La cultura del chile entre los ayuuk de Guichicovi, Oaxaca
p. 249-260
Texte intégral
1Junto con el maíz, el chile es uno de los alimentos más representativos de Mesoamérica desde la época prehispánica (Gallaga et al., 2018; Perry y Flannery, 2007). Su pungente fruto es un alimento por sí mismo e ingrediente indispensable de diferentes platillos de la dieta de los pueblos originarios de México (Aguilar Meléndez, 2006; Katz, 2018). De igual manera, el chile aún desempeña un papel importante en los rituales (Dehouve, 2018; Mazzetto, 2018; Sault, 2018).
2El uso del chile en la medicina tradicional mexicana también se remonta a la época prehispánica. Las especies más consumidas y utilizadas en México con fines terapéuticos son Capsicum annum L. y C. frutescens L. Se recomiendan sobre todo en afecciones digestivas, inflamación, flatulencia, diarrea, disentería y para estimular el apetito. Le siguen los males respiratorios, como anginas, ronquera, tos, ganglios inflamados, neumonía y asma; además de diferentes dolores (de oído, ojos, muelas, estómago, pecho, cabeza y reumas). Asimismo, se indica para algunas afecciones cutáneas, entre ellas, heridas infectadas, micosis, erisipela y salpullido; también en afectaciones renales, y se hace una mención actual para el cáncer gástrico. Se ha demostrado que el fruto presenta una actividad antimicrobiana, antiviral, antiinflamatoria, analgésica, antioxidante y anticancerígena (Khan et al., 2014; Omolo et al., 2014).
3En Oaxaca se ha documentado la presencia de chile desde hace 8 000 años, en la época en que se origina la agricultura en América. Los grupos étnicos de Oaxaca emplean de diversas maneras los chiles y los incluyen en su cosmovisión, conocimientos, prácticas cotidianas y rituales.
4La manera específica en que los ayuuk de las tierras bajas se relacionan con el chile ha sido escasamente abordada por los investigadores. En este contexto, se plantea el objetivo de describir la importancia cultural del chile entre los ayuuk de San Juan Guichicovi, en la región del Istmo de Tehuantepec, Oaxaca.
Materiales y métodos
5El pueblo originario ayuuk se localiza en el sureste de la República Mexicana, en la parte noreste del estado de Oaxaca, ubicado en la Sierra Juárez y en una parte de la Sierra Madre oaxaqueña (Cayetano Antonio y Vásquez Dávila, 2011). El municipio de San Juan Guichicovi tiene una superficie de 563.9 km2, representa 0.78 % de la superficie estatal. La cabecera municipal se encuentra a 340 msnm. Colinda al norte y al este con el municipio de Matías Romero Avendaño; al sur con los municipios de Matías Romero Avendaño, Santa María Petapa y Santo Domingo Petapa; y al oeste con el municipio de San Juan Mazatlán. De acuerdo con la clasificación de Köppen, modificado por García (1987), el municipio presenta clima variable, predominantemente cálido húmedo (Am) y subhúmedo (Aw).
6Durante el primer semestre de 2019 se realizó el estudio del Capsicum con un enfoque etnoecológico. Se realizaron entrevistas a profundidad y observación participante (Del Rincón, 1997) con diversos conocedores clave: a) dos campesinos que se dedican a cultivar chile con fines comerciales —o chileros— a quienes se les preguntó sobre el manejo del cultivo; b) dos mujeres adultas nos informaron sobre el uso doméstico y la preparación culinaria, y c) para el uso ritual se entrevistó a una matsoyëëpy1 o mujer médico tradicional.
Resultados y análisis
7Las especies de chiles presentes en San Juan Guichicovi son dos: Capsicum annuum var. glabriusculum y C. chinense. Capsicum annuum var. glabriusculum es un chile nativo silvestre dispersado por las aves que crece de manera espontánea en las huertas familiares y se conoce en la lengua nativa como të’ëtspaj niiy (que proviene de të’ëtspaj y niiy = chile). Por la forma del fruto, los ayuuk distinguen dos etnoespecies de C. annuum var. glabriusculum. La primera presenta frutos alargados y se conoce en castellano como chile piquín o simplemente piquín. La otra tiene los frutos redondos y es llamada chile bolita.
8Capsicum chinense es originario de Sudamérica y se conoce como poop niiy (de poop = blanco y niiy = chile); en español se llama chile habanero o habanero solamente. Este chile se cultiva en terrenos especiales y se destina para el autoconsumo y para la venta, por lo que tiene una importancia comercial. A continuación se describe la importancia cultural de estas dos especies de chile entre los ayuuk de Guichicovi; en particular, se aborda la cosmovisión (y rituales), el uso y el manejo de ambas especies.
Cosmovisión y rituales médicos
9Entre los pueblos originarios, lo divino forma parte del entorno; el respeto y los rituales son reglas obligadas (López Austin, 2008, pp. 110). Por sus peculiaridades de forma, color, sabor y aroma, el chile desempeña un papel muy importante en las creencias y rituales de muchos grupos étnicos. Los ayuuk, sabios observadores del entorno, profundamente religiosos y conocedores ritualistas, tienen muy presente el chile nativo en su cosmovisión, liturgia y cotidianidad.
10Los pueblos indígenas se relacionan con el ambiente con base en su acervo de saberes tradicionales. Indagamos la importancia simbólica, ritual y cotidiana de los chiles (Capsicum spp.) entre los ayuuk que habitan en la región del Istmo de Oaxaca, México, mediante sistematización de la propia experiencia y participación observante.
11El tsuu boj (literalmente: aire de la tarde o aire de las almas en pena) y el axhëk poj (mal aire) son dos términos para describir dos tipos de afecciones que pueden ser provocadas por al menos tres entes: almas en pena, fuerzas naturales y la propia casa (tëjk).
12Cuando una persona transita por el lugar donde falleció una persona por causas fortuitas (como un accidente o asesinato) se puede enfermar porque se considera que, debido a la causa del fallecimiento, el alma del difunto pena y espera a algún humano vivo a quien pueda atacar para cobrar venganza. También, si en vida la persona tuvo diferencias con el difunto y nunca se pudieron resolver, el alma del finado quiere hacer las paces y trata de acercarse con la persona y como son de diferentes planos la persona en vida se enferma. Por otro lado, se sabe que el mal aire anda en el ambiente y que, si una persona se atraviesa en su camino, al mediodía o a medianoche, es muy probable que se enferme.
13Una característica de las enfermedades tsuu boj y axhëk poj es la agudización de síntomas o padecimientos como fiebre, diarrea y urticaria, entre otros. En ocasiones, los pacientes acuden de forma inmediata al médico alópata, pero si la sintomatología continúa acuden con un especialista tradicional (curandera). Para determinar el agente causal del padecimiento, la curandera toma una mazorca de maíz con 12 hileras de granos o semillas.
14La cura ritual de tsuu boj o axhëk poj depende del grado del padecimiento, es decir, si es leve o grave. Si la curandera determina que el padecimiento es leve, realiza una limpia con un ramito de albahaca (xugy) y las propias semillas de maíz utilizadas para el diagnóstico. Este ramo con semillas se ahúma con copal (poom) e incienso y se arroja por la puerta de la casa (tëjk’akë) que se encuentre orientada al este (por donde entra el sol), al mismo tiempo que realiza oraciones en ayuuk para que la persona se cure.
15Cuando el padecimiento es grave, la limpia incluye xugy, copal, incienso y chile (niiy). Se emplean las dos especies de chile: el habanero (poop niiy) y el chile piquín (të’ëtspaj niiy), que se colocan en la brasa del copal junto con incienso.
16Para prevenir que el axhëk poj o mal aire se presente en el ambiente, las personas llevan consigo niiy (chile) en un recipiente a modo de amuleto. Si dentro de la casa habita el mal aire, es necesario realizar la ceremonia de tëjk pakjok (ahumar la casa). En este caso se realizan tres sesiones rituales. En cada sesión se repite el diagnóstico por tres ocasiones, lo que da en total nueve ceremonias. El montón de granos de maíz que indicó la causa de la enfermedad se retira y se coloca sobre una tortilla con chile y la especialista sale caminando por la puerta orientada al este de la casa sosteniendo el incensario con copal y pronunciando oraciones en ayuuk. El ritual tiene la finalidad de “cerrar la puerta al mal aire”.
17Para los ayuuk, la casa es un ente vivo que siente y se duele por lo que suceda en ella; por ello se debe respetar y cuidar. La casa se enferma o se enoja por la discusión incesante de los que habitan en ella, su herencia en medio de conflictos, violencia o asesinatos realizados dentro de ella. Cuando eso sucede, uno o todos los integrantes del hogar sufren enfermedades “crónicas”. Cuando la curandera detecta que la enfermedad es por causa del enojo o enfermedad de la casa, realiza la ceremonia tëjk manuxtaakp (pedir perdón a la casa). Consiste en tres sesiones y se realiza los días que lo determina el xëëmabyë (contador de días).
18Cuando las personas tienen sueños perturbadores debido a los malos espíritus se tritura chile dentro la habitación, en la ventana y en la puerta. También colocan niiy en un recipiente en las entradas, que se debe remplazar en un determinado tiempo. La efectividad del chile se debe al picor o pungencia, para ello en ambos rituales es preferible utilizar el chile más picoso. Los ikoots (o huaves de San Mateo del Mar) opinan de manera similar (Ramírez, 1987).
19El empacho es una enfermedad que afecta sobre todo a los infantes y puede surgir por 1) ingesta inmoderada de comida, 2) tsoyë: reprimenda o regaño de los padres hacia la persona glotona y 3) tsupojtsoyë: cuando una persona consume alimentos de forma solitaria y los espíritus también quieren alimento. Por ello, en caso de comer en solitario, antes de hacerlo se acostumbra dejar parte del alimento en el suelo para que los espíritus también se sustenten.
20En el primer caso, el empacho se controla con la toma de té. Para que una persona se cure de tsoyë o de tsupojtsoyë se requiere un ritual. El tsupojtsoyë es más grave y los materiales que utiliza la matsoyëëpy (médico tradicional) son copal, incienso, chile, tortilla y mezcal. Al inicio, la curandera recita palabras en ayuuk para que el ritual surta efecto con la ayuda de Dios. Enseguida, envuelve el chile en la tortilla y la pasa en varias ocasiones en el humo del sahumerio. Al mismo tiempo, soba el estómago de la persona con la tortilla y el chile. Para finalizar el ritual, sale con el copal ahumando y la tortilla con el chile por la entrada del lado este de la casa-habitación. El chile en la tortilla se arroja sobre el camino. En el caso de tsoyë se realiza la misma acción, pero sin el chile.
21Después de que una persona toma el hongo sagrado naaxwin mux (Psilocybe sp.), para que cese el efecto de la sustancia activa toma el jugo de chile. Respecto al carácter sagrado del maíz o mook (Zea mays), si un grano se encuentra tirado en el suelo no debe barrerse, sino levantarse con cuidado y respeto. Los frutos o mazorcas de 12 hileras de granos se emplean de manera ritual para diagnosticar enfermedades, cocinar ofrendas para los santos y los espíritus guardianes del cerro, tierra, agua y casa, y para confeccionar tortillas para curar el empacho (Cayetano Antonio y Vásquez Dávila, 2016).
22El exudado cristalino del cuapinol o akpejy (Hymenaea courbaril) se utiliza como incienso en los diferentes rituales domésticos y colectivos. Se requiere una gran cantidad en el templo, y los encargados de buscarlo son los mayordomos primero y segundo; si las personas no prestan su servicio con fe, la búsqueda del incienso se torna difícil y solo se encuentran trozos mezclados con tierra (Cayetano Antonio y Vásquez Dávila, 2016).
El chile como alimento
23Los ayuuk utilizan el chile en la elaboración de tamales, totopos y tortillas, además de salsa de chile o salsa de tomate y chile.
24Cuando las mujeres lactantes desean dejar de amamantar a sus hijos se untan chile en las glándulas mamarias, para que el infante ya no desee tomar la leche materna a causa del picor. Esta forma de destetar también la realizan las mujeres ikoot (Ramírez, 1987) y zapotecas de la Sierra Norte. Los usos etnomédico y comestible de las especies de chile están muy documentados en México (Aguilar Meléndez, 2006; González-Estrada et al, 2010; Katz, 2018).
Manejo
25Tanto el chile piquín como el chile bolita (C. annuum var. glabriusculum) se protegen en la huerta familiar.
26La venta de C. chinense representa un ingreso monetario a la economía familiar. En su manejo participan los integrantes del núcleo familiar. Las actividades para su cultivo son: selección de la semilla, siembra en almácigo, limpia del terreno, trasplante, deshierbe y cosecha. Después se realiza la comercialización y el manejo poscosecha.
27Cuando es la primera ocasión que se siembra, la mujer compra los chiles a las vendedoras locales. Selecciona los frutos con características físicas (que sean grandes y sin cuarteaduras) y organolépticas (picor o pungencia) deseables. La semilla se extrae y se seca, cuidando de no mojarla para mantener la pungencia de los frutos. Si la siembra de chile no es próxima, los frutos se secan con todo y semilla para mantener segura la germinación. La mujer siembra las semillas en un almácigo en la huerta familiar y se encarga de todos los cuidados en esta etapa del cultivo.
28El lugar óptimo para establecer la parcela de C. Chinense es cerca al cultivo de maíz o milpa para facilitar el cuidado del chilar, que requiere deshierbes constantes durante el primer mes, para que las plantas puedan crecer sin la competencia de las arvenses. Si la broza es abundante se realiza la limpia con un machete, en caso contrario no se realiza esta actividad.
29El trasplante se realiza “cuando ya es seguro que va a llover” (lo que generalmente ocurre en septiembre). Se utiliza una estaca del árbol nëtsyky (Acosmium panamense, Leguminosae) para hacer el orificio y se siembra con una separación de 0.5 × 0.5 cm. En esta actividad participa toda la familia, pues la mano de obra es necesaria en el acarreo y siembra. El trasplante lo debe realizar una persona con carácter fuerte para que el fruto del chile tenga mucho picor.
30Los ayuuk opinan que el cuerpo de una mujer embarazada o menstruando desprende mucho calor, lo que influye de manera negativa en el crecimiento o fructificación de las plantas, en especial de las hortalizas, pues son plantas muy sensibles. Por ello no debe pisar o pasar cerca de los sembradíos. Ramírez (1987) describe el mismo efecto de una mujer embarazada sobre la planta de chile entre los ikoots.
31En este mismo tenor, una persona que asistió a un sepelio, velorio o entierro no debe aproximarse a una plantación de chiles sin bañarse antes, o los frutos se caerán. Los perros dentro del chilar provocan el mismo resultado.
32Antes de empezar con el trasplante, se acostumbra realizar un ritual que consiste en el sacrificio de un pollo en el centro de la parcela, con la finalidad de pedirle a la Madre Tierra (Naaxwin) que el chilar crezca sin contratiempos. El pollo sirve como alimento del mediodía para los integrantes de la familia. Existe la idea de que las personas “nacen con la estrella” para que sus cultivos rindan y no les afecten las plagas. Por experiencia, la familia identifica a la persona que tiene ese don (puede ser el jefe de familia o alguno de los hijos) y se les comisiona realizar las actividades rituales. Durante el sacrificio, el oficiante ofrece el pollo a las deidades a nombre del dueño de la parcela.
33El deshierbe se realiza de manera constante durante el primer mes; el campesino acude si es posible todos los días de la semana. Por eso la importancia de la ubicación de la parcela cerca de la milpa, pues de esa forma frecuenta el chilar y realiza el deshierbe de manera constante, ya sea a mano o con un instrumento llamado “tarpala”.
34Los ayuuk piensan que los animales entienden, pues son hijos de la Madre Tierra, así que hablan con los que se consideran plaga (como insectos y moluscos). Si el daño al cultivo persiste, realizan un sacrificio de pollo igual que en la siembra, pero la oración se dirige al control de plagas. Si continúan los estragos, matan unos cuantos ejemplares y los envuelven en totomoxtle (brácteas del fruto de maíz) o en una hoja de waaxy’aay (Heliconia latispatha) en forma de tamal y se entierran en las esquinas y el centro del chilar; se dice que este remedio es efectivo para controlar a los animales. Según la cantidad de afectación por las plagas se toman las medidas al respecto.
35Una de las principales plagas que afectan la semilla del chile es el gorgojo (Anthonomus eugenii, Curculionidae). Cuando no se tiene cuidado de la semilla, este pequeño coleóptero puede llegar a ser una plaga de importancia, pues el porcentaje de germinación disminuye drásticamente, por lo que las mujeres cuidan la semilla en la cocina cerca del fogón, para que el humo ahuyente a las plagas de la semilla.
36En el almácigo, las hormigas arrieras (Atta mexicana, Formicidae) y las babosas (Gastropoda) son las plagas principales.
37En la parcela, los chapulines (Sphenarium) y las arrieras cortan las hojas debilitando la capacidad fotosintética de la planta. Las hormigas establecen su colonia cerca de la raíz y la base del tallo de la planta, lo que disminuye la capacidad de asimilar nutrientes. Cuando los chapulines y las arrieras son agresivos y afectan en demasía el cultivo, los agricultores recolectan los insectos, los matan y los envuelven en forma de tamal en hojas de poopaay (Calathea lute) o de waaxy’aay (Heliconia latispatha) y luego los dispersan dentro y los alrededores, para que los insectos observen lo que les sucederá si continúan con su invasión, acción que denominan amëky. La explicación científica de la efectividad de esta actividad para el control de plagas es porque los insectos muertos liberan sustancias químicas llamadas necromonas, en especial el ácido oleico (López-Riquelme, 2001; López-Riquelme y Fanjul-Moles, 2013; Rollo et al., 1995).
38Al observar nuestros datos de campo nos parece interesante destacar que los ayuuk de Guichicovi han descubierto que el olor de los insectos muertos (necromonas) ayuda a ahuyentar a los insectos vivos, mientras que el olor del chile (aceites volátiles llamados capsaicinoides, cfr. Naves et al., 2019) aleja a los seres humanos muertos y el mal aire, y apacigua la casa viviente.
39Al venado (Odocoileus virginianus) le apetecen el meristemo primario, las flores y los frutos tiernos de los chiles, aunque no llega a ser una plaga de importancia. Lo contrario sucede con la mosca blanca, que deposita sus huevecillos en el interior de los frutos tiernos y provoca con ello su caída temprana.
40En la actualidad, los campesinos que emigran temporalmente a Sinaloa para trabajar en el corte de tomate y chile y conocen el manejo agroindustrial que se le da al C. chinense adoptan el uso de agroquímicos para el control de plagas. Se realizan tres cortes (cosechas). El primero se efectúa en diciembre, actividad sobre todo masculina, aunque si se necesita mano de obra acuden la mujer y los hijos. Lo almacenan en costales de yute o costales de azúcar para así transportarlo al lugar de venta o al domicilio.
41La comercialización de C. chinense se realiza en la propia localidad, pero si la cosecha fue abundante se llega a vender los domingos en la plaza en la cabecera municipal. El precio de una “medida” (igual a un litro) oscila entre 10 y 25 pesos, en función de la oferta. Cuando el excedente de chile es considerable, para conservarlo por un periodo prolongado realizan el proceso de deshidratado solar. Para extender por mucho más tiempo la posibilidad de emplear el chile, se realiza el tostado en el comal y de esa manera se puede elaborar chile en polvo.
Figura 1. a) Capsium Ag., b) chile Zope, c) venta de chile en el mercado.

Fotos: Medardo Cayetano Antonio.

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Referencias
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Notes de bas de page
1 En adelante, todas las palabras del idioma ayuuk (mixe) serán mostradas en negrillas. Excepto ayuuk, que estará en cursivas.
Auteurs
Nació en la comunidad indígena de Encinal Colorado, municipio de San Juan Guichicovi, estado de Oaxaca, México.
Profesor del Instituto Tecnológico del Valle de Oaxaca desde 1991.
Profesora-investigadora del Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral Regional, Unidad Oaxaca (ciidir-Oaxaca) del Instituto Politécnico Nacional desde 1983.
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