«No soy de aquí… ni soy de allá». Aportes para la reflexión en torno a la problemática migratoria limítrofe en Comodoro Rivadavia
p. 143-166
Texte intégral
Introducción
1Nuestro artículo1 está orientado a compartir una experiencia desarrollada a partir de un proyecto de extensión, titulado «No soy de aquí… ni soy de allá. Relatos y representaciones de los migrantes2 en el cine latinoamericano»3. En dicha propuesta planteamos realizar un ciclo de cine temático sobre las representaciones de los migrantes en el relato cinematográfico presente en el Nuevo Cine Latinoamericano;4 y proponer un espacio de reflexión sobre los procesos migratorios de países limítrofes en la región teniendo como disparador el relato cinematográfico.
2En este marco optamos por la proyección de las películas Las Acacias, bajo la dirección de Pablo Giorgelli (2011) y Return to Bolivia del director Mariano Raffo (2009). En ambos casos la narrativa de historias migrantes en el contexto de viajes forma parte del eje central de los relatos. A partir de la proyección de los films en contextos de públicos diferentes –en una primera instancia en un ámbito académico y en una segunda instancia en un espacio barrial–, describimos, analizamos y problematizamos el debate que se generó luego de las proyecciones. A partir de la riqueza que generaron tales discusiones observamos la necesidad de problematizar la experiencia para darla a conocer mediante la escritura de este artículo, ya que el momento en que fue desarrollada se produjo en el contexto de brotes xenófobos y de una sociedad que trata de reacomodarse a los cambios que provocó la profundización de la llegada de grupos migrantes limítrofes e internos.
3Consideramos que la discusión de la problemática en torno a las migraciones limítrofes en una ciudad patagónica, en un contexto de expansión poblacional, se constituye en un espacio propicio para el análisis de las distintas representaciones sociales que confluyen en intercambios caracterizados por las discusiones que cotidianamente se generan en la sociedad comodorense, a partir de los debates vinculados a los derechos de los migrantes al acceso a la vivienda, la salud, la educación, el trabajo, entre otros aspectos que polemizan en torno a la figura del migrante. Esta situación resulta ilustrativa también de otros centros urbanos patagónicos, tales como Río Gallegos (Rincón Gamba, 2012), San Carlos de Bariloche (Matossian, 2010; Nuñez y Barelli, 2013), entre otros. Esto demuestra las dificultades que existen a nivel de las interacciones sociales en el contexto de sociedades receptoras de poblaciones migrantes, donde se generan espacios de diferenciación constante entre los distintos grupos sociales, de acuerdo a su composición nacional, de clase y étnica.
4Desde una perspectiva interdisciplinaria proveniente de la confluencia de la Antropología, la Sociología y la Comunicación Audiovisual, nos proponemos brindar un análisis crítico de las opiniones, silencios y discusiones que se produjeron luego de proyectadas las mencionadas películas en dos contextos de públicos diferentes. Partimos de la idea de que es imposible no comunicar; y en el caso de las imágenes, las posibilidades que brindan pueden ser recuperadas en la investigación sociocultural como recurso central, o bien complementarias de otras fuentes documentales.
5Metodológicamente nos inspiramos en los aportes de la foto-elucidación, la cual forma parte de un tipo de abordaje utilizado en las Ciencias Sociales, que hace uso de la fotografía para provocar, activar y generar/rememorar hechos, anécdotas, opiniones, recuerdos, ideas… entre los protagonistas de la investigación (Meo y Davenigno, 2011). Las imágenes que nos presenta el cine constituyen un elemento con vastas potencialidades, al igual que el resto de los medios audiovisuales, sea para conocer ciertos fenómenos sociales, sea para difundir esos conocimientos (Colombres, 1985). En el lenguaje simbólico presente en el video documental, en una película, en una publicidad, entre otros soportes audiovisuales, podemos encontrar conflictos, interpretaciones, resistencias, luchas, realidades, mundos, representaciones, acerca de los problemas socioculturales que nos preocupan. El cine surge con un planteo ideológico que se prolonga hasta la actualidad, lo cual lo presenta como generador de enunciados con amplio significado social.
6En nuestro caso utilizamos como disparador dos películas que abordan la temática migratoria desde el plano de lo cotidiano en esas pequeñas historias de migrantes que ven en Argentina la posibilidad de proyectar su futuro. Nuestro propósito fue incursionar en el análisis de las representaciones sociales que subyacen en los discursos individuales de quienes participaron en las proyecciones fílmicas. Si entendemos que las representaciones individuales devienen en sociales por medio de la comunicación entre todos los miembros de una comunidad, de modo similar, las representaciones sociales devienen también en individuales por el mismo mecanismo comunicativo. Aunque no todas las representaciones individuales pueden convertirse en sociales, pero las sociales sí pueden convertirse en individuales. Es más, las representaciones sociales, como tales, trabajan como marco para la formación de las individuales (Raiter, 2006)5.
7Nos proponemos compartir la experiencia del debate que generó cada proyección fílmica, dado que nos permitió incursionar en las características de las representaciones sociales que es posible observar en algunos grupos –diferentes entre sí– de la sociedad comodorense. Lo cual generó la posibilidad de complejizar diversas expresiones de xenofobia que frente a determinados hechos de violencia contra los grupos migrantes limítrofes nos llevan a reflexionar acerca de la representatividad –o no– que posee el móvil de «odio al extranjero». Los análisis en torno a la xenofobia en Argentina afirman que se recrudece en contextos de crisis y competencia por los puestos laborales (Grimson, 2006, p. 90), pero en el caso de Comodoro Rivadavia no podemos afirmar que ese sea el contexto. Por el contrario, los índices de desocupación descendieron a 3,5 % en el primer semestre de 2012 y a 4,2 % en la última parte del 2013; y se da un fenómeno característico de la zona por los altos costos de vida: la sobreocupación del 51 % de la población del conglomerado Comodoro Rivadavia-Rada Tilly.6
8La situación en torno a las posibilidades de empleo que continúa generando la ciudad de Comodoro Rivadavia provoca que se prolongue la llegada de grupos migratorios. Sumado a la excepcionalidad de salarios que superan la media del país, brinda un rasgo distintivo a la ciudad petrolera, lo cual resulta atractivo para múltiples grupos migratorios. En este contexto, la inserción laboral es relativamente sencilla, no así la interacción cotidiana y los vínculos que se constituyen en relación a determinados sectores de la sociedad. Existen múltiples hechos cotidianos donde los migrantes deben enfrentar situaciones de discriminación no sólo mediante el empleo de violencia simbólica, sino también física. Quizás, dos de los momentos de mayor y abierta xenofobia se produjeron sobre las poblaciones migrantes de un asentamiento informal ubicado en la zona sur de la ciudad. El primero con la quema de viviendas de migrantes internos y bolivianos7 por parte de grupos de jóvenes de un complejo de viviendas de la zona sur de la ciudad8 y otro hecho reciente de septiembre de 2013 cuando se produjo el feminicidio9 de una niña por el cual fue culpado un migrante paraguayo y cientos de pobladores del barrio aledaño pretendieron atacar al asentamiento entero. En este hecho se concentró la xenofobia que comenzó a construirse a partir de la llegada de los «nuevos migrantes».10
El contexto migratorio comodorense
Poblamiento y migración en Comodoro Rivadavia
9Comodoro Rivadavia es una ciudad portuaria cuya principal economía, desde 1907, gira en torno a la extracción de petróleo. Alrededor de este mineral se constituyó poblacional y urbanísticamente. En cada período de expansión de la explotación petrolera, se produjo la afluencia de población migrante, en sus inicios ultramarina desde diversos lugares de Europa, de migrantes internos provenientes de Catamarca y La Rioja y, sobre todo desde la década del 60, de Chile y en las últimas décadas migrantes de Bolivia, Paraguay, Perú, República Dominicana entre otros grupos que, sumados a la llegada de migrantes internos del noroeste y noreste del país, se incorporaron a una trama poblacional caracterizada por su heterogeneidad y complejidad en lo que refiere a la interacción social cotidiana.
10La población extranjera proveniente de países europeos en su mayor parte se asentó en el espacio ocupado por las empresas petroleras, la zona norte de la ciudad, mientras que los grupos de migrantes limítrofes lo hicieron en el radio perteneciente al pueblo de Comodoro Rivadavia. En los inicios, un rasgo básico de la composición de los grupos migrantes era su heterogeneidad nacional y étnica. Básicamente, la ciudad se pobló con migrantes de origen europeo, pero hacia la última parte del siglo xx fueron desplazados por los migrantes de países limítrofes (ver Cuadro I).
Cuadro I: Población de Comodoro Rivadavia de acuerdo al lugar de nacimiento
Años | Total | Argentinos | Total de extranjeros | En país limítrofe | En otro país | |||||
Años | Total | % | Total | % | Total | % | Total | % | Total | % |
1960 | 56777 | 100 | 38258 | 67,38 | 18519 | 32,61 | - | - | - | - |
1970 | 78236 | 100 | 58615 | 74,92 | 19621 | 25,07 | - | - | - | - |
1980 | 100997 | 100 | 82472 | 81,65 | 18525 | 18,34 | 13622 | 73,53 | 4903 | 26,46 |
1991 | 129229 | 100 | 110955 | 85,85 | 18238 | 14,11 | 14813 | 81,22 | 3425 | 18,78 |
2001 | 137061 | 100 | 122302 | 89,23 | 14759 | 10,76 | - | - | - | - |
11Al considerar los datos de las últimas décadas, en el censo del 2001 –aunque no contamos con los datos discriminados por tipo de extranjeros–, podemos observar que éstos disminuyen en la población de Comodoro Rivadavia, dado que representan un 10,76 %. Por otra parte, al no contar con datos discriminados por nacionalidad no podemos calcular el porcentaje de chilenos y bolivianos, pero cabe aclarar que entre las décadas de 1960 y 1990 prácticamente la totalidad de los migrantes limítrofes refieren a chilenos por ser en aquel momento la única comunidad de migrantes de países limítrofes presente en la ciudad. Entre 2004-2008 se produjo el último boom petrolero que por varios años provocó efectos de expansión en distintos rubros del mercado de trabajo regional. De acuerdo a los datos del Censo Nacional de Población del año 2010, las cifras obtenidas arrojaron un total de 180000 habitantes en la ciudad. De 16653 migrantes, 14544 corresponden a migrantes limítrofes, resultando mayoritario el número de chilenos, 10682; seguido por el de bolivianos, 2421; 1221 paraguayos y 385 peruanos, entre otros. Lo cual demuestra que el grupo de migrantes proveniente de Chile continúa siendo el más numeroso (ver Cuadro II).
Cuadro II: total de población nacida en el extranjero, censo 2010
Total población nacida en el extranjero | 16653 | Porcentaje |
América | 15456 | 92 % |
Países limítrofes | 14544 | 87 % |
Bolivia | 2421 | 14 % |
Brasil | 77 | 0,004 % |
Chile | 10682 | 64 % |
Paraguay | 1221 | 0,07 % |
Uruguay | 143 | 0,01 % |
Países no limítrofes (América) | 912 | 0,05 % |
Perú | 385 | 0,02 % |
Resto de América | 527 | 0,03 % |
Europa | 1159 | 0,07 % |
Resto de Europa | 461 | 0,02 % |
Asia | 42 | 0,002 % |
África-Oceanía | 9 | 0,003 % |
12El ascenso de las cifras censales muestra la profundización de la brecha entre migrantes no-limítrofes y los limítrofes (y otros grupos latinoamericanos). Los chilenos, los bolivianos y los paraguayos figuran entre los grupos cuantitativamente mayoritarios actualmente, aunque a sabiendas de excluir otros grupos migrantes, historizaremos la presencia y principales características de la migración de los dos grupos mencionados. El caso particular de la presencia de migrantes chilenos en la ciudad se registra desde los inicios de su poblamiento. Provenían de diversas regiones del sur de Chile y se ocupaban como peones en las tropas de carros que trasladaban la lana destinada a embarcar en el puerto de Comodoro Rivadavia. Sin embargo, la mayor afluencia de chilenos a Comodoro Rivadavia se generó a partir de dos períodos de expansión económica de la ciudad. El primero, con la instalación de la gobernación militar (1944-1955) que otorgó a la ciudad el estatus de capital, con lo cual se generó una ampliación de la demanda laboral para los emprendimientos en torno a las obras públicas, la expansión petrolera y la ejecución del gasoducto a Buenos Aires. El segundo período corresponde al denominado Boom Petrolero (1958-1963), con la aprobación de la ley de Hidrocarburos y un nuevo Estatuto Orgánico de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (ypf) que favorecía la instalación de empresas extranjeras. Durante esta etapa se expandió la contratación de trabajadores chilenos por su carácter de ilegales, porque de esta forma las empresas abarataban los costos en mano de obra.
13La finalización del período del boom petrolero en 1963 generó la competencia por los puestos de trabajo en la sociedad comodorense y acrecentó la discriminación de distintos grupos sociales respecto de la población migrante chilena (Márquez y Palma, 1993). Si bien los migrantes europeos de larga data en la ciudad atribuían elementos de inferioridad racial a los chilenos para explicar su marginalidad social, no todos los chilenos compartían la misma situación de inferioridad. Hacia la década del 60 se destacaban tres estratos diferenciados: los comerciantes que se podrían englobar como burguesía chilena, los obreros afiliados a sindicatos que interactuaban con grupos no chilenos y, por último, los obreros no afiliados con mayor sentimiento de marginalidad y apego a su nacionalidad.
14Hacia las décadas de 1960-1970 las poblaciones asentadas en los bordes representaban para los sectores medios comodorenses, las «molestias típicas» de grupos sociales anómicos, molestos y al «margen de la ley». Parte de las explicaciones figuran en «Comodoro Rivadavia, sociedad enferma» de Lino Marcos Budiño, donde se deposita en los grupos de migrantes chilenos de sectores populares gran parte del «desorden» predominante en la ciudad. Las explicaciones ante este fenómeno social fueron de carácter organicista-funcionalista, este autor caracterizó a los migrantes chilenos como un «grupo-problema» asociado a la criminalidad, la marginalidad, la desorganización familiar, etcétera, además de ser poseedores de valores tradicionales que no les permiten vislumbrar las posibilidades de cambio social (Budiño, 1971).
15En la década del 70 se produce una ruptura en cuanto a las características del tipo de migrantes, finaliza la llegada de migrantes económicos y se inicia una segunda etapa de llegada de chilenos por causas políticas como consecuencia de la implantación de la Dictadura pinochetista (Pereyra, 2000, p. 9-10). En algunos casos, Comodoro Rivadavia funcionó como punto de encuentro entre familias que habían sido separadas como consecuencia de la persecución política. Sin embargo, quienes elegían vivir en Comodoro Rivadavia debían enfrentar una serie de situaciones que los posicionaba como chilenos invasores. Esta imagen negativa de la migración chilena está vinculada a uno de los postulados de la Doctrina de Seguridad Nacional que sostenía la posibilidad de enfrentamientos bélicos con los países vecinos. En este sentido, el conflicto por el Canal del Beagle en 1978 aumentó las tensiones y actitudes discriminatorias hacia el chileno invasor. La reglamentación acerca de la prohibición de poseer propiedades por parte de los chilenos, además de los rígidos controles de admisión y las dificultades para obtener los papeles de legalización brindan un claro ejemplo de la discriminación a la cual se veían sometidos los migrantes chilenos.11
16La situación de conflictividad social que provocaba la inserción de los distintos grupos de migrantes chilenos en la sociedad comodorense se asemeja en algunos aspectos a la situación actual en torno a la llegada de los grupos de migrantes nuevos, en particular con las problemáticas que se generan alrededor de los migrantes bolivianos que deben enfrentar situaciones problemáticas en torno a sus manifestaciones asociativas (Baeza, 2011), de discriminación laboral (Baeza, 2013a, 2013b) y diversas dificultades para sostener prácticas vinculadas a sus modos de concebir el cuerpo y la salud (Baeza, 2014).
17En una apretada síntesis podemos mencionar que en el caso de los migrantes bolivianos, si bien no poseen una permanencia de larga data, como los chilenos, sí es posible distinguir dos principales grupos en Comodoro Rivadavia. Al primero pertenecen quienes llegaron a la ciudad por intermedio de las empresas petroleras y contratistas norteamericanas que se ubicaron en la región en la época del boom petrolero (1958-1963). La mayor parte de este grupo migratorio proviene de Santa Cruz de la Sierra, un lugar de tradición en la explotación petrolera. Una segunda etapa que comenzó en las últimas décadas del siglo xx, con la llegada de inmigrantes bolivianos que se emplean en las empresas pesqueras, emprendimientos comerciales, como es el caso de las mujeres con sus verdulerías (González, 2009 y 2012) y tiendas, o bien los hombres como trabajadores o contratistas en el ramo de la construcción. Actualmente continúan arribando bolivianos con experiencias previas de haber residido en otros lugares del país, pero también un importante número de migrantes que tiene como primer destino la ciudad de Comodoro Rivadavia.
18Y una caracterización similar podríamos proponer para el caso paraguayo, que posee dos corrientes diferenciadas, iniciada la primera en el contexto del primer boom petrolero. Y la segunda sobre todo en el período de expansión económica de 2004-2008. Sin embargo, un rasgo que diferencia ambos grupos migratorios es que en el caso de los migrantes paraguayos se trata básicamente de hombres o mujeres que emprenden la migración de modo individual. A diferencia del carácter familiar que posee la migración boliviana.
19En general, tanto bolivianos como paraguayos residen en su mayor parte en los sectores periurbanos de la ciudad, en aquellos lugares que carecen de servicios básicos y demás signos de urbanización. Junto al resto de los habitantes de los bordes de la ciudad, son objeto de estigmatización y tipificados como bolitas o paraguas, según el caso. Con recurrencia aparecen como víctimas o victimarios de diversos hechos de violencia y discriminación.
20Ambos grupos migratorios son estigmatizados y objeto de violencia en sus lugares de tránsito cotidiano, sumado a estas situaciones son vistos como competencia por parte de los migrantes chilenos que ven afectado su lugar hegemónico en el mercado de trabajo de la construcción (Baeza, 2013a, 2013b). Tanto las autoatribuciones como las atribuciones al grupo de migrantes bolivianos y paraguayos, profundizan su estigmatización y la búsqueda de estrategias de aceptación dentro de la sociedad receptora por parte de los migrantes.
21Las características del fenómeno actual en la ciudad nos hacen reparar en la dinámica que poseen las alteridades existentes a nivel de las interacciones en distintos espacios sociales, el lugar del peldaño más bajo de las jerarquías sociales, anteriormente ocupado por chilenos y sobre todo chilotes como grupo étnico estigmatizado, vemos que comienza a diluirse y ser ocupado por los nuevos migrantes, sobre todo bolivianos que por sus marcaciones étnicas son tipificados como un grupo al que se le otorga el lugar del trabajo y la sumisión, pero no el estatus social (Baeza, 2013a).
Entre las celebraciones y el desprecio al migrante
22En este contexto de afluencia permanente de grupos migratorios nuevos, y las diversas problemáticas que genera la interacción en distintas esferas de la vida cotidiana, en Comodoro Rivadavia se produce paralelamente otro proceso que por el contrario celebra la figura de quienes optan por residir en la ciudad.
23A raíz de la trama fundacional ligada a la presencia de diversos grupos migrantes, se generó una serie de eventos que se viene desarrollando desde hace 27 años, la denominada Feria de las Comunidades Extranjeras, que erigió a Comodoro Rivadavia en el año 2012 como Capital Nacional de Comunidades Extranjeras (ley nacional 26810). En el contexto del Día del Inmigrante se realiza una serie de eventos conmemorativos, que oscilan entre los números artísticos y gastronómicos, entre otros y que poseen un carácter celebratorio sobre la figura del inmigrante.12 Sin embargo, estos acontecimientos que se repiten año tras año y que rinden culto al extranjero contrastan con las situaciones de violencia y discriminación en relación a los nuevos extranjeros, representados básicamente por los grupos migratorios limítrofes de bolivianos, paraguayos, peruanos, dominicanos, entre otros, incluidos los migrantes internos.
24Diversos hechos delictivos, problemas habitacionales, entre otras situaciones que se suscitan en Comodoro Rivadavia, renuevan el debate en torno a los problemas que causan los nuevos migrantes. Y la violencia se dirige a quien encarna corporalmente al enemigo: el extranjero. En su figura se concentra quien aparece como culpable de la disolución de lazos en la comunidad y de la integridad cultural de la ciudad. Entonces, este nuevo extranjero que se instaló en la ciudad en los últimos tiempos, para gran parte de la sociedad comodorense remite al pasado indígena latinoamericano, al mestizaje entre lo originario y lo europeo, a la falta de pureza que históricamente fue vista como un problema para las elites nacionalistas. Tal como expusimos anteriormente, hasta la década del 80 lo chileno fue representante de la migración-problema que ocupaba terrenos, que traía males a la ciudad, entre otros tantos dichos similares a los que actualmente se reproducen sobre bolivianos, paraguayos, dominicanos, peruanos, entre otros grupos alejados del modelo migratorio civilizado y blanco que nuestros gobernantes supieron legitimar a través de la historia argentina. La situación resulta ser un revival de la xenofobia en torno a la figura del chileno y, en particular, en relación al chilote. Es el terror étnico13 que resurge actualmente, no sólo desde las clases medias, sino entre los mismos sectores populares que conviven cotidianamente con los grupos migrantes.
25Comodoro Rivadavia posee una escala de jerarquías étnicas, que ubica en primer término a los descendientes de europeos, luego algunos grupos de migrantes internos, y por último a los migrantes limítrofes, ubicando a paraguayos, dominicanos y bolivianos, en último término. Actualmente es sobre todo en lo boliviano donde resulta directa la asociación con los estereotipos de lo que es indeseable y se debe apartar y evitar la convivencia, en cambio con lo paraguayo es más difícil su tipificación inmediata, sus rostros no son oscuros y sus formas de vestir les permiten ingresar a mercados de competencia directa con los nativos comodorenses: de mujeres, de hombres, de sociabilidad, el laboral, entre otros. Podríamos decir que por mucho tiempo paraguayos y paraguayas fueron prácticamente invisibles, esto se modificó a partir de la búsqueda de quienes representan la encarnación de todos los males y delitos del área de los asentamientos aledaños al barrio 30 de Octubre, ante el caso de feminicidio relatado anteriormente.
26En este contexto de convulsión discursiva y violencia contra la figura de los grupos migratorios recientes, decidimos emprender la proyección de las películas de nuestro cine migrante.
Lenguaje, cine y realidad en el caso migratorio
27Acordamos con la siguiente afirmación:
La impresión de realidad experimentada por el espectador durante la visión de una película, proviene primero de la riqueza perceptiva de los materiales fílmicos, de la imagen y del sonido. Respecto a la imagen cinematográfica, esta riqueza se debe, a la vez, a la definición amplia de la imagen fotográfica […] que presenta al espectador un gran lujo de detalles de esa totalidad que es lo que define el campo visual
(Aumont et al., 2005, p. 148-149).
28Desde los inicios el cine tuvo como principal objetivo contar historias que involucraran al público, ya sea por su carácter verosímil, fantástico o tan sólo por la delgada línea entre el concepto de realidad y ficción. Sea cual fuera el género o la temática abordada en un film, los relatos funcionan porque apuestan y provocan una identificación social por parte del espectador, cuyas dimensiones transpolan contextos mediatos o inmediatos que van desde las problemáticas sociales hasta el cuento o la fábula instaladas en los imaginaros colectivos.
29El lenguaje cinematográfico recupera la idea de construir sentido a través de diferentes formas narrativas mediadas por estructuras propias como el montaje, además de los procedimientos tecnológicos que lo definen. El montaje es el leitmotiv del lenguaje audiovisual y se constituye principalmente por tres procesos, en principio la selección del material fílmico previamente registrado, el ordenamiento en secuencias como unidades de sentido y el tiempo o duración de los fragmentos seleccionados en función de una unidad total. También, y a posteriori, no dejan de ser menos importantes las diferentes intervenciones que se realizan en el montaje, ya sean sonoras o estéticas, y que tienen como función recrear atmósferas o proponer distintos climas que generan emotividad o suspenso y están íntimamente vinculadas con la psicología del espectador.
30Todo film propone en principio una manera de mirar, es lo que algunos teóricos del cine denominan la visión de mundo, la idea del mensaje como objetivo de la obra, ya sea en el género de la ficción o en el documental. En este sentido, la base del lenguaje audiovisual es el encuadre, y la forma de definirlo es un proceso subjetivo, el campo visual se define por un límite que el propio director enmarca, generando un plano determinado y un fuera de campo algunas veces inimaginable. Existe una complicidad implícita entre el relato y el espectador, que descifra códigos comunes y no tanto, que complementa identidades e identificaciones, y que promueve espacios reflexivos y transformaciones en el pensamiento humano.
El viaje como eje narrativo
31Las formas y estructuras del relato cinematográfico tienen como condición la coherencia y el equilibrio de los personajes dentro de las historias, un relato funciona cuando en su interior la trama evoluciona, crece y se transforma, estos procesos son propios de la narrativa que pretende la atención de los espectadores.
32Tiempo y espacio son categorías intrínsecas del lenguaje audiovisual, el tiempo tiene una relación directa con el plano sonoro, oír o percibir la sonoridad es una condición de tiempo, de la misma manera que el espacio se traduce en una imagen. Estas categorías son las que condicionan las operaciones de sentido en el lenguaje audiovisual, pues hablar de tiempo y espacio cinematográfico no se reduce a lo primario o escénico, en cine, el tiempo y el espacio se expresan como tiempo y espacio de significación.
33Otro de los componentes necesarios para que los relatos funcionen comunicacionalmente es el conflicto: todo se expresa a partir de una diferencia o una lucha, contraste y oposición, la fuerza narrativa necesita de las relaciones de poder, el centro y la periferia, los incluidos y los excluidos, las historias se introducen, los personajes son parte del todo que proyecta y devela realidades ocultas, latentes y cercanas.
34Los viajes son formas narrativas por naturaleza,
es que en realidad (como lo expresara Baudelaire) los verdaderos viajeros son quienes parten, para partir. Ahora bien ¿qué puede resultar exótico (idea unida al espacio, a otro espacio) en el mundo de hoy? En la Edad Media el viaje era vertical (jerárquico), en el Renacimiento se vuelve horizontal. Hoy lo exótico se mudó del espacio al tiempo. El viaje se hizo más sombrío y hacia adentro. (Freire, 2007, p. 12).
35Hacia adentro o hacia fuera, el viaje funciona como agente transformador de la historia, el tiempo se acentúa y el espacio se modifica, en la medida que las historias avanzan y los relatos toman forma. Los viajes narran historias de traslados de personas, de grupos o de comunidades, que van de un espacio y tiempo de significación a otro, con el sello de los viajeros, sus crónicas y sus leyendas. Los movimientos migrantes no están ajenos a esta capacidad y cualidad narrativa, y fueron fuente de inspiración del cine en una multiplicidad de historias tanto de ficción como documentales.
36La industria del cine vincula a las películas que cuentan un viaje con el subgénero denominado road movie, películas de camino. Estas historias pretenden narrar el cambio interno de un personaje en correspondencia con la transformación y movimiento constante del tiempo y espacio de significación, que cruza una idea de realidad en un contexto de crisis y luchas sociales en la región. Desde esta perspectiva se seleccionaron los films para el ciclo de cine migrante que llevamos adelante en el año 2013.
Relatos y representaciones de los migrantes en dos películas del cine latinoamericano
37Las Acacias del director argentino Pablo Giorgelli
Guión: Pablo Giorgelli y Salvador Roselli
Género: ficción. Año 2011. Duración 82 minutos
38En Las Acacias, Rubén es un camionero solitario que hace años recorre la ruta entre Asunción y Buenos Aires llevando madera. Pero el viaje que está por iniciar será diferente. Esa mañana, Jacinta llega a la cita una hora más tarde. Y viene con alguien, su hija de ocho meses, Anahí. Para Rubén no es el mejor comienzo. Con el correr de los kilómetros, la relación entre Rubén, Jacinta y Anahí crecerá. Lentamente, cada uno irá intuyendo al otro. Ninguno cuenta demasiado sobre su vida. Ninguno pregunta demasiado tampoco. Es un viaje de pocas palabras, pero no silencioso. Cuando están por llegar a su destino, ambos tienen el mismo deseo: que el viaje no termine.
39El film narra el viaje en su totalidad, y el espacio de significado se reduce a la cabina del camión, la ruta y algunos parajes intermedios, mientras que el tiempo hace culto del silencio.
40Las Acacias es un film que se ubica en el límite entre lo real y lo ficticio, los procesos de identificación de los personajes parten de ese tiempo subjetivo, que evoluciona en la medida en que ellos comienzan a conocerse y reconocerse. Nada escapa a ese paralelismo constante entre un vínculo que crece y la ruta que avanza.
41¿Y cuáles serían los elementos que ubican el relato en el límite entre lo ficcional y lo documental? En principio el perfil de los personajes, su ocupación, sus expresiones de deseo, su clase social y su mirada sobre la vida. Se identifica un camionero que recorre la Mesopotamia argentina, transportando rollizos de madera, y una mujer, madre soltera que viene de Paraguay a iniciar una nueva vida. Los diálogos humanizan aun más el relato y posicionan los roles de ambos personajes. El conflicto narrativo está siempre latente y muchas veces se ubica en el fuera de campo que traspasa el límite de encuadre. Y aquí la narrativa adquiere otra dimensión, otra línea, en el espectador que reconoce las formas que utilizan muchos migrantes paraguayos para venir a Argentina.
42Return to Bolivia, del director argentino Mariano Raffo
Género: documental. Año 2009. Duración: 95 minutos
Relata el viaje a su país de origen de una familia boliviana que vive en Liniers, Buenos Aires, y atiende una verdulería. Con el propósito de conseguir empleados para su negocio viajan a Bolivia luego de ocho años de ausencia. Durante el viaje van encontrándose con sus familiares, sus amigos y sus tradiciones abandonadas. Contada como una película de estilo road movie, la historia se desarrolla con el trasfondo del viaje. En ella la cámara sigue a una pareja de bolivianos con sus tres hijos, hacia el cruce de la frontera entre Jujuy y Tarija, para luego ir a un caserío en el altiplano entre Oruro y La Paz.
43Return to Bolivia es un documental que plantea el viaje de una familia boliviana que regresa a su origen. Es un viaje de ida y vuelta, en el que es necesario detenerse en determinados puntos intermedios, porque no existen los lugares de paso, sino por el contrario, actúan como espacios de significación, causa y efecto de las decisiones de estos migrantes bolivianos en la cotidianeidad de su viaje.
44El tiempo de la realización documental se explicita en la relación que establecen los testimoniantes con la cámara, esa complicidad es el resultado del tiempo y del reconocimiento, el registro se naturaliza y se entremezclan los realizadores con los documentados. El género documental desde su génesis está ligado a la representación de una realidad determinada, el documental es lo particular, pero también es lo universal, y en este punto se identifican a partir de una historia o un relato de vida predeterminado, procesos sociales individuales o colectivos. Los protagonistas que documentan y dan cuerpo a las historias tienen vida más allá del relato audiovisual.
45En los últimos años las migraciones sociales en países como México, Bolivia, Paraguay, Chile y Argentina han puesto de manifiesto la necesidad de contar historias que representen la relevancia social, no de una manera descriptiva, sino profundizando en las crisis y sus consecuencias, las transformaciones culturales, sus lógicas e hibridaciones, en regiones diversas interpelando la política pública. El vínculo entre las representaciones culturales y el imaginario político (imaginario que entendía la política en un sentido de partidos, de instituciones, de Estado, de poder) que en los años sesenta y setenta había marcado decididamente el cine, igual que la literatura y otras artes, tuvo un viraje decisivo en los años ochenta, con nuevos temas y problemáticas que emergían en el campo cultural y solicitaban nuevas posiciones de intelectuales y de artistas.
46Quienes se ocupan del debate sobre las nuevas formas de conflictividad social que caracterizan a las sociedades actuales han incorporado durante las tres últimas décadas una variedad de movimientos que incluye el ecologismo, el feminismo, los movimientos gay-lésbicos, los movimientos de jóvenes, los pacifistas y los movimientos étnicos.14 Desde las Ciencias Sociales nos vemos en la necesidad de analizar estas nuevas formas de desigualdades sociales, aún más cuando nos encontramos en una ciudad como Comodoro Rivadavia, donde el ingreso económico no indica igualdad social, por el contrario se da un desacople entre el nivel de ingresos y el prestigio social, tal como es el caso de «los petroleros» (Grimson y Baeza, 2011, p. 337-363).
47Es interesante rescatar que:
la idea de intereses que responde a situaciones actuales donde las diferencias se expresan en la desigualdad reflejada en la distribución de la autoridad, entre personas y grupos, mostrando la insuficiencia estructural de las sociedades, o bien en la desigualdad en la distribución de reconocimiento entre los diferentes grupos e individuos que conforman una sociedad. (Femenías, 2007, p. 56)
48Históricamente, y desde el planteo de la teoría social, el concepto de diferencia ha connotado inferioridad. Lo diferente fue entendido como una desviación a la norma, que aleja e irrumpe en el orden público establecido. Sin embargo, y desde mediados de los años sesenta, este mismo planteo presenta modificaciones, a partir de un reconocimiento positivamente entendido y valorado, donde se atraviesan las categorías de sexo-género con las variables de la etnia y de la cultura en sí misma.
49El multiculturalismo reivindica el valor de la identidad en un sentido grupal, sobre todo en tanto identificación como un miembro de un grupo a partir de un rasgo diferenciador.
Esto ocurre sobre todo para grupos sociales subordinados en donde la suma de identificaciones es muchas veces una estrategia para obtener reconocimiento. Estos movimientos cubren una amplia gama del espectro sociopolítico y sus miembros reivindican derechos a partir de una auto-afirmación identitaria que gira en torno a un rasgo definido como fundamental a partir del cual se exige reconocimiento. (Femenías, 2007, p. 56)
50De esas identidades surgen los llamados nuevos agentes sociales que a partir de rasgos diferenciados, entendidos como reales o construidos, se tornan elementos activos de los diversos movimientos sociales de autoafirmación. Estos procesos implican un involucramiento particular dentro de los diferentes contextos sociales, y muchas veces los sujetos no encuentran espacios de contención, dependiendo de su propia voluntad o indiferencia.
51Entender los órdenes simbólicos de la cultura permite definir la identidad como el soporte de las redes sociales y sus acciones. Estos procesos forman parte de la vida cotidiana y de los acontecimientos socio-históricos que los pueblos vivencian, registran y resemantizan en el tiempo. El capital cultural está integrado por todas las representaciones simbólicas que fluctúan constantemente en una dinámica en la cual el ser humano y sus grupos de referencia son protagonistas.
52En la actualidad, la comunicación electrónica, el flujo de mensajes audiovisuales y el acceso a estos medios, hacen que el lenguaje audiovisual forme parte de la cotidianeidad en todos los ámbitos. Los circuitos culturales de la imagen crean y producen posturas subjetivas. Los signos también regulan la vida cotidiana. En este contexto es necesario pensar a los medios audiovisuales y sus posibilidades como herramientas complementarias para la construcción de nuevas prácticas comunicacionales, en nuestro caso en las vinculadas con el ámbito en que interactúan los y las migrantes. Y por ende, otro modo alternativo en la investigación social de los procesos migratorios, y en nuestro caso particular, la indagación en las representaciones sociales que genera la presencia e interacción de múltiples grupos migrantes.
53Por lo general las prácticas presentan un grado de voluntariedad al momento de seleccionar los temas de realización, sin que se desvirtúe el objetivo de la construcción de mensajes audiovisuales como formas o estrategias que lleven a una transformación de todos los integrantes, es decir las formas de ver y de resignificar una realidad migratoria. A su vez, los esquemas de realización implican y consideran al otro, ya sea un testimoniante o entrevistado, como parte del acto comunicacional, de allí que no se produce sobre los otros, sino que por el contrario se produce con los otros en pos de un nosotros. Las dos películas seleccionadas corresponden a esta línea de producción audiovisual, donde personajes y equipo de producción –como en el caso de Return to Bolivia– aparecen interactuando y formando parte de la historia. Y en ambos films es posible observar cómo ninguna etapa de realización está librada al azar, todos y cada uno de los componentes del relato tienen una justificación lógica en cuanto a su construcción discursiva. Desde el primer guión hasta el montaje final.
54Los espacios de construcción del relato audiovisual involucran cada vez más a los realizadores desde sus experiencias y perspectivas personales. Los contextos inmediatos generan influencias importantes y abren otras posibilidades, otras búsquedas, otros caminos hacia el conocimiento, la denuncia, la legitimación o el nuevo conflicto. Las historias de allegados, los archivos de fotografías familiares, los mitos y las tradiciones, el saber popular se convierten en fuentes referenciales.
La experiencia del cine migrante en el contexto de un público académico y un público barrial
55El concepto de mediaciones que Barbero presenta en su libro de 1987, De los medios a las mediaciones. Comunicación, cultura y hegemonía, resulta pertinente para pensar los procesos de recepción de mensajes de los espectadores de nuestras películas, y abre el campo a las consideraciones del vínculo de aquellos con las representaciones sociales en juego. Una de las definiciones de mediaciones allí presente refiere a los lugares de los que provienen las constricciones que delimitan y configuran la materialidad social y la expresividad cultural de la televisión (Sandoval, 2013), medio que en nuestro caso podemos extender a otros formatos audiovisuales como lo es el cine. Habría, para Barbero, tres lugares de mediación: la cotidianeidad familiar, la temporalidad social y la competencia cultural. Podemos pensar en nuestros espectadores, incluidos los propios integrantes del proyecto, atravesados por estas variables.
56Otro investigador mexicano, Guillermo Orozco Gómez, busca traducir esas cuestiones a un nivel empírico que permita investigar, a través de su modelo de mediación múltiple. Así, existen diferentes mediaciones que hacen a la elaboración final de sentido en la recepción y la enmarcan: mediaciones individuales, institucionales, massmediáticas, situacionales y de referencia. Orozco Gómez llega a afirmar que las predisposiciones inconscientes de las audiencias (al placer, al deseo, al morbo, al chisme, etcétera) también median significativamente la recepción (Sandoval, 2013).
57Es así como debemos considerar, en nuestro caso, diversas mediaciones a partir de las cuales los espectadores visionaron las películas propuestas, que en sí mismas poseen características estructurales propias, en tanto productos audiovisuales con un lenguaje propio al que ya se ha referido. Mediaciones consideradas no sólo en tanto esquemas mentales individuales, sino también en el marco de instituciones donde los films fueron proyectados (ya sea una Universidad, una cátedra o una Unión Vecinal).
58Además, el encuentro con los textos se produce en situaciones particulares, como la del denominado cine-debate, donde en un primer momento docentes y estudiantes se reunieron, con la compañía de participantes externos a la comunidad universitaria, y en un segundo momento los universitarios compartieron con habitantes de un barrio distante geográfica y socialmente de la Universidad. A la vez hay mediaciones de referencia –como la edad, el género, la etnia y la clase de los participantes– que también influyen en la recepción.
59De acuerdo a Abu-Lughod (2006), la televisión –y otra vez lo hacemos extensivo al cine– es un medio extraordinario para traspasar las fronteras e intensificar y multiplicar encuentros entre mundos de vida, sensibilidades e ideas; y vincula, en la experiencia analizada, a esos públicos distintos. La decisión de proyectar los films en espacios diferentes responde a esa expectativa de encontrar como efectos discusiones diversas y relaciones sociales heterogéneas en el público asistente. En la Universidad la proyección tuvo lugar en el marco de una cátedra de Comunicación Audiovisual y del proyecto de investigación de origen, entendiendo que el público de docentes y estudiantes contaba con herramientas críticas para el análisis fílmico de la película, pero también en cuanto al problema social planteado. Sin embargo, no podemos desconocer que esos grupos son parte de la sociedad que pretenden analizar, sean migrantes o no, aunque es muy frecuente en gran parte de los habitantes de la ciudad haber atravesado por una experiencia migrante, directa o indirectamente a partir de familiares y amigos. El barrio, por su parte, fue elegido más deliberadamente a partir de esa intención, luego de caracterizarlo como un espacio con fuerte presencia de población de origen boliviano. El objeto allí, entonces, fue contar con migrantes bolivianos como espectadores en la proyección de una película sobre migración boliviana, con el objeto de fomentar el debate desde ese ángulo, y conocer sus lecturas y prácticas migrantes.
60Más allá del grado de cercanía de los espectadores con experiencias migrantes, consideramos que habitar la ciudad de Comodoro Rivadavia implica estar en contacto con toda una serie de representaciones sociales previas sobre la temática, que las películas pueden hacer emerger. Una de ellas indica que los nacidos y criados (nyc) tienen privilegios frente a los migrantes internos y limítrofes, en lo que refiere a derechos al trabajo, a la salud, a la educación y a la vivienda (Baeza, 2013c). O, lo que es lo mismo, implica que estos derechos básicos de los migrantes son fuertemente cuestionados y ellos estigmatizados por considerar que llegan a la ciudad a hacer uso indebido de servicios sociales y puestos laborales ajenos, en tanto recursos que se consideran escasos.
61En segundo lugar, ubicamos otro conjunto de discursos vinculados al «mito del desarraigo», construcción asociada a la desintegración social que provocaba la presencia de los grupos migrantes chilenos de la década del 60 (Budiño, 1971), que también contribuye en el imaginario de rechazo al migrante en términos genéricos. Estas representaciones están vinculadas a la idea de Comodoro como ciudad de paso, donde los foráneos vendrían a aprovechar oportunidades económicas coyunturales, es decir, «a juntar plata e irse», mientras serían los nycs quienes defienden cotidianamente la ciudad y hacen frente a los tiempos de crisis. Esto redundaría, además, en la existencia de una ciudad descuidada y desorganizada, sin espacios verdes y colapsada en sus servicios, una ciudad sin sentido de pertenencia, donde se vive el hoy sin proyectar un futuro. Una ciudad para trabajar, no para vivir.
62Desde Stuart Hall –y los estudios culturales británicos– el proceso de comunicación de masas puede ser entendido como la articulación de una serie de prácticas sociales cuyo objeto es el significado, es decir, las representaciones. Esas prácticas no están exentas de estructuras, y es allí donde retomando a Pierre Bourdieu habría un tipo de habitus específico que intervendría en la recepción mediática. Siguiendo a Abu-Lughod (2006), las prácticas de visionado lograrían incluso crear un habitus nacional o transnacional, a la vez que proporcionan material que es insertado, interpretado y mezclado con conocimientos, discursos y sistemas de significado locales diferenciados socialmente.
63De modo similar a lo que ocurre con la lectura del libro donde quien lee un texto no pretende el sitio del autor, sino que inventa en los textos algo distinto de lo que era su «intención» (De Certeau, 1996, p. 52), cuando se proyecta un film los agentes sociales atraviesan por un proceso de generación de ideas, recuerdos, opiniones, alternativas, enojos, emociones, entre otros, que refieren a la multiplicidad de sensaciones posibles. Sin embargo, es posible establecer ciertas diferenciaciones de acuerdo a las representaciones de públicos diferenciados por el lugar de emisión del film, sus historias de vida, pertenencia etaria, de clase, género, entre otras cuestiones, que nos llevaron a trazar algunos ejes de análisis que aquí compartiremos.
64En el caso del cine,
la visión fílmica nos permite captar configuraciones que no son idénticas a los elementos que las componen y que, simultáneamente, se integran entre sí. Por ello, es normal que la película (o partes de ella) provoque diversas interpretaciones entre espectadores del mismo nivel cultural o intelectual. De hecho, […] los elementos materiales de la imagen proyectada no coinciden generalmente con lo que el cineasta ha visto en la realidad o en su propia psiquis, ni tampoco se corresponden con lo que el espectador capta de esa imagen adaptándola a su propia experiencia. (Fernández, 1985, p. 172)
65Esa multiplicidad de miradas que dispara la proyección fílmica, es lo que intentaremos captar, pero paralelamente nos interesa observar los componentes de determinadas representaciones sociales para poder explicar similitudes y diferencias, encuentros y desencuentros entre públicos diferentes.
El público académico: el saber autorizado
66Partiendo de considerar el cine como práctica cultural que surge del marco de procesos sociales determinados, a fines de agosto de 2013, el film Las Acacias fue proyectado en el aula de Comunicación Audiovisual de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco (unpsjb), situada en km 3 - General Mosconi de Comodoro Rivadavia; eje histórico de la ciudad por ser sede de la administración de ypf, hoy barrio residencial. Asistieron diecisiete participantes al cine-debate, entre integrantes del proyecto de investigación, estudiantes y docentes universitarios y, en menor medida, público externo a la Universidad. No obstante eso, la proyección se realizó en un espacio académico, con presencia de la Universidad aunque fuera de ella, ya que esta aula se encuentra en un edificio anexo al central.
67Una vez proyectada la producción argentina de 2011, el debate giró en torno a los siguientes ejes: simpleza/intensidad de la película, conflicto de la historia (la pregunta fue dónde ubicarlo), la ausencia de diálogos y el silencio como forma de comunicación. Estos puntos se ubican dentro del análisis más técnico del film, al que los estudiantes de Comunicación aportaron mayores datos sobre la primacía de planos secuencia y la existencia de una cámara fija.
68Interrelacionados con esos aspectos, aparecen otros vinculados puntualmente al contenido que gira en torno a la problemática del migrante, en este caso, paraguayo. Allí surgió la idea de los árboles talados/exportados/transportados como fuerte metáfora del migrante, como así también la de la colectividad. Sobre el final de la película, los protagonistas llegan a Buenos Aires luego de un largo viaje desde la frontera Argentina-Paraguay y cuando Rubén deja a Jacinta en la casa de los parientes que la esperan, podemos ver la alegría con la que es recibida junto a su beba, en una casa de la que no termina de salir gente. Lo que nos da la pauta que otros ya llegaron antes que ella, que son muchos y que están nucleados transitando la nueva experiencia. Incluso en una parada de descanso en la ruta, donde Jacinta y Rubén comparten un almuerzo improvisado con otros camioneros, la mujer se encuentra con un compatriota con quien enseguida comienza a charlar del país de origen y los códigos compartidos.
69El debate también recuperó la idea del viaje como transformación, y del migrante que al viajar se transforma. Como road movie, Las Acacias plantea no sólo el cambio constante de la historia y los personajes durante el viaje, sino también del espacio que los rodea y que los espectadores podemos observar por la ventana del camión: el bosque talado va dando paso lentamente a la ciudad. Jacinta y su pequeña hija Anahí van dejando su lugar atrás, y Rubén también lo va haciendo, a su modo.
70Dos temas fuertes surgidos en la charla entre los participantes fueron el dolor y el desarraigo como parte del viaje, tanto en la mujer como en el hombre (y sus formas de manifestarlo: el llanto y el cigarrillo) y la figura de la mujer migrante. Los espectadores se mostraron conmovidos por su sensibilidad y determinación a emprender un viaje hacia lo desconocido, con una persona desconocida, sola, cargando la beba y todos los bolsos. A lo largo de la historia, que tiene más silencios que palabras, sabemos –de boca de Jacinta– que Anahí «no tiene padre», lo que deriva en otras representaciones acerca de la madre soltera. También surgieron relatos hipotéticos acerca de si este film road movie concluyó en una historia de amor entre el camionero y la mujer migrante, quizás para restar tragedia a la experiencia migrante en la que tal como en Las Acacias predomina el dolor y la esperanza.
71Como podemos ver, el cine y las Ciencias Sociales son dos modos de interpretar la realidad que nos rodea, y más de una vez suelen preguntarse por los mismos problemas al posar la mirada sobre la sociedad. En ese sentido ambas son representaciones que los grupos humanos tienen de sí en épocas determinadas, a la vez que imágenes que hacen a la conformación de los sujetos.
El público barrial: la desinhibición y la posibilidad de compartir experiencias migrantes
72Las integrantes de la Biblioteca Popular del Barrio San Cayetano Elun Duham recepcionaron con agrado la propuesta de desarrollar una instancia del cine migrante en sus instalaciones. Finalmente el encuentro se realizó el día viernes 25 de octubre de 2013, a las 17. Nos sorprendió la convocatoria que tuvo dicha actividad. En los días previos repartimos carteles en diversos negocios del barrio como medio para invitar a la comunidad. En muchas verdulerías bolivianas se sorprendían por la actividad y por la existencia de una película cuyos protagonistas son paisanos de la comunidad boliviana.
73La tarde en que finalmente se proyectó Return to Bolivia asistieron niños-niñas, jóvenes, mujeres y hombres adultos y de la tercera edad del barrio y de otros sectores aledaños. Además de integrantes de la Fundación Compromiso Accesible que se acercaron para compartir el espacio y poder difundir un proyecto de plaza integradora en un predio del barrio. En cuanto a la composición poblacional de los asistentes se trataba en su mayor parte de migrantes chilenas o segunda generación de chilenos, migrantes internos de la provincia de Buenos Aires, La Pampa y del interior de la provincia de Chubut. También los investigadores que asistieron a la proyección pertenecen a este último grupo de migrantes mencionados, lo cual generó una sensación de estar compartiendo historias de migrantes por todos y todas conocidas.
74Luego de finalizada la proyección de la película se generó un amplio debate, en el cual uno de los jóvenes presentes orientó la discusión a la discriminación barrial porque es así como él percibe las diferencias que existen en la ciudad. Esta opinión dio lugar a una lluvia de ideas que los integrantes del equipo debieron orientar y guiar para que todos los asistentes pudiesen participar. Por momentos sentimos que los relatos de las historias individuales poseían una riqueza que no queríamos perder, pero que sin embargo podíamos agrupar en un tipo de representación social que refiere al dolor, a la pérdida, pero también a la ilusión que ha provocado y sigue provocando Comodoro Rivadavia como ciudad elegida. Una de las mujeres presentes en el debate manifestó:
A mí personalmente me sentí tocada, representantes, […] yo soy de La Pampa vine cuando tenía doce años en una situación […] me toco volver a La Pampa y ver la casa de mi abuela abandonada, desmoronada, algo muy impactante […] dijo una palabra cuando se iba en bicicleta, daba mucha pena… no es tanto el querer irse sino el tener que irse[…] por mucha gente que uno charla y vienen familiares, ellos mismos necesitan el apoyo de sus pares para poder enfrentar ciertos trabajos como en el caso que vimos en la verdulería. (Octubre 2013)
75A diferencia del público académico que asistió a la proyección de Las Acacias, el público barrial relató sus propias experiencias en primera persona, pero a la vez como parte del colectivo migrante barrial, porque nos hicieron notar que ellos y ellas interactúan cotidianamente con el que recién llega a la ciudad, que porta miedos, temores, sorpresas y diferencias. Tal como cuando las integrantes de la Biblioteca nos relataron cómo conocen las historias de héroes patrios latinoamericanos los niños chilenos, bolivianos o peruanos, a modo de diferenciar que el conocimiento de la historia patria en Argentina es menor que en los casos señalados.
76Una de las asistentes sintetizó estas vivencias cotidianas diciendo que la historia de la familia migrante que viaja a Bolivia para ver sus familiares le permitió ver cómo es «ponerse en la piel del otro para poder entender al otro… La película sirve para poder entender lo nuestro».
77Sin duda Return to Bolivia generó en los espectadores un modo de reflexionar sobre sus propias prácticas migrantes donde el tiempo transcurrido y el porvenir se entremezclan con el presente, donde las experiencias –en su mayor parte rurales– fueron rememoradas con nostalgia, pero también confrontación y conflicto con la vida urbana e industrial de una ciudad como Comodoro Rivadavia. Para quienes residen en los barrios de la zona sur, significa convivir con episodios de violencia extrema contra el extranjero, entonces se entiende la tarea pedagógica que esta Biblioteca desarrolla diariamente, tal como manifestó una de las mujeres que participó en el cine migrante:
De algún modo somos todos inmigrantes, más acá en la Patagonia pero algunos más que otros… por ejemplo los chicos vienen acá a la biblioteca a buscar cosas y dicen: «Nosotros somos de acá». Y yo les digo: «¿Pero no tienen algún abuelo, algún pariente que haya venido de otro lugar?». Y ahí dicen «Ah sí… mi abuelo vino de Chile». Ya es una generación, como me paso a mí. (Noemí Zapata, octubre de 2013)
78A lo largo del debate pudimos observar que se produjo en el público asistente una constante confrontación con los relatos propios de sus experiencias, de querer analizar el significado de sus trayectorias migratorias a partir de nuestra propuesta, al punto de cuestionar la pertinencia del modo en que titulamos la experiencia de nuestro cine migrante. Una de las asistentes manifestó:
yo que soy migrante digo: el tema no es de que si uno es de aquí o es de allá, sino qué pasa porque cuando uno vuelve. A mí me pasa que yo voy a Chile y tampoco me siento de allá porque ya son muchos años, si tengo que hacer algún trámite… en cambio acá no. (Lidia Troncoso, octubre de 2013)
79Esta dinámica social que nos mostró esta migrante chilena, al expresar la transformación no sólo de quien partió, sino también del lugar de origen, de «lo que dejaron» y de lo que vendrá. Como proyecto extensionista pudimos rescatar la dinámica social que debería estar de modo constante en nuestras prácticas de investigación.
80Sin duda, la proyección de Return to Bolivia en el contexto del público barrial recuperó imágenes previas a la proyección que se encuentran vinculadas a representaciones que refieren al esfuerzo y la lucha cotidiana del migrante, a lo que significa convivir cotidianamente con la diferencia, imágenes totalmente alejadas del discurso xenófobo que es posible observar a escasos metros de donde debatimos acerca de la película.
Reflexiones finales
81Las narrativas de la identidad son las que intentan un discurso descentrado, equilibrante de la asimetría que pone en el otro las marcas de la inferioridad. Porque el discurso hegemónico en general propone, qué es legítimo y qué no; quién participa en el lenguaje significativo y quién no. Es preciso entonces, atravesar las redes y los códigos de quienes construyen y proponen discursos. Tomar iniciativas conjuntas para dar crédito a las voces alternativas, reconocer la dinámica de las tradiciones, siempre desarrolladas en un tiempo y espacio, y admitir una visión más ajustada de la realidad, el saber y la ciencia.
82Tal como manifestamos en el artículo, el cine y las ciencias sociales intercambian saberes y miradas que deberíamos seguir profundizando. En ambas producciones fílmicas pudimos observar el protagonismo de las mujeres, en consonancia con la denominada feminización de las migraciones. No sólo desde una posición de agenciamiento cuando están en soledad con su maternidad, sino cuando se encuentran en parejas, comparten decisiones, inquietudes y proyectos con el hombre de la familia. En los relatos –sobre todo del público barrial–, predominaron también los recuerdos de mujeres que asumieron solas la migración o las tienen como protagonistas del proceso migratorio familiar.
83Si recuperamos una mirada comparativa entre los dos públicos académicos, debemos considerar el modo en que un contexto académico condiciona las opiniones, ideas y saberes, a partir de la relación docente-estudiante, ya que algunos de los integrantes del equipo de investigación-extensión son docentes de quienes asistieron a las proyecciones. Y en el caso de docentes que se acercaron a la proyección de Las Acacias, pusieron en juego sus saberes acerca del film y el contexto en el cual se enmarca.
84En cambio, entre el público barrial, la película Return to Bolivia ofició de marco de confianza no sólo para compartir sus propios relatos migrantes, sino también para lograr un tipo de empatía con los protagonistas que les permitió proyectar sus propias vidas y la idea del propio viaje. ¿Qué significaría regresar a la casa de sus abuelos? ¿Cómo es la experiencia del familiar que queda en el lugar de origen? Entre tantas cuestiones que consideramos que de modo similar a las road movies, siguieron viajando por las mentes del público barrial a partir de la experiencia del cine migrante.
85También pudimos notar que por ser Comodoro Rivadavia una ciudad urbanísticamente escindida entre un norte con raigambre ypefiana y un sur en permanente expansión con población migratoria limítrofe e interna, las vivencias y experiencias, también están signadas por el modo en que se percibe el problema migratorio. Básicamente, el público académico de la zona norte problematizó a través del saber científico un fenómeno que conocen por su complejidad y magnitud, pero el público barrial de la zona sur nos mostró que el problema migratorio forma parte de las trayectorias de sus vidas y de la cotidianeidad del espacio que transitan diariamente.
86Esencialmente pudimos percibir que en la mirada académica predomina la observación y la búsqueda de objetividad ante la problemática migratoria; y en el público barrial, predominan las emociones, enojos, broncas y por supuesto alegrías en un contexto de movilidades y migraciones constantes, donde las distintas generaciones de migrantes conviven en un contexto de conflictividad permanente para quien ingresa recientemente a la ciudad e intenta con cautela comenzar a encontrar su lugar.
87De estas situaciones no quedan excluidos los grupos de migrantes internos, sobre todo los que por cercanías por lazos socio-históricos son emparentados con los grupos bolivianos, tales como salteños y jujeños o bien correntinos y misioneros con los grupos de migrantes paraguayos. Esta línea de análisis consideramos que debería profundizarse en posteriores investigaciones.
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Notes de bas de page
1 Desarrollado en la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales, unpsjb y en el marco del Proyecto de Investigación: «Migrantes bolivianos y paraguayos en Comodoro Rivadavia (Chubut). Diferenciaciones, identificaciones e interacción con la sociedad comodorense (1958-2010)», Secretaría de Ciencia y Técnica, unpsjb. (2011-2014). Resol. R/7 322-2011.
2 Utilizamos el género masculino por convención, pero refiere a ambos (masculino y femenino), en ésta y otras nominaciones.
3 La actividad se enmarca en las actividades desarrolladas desde el p.i. «Migrantes bolivianos y paraguayos en Comodoro Rivadavia (Chubut). Diferenciaciones, identificaciones e interacción con la sociedad comodorense (1958-2010)» Secretaría de Ciencia y Técnica, unpsjb.
4 La denominación Nuevo Cine Latinoamericano refiere a la surgente generación de cineastas y dialoga con el tiempo social y político a partir de reiteradas coordenadas temáticas que recuperan las iniciativas del lenguaje de los ochenta, a través de ejes temáticos tales como la memoria, la pobreza, la exclusión, las migraciones, los movimientos sociales y la periferia, en propuestas formales cuya comprensión pone de manifiesto los escenarios de crisis en la expresión local y/o regional; y de conflictos y dilemas que están también instalados en las sociedades globalizadas y masivas.
5 El concepto de representaciones sociales posee un extenso debate que sería imposible agotar en esta cita, pero mencionaremos que desde los aportes de Durkheim (1982) a partir del estudio de las representaciones colectivas desde un punto de vista objetivista, fueron muchos los estudios que problematizaron este concepto, tales como los realizados por Pierre Bourdieu, quien sostiene: «… las representaciones de los agentes varían según su posición (y los intereses asociados), según sus habitus, como sistemas de esquemas de percepción y de apropiación, como estructuras cognitivas y evaluativas que se adquieren a través de la experiencia duradera de una posición en el mundo social […]» (Bourdieu, 1990, p. 134). En consonancia con esta visión, Roger Chartier pone énfasis en rescatar la dinámica de las representaciones y sus articulaciones con los sistemas ideológicos y con las condiciones socio-políticas de quienes las usan, crean y ponen en acción (Chartier, 1996, p. 59).
6 Dirección de Investigación Territorial. Subsecretaría de Bienestar Social y Familia. Secretaría de Desarrollo Humano y Familia. Municipalidad de Comodoro Rivadavia. Actualizado el 8 de octubre de 2013. Para una nota periodística sobre el tema, ver: «De los 32 conglomerados que analiza el indec, el de Comodoro-Rada Tilly tiene el 51,9 % de sus trabajadores sobreocupados. Comodoro tiene la tasa más alta de sobreocupación del país». Diario El Patagónico. 29 de diciembre de 2013. http://www.elpatagonico.net/nota/225654/
7 Cabe aclarar en esta introducción que no ahondaremos –por cuestiones de espacio– en una línea de análisis que consideramos fundamental para problematizar el tema migratorio en Comodoro Rivadavia, y se encuentra ligada a las marcaciones étnicas que refieren a «lo boliviano» y «lo paraguayo» en términos nacionales. Es válido recuperar aquí la observación de Cardoso de Oliveira en el sentido de que la adversidad que encuentran los migrantes, «… perceptible a nivel de identidades estigmatizadas, es un hecho que apenas varía en su intensidad, y con el cual los inmigrantes tienen que aprender a convivir. Y es precisamente debido a esta adversidad que los inmigrantes tienden a asumirse –y muchas veces a organizarse– como etnias, aislándose en espacios sociales específicos […]» (2007, p. 221).
8 Ante los primeros ataques de incendio de las viviendas los grupos migrantes decidieron quemar lo que quedaba de sus pertenencias. Ver nota: «La extensión del 30 de octubre es tierra de nadie. Jóvenes con causas penales que residen en las 1008 viviendas despojan de sus precarias edificaciones a vecinos de la extensión». Diario El Patagónico, 24 de noviembre de 2011. Disponible en: http://www.elpatagonico.net/nota/110172/
9 Optamos por la utilización de la categoría feminicidio, aunque sabemos que forma parte de un debate complejo, ver (Segato, 2006).
10 Ver nota: «Un equipo de Diario Patagónico recorrió el sector de la extensión del 30 de Octubre donde el lunes fue hallado el cuerpo de Yasmin Chacoma. “Barrio de los paraguayos”, el lugar que hoy está en el ojo de la tormenta». Diario El Patagónico. Domingo 22 de septiembre de 2013. Disponible en: http://www.elpatagonico.net/nota/214822-barrio-de-los-paraguayos-el-lugar-que-hoy-esta-en-el-ojo-de-la-tormenta/ (Consulta realizada el 23 de septiembre de 2013).
11 Las últimas dictaduras militares de Chile y Argentina emprendieron sendas persecuciones –por diferentes motivos: políticos, legales, etcétera– en ambos lados de la frontera. Lo chilenos de Comodoro Rivadavia recuerdan las deportaciones realizadas sobre todo en 1978 (Baeza, 2001, p. 401).
12 También los migrantes internos poseen su propia celebración desde 1990, en un evento denominado Feria Nacional de las Provincias, en una escala menor a la Feria de las Colectividades Extranjeras, se desarrolla la elección de la Reina, feria gastronómica y diversos números artísticos, a fin de cada año.
13 Laura Segato explicita: «Las elites políticas se propusieron crear un “sujeto nacional” que tiene unas particularidades que son completamente argentinas[…]. Hubo un laboratorio hecho por los médicos, los novelistas, los políticos de la Argentina que trabajaban para producir la imagen de nación, que querían generar un sujeto que no tenga el rostro de las etnias derrotadas[…]. Y las élites criollas se propusieron construir un sujeto nacional que no fuera ni gringo ni vencido, que no tuviera el rostro del colonizador español ni tampoco el rostro del derrotado africano o indio. En nuestros países nos inculcaron, nos atornillaron la cabeza con el “crisol de razas”[…]. El “terror étnico” en la Argentina se refiere a todo lo que se diferencia de ese clon, de esa síntesis nacional que procuramos ser por mucho tiempo[…]» (Segato, 2008).
14 Considerados estos como los Nuevos Movimientos Sociales, se suman o se asocian con la lucha de clases identificada a lo largo de la historia con las luchas obreras y que fueron eje fundamental en algunas transformaciones del mundo. «En el ámbito del conflicto social nos hallamos ante el hecho de que al lado de las viejas y renovadas formas de conflicto propias de las sociedades industrializadas, aparecen nuevos conflictos, producto de las nuevas dimensiones de la conciencia moderna[…]. A diferencia de la perspectiva anterior no se sostiene sólo que los conflictos de clase se vertebren de forma nueva. Sino que otros conflictos, como pueden ser los de género y los conflictos raciales, han logrado una entidad teórica, un campo de investigación propio» (De Miguel, 2004, p. 19-20).
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