Capítulo 1. Esmeraldas marginal e importante a la vez
p. 16-27
Texte intégral
Misteriosa Esmeraldas

La ciudad histórica fluvial escapa a la protección del patrimonio (1). El barrio inundable de Los Manglares (2) está marcado por la contaminación por hidrocarburos y la deficiencia de los servicios. En el norte, el barrio del balneario de Las Palmas acoge a la sede de la Flopec (3) pese a los riesgos reconocidos (4). En el sur se encuentran nuevos barrios subequipados cerca de las empresas vinculadas con los hidrocarburos y en zona de riesgo (la central térmica y el barrio 50 Casas) (5). ¿Puede Esmeraldas escapar a la espiral de dominación y marginación, oficialmente denunciadas y exhibidas como en la imagen de los marimberos bajo el claro de luna, del monumento en la Plaza Cívica (6)?
1La marginalidad de la ciudad de Esmeraldas se da por sentada, independientemente de la escala de análisis, las características socioeconómicas, los puntos de vista de los interlocutores, institucionales o no. Una forma de marginalidad se refleja en la falta explícita de un nombre propio, pues Esmeraldas designa la provincia, la ciudad, el cantón y el río. Así, de entrada, una información básica revela ser imprecisa y se mantiene como tal. Además, antes de llamarse Esmeraldas, la ciudad estaba en otro sitio, San Mateo, a una decena de kilómetros aguas arriba del estuario del río. Forma pues parte de las ciudades nómadas del Nuevo Mundo, difíciles de localizar, encontrar y comprender: al margen. Innumerables trabajos, en particular los múltiples PDOT, han tratado de aprehender este territorio rebelde e difuso, y de mirarlo desde afuera.
2¿Qué nos dice la creencia de que Esmeraldas es periférica y marginal, mientras se reivindica este estatus y al mismo tiempo se cuestiona su carácter discriminatorio? ¿Qué aspectos de ella remiten a la marginalidad y hacen tan problemático el estudio de su territorio?
3Varias percepciones permiten analizar diferentes formas de marginalidad de la ciudad de Esmeraldas, como elementos fundamentales constitutivos de un asentamiento extraño y desconcertante. Esmeraldas es a la vez:
marginal espacialmente, al ser, de forma paradójica, una puerta más de salida que de entrada para el país, y, pese a todo, aún de difícil acceso;
marginal políticamente a lo largo de la historia, al punto de que hoy en día sigue siendo una tierra de misión;
marginal culturalmente, así presentada sea cual sea la escala de análisis, desde lo local hasta lo internacional.
4Estos tres aspectos de la marginalidad se refuerzan mutuamente y además establecen el contexto en el que están definidas las informaciones vagas y equívocas sobre la ciudad.
5Sin embargo, Esmeraldas cuenta para el Estado ecuatoriano, como lo certifican las tentativas de integración de la provincia rebelde.
Ver más en
Musset A. 2002. Villes nomades du nouveau monde. París: Editions de l’EHESS.
Ojeda San Martín C. 2006. El libro blanco y verde de Esmeraldas. Esmeraldas: Sagrado Corazón.
Rueda R. 2001. Esclavos y negros libres en Esmeraldas, siglo XVIII y XIX. Procesos: revista ecuatoriana de historia, Vol. 16: 3–33.
Tardieu J.-P. 2006. La tiranía de los negros y mulatos en Esmeraldas. En: J.-P. Tardieu, El negro en la Real Audiencia de Quito (s. XVI-XVIII). Quito: Institut Français d’Études Andines, Abya-Yala, 29–133.
Marginalidad espacial, política, cultural
Las dificultades de acceso por tierra, mar o aire reflejan una marginalidad política a lo largo del tiempo. Mejorar la accesibilidad requeriría cuantiosas inversiones que no encuentran apoyo político. Se suman, además, en la “provincia rebelde”, otros aspectos más culturales que contribuyen a la condición de marginalidad.
Una puerta de salida
6El nombre de Esmeraldas remite tradicionalmente a la conquista española de estas tierras: a partir de 1527, los primeros navegantes que tomaron contacto con esta parte de América Latina buscaron utilizar el estuario del río para fundar un puerto. Se trataba de ir en dirección aguas arriba hacia el interior, partiendo de San Mateo. Se veía al estuario como una posible puerta de entrada, lo que parece más evidente hoy al encontrarse apenas a 180 km en línea recta de Quito. Sin embargo, tal entrada se reveló de difícil utilización, ya que la ventaja de la proximidad de los Andes es a la vez un inconveniente mayor, en especial por el potente caudal del río. Así, a lo largo del tiempo, la puerta de ingreso terminó siendo de salida. El escudo de Ecuador muestra una entrada que implica un río, pero se trata del río Guayas, vinculado con la provincia homónima, y sobre todo con la gran rival de la ciudad de Esmeraldas: Guayaquil. El escudo de Esmeraldas, en cambio, se orienta hacia el oeste y, simbólicamente, tanto la ciudad como la provincia no miran ni hacia Quito ni hacia Guayaquil.


Municipio y Provincia de Esmeraldas
Gadme
7Además, la puerta de salida fue valorizada tardíamente y con dificultad desde la capital ecuatoriana. El ferrocarril nunca llegó a Esmeraldas, pese a que se construyó el tramo Quito –Ibarra– San Lorenzo (inaugurado en 1958). Las carreteras son pocas. Un mapa básico de la red vial nacional ilustra la falta de enlaces significativos por carretera en la provincia. Las vías se construyeron tarde: la conexión directa entre Quito y Esmeraldas se inauguró en 1960. Siguen teniendo poca capacidad y son de mediocre calidad. Hoy aún es largo y difícil llegar por carretera desde Quito, también debido a la inse gu ridad. La distancia en línea recta en este caso es pues engañosa. El aeropuerto, por su parte, tiene una capacidad limitada y las conexiones con la capital no están garantizadas. De hecho, ya no es funcional desde la crisis saniatria del Covid iniciada en 2020. Así, increíblemente, pese a ser el puerto más cercano a Quito, Esmeraldas es una puerta de salida marítima de difícil acceso desde el interior del país.

Informe sobre el ferrocarril Quito-San Lorenzo, 1953.
Fuente: Biblioteca del Congreso, Quito.

Red vial ecuatoriana (mapa parcial)
Fuente: Ministerio de Transporte y Obras Públicas 2018 (adaptado).
Del margen del imperio Inca…
8Tanto en mapas del imperio Inca en su apogeo como en aquellos de los asentamientos a principios del siglo XVI, el territorio correspondiente a la provincia actual de Esmeraldas apenas cuenta con información. Los españoles abandonaron rápidamente el estuario del río. En esa época, los principales asentamientos eran Atacames y sobre todo Coaque (en la actual provincia ecuatoriana de Manabí), donde Pizarro permaneció más de seis meses antes de pasar a Perú.
9El territorio marginal se vuelve codiciado y entra más precisamente en la narrativa colonial de la historia a través del cuadro “Los mulatos de Esmeraldas” (1599) que hoy en día se encuentra en Madrid, en el Museo de América. Encargado por un oidor en la Audiencia de Quito en 1596, pretendía convencer a Madrid de abrir un puerto en Esmeraldas, a fin que la sede del Virreinato no fuera un enclave. La obra representa a tres notables, probablemente zambos (producto del mestizaje entre negros e indios), hostiles al control español. Es emblemática de la historia de Esmeraldas, y habla al mismo tiempo de marginalidad y de resistencia política.

“Los Mulatos de Esmeraldas” (Andrés Sánchez Gallque, 1599)
Fuente: www.metmuseum.org/art/collection/search/729882.

El imperio Inca en su apogeo, entre 1493 y 1527
Fuente: www.scienceshumaines.com (adaptado).
…a la tierra de misión
10Para el poder español católico, Esmeraldas fue durante largo tiempo una tierra de misión. De alguna manera, la ciudad lo sigue siendo aún. La catedral, en la plaza central, cercana a la alcaldía, hace referencia explícitamente a la evangelización de los afroecuatorianos, a través de una de las pocas pinturas visibles en su interior. Esta expresión del dominio de la Iglesia, cuestionado con el tiempo, está protegida por un enrejado.
11En 1992 se instaló en San Mateo una fundación católica. El Monasterio de Santa María de la Esperanza depende de la Orden Cisterciense de la Estricta Observancia, y, por cierto, aparece en el mapa histórico de la Abadía de Cîteaux (fundada en 1098 en Francia). ¡Qué símbolo! San Mateo, sitio original de Esmeraldas en el siglo XVI, hoy en día es aún considerado como una tierra de misión, y reportado como tal desde un prominente lugar de la historia de la Iglesia Católica.

Esmeraldas en el mapa de las abadías cistercienses en el mundo, Abadía de Cîteaux (Francia).

Cuadro exhibido en la catedral Nuestra Señora de la Merced de Esmeraldas (sin título ni fecha).
Estigmatización de las poblaciones de zambos
12Desde la Constitución de 1998, el derecho ecuatoriano reconoce la existencia de pueblos indígenas y afroecuatorianos en la provincia de Esmeraldas, mas no de la población de zambos. A nivel nacional, la cuestión “étnica” hace referencia más bien a los pueblos indios, particularmente a partir de los años 1990. En la ciudad de Esmeraldas, la cultura exhibida y reivindicada es esencialmente afroecuatoriana, de un pueblo cuya causa no se impuso sino más tarde en el país.
13Las representaciones nacionales e internacionales de Esmeraldas giran en torno a la cultura afroecuatoriana, cuya manifestación más conocida es la marimba —término de origen bantú—, inscrita en el Patrimonio Cultural de la Humanidad desde 2015 y que representó a la provincia, en agosto de 2018, durante la exposición relativa a las características culturales del país, organizada por Ecuador en el emblemático Paseo de la Reforma de México. La fotografía, tomada en la playa del balneario de Las Palmas sugiere también una forma de cultura presumiblemente cercana a la naturaleza.

Exposición en el Paseo de La Reforma, México 2018.
Valoración de la naturaleza
14La “provincia verde”, detrás de una naturaleza exuberante, proyecta también una imagen de primitivismo, corolario de la limitada accesibilidad y de la marginalidad política. La portada de la novela de Thomson utiliza esta característica: el propio río Esmeraldas apenas ha sido transformado y sigue siendo hoy en día difícilmente navegable.

La Hacienda en el río Esmeraldas, una novela de 1978.
Fuente: Thomsen 2018.
15Se destaca una profunda ambigüedad entre el rechazo a la estigmatización asociada a la marginalidad por un lado, y la reivindicación de una forma de excepcionalidad por el otro. La idea de una provincia “verde y negra”, expresión que remite al peso abrumador de la naturaleza y a la omnipresencia de la cultura afroecuatoriana, alimenta una percepción dominante e incluso institucional de Esmeraldas como una tierra hipermarginal. Visto desde afuera, ir a Esmeraldas, y más aún tener que vivir allí, suscita desconfianza y hasta temor. Es partir en misión, hoy en día como en 1943.
Dignísimo Señor:
[…] Desde mi arribo a esta ciudad, hasta hoy, grande ha sido la desilusión y triste el concepto que del pueblo esmeraldeño he tenido. Mi puesto de maestro, me ha permitido conocer muy de cerca al niño de Esmeraldas: es un ser miserable, nacido casi siempre como fruto de una unión ilícita […] La corrupción es grande y la hay entre grandes y chicos, nobles y plebeyos, blancos y negros. […] Es debido a este descuido que los señores Evangelistas americanos, han hallado acá un campo muy propicio para la difusión de su secta. Hay numerosos evangelistas esmeraldeños.
Dios guarde a Ud.
Carta del maestro Carlos E. Acosta al arzobispo de Quito, febrero de 1943.
Fuente: Archivo Arzobispal de Quito.
Conocimientos imprecisos y equívocos sobre la ciudad
Contrariamente a la valoración de las formas de cultura afroecuatoriana y pese a la evolución lenta y reciente de la estructura y del paisaje urbanos, hay elementos del pasado portuario que han desaparecido. Las informaciones cuantificadas, a menudo contradictorias y confusas, también sorprenden. A pesar del reciente crecimiento demográfico de Esmeraldas, los servicios y equipamientos básicos siguen siendo limitados. Finalmente se plantea la cuestión de la parte difícilmente cuantificable de la economía, la ligada al contrabando de armas o de sustancias ilegales.
Un paisaje urbano que cambia lentamente…
16Progresivamente, la ciudad de Esmeraldas ha dado la espalda al río. En 1959, el llamado Malecón (avenida Maldonado) estaba situado en la orilla del estuario del río, corazón activo de la ciudad. Ahora está separado de ella por barrios informales, situados más abajo, en los manglares. La ciudad se consolidó primero hacia el norte, en dirección del Pacífico, con el barrio de Las Palmas. Más tarde, durante los años 1970, avanzó hacia el sur, a lo largo de la vía a Atacames y en el valle inferior del río Teaone. Se ha vuelto policéntrica, conservando al mismo tiempo lo esencial de la parte histórica de la aglomeración a lo largo del río. En ese lugar central, las edificaciones siguen siendo de poca altura a pesar del reciente crecimiento urbano.

Esmeraldas en 1959
Fuente: Instituto Geográfico Militar, Quito.

El centro de Esmeraldas en 1984
Fuente: Boletín Municipal n.° 8, 1984. Archivos de la Biblioteca Municipal de Esmeraldas.
17Desde los años 1980, ese corazón histórico de la ciudad del río ha cambiado muy poco. De hecho, los edificios más altos en 2018 ya existían en 1984. Es el caso del mayor de ellos, la sede del gobierno provincial de Esmeraldas. Su actividad, principalmente administrativa, revela la ausencia de presión sobre el suelo, que a su vez traduce la debilidad de la dinámica económica.

El centro de Esmeraldas en noviembre de 2018
…con poca valoración del pasado
18Hipotéticamente, la lenta, tardía y limitada evolución morfológica habría permitido conservar los testimonios del pasado de Esmeraldas como ciudad y puerto, pero no es el caso, ni de los edificios vinculados a las actividades portuarias, ni de los relacionados con la religión o el poder político oficial.

La Alcaldía de Esmeraldas en 2018, desde la plaza central.
© Pigeon, 2018

Fuente: Diario La Hora, 26 de abril de 2017.
19El edificio del municipio, símbolo de lo urbano en el corazón de la ciudad histórica, es pequeño y nada especial. No presenta signo distintivo alguno y por tanto es difícil de identificar. Además, después del sismo de 2016, su parte utilizable se redujo. El antiguo edificio, situado en el mismo lugar y coronado por un campanario con carácter, signo de una forma de solemnidad vinculada al poder municipal, ha desaparecido. Su fotografía se exhibe, sin protección alguna y sin ponerla en valor, en la pared de fondo de unas escaleras. La prensa local deplora el abandono del patrimonio histórico de la ciudad.

La Alcaldía de Esmeraldas en 1908 (fotografía exhibida a la entrada del edificio actual)
© Pigeon, 2018
20“La Barraca” designa la antigua bodega de una casa de negocios. Oficialmente, esta edificación forma parte del patrimonio de la ciudad fluvial y es mencionada en las crónicas. Asociada al malecón histórico, una fotografía panorámica de ella, tomada en 1905, se exhibe en la Biblioteca Municipal. Por lo general, en cuanto las actividades portuarias dejan el lugar, este tipo de edificación es objeto de políticas de valoración de tipo frente marítimo (waterfront), pero en Esmeraldas, después del desplazamiento del puerto, “La Barraca” está ocupada por un centro comercial banal.

Centro comercial en el lugar llamado “La Barraca” en 2018.
Las limitaciones de la información
21La población urbana de Esmeraldas pasó de algunos miles de habitantes en 1906 a alrededor de 220 000 en 2020. Como en otros casos, estas estimaciones siguen siendo aproximadas dados los problemas metodológicos que se suman a las dificultades de conteo en las zonas de hábitat informal. Sin embargo, los órdenes de magnitud confirman un peso demográfico que permanece limitado pese al reciente crecimiento, lo que incita a interrogarse sobre el carácter urbano de Esmeraldas.
22El PDOT (2014–2019) llama la atención sobre dos indicadores de los asentamientos urbanos: el nivel de equipamientos y la especialización de los servicios. Indica: «en el área urbana falta cubrir un 27 % de la provisión de servicios básicos de agua potable y el 22 % de alcantarillado, así como prever y cubrir la demanda futura y elevar la calidad del servicio». Pretende medir las carencias en servicios durante la década 2010–2020, en lo que respecta a agua potable, alcantarillado, acceso a la electricidad e incluso el déficit de viviendas. Los carteles de la campaña municipal de 2019 anuncian que una de las calles principales de Esmeraldas, en la inmediata proximidad de la alcaldía y de la prefectura provincial, ha sido repavimentada. Este tipo de propaganda acerca de un problema básico de vialidad urbana da cuenta del deplorable estado de los servicios. En un contexto como este, la aparente precisión de las estadísticas con dos decimales es ilusoria.

Evolución demográfica de la ciudad de Esmeraldas Fuente: Pigeon & Rebotier 2019.

Anuncio publicitario del asfaltado de las calles principales en Esmeraldas
La deficiencia de los servicios básicos en Esmeraldas
Indicador | Total | Urbano | Rural |
Déficit habitacional cualitativo (%) | 41,51 | 41,45 | 41,78 |
Déficit habitacional cuantitativo (%) | 18,04 | 15,49 | 29,51 |
Número de hogares hacinados | 8708 | 6466 | 2242 |
Hogares hacinados (%) | 18,24 | 16,54 | 25,89 |
Viviendas con abastecimiento de agua por red pública en su interior (%) | 63,09 | 71,52 | 25,53 |
Fuente: Gadme 2014, p. 209.
23El balance es similar en el caso de la medición de las actividades económicas. Un análisis financiero menciona el limitado acceso a las líneas de crédito, lo que corresponde efectivamente a la debilidad de los servicios bancarios constatada en el terreno. Esta información coincide con la de las características de la población activa: únicamente el 0,13 % se desempeñaría en el sector inmobiliario y el 0,51 % en las finanzas y los seguros. Los órdenes de magnitud parecen coherentes con el conteo de las empresas presentes localmente: 6 en el sector inmobiliario y 31 en el de bancos y aseguradoras (Gadme 2014).
24Las estadísticas utilizadas por los documentos como el PDOT son relativamente antiguas: el censo del INEC de población y actividades se remonta a 2010 y se refiere en realidad a la década 2000–2010. Además, se dificulta la comparación entre los censos de 2001 y de 2010 en la medida en que los límites territoriales no se corresponden. Aun así, en el caso de la ciudad del río, se observa que la parte central aparece menos poblada en 2010, a diferencia de sus periferias inmediatas, en las laderas de colinas o al borde del río (en los manglares), pero la imprecisión de los datos hace muy difícil evaluar la repartición de la población y sobre todo su evolución, incluso tratándose de un periodo reciente y de un dato tan básico.

Evolución demográfica de Esmeraldas entre 2001 y 2010
Fuente: INEC 2001 y 2010.
La parte difícilmente cuantificable de la economía
25La existencia de una economía subterránea en Esmeraldas acentúa los problemas encontrados en torno a la disponibilidad y la fiabilidad de los datos sobre lo urbano. Las actividades de este tipo no son nuevas: el contrabando y la evasión fiscal ya fueron detectados a inicios del siglo XX.
26La cercanía de la frontera permeable con Colombia favorece la continuidad cultural del conjunto del Chocó, marcada por dificultades de acceso y formas de marginalidad (física, cultural, política). Estas condiciones contribuyen a la producción y el mantenimiento de circuitos de la economía subterránea difíciles de conocer. La combinación del Plan Colombia (a partir de 2000) y los Acuerdos de Paz (2016) tuvo como efecto la reconfiguración de las rutas de la droga y de la organización de los circuitos de exportación. Esmeraldas aparece en los mapas como centro logístico, sin que se especifique explícitamente si se trata de la ciudad o de la provincia. Los símbolos utilizados parten de la frontera entre Colombia y Ecuador. No son precisos, y ello probablemente a propósito.

El difícil rastreo de las rutas de la droga
Fuente: www.planv.com.ec/investigacion
Y sin embargo, una ciudad que cuenta…
…y de múltiples maneras que se entrecruzan: culturalmente, por la arqueología que cuestiona su estatus histórico de territorio marginal; políticamente, por la participación de la ciudad en la historia del país; económicamente, por los puertos, cuyo ritmo es marcado por los ciclos de exportaciones.
La provincia de Esmeraldas, un hito arqueológico
27Si bien las tierras bajas del Pacífico han sido consideradas marginales a lo largo de la historia, conocieron asentamientos que han sido descubiertos por la arqueología. Las colecciones arqueológicas provenientes de la provincia de Esmeraldas han sido estudiadas desde hace tiempo, pero creadas desde Quito y no desde un centro urbano de la provincia, ejemplo adicional de marginación. Allí hubo efectivamente asentamientos precolombinos «considerablemente jerarquizados», marcados por el desarrollo de cultos e intercambios económicos que superan la escala local. Las «Tolas» designan restos de pirámides, construidas con tierra y madera, que constituyen vestigios de focos de poblamiento. Los arqueólogos subrayan el nivel técnico de las aleaciones y la metalurgia.

“Sol de oro”, un testigo arqueológico de la influencia de la cultura La Tolita
Fuente: Museo del Banco Central del Ecuador, Quito.
28Estos descubrimientos cuestionan la visión de las tierras bajas del Pacífico como hipermarginales y primitivas. Se asesta un golpe a la interpretación predominante de que se trata de asentamientos in do mables por esencia. Contrariamente a lo que sucede con Coaque o Guayaquil, ninguna área cultural referente a Esmeraldas es asociada explícitamente a ese glorioso pasado arqueológico, aunque el sitio de la ciudad actual pertenece al área de la Tolita. La presentación museográfica elude la toponimia de Esmeraldas… que tampoco se apropia de ese pasado que, sin embargo, ¡existe!

Áreas culturales asociadas a La Tolita en las tierras bajas del Pacífico
Fuente: Museo Regional de Arqueología de Esmeraldas (adaptado)
Papel clave en la construcción del Estado ecuatoriano
29La filatelia como marca de los símbolos y de los momentos cumbre de la Nación ecuatoriana da cuenta del lugar que ocupan Esmeraldas, ciudad y provincia, en su historia: parecen estar totalmente olvidadas. Los sellos que representan a Eloy Alfaro (1842–1912) —político liberal, varias veces presidente del país entre 1885 y 1911 e impulsor del ferrocarril— destacan la línea de conexión con Guayaquil, y no el tramo hacia el norte (Quito-Ibarra-San Lorenzo), mientras que el Coronel Concha Torres (1864–1919) —reconocido luchador liberal esmeraldeño— ni siquiera es asociado a Esmeraldas.

El presidente Alfaro y la línea Guayaquil-Quito (2006)
El coronel Carlos Concha Torres (2012)
Fuente: https://www.academiebelgium.be
30Sin embargo, la ciudad de Esmeraldas fue el foco esencial de los movimientos liberales en el siglo XIX. En la época, existía allí una prensa de esa tendencia, el diario “El Cosmopolita”, que se presentaba como el órgano de la Sociedad Democrática Vargas Torres. Señal de progreso, el teléfono funcionaba en Esmeraldas en 1905 y había un cine ambulante. Hoy, no existe ni siquiera una sala de cine…

Encabezado del diario El Cosmopolita, «órgano de la Sociedad Democrática Vargas Torres», Esmeraldas, 8 de mayo de 1896
Fuente: Biblioteca Aurelio Espinosa Pólit, Quito.
31La historia de Ecuador registra que Esmeraldas desempeñó un papel importante en la vida política del país. La provincia fronteriza sirvió como base de retaguardia del liberalismo machetero y como refugio a Eloy Alfaro. Ha reservado el nombre de este antiguo presidente para uno de sus cantones. El alfarismo rebelde perduró en Esmeraldas hasta que estalló, algunos años más tarde, la Revolución Conchista, liderada por Carlos Concha Torres y también conocida como “Campaña de Esmeraldas, 1913–1916”. En esa oportunidad, el ejército regular sitió y bombardeó la ciudad, poniendo fin al levantamiento.
32En 2012, el municipio erigió en la plaza central un monumento al coronel Luis Vargas Torres, héroe de los levantamientos liberales del siglo XIX. La placa conmemorativa rinde homenaje a los rebeldes «Combatientes Afro Descendientes Esmeraldeños», generalmente ausentes del relato nacional.

Monumento en el Parque Central de Esmeraldas

Placa conmemorativa en el monumento, dedicada al Batallón Esmeraldas y colocada en 2012
Ver más en
Pérez Estupiñán M. 1995. Historia general de Esmeraldas. Esmeraldas: ULVT.
Portais M. & J. León (coord.). 1986. El espacio urbano en el Ecuador. Red urbana, región y crecimiento. Quito: CEDIG.
Rebotier J., P. Metzger, P., Pigeon & A. Barreno Lalama. 2020. ¿Esmeraldas indomable? La planificación urbana a la luz de los regímenes de acumulación. Revista de Geografía Norte Grande, 77: 211–231.
Contribución a las dinámicas económicas nacionales
33Las intervenciones militares que apuntan a controlar el territorio reflejan la importancia económica tanto de la provincia como de su capital. Tal importancia está ligada a las infraestructuras y las actividades portuarias dependientes de los sucesivos ciclos económicos. Al de la tagua y del caucho (1880–1912) le sigue un periodo de depresión contemporáneo al levantamiento Conchista, a la caída de los precios en los años 1920 y a la reestructuración de las casas de comercio tras la Primera Guerra Mundial. Entre 1935 y 1945 se puede identificar un nuevo ciclo ligado a la balsa y al caucho y relacionado con la Segunda Guerra Mundial. A partir de 1948 y hasta mediados de los años 1960, el puerto está dominado sobre todo por el comercio de banano y es durante un tiempo la principal puerta de salida del país para ese producto.
Las exportaciones de banano desde el puerto de Esmeraldas
Año | Volumen | Proporción del volumen nacional | Valor |
1950 | 100 | 29 % | 100 |
1956 | 239 | 21 % | 371 |
1962 | 178 | 10 % | 446 |
1970 | 24 | 4 % | 39 |
Fuente: Conade 1980.
34El puerto de Esmeraldas refleja dos aspectos estructurales de la economía tanto de la provincia como de la ciudad a lo largo del tiempo: las reducidas inversiones en infraestructura y el ritmo de los ciclos económicos. Ambos dan cuenta de una economía de enclave y de renta, donde el capital y los beneficios vienen de afuera y en gran proporción vuelven a salir.

Fotos del puerto de Esmeraldas expuestas en la Biblioteca Municipal

«El ciclo del banano» (fotografía tomada en 1951)
Fuente: Páez Gracia 2019.
35Aunque hoy en día Esmeraldas sigue siendo el punto de salida del petróleo y sede de la principal refinería del país, no se reconoce su carácter esencial en la economía ecuatoriana.
Ver más en
Arteaga Parrales J. 1995. La campaña de Esmeraldas. En: J. Gómez Jurado Zeva- llos & B. Nevárez Mendoza, Estudios históricos de Esmeraldas. Esmeraldas: Redigraf, 31–43.
Estupiñán Tello J. 1996. Esmeraldas de ayer. Crónicas y anecdotario del pasado esmeraldeño. Esmeraldas: Redigraf.
Monteverde Granados C. 1993. La marina de guerra en la campaña de Esmeraldas, 1913–1916. Guayaquil: Instituto de Historia Marítima.
Plata Torres S. 1949. La Provincia de Esmeraldas y sus riquezas al servicio de la patria. Límites de las provincias de Pichincha-Esmeraldas-Manabí-Imbabura. Ecuador. Esmeraldas.
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