento en la mayoría de los casos. Los hallazgos fechados entre los siglos VIII y XI, pueden limitarse a los siguientes:
Calle María la Miel donde aparecen restos cerámicos comprendidos entre los siglos VIII-X: un jarrito, una marmita y fragmento de una tinaja con decoraciones impresas, del IX al X tenemos una marmita, una redoma con borde trilobulado, un candil de piquera, jofainas sin repié, una cazuela y un jarrito. Califal con seguridad es una marmita de pintura blanca y cuello recto64.
Carmen de la Muralla, donde aparecieron además de cerámica visigoda, ataifores con técnica de decoración « verde y manganeso», algunos fechables en época califal65.
Callejón del Gallo, materiales que van del VI al X166.
Cruz de Quirós 8, materiales desde el V167.
C/ Aljibe del Trillo68 donde aparecieron materiales emirales ( tannūresy marmitas globulares) que, según Gómez Becerra, nos mostrarían una ocupación en la zona nunca anterior al siglo X. Pero conviene subrayar que lo más importante es que aparecen asociados a una estructura formada por tres muros de cuidada factura, hechos con piedra arenisca unido con mortero de cal y un enfoscado.
27Pero los resultados más concluyentes hasta el momento son sin duda alguna los que nos ofrece la excavación del 2005 que tuvo lugar en la c/ Panaderos n° 21 -2369 y que se corresponde con uno de los cementerios islámicos de la ciudad, la Maqbara Socaster. No es la única vez que se excavaba este cementerio, de hecho, poseemos un gran número de noticias de este mismo espacio funerario a través de las intervenciones realizadas en las calles Homo de San Agustín n° 3 (siglos XI y XII en el 2000)70, Panaderos n° 21-23 adonde A. Burgos y A. Moreno detectaron niveles romanos y tardorromanos71, Buenaventura y Pagés en cuyo n° 772 se hallaron dos sepulturas del siglo XI de carácter muy simple. El gran avance en esta ocasión fue el hallazgo de los complejos estructurales funerarios islámicos más antiguos de Granada, a raíz de los análisis de C14.
28En esta intervención de urgencia la arqueóloga Teresa Bonet logró identificar los restos de 62 enterramientos de los que 55 son de claro rito islámico. Estos restos, como es común, están depuestos en decúbito lateral supino, con una orientación que hace que la cabeza esté mirando hacia el sureste y sin ningún ajuar. Aparecen, según T. Bonet, dos tipos de sepulturas: con cubierta de tejas y sin ella. Conviene destacar el alto grado de superposición de las tumbas hasta tal punto que unas están excavadas en las otras.
29Los recientes análisis de C14, realizados por el Centro de Instrumentación Científica de la Universidad de Granada73, nos han aportado una cronología que va desde finales del siglo IX a principios del siglo XI.
Muestra | Edad teórica BP | Edad corregida BP | Edad C14 BP |
UGRA 650 (CEF-1) | 1403 ± 60 años | 1484 ± 60 años | 1480 ± 60 años |
UGRA 651 (CEF-50) | 935 ± 60 años | 1015 ± 60 años | 1020 ± 60 años |
UGRA 652 (CEF-64) | 1180 ± 87 años | 1261 ±87 años | 1260 ± 87 años |
UGRA 653 (CEF-55) | 880 ± 68 años | 961 ±68 años | 960 ± 70 años |
UGRA 654 (CEF-39) | 274 ± 61 años | 355 ± 61 años | 350 ± 61 años |
30Por otro lado se ha podido comprobar la presencia de individuos de diferentes edades y sexo y lo más destacable la presencia de hasta 19 niños y de una mujer embarazada con su feto (CEF-27)74.
Grupo | Número | % Total (base 55) |
Adultos | 17 | 30,90 |
Infantiles | 19 | 34,54 |
Restos sin especificar edad | 10 | 18,18 |
Sin excavar | 8 | 14,54 |
Vacía | 1 | 1,81 |
31Menos ilustrativo es el panorama en la zona llana de Granada, donde hasta el momento sólo en dos ocasiones se ha podido datar algo islámico anterior al siglo XI. La excavación más destacada es la que tuvo lugar en la Giróla de la Catedral75 pues nos reporta materiales asociados a una estructura habitacional que nos remite a un tipo de poblamiento en forma de almunia. Por otro lado, su cerámica fue estudiada por el especialista Antonio Gómez Becerra, quien pudo fechar parte de su ajuar en época califal76.
32En segundo punto en los que se han localizado niveles anteriores a la etapa zirí es conocido como antiguo Diario Patria en c/ Oficios, es decir, junto donde se ubicará la mezquita aljama. Por su parte, en la denominada Casa Zayas, Escuela Técnica de Arquitectura, algunos restos parecen ser incluso anteriores al XI, todavía no se ha podido confirmar la presencia de un poblamiento anterior a pesar de que algunas piezas apuntan a cronologías más tempranas.
Consideraciones finales
33A modo de conclusión e intentando resolver la incógnita que planteábamos en el título de nuestro artículo, reuniendo y cruzando todas las informaciones procedentes de los diferentes tipos de fuentes que hemos manejado, podemos señalar la siguiente secuencia evolutiva de la Granada islámica hasta el siglo XI.
34En el siglo VIII se mantendría un hábitat disperso en torno a un hisn localizado sobre un asentamiento ubicado en el Albaicín en un espacio probablemente similar al de la ciudad tardorromana. Posteriormente, en la etapa de luchas de la primera fitna (f. s. IX) este hisn iría adquiriendo una mayor importancia, lo que se ve reflejado en su protagonismo, como centro en el que se atrincheran Sawwār y los árabes. Todo parece indicar que se produjo en estos momentos una oleada de inmigración de población principalmente árabe que permanecería en el hisn y que producirá un cambio importante en la entidad que representará Granada desde entonces. De hecho, por primera vez, va a existir un delegado propio con respecto al poder central como nos indican los textos, y comienza a observarse un cierto desgajamiento con respecto a la capital. Todo esto coincide asimismo con el nombramiento de los primeros sabios vinculados directamente a Granada en los diccionarios biográficos. Y sería el ajuar cerámico de esta población de finales del IX y del X el que se ha constatado en los diferentes puntos del Albaicín que hemos destacado (Aljibe Trillo, C. Muralla...) y en la zona llana (Girola de la Catedral, Casa Zayas).
35Ésta sería la situación de Granada en el momento del traslado de los ziríes y los elvirenses a Granada ; un hisn que había adquirido importancia durante la primera fitna y que en la segunda se convertirá por primera vez en madīna, centro de uno de los reinos de taifas más destacados de la península. Faltaría por definir la relación de la población granadina con la que emigra desde la entonces capital, Madinat Ilbira, y la organización espacial del hisn precedente. Estas tareas de momento quedan muy lejos del alcance de la Arqueología granadina y probablemente el inexorable avance de la destrucción que supone toda construcción nos impida alcanzar esta meta.
Notes de bas de page
1 ADROHER, A. M„ LÓPEZ MARCOS, A. y PACHÓN ROMERO, J. A.: La cultura ibérica: Granada arqueológica. Granada, 2002, p. 83.
2 En adelante en las citas seguiremos el Kitāb al-Rawḍal-mi’tāráe al-Ḥimyarī editada en árabe por Ihsān ’Abbās y la traducción al castellano de M. del P. Maestro González publicada en Valencia en 1963 a modo indicativo de cómo en las fuentes árabes se refleja la antigüedad de las ciudades ocupadas. En el caso de Sevilla (Išbiliya) se dice: « Es una antigua ciudad de fundación lejana.» (p. 48 trad. esp). Además se habla del origen latino de su nombre y de que fue fundada por Julio César que hizo nivelar el borde del Guadalquivir y construir su muralla de piedra (pp.48-49 trad. esp)/ Ed. árabe p. 58-60. (qadīma azliyya).
3 Qādis, nos habla de ruinas y del templo de Hércules (p. 290-298 trad.).
4 «Posee numerosas ruinas antiguas; los antiguos construyeron conducciones de agua y levantaron monumentos, de los que subsisten algunos todavía », p. 372-374/ (fīhi āṯār li-l-awwal kaṯīra) p. 548-49 ed. ár. (fīhi ātār li-l-awwal kaṯīra).
5 « Es una ciudad antigua deshabitada y que encierra numerosas ruinas», p. 302/p. 462 ed. árabe (madīna li-l-awwalgayr maskūna wa bi-hā ātār kaṯīra).
6 «Era una ciudad en la que residían los soberanos de la antigüedad», p. 350 /518 ed. árabe.
7 « Es una ciudad antigua» (p. 43 trad.)/ madīha qadīna p. 61 ed. ár. sv. Ušbūna.
8 « Antigua ciudad» p. 40 trad. / (Awwaliyyd) p. 27 ed Iḥṣān ’Abbās.
9 «es una ciudad antigua». Se nos dice también que Tāriq b. Ziyād encontró una cerca con doble muralla, una de piedra blanca y otra de piedra roja y nos habla de estatuas humanas (p. 41 trad)/p. 53 ed. árabe.
10 « Es una ciudad de antigua fundación» (p. 238). p. 347 ed. árabe (hiya madīna awwaliyya).
11 En dos ocasiones se remite a su antigüedad; una dentro de Tākurunna y otra en su entrada se dice «Es antigua y conserva numerosos restos antiguos» (p. 131-132 y 163 trad. esp)/ p. 129/ 269 (s.v. Tākurunnā) ;«madīna qadīma bi-hā ālār kaṯīra»
12 « Es una de las ciudades más antiguas de este país. Fue construida en la época de los Césares» (p. 78) Además se dice que Julio César le dio su nombre (p. 79)/p. 75 ed. árab. «min aqdām mādā’ini-hā».
13 «... es de construcción antigua», p. 331. / p. 485 (hiya awwaliyyat ai-binā ).
14 Se dice que es de fundación antigua, la mayor parte de la ciudad fue construida por los antiguos p. 355. /p. 517 «hiya min ta ’sīs al-awwal, wa akṯaral-madīna ’alà ŷisrayn min binā’ al-awwal.»
15 «Muralla de construcción antigua », p. 360/ p. 534 ed. árab « musawwara min binā’al-awwal ».
16 «...era una gran ciudad, muy antigua, que conserva restos de iglesias. Se dice que fue edificada bajo el reinado de Constantino» p. 288 s.v. Firrīs/ p. 440 ed. árabe, (kānat madīna ’aẓīma awwaliyya, wa fi-hā āṯārkanā’is wa yuqālu inna-hā bunyat fī ayyām qusṭanṭiniyya)
17 Es una antigua ciudad p. 303 madma qadñna awwaliyya p. 462 ed.ár.
18 «Posee ruinas antiguas, un teatro, templos, ídolos, etc.» p. 361/p. 530 ed. árab. «fī-hā ātār li-l-awwal: dār mal’ab wa aṣnām wa gayr ḏalik».
19 « Es una antigua y gran ciudad» p. 319 trad. esp. /p. 461 ed. árab. (madīna kabīra qadīma)
20 «Es una antigua ciudad.... había sido demolida y despoblada; fue construida de nuevo por Ismail b Musa b. Lope ibn Qasī en el año 270 (883-84)». (p. 337 trad. esp.).//iiya madīna qadīma (p. 507 ed. árabe).
21 Es una antigua ciudad y luego agrega que es de fundación antigua p. 338-339/ p. 507 ed. árabe (madīna qadīma..fī-hā ātār li-l-awwal katīra).
22 «Es antigua y fue construida por César Octavio» p. 340,/p. 511 ed. árabe «qadīma min binyān qayṣar Uktabyān»
23 « Es una importante ciudad antigua», p. 389/ p. 612 ed. árabe (hiya madīma kabīra awwaliyya qadīma rā’iqa al-binyān).
24 Awnuba. « Es antigua y se encuentran en ella vestigios antiguos» (p. 77 trad.)/ p. 63 ed. árabe «hiya qadīma bi-hā ātār li-l-awwal».
25 «Hiya qadīma Yābura»p. 615 ed. árabe.
26 (Mīrtula) « Es una antigua fortaleza, donde hay ruinas antiguas, así como una gran iglesia que fue construida bajo el reinado de César Diocleciano, p. 383./p. 569 ed. árabe (huwa ḥiṣn awwalī fīhī ātār qadīma wa bihi kan isa ’aẓīna bunyatfī ayyam qasliyān Qayṣar).
27 Ūrīt/ Awrīt, « importante y antigua ciudad de al-Andalus. (...) Después de la destrucción de Oreto, las ciudades de Calatrava y Caracuel se poblaron (probablemente con los habitantes de Oreto)» (p. 75 trad., esp.)/p. 66 ed. ár (hiya madma qadīma...)
28 Es una de las 7 ciudades que entran en el pacto de Teodomiro (p. 75)/p. 67 ed. ár.
29 «Es una antigua ciudad (...) Hay allí un pórtico antiguo... », AL-HIMYARĪ: al-Rawd al mi’ṭār fī jabar al-aqṭar: mu ’ŷam ŷugrāfí. ed. Iḥsān ’Abbās, Beirut, 1984./ p. 129 ed. ár. (hiya madTna awwaliyya (...) bihá balāt min binyān al-Uwal lam yatagayyar).
30 « Es una antigua ciudad, que fue en otro tiempo una de las capitales de los Amalecitas» (p. 256). «Sus antiguos monumentos prevalecen en su sitio, sin haber sufrido desperfectos. La mayor parte de sus murallas subsiste sin hundirse» (p. 257). / p. 392 (madīna azliyya).
31 «Era la sede de la realeza en al-Andalus cuando Ṭāriq penetró en ese país (...) Data de la antigüedad, ya que fue construida por los Amalecitas» (p. 264). Nos dice también que era capital de los Rūm y nos narra la anécdota de la casa cerrada y de la mesa de Salomón (p. 264-274 trad. esp.)/p. 393-395 ed. árab.
32 Localidad de Sidona «es antigua, con murallas en pie todavía...» (p. 247)/p. 356 ed. árabe (Azliyya qā’ima al-aswār bāqiyya al-ātār).
33 «Es una ciudad que data de la antigüedad; ha sido destruida varias veces, después repoblada» (p. 40 trad.)/p. 27-28 (huwa madīna azliyya qadjuribatmarāran wa- ’umirat).
34 Se nos dice que su nombre deriva del César que fue quien la construyó (p. 201). Además que la dotó de planta cruciforme./p. 317 ed. árab.
35 P. 25 ed ár. «bi-hā Āṯār qadīma»/ p. 36 trad.
36 Tal vez por la escasez de especialistas en esta etapa.
37 Ajbār maŷmū’a. Crónica anónima del siglo XI dada a luz por Ia vez. ed. y trad. LAFUENTE ALCÁNTARA, Madrid, 1867, p. 23 trad. /10 árabe. Mantenemos aquí la traducción del autor aunque
38 Del lugar donde fue Ilíberis, ed. facsímil Granada, 1987.
39 Ed. L. Molina, p. 22-23.
40 Entre otros Ajbār Maŷmū’a, p. 25 de la trad. / 10 de la árabe, IBN AL-JATIB, Al-lhāta fíajbār Gamāta, I. Ed. ’A. ’Inān, El Cairo, 1973, p. 101.
41 Al-Iḥãṭa, III, p. 469.
42 Se sobreentiende la cora y no la ciudad.
43 Ibn al-Jatīb nos dice sobre Sawwār b. Hamdūn: «Era uno de los ulemas de los árabes y sāhib del distrito de Qays de al-Andalus. Se estableció su abuelo en la alquería de Caparacena del iqlīm (distrito) de al-Balāt, una de las alquerías de Granada...» (Iḥāṭa, IV, p. 270).
44 No existe ninguna prueba arqueológica, hasta hoy, que vincule esta qal’a con el emplazamiento que actualmente ocupa la Alhambra, únicamente tenemos menciones de qal’at al-Hamrā’ en IBN HAYYĀN: Muqtabis III; al-Muqtabas min anbá’ Ahíat-Andalus, ed. árabe M. Antuña bajo la dirección de E. Lévi-Provenpal, París, 1937, pp. 57 y 63 y trad. al cast. de J. E. Guráieb en «al-Muqtabis de Ibn Hayyān», Cuadernos de Historia de España. XVIII (1952) p. 156 y XVII (1952), p. 163. Conviene destacar que en la primera referencia que apuntamos la única mención que existe realmente se hace en un poemilla de tres verso de al-’Ablī y en la segunda cita se habla en una poesía de Sa’īd b. Ẏūdī de unos Banū al-Hamrā’, refiriéndose probablemente de forma metafórica a los árabes rebeldes. Por tanto, todo son elucubraciones del traductor sin constatación alguna. También aparece, en este caso como «madīnat al-Hamrā’» en Ibn al-Jatīb (Iḥāta IV, p. 270), cuando habla de Sawwār b. Hamdūn al que le atribuye la construcción de ésta, pero resulta evidente que aqui madīna se trata de una expresión que sólo tendría sentido en la época en la que escribe el visir nazarí.
45 Al-Muqtabis III, p. 60 árabe /p. 152 trad. de J. E. Guráieb.
46 ídem, p. 62 árabe/155 trad.
47 Ídem, p. 62 árabe/155 trad.
48 Ibídem, p. 155.
49 IBN ḤAYYĀN, Muqtabis V, p. 66 / 61 trad.
50 IBN SA’ĪD AL-MAGRIBĪ, Al-Mugrib fī ḥula al-Magrib, ed. Šawqī Ḍayf, II, El Cairo, 1955, p. 93.
51 Mugrib \\, p. 105.
52 Téngase en cuenta también las de Ibn Ḥayyān.
53 Muqtabis V, p. 93 / 81 trad.
54 Aquí ofrecemos la versión traducida en Muqtabis V p. 215, en la versión árabe está en la p. 284. Adviértase que lo que los traductores ponen como plural (capitales) es un dual hādiratay, es decir, las dos capitales.
55 VALLVÉ BERMEJO, J., La división territorial de la España musulmana, Madrid, 1986, p. 271.
56 Muchos de ellos están siendo estudiados por el autor de este artículo dentro del «Proyecto de Investigación General sobre Madīnat Ilbīra», dirigido por Antonio Malpica Cuello.
57 LIROLA DELGADO, J., en ECA, 3 s. v. «IBN AL-FARADĪ, ABŪ L-WĀLID», p. 106-107.
58 LIROLA DELGADO, J„ en ECA, 3 s. v. «IBN HĀRIT AL-JUŠANĪ», p. 293.
59 Ibn ḤĀRIT AL-JUŠANĪ, Ajbár al-Fuqahā’ wa-l-muhaddiṯīn, p. 26 (n° 29)/ ed. Mustafà Badrī, Beirut, 1999 p. 18. Aparece recogido en MARÍN, M., « Nómina de sabios andalusíes», en MARÍN, M. (ed.), Estudios onomástico-biográfícos de al-Andalus, I, Madrid, 1988, p. 102 n° 1613 (en adelante= Nómina).
60 AL-MARRAKUŠĪ, al-Dayl wa-l-Takmila VI, ed. I. ’ABBĀS, Beirut, 1973, p. 159 (n° 424), Nómina p. 82 (n° 1166).
61 AL-MARRAKŠĪ, al-Ḏayl…, p. 82 : « ».
62 IBN AL FARAPĪ, Tā’rīj ’ulamā’ al-Andalus, Vol I., ed. ’A. al-’Aṭṭār al-Husaynī, El Cairo, 1954, p. 71 (n° 192) y Ed. El Cairo, 1966, p. 58 (n° 192).
63 Ibíd.
64 LIZCANO PRESTEL, R„ MORENO ONORATO, Ma. A y ROCA ROUMENS, M., «Excavación de urgencia en el solar de la calle Maria la Miel esquina a San Nicolás Nuevo en el Albaicín de Granada», A.A.A. 1985, p. 166-170.
65 MORENO ONORATO, A., ORFILA PONS, M., GARCÍA GRANADOS, J. A., BURGOS JUÁREZ, A. MALPICA CUELLO, A., FERNÁNDEZ GARCÍA, I., CASADO MILLÁN, P. Y PUERTA TORRALBO, D. « Informe de los primeros resultados obtenidos tras la excavación de 1991 Carmen de la Muralla de Albaicín (Granada)» en A.A.A 1993, Cádiz, p. 225-230. Y CASADO MILLÁN, P. J., BURGOS JUÁREZ, A., ORFILA PONS, M„ MORENO ONORATO, A., FERNÁNDEZ GARCÍA, Ma. I., MALPICA CUELLO, A., ÁLVAREZ GARCÍA, J. J. y GARCÍA PORRAS. A. «Análisis de los materiales recuperados en la campaña de excavación de 1991 en el Carmen de la Muralla (Albaicín, Granada). Actividades sistemáticas. A.A.A 1992 vol. II, Cádiz, p. 181-187.
66 ADROHER, AUROUX, A. M. y LÓPEZ MARCOS, A (Ed.): Excavaciones arqueológicas en el Albaicín (Granada). I. El callejón del Gallo, Granada, 2001.
67 TORRE CASTELLANO, I. de la et al:. Informe de la intervención arqueológica realizada en la C/Cruz de Quirós 8 de Granada, Granada: Delegación de Cultura, 2006 (Inédito),
68 Informe Inédito de Ulises RAMOS, 1994 y parte de su cerámica fue estudiada en GÓMEZ BECERRA, A.: «La primera cerámica islámica de Granada. Los ejemplares del solar de Aljibe del Trillo», Meridies, V-VI (2002), p. 63-86.
69 BONET GARCÍA, Ma. T., Informe de la Intervención arqueológica preventiva mediante excavación con sondeos en C/Panaderos n° 17,19 y 21. Delegación de Cultura, Granada, 2005 (Inédito). Algunas informaciones aporta en http://www.arqueologiamedieval.com/excavaciones/excavaciones.asp?ref=68
70 ÁVILA MORALES, M. R. y RODRÍGUEZ GARCÍA, I., «Intervención arqueológica de urgencia en la calle Horno de San Agustín n° 3 (Albaicín, Granada)», A.A.A. vol. III Act. Urgencia Vol. I 2000, p. 516-519.
71 BURGOS JUÁREZ, A., MORENO ONORATO, A., « Excavación de urgencia en el solar Panaderos n° 21-23, Albaicín (Granada)», A.A.A. Vol. III, Act. Urgencia, 1989, p. 192-195.
72 MORENO ONORATO, A., Informe de la excavación arqueológica de urgencia realizada en la calle Pagés n° 7, Albaicín, Granada, 1995, espec. p. 8.
73 El calibrado de las muestras se ha realizado con un programa de calibración de la Universidad de Washington, según señala el informe firmado por Elena Villafranca Sánchez, del Laboratorio de Datación por C14 de la Universidad de Granada. Agradecemos la cesión de estos datos a Antonio Malpica previa, entonces, a su publicación en el artículo por él suscrito, «Antes de la ciudad andalusí de Granada», Boletín de la Real Academia de Bellas Artes Nuestra Señora de las Angustias, 14 (2007), p. 93-138. En él pueden verse la tabla que sigue y la clasificación de los restos hallados.
74 MALPICA, A., «Antes de la ciudad andalusi de Granada», p. 93-138.
75 GÓMEZ BECERRA, A., « Un conjunto de cerámica califal procedente de la catedral de Granada», Cuadernos de la Alhambra, 29-30 (1995-1996), pp. 39-55.
76 Ídem.
Auteur
(Universidad de Granada)
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