Chapitre II. Anthropologie de l’écriture
p. 107-111
Texte intégral
1Estas líneas no tienen por objeto hacer un elogio de la obra, breve pero muy importante, de Michel Bats sobre la escritura en el sur de Francia en la antigüedad. Ese elogio corresponde a otros lugares; aquí se trata de presentar al lector algunos aspectos fundamentales de esa obra, sus aportaciones y los problemas que plantea por la propia eficacia de su método, aunque a veces no pueda llegar a resolverlos. Tampoco se trata aquí de afrontar esos problemas; mi tema no es la escritura en el sur de Francia sino la obra de Michel sobre ella, aunque obviamente la frontera entre ambas no es particularmente nítida. En el homenaje a Michel sí intentaré hacer avanzar algunas pequeñas cuestiones planteadas por su obra, ya que no me siento capaz de hacerlo con las grandes y no se me ocurre mejor forma de demostrar aprecio y admiración a un colega que continuar su propio trabajo1.
2No es frecuente que un arqueólogo se enfrente directamente con los problemas que plantea la escritura para comprender una sociedad antigua. Sin embargo, puesto que esa escritura nos es conocida siempre a través del material arqueológico, se trata de un paso que debiera darse con frecuencia, y por supuesto con competencia y con una idea clara de lo que está en juego. Michel Bats ha dado ese paso con una coherencia que no es tampoco frecuente en las escapadas desde la arqueología, tal como comúnmente se la considera, a las zonas de la disciplina que muchos arqueólogos se niegan a reconocer como parte de ella.
3Tal como Michel Bats ha enfocado el problema de la escritura, problema complicado para el que existen varias aproximaciones legítimas, el punto de vista del arqueólogo, de un cierto tipo de arqueólogo, es siempre determinante y explica en gran medida diversos aspectos de su obra que intentaré revisar.
Cronologia
4La escritura aparece en el sur de Francia en distintos momentos según regiones. Los primeros testimonios corresponden a escrituras coloniales sobre soportes igualmente coloniales, relativamente fáciles de fechar; por otra parte sabemos que los fenicios, los íberos, los griegos y los etruscos, en sus primeros contactos con el arco costero que va de Ampurias a Antibes, conocían ya la escritura y la usaban para sus transacciones comerciales. Estas escrituras coloniales van a dar lugar a su simple adopción por los indígenas o a la creación de escrituras indígenas derivadas, pero van a hacerlo en fechas muy diferentes.
5La obra de Michel Bats desde este punto de vista presenta dos aspectos fundamentales, uno técnico en el que saca todo el partido posible de su formación de arqueólogo, y otro histórico que le lleva a plantear una cuestión de considerable transcendencia que no llega a resolver plenamente.
6Desde el punto de vista técnico Michel ha estudiado cuidadosamente la cronología de las inscripciones indígenas, concretamente las escritas en griego y leponcio y las galo-griegas, sin descuidar las ibéricas, y ha llegado sobre todo en GREC, 7-12, ha moverse en un cuadro sólido de referencias, imprescindible para valorar adecuadamente los distintos epígrafes en su contexto histórico.
7La adecuada seriación de los epígrafes le ha llevado a otra cuestión que tiene un enorme interés. Todos los que hemos estudiado el problema hemos sido conscientes de las diferencias de fecha inicial entre las distintas epigrafías indígenas, pero Michel Bats ha sido quien ha valorado adecuadamente lo que él ha llamado los “décalages chronologiques” (ya en LOGIQUE, 42-44), en particular el que existe entre íberos o galos o, más precisamente, galos del territorio en que se utilizaba la lengua ibérica y galos del área de influencia marsellesa. Los galos del área de influencia ampuritana estaban escribiendo en el siglo IV, es decir a la vez que los íberos visitantes o instalados en Languedoc, mientras que los galos del área de influencia marsellesa empezarán a escribir en griego en el siglo III y no desarrollarán la escritura galo-griega hasta el II.
8El interés de Michel Bats se ha centrado sobre todo en el área marsellesa y ha puesto en relación el desarrollo de la escritura galo-griega, en fechas en que ya los galos pertenecen a la Provincia romana, con un sentimiento de identidad étnica.
9El problema planteado por Michel con más claridad que por ningún otro autor sigue siendo sin embargo difícil. ¿ Por qué los galos occidentales fueron tan rápidos en adoptar la escritura y la lengua ibéricas, pero no llegaron a crear sin embargo una escritura propia? En cuanto a los galos de Provenza el problema es doble, la lentitud en adoptar cualquier forma de escritura por un lado, la creación en fecha tardía de una escritura propia, cuestiones sobre las que volveré más adelante.
Bilingüismo
10Desde los años ochenta el bilingüismo se ha convertido en un tema privilegiado para la lingüística general, pero sólo recientemente empieza a serlo para la sociolingüística del mundo antiguo. Sin embargo ya en 1988 (LOGIQUE, 124-129) Michel Bats demostró un sentido claro de la importancia del tema; partiendo de un curioso texto de Varrón sobre los marselleses trilingües, que hablaban griego, galo y latín, recogió los indicios y testimonios que muestran la existencia de bilingüismo en todo el arco geográfico arriba mencionado y que en gran parte corresponden a inscripciones en que un individuo de una lengua se sirve para la escritura de otra diferente; encontramos así íberos hablantes de griego, galos hablantes de griego, ligures hablantes de etrusco y galos hablantes de latín. Es cierto que Michel no se plantea apenas las posibilidades de un bilingüísmo en sentido contrario, es decir del hablante nativo de una lengua clásica que podía expresarse en una lengua indígena, sin duda porque los testimonios son mucho menos claros, pero sí toma en consideración un problema inseparable y de enorme interés, la presencia de griegos viviendo entre indígenas que difícilmente podían desconocer totalmente la lengua local.
Aprendizaje de la escritura
11La convivencia de lenguas da lugar al uso de una lengua escrita que no es la vernácula del usuario o a la creación de una nueva escritura por la transformación de un modelo, pero esto no sólo exige individuos bilingües sino individuos bilingües alfabetizados y que por lo tanto han pasado por el aprendizaje de la escritura. Los estudios franceses sobre las escrituras del mundo antiguo han contribuido decisivamente, a través de la figura inolvidable de Michel Lejeune, a poner en evidencia la importancia del tema y a descubrir las complejidades técnicas del proceso. Pero Michel Bats contó además con la experiencia personal de la publicación de los grafitos de Lattes (LATTARA), entre los que se encuentran dos fragmentos de alfabetario griego sobre los que Michel no ha cesado de volver, precisando su función sobre la base de lo que sabemos de la enseñanza de la escritura en Grecia a la luz sobre todo de la documentación papirológica. La cuestión esencial es sin duda si se trata de testimonios del aprendizaje de griegos o de indígenas, pero lo que el análisis interno de los alfabetarios, no directamente relacionados entre sí, permite deducir es que en un caso se trata del modelo preparado por un experto y en el otro de la copia inhábil de un discípulo. Uno podría sentirse tentado de pensar en un maestro griego y en un discípulo indígena, pero en realidad eso sería un ejemplo real de prejuicio colonialista, a diferencia de los abundantísimos supuestos prejuicios que no son sino resultado de los prejuicios de la bibliografía de los últimos quizá ya cuarenta años. Lo cierto es que, como Michel ha subrayado, en lugares como Lattes vivían familias griegas y eso implica que, en los casos en que los adultos de esas familias estaban alfabetizados, tendrían que organizar un sistema de transmisión para alfabetizar a sus hijos. No es impensable la presencia de un maestro allí donde la comunidad griega tuviese un cierto volumen, pero sabemos, quizá con particular precisión en el caso romano, que la enseñanza dentro de la familia no era excepcional. En la época de los alfabetarios de Lattes el momento inicial de la recepción de la escritura griega por parte de los indígenas había quedado ya atrás y podemos pensar en aprendizaje del alfabeto griego dentro de una familia griega o dentro de una familia indígena, incluso una situación mixta en la que un adulto, maestro profesional o simplemente alguien en quien varias familias habían depositado su confianza, se ocupaba de enseñar a niños a la vez griegos e indígenas. Distinto es el problema de los primeros indígenas que aprendieron a escribir en griego, pero en ese caso más que de aprendizaje se trata del problema transcendental de la adopción de la escritura por parte de una sociedad.
Las fuentes clásicas
12El período en que Michel Bats se formó e inició sus investigaciones coincide con la moda arqueológica, prolongada todavía durante mucho tiempo aunque no, al parecer, en la actualidad, de negar casi todo valor a las fuentes clásicas a las que se trataba además como un todo monolítico. La cuestión era si las fuentes en términos absolutos eran útiles, con independencia de si los testimonios sobre la cuestión que en ese momento se trataba procedían de un Avieno o de un Polibio. Michel no cayó nunca en ese error, toda su obra manifiesta un interés profundo por lo que las fuentes clásicas pueden decirnos sobre un tema y por los problemas críticos que se deben resolver para poder sacar partido de esas fuentes. En la cuestión de la escritura no ocurre de otro modo y en su obras encontramos reunidos todos los textos clásicos, no excesivamente escasos, que arrojan alguna luz sobre la situación lingüística y el uso de la escritura en el mediterráneo francés (LOGIQUE, 121-123; GAULOIS, 369-371; GREC, 19). La interpretación de estos testimonios es sin embargo a menudo problemática y Michel no ha dudado en afrontar problemas concretos realizando una auténtica investigación filológica, como es el caso en particular apropósito de la expresión graecis litteris de César. Analizando todos los paralelos disponibles Michel ha señalado que un significado normal de la expresión es, no el literal de “en letras griegas”, sino el más amplio de “en lengua griega”. Dada la transcendencia de los pasajes cesarianos en que aparece esta expresión, se trata de una propuesta de considerable importancia. Sin embargo en este caso no me siento muy convencido por las conclusiones de Michel. Es cierto que hay pasajes, todos ellos en Livio, lo que no creo que tenga una significación especial, en que graecis litteris significa “en lengua griega”, pero se trata de pasajes en que se está contrastando el uso de dos lenguas, púnico y griego o latín y griego, por parte de un mismo autor, y en ese contexto la expresión no es ambigua, caracteres púnicos implican lengua púnica, caracteres griegos, griega, caracteres latinos, latina. En el caso de César nos encontramos con menciones en las que no se establece ningún contraste y por lo tanto la expresión resulta ambigua si el contexto no elimina esa ambigüedad. En Bélgica, donde los indígenas no conocen el griego, envía un mensaje graecis litteris para que no pueda ser interceptado; probablemente está utilizando la lengua griega–latín en alfabeto griego es un sentido no imposible pero sí menos económico–, pero los documentos de los helvecios o las cuentas públicas y privadas que quedaban al margen de la prohibición druídica de fijar por escrito la cultura religiosa y poética tradicional pueden haber sido escritos en griego o en galo-griego; de hecho el contexto del segundo caso se presta mejor a la segunda interpretación: no se deben fijar por escrito ciertas clases de documentos galos, pero sí se pueden fijar otras clases, lógicamente también de documentos galos, en cuyo caso graecis litteris significa “en caracteres griegos”, en galo-griego.
El Griego, lengua vehicular
13La sociolingüística contemporánea ha dado considerable importancia a cuestiones relacionadas con el contacto de lenguas, como ya hemos visto a propósito del bilingüismo, entre ellas el problema de las lenguas francas o vehiculares, tanto si se trata de pigdings como del uso, más o menos correcto, de una lengua económica o culturalmente dominante por hablantes de lenguas diversas en un espacio determinado. Ese interés ha llegado también al mundo antiguo, aunque hay que reconocer que en ocasiones de mala manera, como hipótesis apresurada, sin base lingüística adecuada, para resolver problemas de gran amplitud como la indoeuropeización o el origen de las lenguas célticas.
14En 1988 Michel Bats no insiste todavía en la idea del griego como lengua vehicular de su zona de estudio, pero está implícita en afirmaciones como la siguiente: “Ce sont ces contacts permanents qui ont donné naissance à cet emprunt direct d’une langue étrangère et le justifient: la langue grecque est celle des détenteurs des clefs des échanges commerciaux” (LOGIQUE, 127). Obviamente lo que esto implica es que las transacciones del gran comercio, con intérpretes o sin ellos, se hacían en griego, que cada vez ha habido más indígenas capaces de expresarse en esa lengua y por ello hemos llegado a encontrarnos con testimonios escritos de esos indígenas, bien en griego bien en una escritura adaptada del alfabeto griego. Es decir, implica que el griego era la lengua vehicular del comercio. En 2004 (GREC, 19; vid. también trabajos de otro tipo como 1999, “Identités ethno-culturelles et espaces en Gaule méditerranéenne (principalement aux VIe-Ve s. av. J.-C.)”, dans Confini e frontiera nella Grecità d’Occidente. Atti del trentasettesimo convegno di sudi sulla Magna Grecia. Taranto 1997, Taranto, 381-418, en concreto 406-408) el griego aparece ya explícitamente como “la langue véhiculaire écrite”. En realidad, implícita o explícita, la lengua griega juega siempre en la obra de Michel Bats esa función vehicular en la que se cruzan multitud de hilos históricos, esencialmente el que exista un vehículo estable de contacto a través del cual no sólo se realizan transacciones comerciales sino que se intercambian ideas y procesos técnicos cuyo conocimiento exige más que la simple imitación de objetos, se crean lazos de hospitalidad, se llega probablemente a los matrimonios mixtos. Uno de esos procesos técnicos es la escritura, pero una vez recibida la escritura se convierte a su vez en cruce privilegiado de hilos históricos, no sólo en cuanto utillaje también vehicular, paralelo y complemento de la lengua vehicular, sino en cuanto factor de creatividad estimulada, lo que nos lleva a la última cuestión a tratar, dentro de las muchas otras que podrían derivarse de la reflexión sobre la obra de Michel Bats.
Antropología de la escritura
15La escritura plantea toda una serie de importantes problemas grafemáticos, lingüísticos e históricos, una parte de los cuales lógicamente no tienen por qué ser objeto de estudio por parte del arqueólogo. Son cuestiones como el proceso técnico de la creación o adaptación de una escritura, su evolución paleográfica, su adecuación mejor o peor a la lengua o lenguas en ella escritas, su evolución en respuesta a la evolución de la lengua, etc. Otras cuestiones afectan por igual a todos los que nos ocupamos de textos antiguos, cuándo se ha creado una escritura, cuál o cuáles han sido sus modelos, qué estrato de la sociedad en términos porcentuales y sociales la ha utilizado y otras similares. Pero finalmente aparecen algunas grandes cuestiones históricas, qué impacto ha tenido la escritura en el desarrollo de una sociedad, por qué y para qué se ha escrito, qué significaba el hecho de escribir para la conciencia de sí misma que tenía una sociedad. Es el terreno en que finalmente etnolingüística, antropología social e historia en el sentido pleno, que incluye a la arqueología, se encuentran, se cruzan y desdibujan sus límites.
16Es obvio, conociendo la obra de Michel Bats en otros terrenos, que su interés por la escritura no podía desentenderse de esas cuestiones finales. En concreto ha sido el para qué de la escritura y sobre todo el significado de la escritura para la autodefinición de las sociedades de la Galia mediterránea las que le han preocupado. Hay que advertir sin embargo que a menudo estas grandes cuestiones no se pueden abordar seriamente sin que estén resueltos algunos de los aspectos más técnicos y especializados, por lo que Michel no ha duda en abordar a veces problemas tan filológicos como el de si los rasgos del alfabeto griego de una inscripción permiten definir al usuario, griego, indígena bilingüe que utiliza el griego, indígena que utiliza el alfabeto griego para escribir informalmente su lengua o indígena que utiliza su propia lengua a través de una adaptación sistematizada del alfabeto griego, caso del galo-griego (LOGIQUE, 125; GREC, 15).
17Michel Bats ha sistematizado los datos que tenemos sobre los soportes de escritura utilizados por griegos e indígenas en la zona, datos que nos permiten saber hasta cierto punto qué escribían unos y otros, y ha completado esa información con los textos literarios, a veces muy reveladores, que se refieren a esa cuestión (LOGIQUE, 133-141; GAULOIS, 369-371; GREC, 13-14 y 19). El resultado no implica sorpresas pero sí claridad y sistema. Más original ha la sido interpretación de qué representaba para los indígenas el hecho de escribir, más allá de las puras ventajas prácticas, en especial en relación con lo que ha sido una preocupación dominante en su obra que ya encontramos al hablar de la cronología. ¿ Por qué el galo-griego nace tan tarde? La cuestión es sin duda fundamental desde un punto de vista histórico, y ha sido mérito de Michel el haberlo advertido y haber hecho que lo advierta la investigación.
18Aquí se han cruzado sus intereses por la etnicidad y su definición, y por dibujar un mapa étnico-cultural adecuado de la Galia mediterránea, con su interés por la escritura. Su respuesta al problema, como ocurre a menudo con las respuestas a los grandes problemas históricos, es indemostrable pero altamente plausible (LOGIQUE, 144-147; GAULOIS, 376-379; GREC, 19-20). Los galos de la Provincia, perdida ya su libertad, han encontrado en el uso de su lengua, expresada en su propia escritura, un rasgo de identidad étnica que respondía a una necesidad del momento histórico. La pregunta que sigue abierta, y que ha sido el propio Michel Bats quien la ha abierto, es por qué los galos provenzales, a diferencia de sus parientes languedocienses, tardaron tanto en escribir. Un período de escritura griega antes de qué un sentimiento de autodefinición lleve a adoptar de forma generalizada la adaptación del alfabeto griego específicamente gala que alguien, no sabemos si por una decisión individual o siguiendo instrucciones de alguna forma de poder institucional o social, había elaborado, tiene sentido. Lo que resulta más difícil de entender es que ese período previo dure escasamente un siglo cuando durante tres más, desde la fundación de Marsella, se habían dado circunstancias de contacto suficiente, y, durante al menos uno y medio más, las circunstancias sociales no eran menos favorables que les que se habían dado en muchos otros pueblos mediterráneos que crearon su propia escritura. Esperemos que Michel encuentre una respuesta razonable a esta aporía que él nos ha hecho ver.
Notes de bas de page
1 En lo que sigue utilizaré un sistema de referencias no ortodoxo para referirme a los artículos de Michel que se justifica por el carácter peculiar de estas páginas:
GAULOIS = Bats M., 2003, Les Gaulois et l’écriture aux IIe-Ier s. av. J.-C., dans Articulations entre culture matérielle et sources antiques dans la recherche sur l’Âge du fer européen. Actes du XXIIIe Colloque de l’AFEAF (Nantes, 1999), Rennes (Suppl. 10 de la RAO), 369-380.
GREC = Bats M., 2004, Grec et gallo-grec: les graffites sur céramique aux sources de l’écriture en Gaule méridionale (IIe-Ier s. av. J.-C.),Gallia, 7-20.
LATTARA = Bats M., 1988, Les inscriptions et graffites sur vases céramiques de Lattara protohistorique (Lattes, Hérault), Lattes, (Lattara 1), 147-160.
LOGIQUE = Bats M., 1988 (= 1990), La logique de l’écriture d’une société à l’autre en Gaule méridionale protohistorique, RAN, 21, 121-148.
Auteur
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