El amor médico de Tirso y L’Amour médecin de Molière
p. 553-561
Texte intégral
1Uno diría que es natural suponer que el título de L’Amour médecin de Molière deriva del de El amor médico de Tirso (aunque parece que los únicos que lo han dicho por escrito son Huszár, 1907, p. 200 y Ríos, 1952, p. 969d)1, puesto que tales rótulos no se conocen como expresión (o refrán) ni en español ni en francés2. Lo que no se sabe (pues nunca se ha investigado) es si Molière se inspiró en algo más que el encabezamiento de El amor médico para su propia pieza. A primera vista las dos obras no se asemejan: El amor médico relata las aventuras de una joven que se viste de hombre para estudiar medicina, y que se prenda de un caballero que se marcha a Portugal; ella lo sigue allá, y después de perseguirlo bajo tres disfraces diferentes, lo amartela y se casará con él; L’Amour médecin en cambio cuenta cómo una muchacha se enamora de un mancebo desconocido, se pone melancólica, y luego él entra en su casa bajo la apariencia de médico; los dos se declaran su afecto y se comprometen (para resúmenes más completos de las obras de Tirso y Molière, véase el Apéndice I). El amor médico es una obra larga (de 3.648 versos) y muy confusa, con muchos disfraces, numerosos pasajes en portugués y múltiples incidentes que no llevan a ninguna parte; al contrario, L’Amour médecin es corto (unas 30 páginas), sencillo y directo, con un solo disfraz, y lo único que le sobra son varias escenas en que se satiriza a los médicos.
2Pero si las dos piezas no se parecen en sus tramas generales, tienen varios puntos en común, y que parecen reflejar un parentesco directo. Si hay cinco escenas en L’Amour (las primeras del Acto II) en que intervienen (o quedan satirizados) unos médicos incompetentes y desvergonzados, ésta es otra manera de presentar una crítica ya presente en El amor, donde Jerónima y Quiteria ponderan largamente la ignorancia de los galenos, calificando su valor social por debajo del de los practicantes de oficios mecánicos (vv. 145-230). Si la Lucinde de Molière está totalmente obsesionada con el amor y no piensa sino en casarse (pp. 100-102, 117), la Jerónima de Tirso se muestra tan ofuscada con Gaspar que lo sigue desde Sevilla hasta Portugal, donde continúa rastreándolo y se presenta ante él bajo varios disfraces, hasta que él se encariña definitivamente con ella (después de haber amado a otras dos). Si Clitandre en L’Amour se disfraza de médico para entrar a ver a Lucinde, esto bien puede ser imitación de El médico, donde Jerónima aparece vestida de hombre desde un principio para estudiar medicina, y luego cambia su vestimenta numerosas veces para aparecer ante Gaspar y Estefanía bajo diferentes formas. Si Lisette es una criada muy activa y atrevida que facilita los amores de Lucinde y Clitandre, no hace más que seguir los pasos de Quiteria, quien ayuda a Jerónima en todo momento a adelantar sus deseos afectuosos. Finalmente, en El amor médico se critica al médico fingido por ser imberbe y excesivamente joven («sin autoridad de barba/y la edad no muy dotora», vv. 1751-1752), y lo mismo sucede en L’Amour médecin («Voilà un médecin qui a la barbe bien jeune», III, v); en ambas piezas se contesta a esto que los años no hacen al médico («No dan las ciencias los años», v. 1757; «La science ne se mesure pas à la barbe, et ce n’est pas par le menton qu’il est habile», III, v). En fin, además de sus títulos iguales, sobran suficientes coincidencias estrechas entre El amor médico y L’Amour médecin como para concluir que éste deriva de aquél, bien que con una simplificación muy sistemática de trama e incidentes3. El procedimiento seguido aquí por Molière —el de escoger unos cuantos rasgos y combinarlos con otros de otras obras (en vez de seguir de cerca un solo modelo)— es el usual en él.
3Pero a pesar de las numerosas y fundamentales semejanzas entre El amor y L’Amour, existe otro posible modelo de Molière: Elvezio Canonica ha demostrado (1990, pp. 377-378) que Tirso basó su Amor médico sobre una comedia poco conocida de Lope de Vega llamada La portuguesa y dicha del forastero4, y así se debe examinar la posibilidad de que Molière haya tomado esta comedia como su pauta principal, al tiempo que tradujo el título de Tirso para el suyo. La portuguesa fue publicada en 1653 (aunque escrita en 1615 o 1616)5, y por tanto estaba accesible a Molière, que escribió L’Amour médecin en 16656. La acción de La portuguesa cuenta cómo una joven se interesa en un caballero al oírlo elogiar, lo invita a su casa (aunque después se arrepiente y le pide que se vaya), se ve obligada a esconderlo de su hermano, y termina entregándose a él cuando él tiene que pasar la noche en su casa (porque la puerta está cerrada); él vuelve a su hogar en Zaragoza y ella lo sigue allá, arreglándoselas para quedar en su casa, donde él no la reconoce (cuando la vio una sola vez, estaba tapada, y la gozó en la oscuridad); por fin ella declara su identidad, y él se casará felizmente con ella, pues la quiere mucho (para resúmenes más completos de La portuguesa, véase el Apéndice II). Salta a la vista que si bien la trama de La portuguesa y dicha del forastero es indudablemente el modelo de la de El amor médico (lo fundamental consiste en la joven que se aficiona a un caballero que está de visita y lo sigue cuando se va, utilizando disfraces y hablando portugués, hasta ganarlo como marido), no ofrece ningún rasgo en común con L’Amour médecin; además, La portuguesa no contiene ninguna alusión a los médicos, un tema secundario primordial en El amor y L’Amour. No queda duda, por lo tanto, de que El amor médico sea la fuente principal de L’Amour médecin.
4Este descubrimiento de la influencia innegable de El amor médico sobre L’Amour médecin documenta por primera vez un influjo extenso y profundo de Tirso sobre Molière. Antes se creía que Tirso proporcionó modelos para varias obras del dramaturgo francés, pero un estudio más riguroso por Bourqui (1999) documenta que esto no es cierto, y que tales creencias derivaban de una ignorancia de otros posibles influjos, sobre todo de obras francesas e italianas. De esta forma Bourqui demuestra (pp. 374-382) que Dom Juan ou le festin de pierre no procede de El burlador de Sevilla ni Tan largo me lo fiáis, sino de Le Festin de pierre de Dorimon (Nicolas Drouin). La única influencia del Mercedario admitida como posible por Bourqui (pp. 408-409) es la de Marta la piadosa sobre la escena en Dom Juan donde una mujer rechaza un matrimonio que se le propone, fingiendo tener una vocación religiosa. (Sin embargo, es evidente que Bourqui exagera en su rechazo del influjo de Tirso, pues está claro que las escenas de L’Amour médecin donde se juntan unos médicos en una sala para consultarse sobre la enfermedad de su paciente, pero sólo hablan de sus asuntos particulares sin preocuparse de la enferma, proceden de La venganza de Tamar, p. 376c-d)7. Sea esto como sea, ahora sabemos no sólo de dónde tomó Molière su título de L’Amour médecin, sino también varios rasgos fundamentales de su trama, los cuales combinó con otros de otras procedencias todavía indeterminadas. Por último, hay que explicar el sentido de los dos títulos aquí considerados: resulta patente que aluden a que en ambas piezas el amor proporciona el remedio para la enfermedad que siempre se había afirmado era ocasionada por el afecto8.
Bibliographie
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Referencias bibliográficas
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Annexe
APÉNDICE I. RESÚMENES DE LOS ARGUMENTOS DE EL AMOR MÉDICO Y L’AMOUR MÉDECIN
EL AMOR MÉDICO
ARGUMENTO ABREVIADO
Jerónima, quien estudia medicina disfrazada de hombre, se prenda de Gaspar en Sevilla. Cuando él tiene que partir a Portugal, ella lo sigue y termina sus estudios allá. Gaspar vive en Coimbra con su tío, quien promete casarlo con su hija Estefanía; sin embargo ésta lo rechaza por estar enamorada de un médico. Entonces Gaspar se aficiona por la calle de una portuguesa que dice llamarse Marta y ser hermana del doctor Barbosa, pero que en realidad es Jerónima; resulta que Estefanía está amartelada del tal Barbosa. Por fin se aclaran las identidades inventadas por Jerónima, y ésta se unirá a Gaspar.
ARGUMENTO COMPLETO
I, 1. En Sevilla Jerónima se queja a su criada Quiteria que Gaspar, quien ha sido huésped de su hermano Gonzalo durante un mes, no ha mostrado ningún interés por ella. Jerónima estudia medicina (para lo cual tiene que disfrazarse de hombre), y satiriza largamente la ignorancia de los médicos (vv. 145-230). De unas cartas de Gaspar que ha leído, Jerónima ha sabido que él está enamorado de una Micaela. 2. Gaspar cuenta a Gonzalo que en Toledo mató a uno que murmuró de sus relaciones con Micaela, y por eso se ha refugiado en Sevilla, de paso para las Indias, pues lo están persiguiendo. Salen Jerónima y Quiteria de tapadas, y aquélla promete a Gaspar noticias de Micaela; mientras tanto, Tello, el criado de Gaspar, se enamora de Quiteria. 3. En otro encuentro Jerónima afirma a Gaspar que Micaela lo quiere otra vez. Gonzalo relata a Gaspar que ha llegado la justicia buscándolo; éste decide marcharse a Portugal.
II, 1. En Coimbra Gaspar vive ahora con un tío, quien ha prometido casarlo con su hija Estefanía. 2. Sin embargo, ésta lo rechaza, pues está prendada de un médico desconocido. 3. Estefanía está tan melancólica que su padre llama a un médico; el que llega es Jerónima, disfrazada de hombre (por lo visto, ella no sólo ha seguido a Gaspar a Coimbra, sino que allá ha terminado sus estudios de medicina); resulta que ella es el médico de quien Estefanía está enamorada; dice ser el doctor Barbosa. Jerónima con su sabiduría impresiona a todos excepto a Gaspar, quien critica su baja estatura y poca edad; ella prohíbe que él entre a ver a Estefanía. 4. Gaspar sale a quejarse al médico, y por la calle se encuentra con una joven portuguesa (le habla portugués), tapada, que afirma llamarse Marta y ser hermana del doctor Barbosa, pero que en realidad es Jerónima; él queda amartelado de ella.
III, 1. El doctor Barbosa ha ganado una cátedra de medicina, y además es nombrado médico de la reina de Portugal; anima a Rodrigo, un amigo de Gaspar, a cortejar a Estefanía. 2. Gaspar pide al doctor que lo ayude en su pretensión a la hermana de él, pero éste le indica que él sabe de los otros amores que ha tenido. 3. Quiteria da a Gaspar una misiva de Marta, en que le declara su amor. Jerónima y Quiteria salen tapadas y advierten a Gaspar que están enteradas de sus amores en Sevilla y Toledo; él queda confuso. 4. Jerónima visita a Estefanía en su papel de Marta, y le afirma que el doctor Barbosa tiene amores con otra; Estefanía se queda celosa. 5. Llega Rodrigo y declara que el doctor Barbosa le ha dicho que ella (Estefanía) está enamorada de él (Rodrigo). Viene el doctor Barbosa a visitar a Estefanía, quien está furiosa con él; Jerónima trata de salir del paso afirmando ser Marta, pero luego reconoce que es Barbosa, y alega estar enamorado de Estefanía; los dos terminan comprometidos para casarse. A continuación Estefanía y Gaspar rompen oficialmente. Entonces Gaspar declara a Barbosa que ama a su hermana; el médico acepta esta pretensión, pero estipula que han de casarse hoy mismo; luego Jerónima revela que ella es realmente Marta, y los dos se dan la mano en señal de compromiso. Después Jerónima engaña a Estefanía y hace que dé la mano a Rodrigo. Entra Quiteria a anunciar que ha muerto Gonzalo, el hermano de Jerónima, y que ésta heredará su fortuna. En vista de que el doctor Barbosa no existe, Estefanía acepta a Rodrigo, y Tello se casará con Quiteria.
L’AMOUR MÉDECIN
ARGUMENTO ABREVIADO
Lucinde quiere casarse con un pretendiente, Clitandre, a quien nunca ha hablado, pero Sganarelle, su padre, no quiere que se case. La criada de Lucinde hace creer a Sganarelle que su hija está en peligro de muerte por su melancolía, y él hace llamar a cuatro médicos para curarla; cada uno de éstos tiene un diagnóstico diferente, todos disparatados, y en todo caso no les importa la salud de sus enfermos. Clitandre entra en la casa de Sganarelle disfrazado de médico, y él y Lucinde se declaran su pasión. Clitandre afirma a Sganarelle que el problema de Lucinde es que quiere casarse; él ofrece fingir unirse con ella para sanarla, y Sganarelle acepta. Los dos amantes firman un contrato matrimonial ante un notario y así es oficial el casamiento, aun cuando Sganarelle creía que todo era simulado.
ARGUMENTO COMPLETO
I, i. Lucinde, la hija de Sganarelle, está muy triste, y él pide consejo a varios amigos sobre lo que debe hacer por ella: cada uno le aconseja según su propio interés. ii. Sganarelle pregunta a Lucinde qué quiere, y ella responde que un marido. iii. Lucinde afirma lo mismo a su criada Lisette. iv. Lucinde cuenta a Lisette que está enamorada de uno que ya la ha pedido como esposa a través de un amigo. v. Sganarelle no quiere casar a su hija por no tener que darle dote y por no perderla. vi. Lisette dice a Sganarelle que Lucinde está desesperada y en peligro de muerte; él hace llamar a cuatro médicos.
II, i. Lisette declara a Sganarelle que los médicos no hacen sino matar a la gente. ii. Llegan los cuatro médicos; uno pregunta a Lisette por un cochero a quien él trató hace seis días, y ella responde que ya se murió. Sganarelle paga por anticipado a los galenos. iii. Éstos hablan de otros asuntos que Lucinde: no les importa matar a sus clientes, pero sí consideran importante respetar las reglas de su profesión. iv. Los médicos están en desacuerdo total sobre el tratamiento apropiado para Lucinde. v. Los doctores recetan sus remedios. vi. Sganarelle resuelve comprar un remedio popular para su hija. vii. Sganarelle compra el medicamento, que su vendedor afirma cura muchas enfermedades diferentes.
III, i. Un médico convence a los demás de que no deben pelearse entre sí, sino explotar a sus clientes. ii. Lisette se burla de los médicos. iii. Aparece Clitandre, el amado de Lucinde, y Lisette afirma que los ayudará a unirse. iv. Lisette cuenta a Sganarelle que ha traído a un facultativo bueno para curar a Lucinde. v. Clitandre entra vestido de médico y dice a Sganarelle que su hija está muy enferma. vi. Clitandre y Lucinde, quienes nunca se han hablado, se declaran su afecto mutuo. Clitandre afirma a Sganarelle que el problema de Lucinde es que quiere casarse; él, al contrario, tiene repugnancia al matrimonio, pero para curarla ofrece comprometerse con ella por unos días; Sganarelle acepta, y los dos amantes se afianzan. Después Clitandre explica a Lucinde que se vistió de galeno sólo para acercarse a ella y declararle su pasión. Sganarelle acepta el compromiso como medio para sanar a su hija. vii. Clitandre hace entrar a un notario que trajo consigo, y los tres firman el contrato. Sganarelle les promete veinte mil escudos, y Clitandre llama a unos músicos a quienes trajo, y todos celebran el compromiso. Finalmente, Sganarelle pregunta dónde están Lucinde y Clitandre, y Lisette responde que «Ils sont allés achever le reste du mariage»; así se consuma la boda que Sganarelle creía era un simple juego.
APÉNDICE II. RESUMEN DEL ARGUMENTO DE LA PORTUGUESA Y DICHA DEL FORASTERO
RESUMEN BREVE
I. Celia rechaza a cuantos pretendientes le propone su hermano Juan, pero se interesa por Félix, un caballero que le han descrito como muy elegante. Lo conoce y lo invita a ir a verla por la noche en su jardín. Llegado Félix, Juan siente ruido y sale; esconden a Félix en la alcoba de Celia.
II. Félix sale de la casa de Celia a la madrugada, después de haberla gozado. Vuelve a Zaragoza, donde se siente triste por estar alejado de su amada. Celia va a Zaragoza a buscar a Félix, y delante de la casa de éste finge que le ha robado y atacado un hombre con quien ella huía bajo promesa de matrimonio. El padre de Félix la recibe en su casa, donde la ve Félix pero sin reconocerla; él queda impresionado por su hermosura.
III. Félix cuenta a Juan cómo sedujo en Madrid a una tapada, y Juan se da cuenta de que se trata de Celia; él decide matar a Félix. Bajo esta amenaza se aclara que Celia sí es la mujer a quien Félix gozó, y se casarán los dos.
RESUMEN DETALLADO
I, 1. En Madrid Celia se ha negado a casarse con el conde Leonardo de Nápoles, contra la recomendación de su hermano Juan. Fabia, la criada de Celia, le dice que no debe despreciar a todos sus pretendientes. Entra un muchacho y describe a un caballero vestido muy lujosamente; esto da a Celia ganas de verlo. Luego llega su hermano Juan del Prado y le cuenta de un caballero elegante que vio allí, y que maneja muy bien la espada. Celia desea conocer a este galán, que se llama Félix, y manda alistar el coche para ir al Prado a buscarlo. 2. Sale Félix, quien está a punto de partir a su Zaragoza nativa, pero mientras espera a unos que lo van a acompañar llegan Celia y Fabia, tapadas. Celia expresa pesar de que se vaya Félix, y le dice que es el primer hombre a quien no quiere mal. Félix le cuenta que vuelve a Zaragoza porque lo llama su padre, que quiere casarlo con una sobrina y porque él ha gastado dos mil ducados en sólo un mes. Celia le pide que se quede ocho días más, y le da una joya de 6.000 reales para que tenga dinero; le da cita en el jardín de su casa por la noche. El criado de Félix, Beltrán, le advierte que no vaya a esta cita. 3. Por la noche, Celia ya está arrepentida de haber invitado a Félix a su casa. Llega éste y Celia le dice que se vaya, pues en su casa están despiertos; efectivamente, su hermano Juan sale, pues ha sentido ruido; Fabia esconde a Félix en la alcoba de Celia, y él tiene que pasar la noche allí porque la puerta está cerrada con llave.
II, 1. A la madrugada Félix y Beltrán salen de la casa de Celia, y luego parten a Zaragoza; Félix contará después a Beltrán lo que pasó con Celia. 2. Juan madruga para ir al Pardo a la boda del príncipe Felipe (después Felipe IV) con Isabel de Borbón; pasará dos días fuera de casa. Sale Celia lamentándose de su honor perdido: evidentemente se ha entregado a Félix. Pide a Riselo, un pretendiente, que la acompañe a Aragón, prometiendo ser su esposa después; ella irá disfrazada. 3. En Zaragoza esperan a Félix su padre Pedro y su prima Lisarda, que debe casarse con él. 4. Llega Juan y describe el matrimonio real. Le cuentan que Celia no está en casa, y que la vieron salir con Riselo hacia Zaragoza. 5. Celia y Riselo han llegado a esa ciudad. Ella le pide que delante de la casa de Félix finja atacarla con daga, y luego huya. Ella grita, y sale Pedro con sus criados: ella afirma en portugués que es portuguesa y se llama Constanza, y que no habla castellano; declara que el hombre que huye la sedujo e hizo que sacara sus joyas, prometiendo casarse con ella; ahora él la amenazó y ha huido con sus joyas. Pedro y Lisarda tienen lástima de Celia, y la hacen entrar en su casa; Lisarda cuenta a Celia que está comprometida para casarse con Félix. Beltrán (el criado de Félix) cuenta lo sucedido a su amo, y elogia altamente la belleza de la portuguesa. Félix dice a solas que está enamorado de Celia, y se encuentra triste y solitario en Zaragoza. Se encuentran Félix y Celia, pero él no la reconoce.
III, 1. Juan ha ido a Zaragoza buscando a su hermana, y da por casualidad en la casa de Félix, donde vive Lisarda también; Juan se aficiona a ésta. 2. Hablan Félix y Celia (en español), aunque él todavía no la reconoce (nunca la vio, porque estaba tapada, y luego la gozó en la oscuridad); él dice que ella se parece en la voz a una mujer que él amó en Madrid. Llega Lisarda, y Celia le habla en portugués; Lisarda y Félix riñen porque él habla con Constanza (Celia). Beltrán está prendado de ésta, y propone a Lisarda que la casen con él; ella tratará de lograr esto. 3. Juan se encuentra con Félix, y éste lo invita a quedarse en su casa. Félix cuenta a Juan cómo en Madrid una tapada lo invitó a su jardín, pero llegó su hermano y él tuvo que esconderse detrás de la cama de ella; luego por la noche él la gozó bajo palabra de marido. Juan se da cuenta de que se trata de Celia. Llega Riselo y reconoce que vino con Celia a Zaragoza, y que ella está en casa de Félix. Juan y Riselo determinan matar a Félix. 4. Lisarda propone a Celia el matrimonio con Beltrán (quien es, aunque lacayo, hidalgo), pero ésta lo rechaza y afirma que es la hija de un marqués. Pedro está disgustado de que su hijo Félix no quiera casarse con su prima. Él propone a Celia que se case con él; ella le responde que ya está casada con su hijo, quien una noche la sedujo con palabra de matrimonio. Pedro le pide que para castigar a Félix, ella finja estar casada con él, y ella acepta. Beltrán viene a pedir a Celia que se una a él, y ella responde que ya es la mujer de Pedro. Beltrán en seguida cuenta esto a Félix, quien resuelve irse a Castilla. Entonces Félix dice que aceptará el matrimonio con Lisarda, y ella conviene en seguida, pero Celia dice que no. En éstas entra Juan para vengarse de Félix. Se aclaran las confusiones, y se casarán Félix con Celia, Juan con Lisarda, y Beltrán con la criada Inés.
Notes de bas de page
1 A continuación Huszár niega que «il y ait une ressemblance particulière entre les deux pièces». En esto Huszár coincide con Martinenche: «El Amor médico… de Calderón [!] n’a guère de commun que le titre avec L’Amour médecin de Molière» (1906, p. 228; en seguida Martinenche señala la coincidencia verbal [en la crítica de un médico sin barba] que advertiremos después, y la escena de los médicos tomada de La venganza de Tamar).
2 En 1734 los Parfaict registran el título de L’Amour médecin, comédie, atribuida a Pierre de Sainte Marthe (1618-1690), con el comentario «Nous ne connoissons que le titre de cette pièce, indiquée par quelques catalogues; peut-être les auteurs n’en sçavoient pas d’avantage» (I, p. 285). Tal obra no existe en las bibliotecas de Francia ni en las de los Estados Unidos. Puede tratarse de una confusión con la pieza de Molière, o de una imitación por Sainte Marthe del título de Molière. Un entremés por Francisco Avellaneda titulado El médico de amor, de 1668 (recordado por Huszár, p. 200, n. 1) claramente imita el título de Tirso.
3 Molière probablemente combinó elementos de Tirso con otros de Le Palais d’Angélie de Charles Sorel (1622) para formar el comienzo de L’Amour médecin: Olynthe vive sola con su padre; Léonil la ve una vez y se enamora perdidamente de ella; Olynthe cae enferma, y vienen cuatro médicos, que dicen a su padre que está loca; Léonil se viste de médico y entra a ver a Olynthe; ella le dice que quiere casarse con él. Estas semejanzas fueron señaladas por Roy (1891, pp. 38-42), quien afirmó sin embargo que «Molière n’a jamais lu le Palais d’Angélie» (p. 38); Lancaster (1936, III, ii, p. 648) declara en cambio que ésta es la fuente principal de L’Amour médecin; Bourqui (1999, pp. 137-138) está indeciso sobre la cuestión. El final de L’Amour médecin (el pretendido contrato falso de matrimonio, pero que en realidad es verdadero) procede de Le Pédant joué de Cyrano de Bergerac; Bourqui niega esto al tiempo que reconoce que «Molière a bien connu la comédie de son prédécesseur» (p. 142).
4 Es evidente que Canonica se dio cuenta de la fuente de El amor médico (descubrimiento nada fácil de hacer) al estudiar el empleo del portugués en la obra de Lope (1991, pp. 335-373). En su título Canonica afirma que Tirso hace una «imitación irónica de La portuguesa», pero no explica en qué consistiría esta ironía.
5 En la Parte tercera de comedias de los mejores ingenios de España, Madrid, Melchor Sánchez, 1653, folios 107-130 (falta esta Parte en la muy útil obra descriptiva de Profeti). Se ha discutido largamente la fecha de El amor médico, sin llegar a ninguna conclusión generalmente aceptada (véase Oteiza, 1997, pp. 23-29): la data de 1615-1616 de La portuguesa y dicha del forastero (procedente de la alusión a la boda reciente del príncipe Felipe en octubre de 1615: Buchanan, 1909, p. 203a) suministra una fecha a quo, y hace pensar que Tirso escribiría su comedia no mucho después de ver representada la de Lope.
6 Las lecturas de Molière quedan indicadas por una entrada en el inventario de sus bienes: «Quarante autres volumes de comédies françoise, italienne, espagnole» (Soulié, 1863, p. 269). Más difícil es saber cómo conoció Tirso La portuguesa antes de su publicación, pero cabe suponer que la vio representada, le interesó, y consiguió una copia del «autor de comedias» (director teatral) que seguramente la tenía, Fernán Sánchez de Vargas (Canonica, 1990, pp. 392,406).
7 Influencia señalada dos veces por Hartzenbusch en su edición del teatro de Tirso, vols. VIII (1840), p. 390, y X (1841), p. 392, y repetida por Martinenche (1906, pp. 229-231). Este influjo es negado por Dandrey, 1998, I, p. 354, quien cita otros paralelos menos estrechos que no pudieron influir sobre Molière. Dandrey también afirma que Lancaster, 1936, III, ii, p. 649, rechaza tal influjo, pero exagera lo dicho por éste.
8 Desde Ovidio (verbigracia, Remedia amoris, vv. 43-46, 75-78,110-116, etc.), y aún mucho antes, era tradicional la descripción del amor como enfermedad (cuyo remedio consiste en la correspondencia de afecto). En la Edad Media, los médicos escribieron largamente sobre la enfermedad del amor y su curación; véanse Whinnom (1972, pp. 13-15) y especialmente Ciavolella (1976). El amor como rabiosa enfermedad es una de las imágenes básicas de la Celestina de Rojas (por ejemplo, pp. 29, 70, 124,126, 328); véase también Lope, Fuente Ovejuna (v. 767) y El caballero de Olmedo (vv. 34-35, 44-46 y 53).
Auteur
Emeritus, Universidad de Virginia
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