Discriminacion, explotacion y empleo precario en El Salvador: el caso de las maquilas
Texte intégral
1Esperamos que este encuentro sirva para tomar conciencia de la necesidad de unión y solidaridad de la clase trabajadora. Solamente de esta manera se podrá entender la fuerza que tenemos como trabajadoras y trabajadores para superar las difíciles condiciones de vida ante las oprobiosas situaciones de injusticia de un capitalismo salvaje y deshumanizante. Quizás nosotras no seamos las beneficiarias directas de este proceso, pero lo serán las generaciones ulteriores. Por ello, mi testimonio en este encuentro contiene una visión de futuro y tiene el propósito de dar a conocer las violaciones de los derechos de las trabajadoras en las maquilas de El Salvador y las responsabilidades de los gobierno y los propietarios de dichas maquilas.
2Esta breve exposición se divide en tres partes. En la primera, se realiza una reseña histórica del movimiento sindical y su situación actual, en la segunda parte se presenta algunas experiencias generales concernientes a la violación de los derechos laborales y humanos de la mujer en la maquila, y por ultimo la tercera parte reúne algunos testimonios que reafirman dicha violación.
Reseña histórica
3Los acuerdos de paz firmados el 16 de Enero de 1992 en Chapultepec (México) es un hecho histórico que plantea un punto de partida en el proceso de democratización real del país. Asimismo, este hecho representa un paso importante en el logro de nuevos niveles de organización, filiación y educación de la clase trabajadora que estuvo involucrada en la lucha de la guerra civil pasada, en búsqueda de La Paz, la democracia y la libertad.
4Cinco años han pasado después de las firmas de estos acuerdos de pacificación y los acontecimientos más notorios de la vida política del país han sido la readecuación y recomposición de los partidos políticos. En efecto, se ha generado nuevas correlaciones políticas y sociales que han acabado con la tradicional hegemonía de los partidos conservadores, dando paso a un equilibrio de fuerzas políticas, de izquierda y de oposición en general.
El movimiento obrero
5El movimiento obrero no permanece ajeno a estos fenómenos de transición democrática. Como fuerza social que representa, observa cambios similares a las readecuaciones y recomposiciones que acontecen en el plano político. Cambios que se manifiestan de la siguiente manera:
Debilidades
Falta de unidad: impide una acción sólida para realizar presiones reivindicativas y elaborar propuestas colectivas.
Viejos métodos autoritarios: caudillismo, nepotismo y sectarismo.
Débil referente ideológico y social: desmotivación en la acción sindical, deshonestidad y acomodamiento.
Dependencia de la ayuda internacional.
Discriminación de las mujeres y jóvenes.
Fortalezas
Gran tradición de lucha debido a su activa participación en las transformaciones políticas y sociales del país.
Experiencia de antiguos cuadros sindicales que pueden transmitir sus conocimientos a nuevos trabajadores y trabajadoras.
Autonomía para realizar acciones independientes, propuestas objetivas. Proceso acelerado de ruptura de la dependencia de los partidos Políticos.
Tendencia al crecimiento de la industria de las maquilas y la reactivación de la industria de la construcción que puede generar mayor empleo, y por consiguiente nuevos(as) contingentes de obreros(as).
Nueva visión sobre la equidad de género que permite un amplio debate a nivel direccional y de base.
Violación de los derechos humanos y laborales de la mujer salvadoreña
6La situación de explotación laboral en la que se encuentran las mujeres trabajadoras es similar a la de los hombres. Sin embargo, debido a la inexistencia de organización sindical, las mujeres se encuentran más expuestas a la explotación, maltrato y violación de sus derechos laborales y humanos.
7Las violaciones de los derechos laborales y humanos más notorias son las siguientes:
Sobreexplotación laboral
8- Según el código laboral salvadoreño, la jornada laboral de las mujeres trabajadoras es de 8 horas. En la practica, se les obliga a trabajar 12 horas y las horas extras que realizan no son remuneradas.
Violaciones del derecho de seguridad social y de vivienda
Médico-hospitalario
De acuerdo a las estadísticas del Ministerio de Trabajo, existen 57,000 obreras laborando en las fabricas de maquilas. De ellas, sólo el 35% se encuentran aseguradas, el 65% restante no cuentan con los beneficios del seguro social salvadoreño, a pesar que las empresas les descuentan la cuota del seguro social.
En caso de enfermedad las trabajadoras aseguradas pueden acudir al seguro social, sin embargo, no se les permite continuar con el tratamiento médico.
Las trabajadoras en estado de gestación no tienen atención médica durante el período prenatal ni postnatal. La empresa, sólo acuerda un permiso algunas horas antes del parto y no concede los tres meses de permiso postnatal.
Por temor a ser despedidas, las mujeres trabajadoras ocultan su estado de gestación y en muchas ocasiones, debido a las difíciles condiciones de trabajo, se producen abortos forzados.
Vivienda
9- Falta de acceso a una vivienda digna. Los bajos salarios de las trabajadoras no les permite obtener un crédito bancario para financiar una vivienda digna. Por ello, se ven obligadas a vivir en condiciones de hacinamiento y en viviendas ubicadas en zonas marginales.
Anti-sindicalismo patronal y gubernamental
10Existe una suerte de complicidad entre el Ministerio de Trabajo y los dueños de las empresas maquiladoras para que el sindicato no se constituya. En efecto, el Ministerio envía a las empresas las listas de las trabajadoras que solicitan la constitución de un sindicato, éstas listas facilitan posteriormente a las empresas el despido de dichas trabajadoras. En represalia, los empresarios transmiten estas "Listas Negras" a las otras empresas maquiladoras para que las trabajadoras comprometidas no sean empleadas.
Violación de los derechos de la mujer
Se discrimina a la mujer basándose en características físicas como estatura, peso y edad.
En la mayoría de casos los cargos de gerencia administrativa, asesoría y jefaturas de líneas de producción, son asignados a los hombres, aduciendo la incapacidad intelectual de las mujeres.
Los dueños y jefes de las empresas acosan sexualmente a las trabajadoras jóvenes, amenazándolas con el despido si no ceden a sus intenciones. En la práctica, este hecho representa una violación encubierta.
Algunos testimonios
11La mayoría de los trabajadores de las empresas maquiladoras en El Salvador son mujeres jóvenes. En base a experiencias o denuncias, hemos constatado la diaria violación de los derechos laborales y humanos de la mujer en las maquiladoras. Impedir estas arbitrariedades sólo será posible uniéndonos, ya que el Gobierno otorga a estas maquilas cierta "impunidad" y los medios de comunicación se muestran indiferentes. Como mujeres dignas y humanas tenemos una gran labor que realizar, debemos trabajar para impedir la violación de los derechos de las mujeres.
12Las fábricas no nos dejan organizarnos, no nos permiten funcionar como organización, al contrario, nos expulsan de ellas. A pesar de ello, hemos seguido trabajando, agotando todas las instancias del Estado (Ministerio de Trabajo, Tribunales, Corte Suprema de Justicia), aunque siempre permanezcamos en la misma situación.
13Vengo en representación del Comité de Mujeres Trabajadoras Salvadoreñas (COMUTRAS), comité que cuenta con un gran número de trabajadoras y una amplia experiencia organizativa, para hacerles conocer algunas de las diversas denuncias que hemos recibido:
Sobre las violaciones de los derechos laborales se denuncia los bajos salarios, los abusos de los horarios de trabajo (existen horas de entrada, pero no de salida) y las horas extras sin pago. Este último es el caso de una maquiladora coreana, en donde los trabajadores realizan diariamente una hora extra sin pago por el tiempo utilizado para beber agua o ir al sanitario.
Los trabajadores no cuentan con ningún tipo de prestación médica, tampoco tienen derecho a consultas médicas durante horarios de trabajo.
Inexistencia de permiso postnatal. A una trabajadora no le dieron el permiso postnatal ya que sólo tenía tres meses de trabajar, sólo le dieron un mes de "descanso", de esta forma no perdería su trabajo. Después de siete meses, la misma trabajadora volvió a quedar encinta y como "castigo", a pesar de tener más de un año de trabajo, tampoco le darán el mencionado permiso, y nuevamente para poder conservar su trabajo, sólo tendrá derecho a un mes de descanso. La injerencia patronal en la vida privada de esta trabajadora llegó aún más lejos, sugiriéndole el empleo de inyecciones.
Abortos. Hay muchas trabajadoras que han abortado dentro de las fábricas maquiladoras.
Falta de servicios básicos en el lugar de trabajo, por ejemplo no se cuenta con agua potable para beber durante el trabajo. Este último es el caso de una maquiladora de la Zona Franca de San Bartolo1, en donde el agua que se bebe no llega por medio de la ANDA2, sino que la traen en "pipa"3, de Apulo, del Lago de Ilopango.
Maltratos verbales y físicos. En las fábricas de los coreanos, las trabajadoras que no aprenden el himno nacional de Corea son castigadas, las ponen de pie contra la pared o las encierran en un cuarto frío hasta la hora de salida, este día no es pagado.
Mi experiencia
14Fui trabajadora en una maquiladora, comencé en la maquiladora Autran Zacarías S. A de C. V.4 el 4 de enero de 1993. Durante los tres primeros meses de trabajo me pagaron como convenido, sin hacerme "jarana"5, pero luego empezaron las "jaranas", con 8, 10 horas de trabajo y aunque reclamaba nunca me las devolvían.
15A los seis meses, como había bastante trabajo, decidí hacer más horas de trabajo para aumentar mis ingresos. Como mi casa quedaba sólo a media cuadra de la fábrica, salía a las dos de la maña y luego de descansar un ratito volvía a trabajar. A este ritmo, luego de la primera catorcena6 ya había acumulado como 55 horas de trabajo, sin embargo, cuando revisé mi tarjeta, sólo aparecían 25 horas. Fui a reclamar a la Contadora y me dijo que fuera a buscar a la propietaria de la empresa, ésta a su vez me dijo que tratara el asunto con la contadora… me convencí que ya no iba a recuperar mis horas de trabajo.
16En otro momento la dueña de la fábrica me propuso a trabajar "por obra", pagándome 20 centavos por "short" y 12 centavos por blusa. Al día siguiente hice 875 shorts y el subsiguiente 900 blusas (que representaba un monto de 108 colonos) y así sucesivamente, todo lo anotaba en mi cuaderno. En una sola jornada de trabajo logré hacer 1400 blusas, trabajaba desde las 6 de la mañana hasta las 6 de la tarde, sólo salía una hora para cenar en mi casa y regresaba a trabajar hasta la una o dos de la mañana. A este ritmo, en la catorcena sacaría un gran capital. Sin embargo, terminada la catorcena, propuse a la contadora de hacer cuentas ya que había trabajado "por obra" y ella me respondió: "no es necesario, usted está ganando siempre 31 colones diarios".
17Frente a esta situación sólo me puse a llorar, sacrificar mi tiempo dedicado a mi hogar y los problemas que tuve al respecto – mi esposo me decía que mejor durmiera en la fábrica porque a mi casa ya no aportaba nada – no valieron la pena. Inmediatamente bajé mi ritmo de producción, la dueña me reclamó y yo le dije que era en respuesta a lo que había sucedido, "porque usted me mintió" le dije, parece que le gustó que le dijera las cosas en la cara y me propuso recomenzar el trabajo "por obra", "ahora si le voy a pagar" me dijo. Sin embargo, otra vez se repitió lo mismo, trabajé por obra y me pagaron por día.
18A pesar que ya tenía un año trabajando en la empresa, con el pretexto de que había salido en horas de trabajo para ir al colegio de mi hija y que ya no hacía horas extras cuando había bastante trabajo, la contadora me llamó y me dijo "aquí está su cheque y se va de vacaciones". Al día siguiente busqué a Amanda Villatoro7 y coordinamos para constituir "la seccional", clandestinamente por supuesto. Alguien nos delató y antes de que me dieran las credenciales la dueña me echó de la fábrica, sin embargo, nos fuimos a luchar hasta conseguir dichas credenciales, empezamos la tramitación en el Ministerio de Trabajo quienes, lógicamente, nos aconsejaron que es mejor negociar, "no sean tan radicales", nos dijeron.
19Cuando me enteré que la dueña estaba vendiendo la fábrica a un coreano, planificamos un paro y con otras seis compañeras más, tomamos la fábrica. La toma del local fue algo violento y a pesar que fue una gran experiencia, hay que evaluar bien las consecuencias: acción penal por haber cortado la línea primaria de las máquinas, por abrir las puertas de la fábrica (vigilante) y por agredir a la dueña (incluso en defensa propia). Finalmente tuvimos que negociar, sino hubiera salido de ahí directamente a la cárcel de mujeres.
20Finalmente, en las empresas maquiladoras los patrones nos consideran como máquinas de hacer dinero. Como salvadoreñas, pienso que ya no podemos seguir bajando la cabeza, hay que defender nuestra soberanía, hay que luchar por la dignidad, por nuestros derechos laborales y humanos, de lo contrario, van a seguir viniendo al país a tratarnos arbitrariamente, violando nuestros más elementales derechos. Meditemos sobre este problema, transmitamos estas experiencias a otras compañeras y organicémonos, porque solamente así vamos a lograr que se respeten nuestros derechos. En tanto madres, tenemos que luchar y concientizar a los demás, para que nuestros hijos no sufran lo que nosotras hemos sufrido.
Notes de bas de page
1 Esta zona franca es la más antigua (aproximadamente 30 años de antigüedad) y se encuentra a 10 km de la ciudad de San Salvador.
2 Asociación Nacional de Distribución de Agua potable. Responsable de toda la infraestructura de acueductos de El Salvador.
3 Cisterna móvil. Transporte de agua en camiones para distribuirla en lugares en donde no existe instalación de acueductos.
4 Ubicada en la Ciudad de Santa Tecla, a 10 kilómetros de la ciudad de San Salvador.
5 Término empleado para designar deuda, compromiso no cumplido, hacer trampa.
6 Contrato bisemanal de trabajo, el mes laboral se compone de 2 catorcenas.
7 Dirigente sindical que en determinadas circunstancias comprometió al movimiento sindical.
Auteur
Coordinadora General del Comité de Mujeres Trabajadoras Salvadoreñas (COMUTRAS), El Salvador.
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