Prefacio
Esmeraldas, la vida sabrosa que hay que preservar como un patrimonio
p. 5-7
Texte intégral
1Esmeraldas, un desafío al conocimiento es el fruto de una investigación sistemática sobre la realidad sociopolítica y socioeconómica de una ciudad afrodescendiente que, a mi modo de ver, en la extensa zona conocida como la región del Chocó Biogeográfico, ofrece las mejores condiciones de desarrollo respecto de sus similares.
2Se introduce al lector a la crítica situación actual que genera desazón, a esa ciudad que duele, prisionera, marcada por la indiferencia gubernamental y condenada a una suerte que no merece: “marginalidad espacial, política y cultural”, un (no) lugar de “conocimientos imprecisos y equívocos” o peor aún, “una ciudad marginada, de capacidades restringidas, amenazas múltiples”.
3Quizás los términos utilizados por los autores para mostrar la realidad de marginalidad histórica de la ciudad pueden constituir “sal en la herida”, que nos deja sin aliento, pero es pertinente. Hoy en día la ciudad de Esmeraldas, como nunca antes en su historia, se debate en la “irrealidad”, donde sus habitantes viven en una especie de confinamiento, un estado de sitio jamás imaginado, que desborda la realidad del caos.
4Este libro, necesario y orientador, asume el desafío de documentar académicamente, desde la geografía de la marginalidad, una situación que todos los que amamos la ciudad desearíamos transformar.
5Esmeraldas es de lo que más me atrae de Ecuador. Allí tengo amigos y amores imaginarios, su cotidianidad literaria me embruja, esa magia intercultural de marimba, cununos, encoca’os, versos y prosas exquisitas me cautiva. Me atrevería a afirmar que es la ciudad del vivir bien, del vivir sabroso, por su patrimonio cultural y ambiental, esa filosofía existencial cimarrona anterior a la depredación del capitalismo y el Occidente consumista. Allí la vida vibra y corre a otro ritmo, al son del andarele y los guayacanes florecidos.
6La provincia de Esmeraldas está ubicada en la zona norte del país, posición geoestratégica de notable importancia. Sus condiciones ambientales, naturales, culturales y de conectividad, e incluso su vecindad con Colombia, la convierten en una región de enormes oportunidades para el desarrollo, no solo nacional sino también regional.
7Presenta probablemente la mayor diversidad étnica en comparación con otras regiones en Ecuador: 44 % de afrodescendientes, 45 % de mestizos, 2 % montubios, 6 % blancos y 3 % indígenas. En términos socioculturales, la influencia de la tradición afroecuatoriana es muy importante a nivel provincial y nacional.
8La dinámica funcional interna de la provincia gira alrededor de tres nodos o circuitos determinados por las ciudades de Esmeraldas, Quinindé y San Lorenzo. El primer circuito de movilidad está constituido por el eje vial que conecta a Quinindé con La Concordia, integrado a las comunidades de La Unión, El Consuelo y La Independencia; el segundo por el que conecta a la ciudad de Esmeraldas con Muisne, integrando el cordón turístico de Atacames, Tonsupa, Súa, Tonchigüe y Mompiche. La propia ciudad de Esmeraldas crea hacia el norte un microcircuito con Tachina, Camarones, Río Verde y Las Peñas. Por su parte, la ciudad de San Lorenzo se integra hacia el norte tanto por vía terrestre como por los esteros, con Borbón, La Tola, Limones, integrando a una serie de parroquias rurales como Maldonado, Colón Eloy, Timbiré y Selva Alegre, y por arriba del río Santiago, la mágica comunidad de Playa de Oro.
9En 2012, Esmeraldas ocupaba el quinto lugar entre las provincias que aportan al PIB nacional, con una contribución del 3,75 %, después de Guayas (25 %), Pichincha (22,19 %), Azuay (6,04 %) y Manabí (5,80 %), y una renta per cápita de 3612,60 USD, muy superior a la de Pichincha y Guayas, debido a la refinación de petróleo. Sin embargo, existe una gran contradicción, pues según la CEPAL, en 2010 el índice de desarrollo humano de la provincia es bastante bajo, ubicándola en el décimo lugar con apenas 0,68 puntos…
10Es preciso ver a esta provincia en su verdadera dimensión de conectividad en la zona norte del país. Su posición estratégica permite pensar en grande, en términos de desarrollo. En ella se han planteado importantes iniciativas de macroproyectos como el Puerto de Aguas Profundas en San Lorenzo, la unión del Océano Pacífico con el mar Caribe a través de la conexión vial San Lorenzo-Ibarra-Manaos, la rehabilitación del Tren Ibarra-San Lorenzo-Quito, la creación de la Ciudad del Conocimiento, además de actividades macroturísticas, ambientales, forestales y cultivos agroindustriales (palma aceitera, productos maderables como la teca) junto con la explotación de recursos del mar y el aprovechamiento de yacimientos minerales de oro, cobre, azufre, platino, arcilla y arena grava. Todo esto convierte a Esmeraldas en una región privilegiada y de enormes posibilidades para el crecimiento económico del país.
11De acuerdo con fuentes oficiales del gobierno nacional, la economía de la zona norte del país, donde Esmeraldas desempeña un papel clave, gira en torno a al menos cinco actividades económicas: la explotación petrolera y minera (42 %), la producción de derivados del petróleo (14,5 %, con una población económicamente activa-PEA de apenas el 6,8 %), el comercio al por mayor y menor (10 %), la industria manufacturera (7,3 %), la agricultura, la ganadería y la silvicultura (6,7 %) —BCE, 2007, tomado por la Senplades—. Así, la dinámica económica de la zona norte está muy vinculada a las condiciones económicas provinciales. Sin tener en cuenta la producción petrolera, la provincia de Esmeraldas aporta el 43 % de la economía zonal, siendo muy fuerte en el sector terciario. La fuerza laboral de Esmeraldas es muy diversificada pero se concentra en mayor medida en actividades agrícolas y comerciales. La zona norte aporta 8 de los 15 productos de la canasta básica familiar ecuatoriana. Esmeraldas contribuye con cacao, banano, plátano, aceite vegetal, pescados y mariscos.
12Finalmente, Esmeraldas presenta un panorama positivo en términos de proyecciones para el desarrollo del turismo, ya que la demanda en este sector se encuentra en crecimiento sostenido. Allí se mueve el 7 % del turismo del país, siendo la provincia y la ciudad destinos consolidados, aunque con diferencias en la composición de la demanda. Los turistas nacionales y extranjeros privilegian los lugares que ofrecen sol y playa, mientras que los esmeraldeños prefieren el ámbito rural donde se preserva el patrimonio ancestral cultural.
La riqueza de su patrimonio como un enorme potencial para el vivir sabroso
13Esmeraldas se destaca por su diversidad cultural y natural. En ella se concentran numerosos pueblos y nacionalidades indígenas, afroecuatorianos y montubios, distribuidos en todo su territorio. Tales comunidades poseen un enorme acervo de expresiones culturales inmateriales.
14Las comunidades afroecuatorianas, por ejemplo, cuentan con un rico patrimonio inmaterial, que podría descomponerse en varios escenarios: la religiosidad y la magia (manifestaciones sincréticas afrocatólicas de las comunidades rurales durante sus festividades); rituales de la muerte y creencias asociadas al ciclo vital del ser humano (ceremonias relacionadas con el nacimiento, la iniciación a la pubertad, la preparación para la muerte…); expresiones mágico- medicinales (ritos de curación de males divinos y humanos…); conocimientos ancestrales asociados a la medicina tradicional, al manejo de bosques y ecosistemas; manifestaciones musicales folclóricas (marimba); tradiciones culinarias; conocimientos relativos a la producción artesanal.
15Todas las cualidades anotadas, a las que se suma la belleza natural de su territorio, dan a Esmeraldas un enorme potencial, desgraciadamente amenazado por una serie de factores internos y externos que ponen en riesgo la vida presente y futura de los esmeraldeños.
16Las vulnerabilidades de Esmeraldas se manifiestan a través de: la presencia de grupos armados irregulares, la creciente economía informal, el clima de violencia e inseguridad reinante especialmente en las provincias fronterizas, los altos flujos migratorios que generan sobreoferta laboral, y la mayor demanda de cobertura de servicios básicos (agua, electricidad, alcantarillado, telefonía).
17A este respecto, algunos aspectos merecen ser señalados. La extracción indiscriminada de recursos naturales provoca desplazamientos de poblaciones de sus territorios ancestrales, con la consecuente pérdida de identidad cultural, y deriva en nuevos asentamientos humanos en los sectores rurales. La tasa de crecimiento de la población urbana es superior a la nacional en Esmeraldas, Quinindé, Muisne y Atacames, lo que agudiza el déficit de cobertura de servicios básicos. Existen problemas de acceso a la tierra especialmente en el caso de los pueblos y nacionalidades ancestrales. En general, Esmeraldas, tanto la provincia como la ciudad, presenta debilidades y déficits en la cobertura de los servicios básicos, los niveles de atención social y la presencia estatal, además de marcadas diferencias entre las áreas urbana y rural.
Soñar un escenario positivo para Esmeraldas
18Mantener ese vivir bien y sabroso en Esmeraldas implicaría acciones institucionales tendientes a estimular el desarrollo social de las comunidades, garantizar sus derechos colectivos, generar mayor empoderamiento de las entidades responsables y promover la investigación, la protección, la divulgación y la reproducción del patrimonio cultural.
19La situación social, cultural, política y ambiental de Esmeraldas podría mejorar en la medida en que el Estado y la sociedad atiendan con efectividad los problemas más acuciantes que afectan a la población y a su entorno natural. Los principales aspectos críticos que merecen ser atendidos están relacionadas con: la pobreza de la región, en especial entre los pueblos y nacionalidades; la falta de estímulos institucionales en las comunidades para que sean ellas las protagonistas de estrategias de conservación patrimonial; la presión sobre los territorios y los recursos naturales de las comunidades asociada al gran capital que busca extender sus fronteras; los insuficientes mecanismos para llevar a la práctica y garantizar los derechos colectivos de las comunidades y pueblos de la zona.
20Es entonces necesario establecer estrategias orientadas a modificar la situación, para lo cual se requiere alcanzar una conciencia respecto de la gran riqueza cultural de Esmeraldas que ha permitido conservar su riqueza natural. Medidas gubernamentales tendientes a garantizar los derechos —al territorio, al desarrollo, a la educación dentro de su cosmovisión— de los pueblos, nacionalidades, comunas y comunidades, y a proteger sus conocimientos y lenguas ancestrales, permitirían preservar el patrimonio cultural. Asimismo, las políticas públicas deberían fomentar la participación ciudadana y el fortalecimiento de la organización comunitaria, de modo que la sociedad civil se convierta en el actor principal de la salvaguarda del patrimonio cultural y natural.
21Así, el escenario deseado para una vida sabrosa en Esmeraldas se podría lograr mejorando las condiciones de vida de la población, protegiendo los derechos y fortaleciendo la institucionalidad: si una comunidad es menos pobre, ve garantizados sus derechos y siente una presencia institucional fuerte y comprometida, los factores de riesgo y las amenazas que pesan sobre el patrimonio podrían atenuarse, y crecerían las potencialidades y oportunidades que hacen de Esmeraldas una región privilegiada en términos patrimoniales.
Auteur
Instituto de Altos Estudios Nacionales (IAEN)-Universidad Intercultural Amawtay Wasi.
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