Composición migratoria y complejidad en un área urbana fronteriza. Cambios y permanencias en Bariloche
p. 15-29
Texte intégral
Introducción
1El estudio de la movilidad humana desde las distintas ciencias sociales y en particular, para el caso de este trabajo, desde la demografía, emerge como una necesidad que ayuda a describir, analizar e interpretar procesos cada vez más vertiginosos, dinámicos y complejos. Desde esta perspectiva, los esfuerzos realizados desde el mundo de las ciencias se han abierto a un amplio abanico temático. Así, dentro de los estudios migratorios pueden encontrarse abordajes acerca del mundo laboral, socioeconómico, de la salud, educativo, cultural, demográfico y político. En cuanto a los estudios de caso recortados territorialmente, en particular aquellos que analizan la inserción de los migrantes en destino, la mayoría ha dado cuenta de situaciones metropolitanas, en particular en las grandes ciudades globales (Pries, 1999; Portes, 2001; Sassen, 2006; Singer, 2004). En este sentido, las ciudades medias y los espacios fronterizos se encuentran comparativamente menos estudiados.
2El objetivo de este capítulo es indagar en los procesos de transformación que la migración internacional ha experimentado en San Carlos de Bariloche. Esto se realizará a partir del estudio de fuentes censales desde dos enfoques: uno de largo plazo y otro que analiza y desarrolla los cambios más recientes de la composición migratoria (2001-2010).
3Para el primer enfoque se analizará la evolución de la población según la condición de su lugar de nacimiento en el departamento Bariloche. Se trata de una serie que abarca 115 años y nueve censos nacionales (1895, 1914, 1947, 1960, 1970, 1980, 1991, 2001, 2010). El análisis se inicia en el segundo censo nacional (1895), ya que fue a partir de este registro que la cobertura alcanzó a la región patagónica. Cabe aclarar que para los censos de 1947 y 1991 los datos utilizados no corresponden a los del departamento, sino a los de la localidad. A pesar de que esto significa que estos valores muestran sólo lo comprendido dentro del ejido municipal, levemente menores de lo que comprende el total del departamento (que incluye la localidad de El Bolsón y la población rural dispersa), los valores de la localidad representan aproximadamente el setenta por ciento del total departamental (Matossian, 2012). Por ello, a pesar de no representar precisamente las mismas unidades espaciales, y si se considera la falta de datos departamentales, se utilizan estos valores en la búsqueda de no interrumpir la serie comparativa y utilizar valores relativos con miras a reducir las imprecisiones.
4El segundo enfoque se centrará en el abordaje de los registros correspondientes a los dos últimos relevamientos de los años 2001 y 2010. El nivel de desagregación nos permite analizar los cambios en la composición migratoria según el país de nacimiento a escala departamental.
5De manera complementaria al análisis de las fuentes censales se problematizará, desde una perspectiva histórica, el rol de los no nativos en la composición de la población barilochense. En este sentido, cabe señalar que conceptos tales como no nativo y extranjero son utilizados en este capítulo en tanto categorías de análisis tomadas de los propios relevamientos estadísticos, más precisamente de los censos nacionales, para indicar a la población nacida en un país distinto a aquel donde es censada. Se respeta esta categoría de análisis al utilizar información censal pero este uso no es en términos esencialistas, sino que es resignificado en el reconocimiento de estos conceptos en tanto construcciones sociales vinculadas a la conformación de los Estados nacionales. Su empleo como categorías de análisis se enmarca en el aprovechamiento de la cobertura espacial y temporal que brindan los censos, aún con sus limitaciones y riesgos.
Migraciones en San Carlos de Bariloche: más allá de la población no nativa
6San Carlos de Bariloche es uno de los principales centros de atracción de población entre las ciudades intermedias de la Patagonia. Núcleo urbano de jerarquía regional, su economía se encuentra altamente concentrada y globalizada en torno al turismo. Presenta una compleja y heterogénea composición social. Esta heterogeneidad deriva en fuertes tensiones en torno a la construcción de su pasado (Fuentes y Núñez, 2007; Kropff, 2001; Matossian, 2010; Méndez e Iwanow, 2001; Núñez, 2004, Méndez, 2005; Navarro Floria, 2008 y Navarro Floria y Vejsbjerg, 2009). Los conflictos entre las varias historias tienen un trasfondo étnico-cultural latente. En principio con la Campaña del Desierto, que en el sector del Nahuel Huapi se concretó entre 1881 y 1885, el ejército argentino controló las tierras indígenas, asesinó y desplazó a distintos grupos que habitaban la región para incorporar esas tierras a la lógica económica dominante y para promover un poblamiento blanco y europeo. De allí que la complejidad y la heterogeneidad poblacional de esta localidad existen, en cierto modo, desde su origen.
7Dado que el poblamiento tiene sus propias dinámicas, difícilmente controlables por el Estado nacional, la movilidad humana se expandió y avanzó más allá de las pretensiones homogeneizadoras y sus fronteras. Desde la perspectiva de la incipiente presencia del Estado nacional en la región, se comprende lo problemático de la presencia de ciertos extranjeros al constituirse la Colonia del Nahuel Huapi en 1902. Del conjunto de los nacidos fuera de la Argentina, el nacido en Chile ha sido, como se verá más adelante, el grupo más importante en términos absolutos. En cuanto a la construcción de un imaginario migratorio los chilenos poseen una imagen social negativa, construida por prejuicios y estereotipos (el chilote) que suele contraponerse con la del buen migrante (de origen centroeuropeo). Para comprender estos imaginarios es necesario también remontarse al año 1934 cuando se crea el Parque Nacional Nahuel Huapi, cuya concepción primera estaba íntimamente vinculada al ideal de San Carlos de Bariloche como la Suiza argentina (Navarro Floria, 2008).
8La composición de la población se ha complejizado más aún desde mediados del siglo xx con el aumento de los migrantes recientes (argentinos y extranjeros), a los que se suman residentes de temporada y una gran cantidad de población flotante de turistas. Entre los migrantes internos se destacan los procedentes de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y de la provincia de Buenos Aires; en menor proporción, los nacidos en la Línea Sur de Río Negro (ámbito rural) y de otras grandes ciudades de la Argentina (Rosario, Córdoba, Neuquén, entre otras) (Matossian, 2012). Esta ciudad muestra con claridad que distintos tipos de desplazamientos participan simultáneamente en la constitución de lugares (Zusman, Lois, Castro, 2008): migrantes, turistas, intelectuales o empresarios insertos en distintas redes pueden confluir y reconfigurar un único espacio.
9Desde este punto de partida se propone desarrollar, en primer término, un recorrido histórico de las migraciones en Bariloche desde la demografía, para luego avanzar, en segundo término, hacia un análisis de la situación actual acerca de la composición de la población según origen.
Presencia extranjera en el departamento Bariloche a lo largo de los censos
10La presencia extranjera fue proporcionalmente más importante que la nativa durante los primeros años de San Carlos de Bariloche como poblado. Fue así como para 1895 el porcentaje de extranjeros ascendía a más de las tres cuartas partes de la población total, que apenas alcanzaba los 126 habitantes y en 1914 era el 40 % de la población (Figura 1). Para 1914, uno de cada tres habitantes (34,1 % de la población total) había nacido en Chile. Sobre el total de los extranjeros, los chilenos componían el 84 % y los europeos, apenas un 11 %. Si bien existía un flujo de chilenos de origen alemán que circulaba motivado por el comercio hacia un lado y otro de la cordillera (Méndez, 2005), la importancia del conjunto chileno por sobre el total de los europeos (no sólo alemanes) cuestiona, al menos, el imaginario de los pioneros europeos como colectividad casi exclusiva dentro del grupo de los denominados primeros pobladores, fuertemente sedimentado en numerosos sectores de la sociedad.
11Así, el peso relativo de la población extranjera sobre el conjunto de los habitantes de San Carlos de Bariloche fue descendiendo a un cuarto del total en 1947. A partir de entonces ese porcentaje continuó reduciéndose gradualmente hasta alcanzar el 10,08 % en 2001 y un mínimo de 8,81 % en el último censo realizado en 2010.
12El crecimiento de la ciudad entre 1947 y 1960 se nutrió también de migraciones internas, entre las cuales se destacaron los llegados desde áreas rurales del mismo departamento de Bariloche, del resto de los departamentos rionegrinos y migrantes urbanos arribados desde la ciudad de Buenos Aires y otras ciudades del país.
13Respecto de la migración internacional, los chilenos fueron la primera minoría en la ciudad ya en el censo nacional de 1914 y en el censo del Territorio Nacional de Río Negro de 1920. En 1960 un 21,3 % de población en San Carlos de Bariloche era extranjero; sobre ese conjunto un 64,9 % era americano, un 34 % europeo y 1,1 % del resto de los continentes.
14Según De Civit y Velasco (1970) la actividad laboral de los chilenos en la ciudad que hasta entonces había sido de carácter temporario, cambia hacia el fin de la década del setenta para dar paso a un afincamiento permanente en la ciudad. Esta circunstancia favoreció la regularización de su situación legal, sobre todo durante el período 1964-1968 (tercera regularización migratoria) con un total de 1300 nuevos chilenos documentados.
15En cuanto a la estructura de la población, en 1960 (Miatello, 1970, p. 179) analiza los datos censales y describe la pirámide de población extranjera para el departamento Bariloche, que mostraba una típica forma de urna, su gravidez, en ambos sexos, se acentúa desde los 14 años y alcanza su máxima expresión desde los 30/34 a los 55/59 años. Se observa equilibrio de sexos; más allá de los 40 años el número de mujeres baja bruscamente y recién con posterioridad a los 65 años vuelve a insinuarse la paridad. El grupo de varones adultos jóvenes tenía alta proporción de extranjeros, estructura típica de población activa nutrida por migraciones laborales.
16En ese mismo trabajo se analiza la composición por origen de los extranjeros en San Carlos de Bariloche. Por ejemplo, considera que las reminiscencias alpinas se apoyan en la «cuota alemana, europea central, más alta que para el conjunto rionegrino» (Miatello, 1970, p. 179). A la vez que la proximidad con Chile se reconoce en que «la localización fronteriza ha acentuado su influencia en ambientes circundantes multiplicando la ingresión chilena que considera el área como un zona natural de expansión; se agrega la novedad de una concurrencia cada vez mayor de la mujer chilena» (Miatello, 1970, p. 179). Estas observaciones dejan traslucir las maneras de referirse a cada uno de estos conjuntos aún desde los trabajos académicos: mientras la migración centroeuropea se vincula con las características del paisaje alpino, la presencia chilena se relaciona con la frontera y con una imagen amenazante cuando se habla de ingresión y del carácter expansivo.
17En otro de los trabajos publicados en 1970 se reconocían tres grupos bien definidos: argentinos, chilenos y europeos, al tiempo que se afirmaba que la sociedad de San Carlos de Bariloche «no cuenta con unidad histórica ni étnica y que las divergencias que surgen les impiden constituir una sociedad cultural» (De Civit y Velasco, 1970, p. 249). Sin embargo, esta falta de integración social y cultural ya conformaba un sello de heterogeneidad desde el mismo origen de la ciudad.
18La composición social de San Carlos de Bariloche de los años ochenta era relativamente más joven que la del resto de la provincia de Río Negro y cerca de la mitad de los residentes era migrante (internos e internacionales), procedente principalmente de la región pampeana, o de Chile (Jujnowsky, 1982). La Figura 2 muestra la composición de la población tanto por origen como por grupos etarios para 1980. Como sucede con frecuencia, la población infantil, el grupo de menores de 15 años, posee un bajo porcentaje de población extranjera: el 8 % corresponde a nacidos en país limítrofe, grupo reducido compuesto por aquellos que llegaron traídos por sus familias. Dentro del segundo grupo etario (15-64 años), el de población económicamente activa, se distingue el aumento entre los nacidos en países limítrofes. Este rango etario también muestra una mayor participación de migrantes internos, mayor aun que la de los nacidos en la provincia de Río Negro, y un pequeño porcentaje de nacidos en países no limítrofes.
19Finalmente, el grupo de pasivos definitivos, comprendido por la población de 65 años y más, muestra una composición distribuida de modo similar entre las cuatro categorías. Allí la población de origen no limítrofe ostenta poco más de un cuarto del conjunto, los migrantes internos componen la mayoría con casi un tercio y los rionegrinos, junto con los nacidos en países limítrofes, representan un 21 % cada uno. Estos valores permiten inferir que la llegada de migrantes fue intensa y sostenida no sólo en aquellos años, sino también durante las décadas anteriores, ya que en este grupo podrían encontrarse migrantes que ya llevaban varias décadas como residentes.
20Esta composición de la población según su origen se modifica en el año 1991, principalmente en las edades extremas, según los datos publicados en Abalerón y Del Pololo (1994, p. 67). Entre los menores de 15 años, un 81,4 % es nacido en Río Negro y el porcentaje de nacidos en países limítrofes es de 2,93, considerablemente menor al de 1980. En el grupo de los mayores de 65 años, los rionegrinos y el resto de los argentinos toman más participación, ya que alcanzan un 26 % y un 39,9 %, respectivamente. Mientras tanto, los nacidos en países limítrofes descienden al 16,3 % y los nacidos en países no limítrofes, al 17,6 %. Esto indica la relativa desaceleración de las migraciones internacionales en la década del noventa.
Extranjeros en Bariloche: el protagonismo de los chilenos
21La Argentina se ha constituido como destino principal de la emigración chilena hasta principios de los noventa y aún para 2003, el 80 % de los chilenos en el exterior residía en este país (Ine-Dicoex, 2005, p. 245). La Patagonia y dentro de ella San Carlos de Bariloche recibieron gran parte de esta migración. Desde una perspectiva histórica, el arribo de chilenos a la región patagónica argentina ha mantenido una lógica estrechamente vinculada a los vaivenes políticos y económicos de cada uno de los Estados.
22En 1895 los chilenos constituían el 92 % del conjunto de los extranjeros en Bariloche, el 84 % a principios de siglo XX para luego descender a poco más del sesenta por ciento en 1960 y luego retomar su predominio a raíz de los sucesos sociopolíticos y económicos suscitados en la década del setenta. En 1978, en un clima de constante tensión a partir de la disputa por el canal de Beagle, ambos países casi llegan a un enfrentamiento bélico. En ese contexto, el flujo migratorio se intensificó como consecuencia de la violencia y el desequilibrio político generados a partir del golpe militar al gobierno de Salvador Allende en 1973. Además de las razones políticas, las cuestiones económicas también fueron un motivo de emigración: en 1975 Chile alcanzó niveles de desocupación cercanos al veinticinco por ciento (Paredes, 2003). El proceso migratorio por razones políticas se mantuvo hasta mediados de la década de los ochenta.
23Aun con esta reducción del flujo, la cantidad de chilenos asentados a lo largo de varias décadas en Bariloche queda reflejada en el conjunto de la población extranjera. Así para el año 2001 los nacidos en Chile representaron una amplia mayoría, con el 81 % del conjunto de los extranjeros, tal como se indica en la Figura 3. En el registro censal siguiente, del año 2010, este porcentaje descendió nuevamente hasta alcanzar el 70 por ciento sobre el total de los no nativos (Figura 4). En el apartado siguiente se analizará a qué otros factores, además del freno del flujo chileno y del normal envejecimiento de la población de dicho origen, responde esta disminución de su importancia relativa en el conjunto de los extranjeros. Dicho de otro modo, la pregunta es cómo se compone ese porcentaje de población extranjera, distinta a la chilena, que ha aumentado en el último período intercensal y cuáles son los motivos por los cuales han decidido asentarse en Bariloche.
24El retorno a la democracia, el 11 de marzo de 1990, constituyó un hito en la historia de Chile. La inmigración hacia San Carlos de Bariloche, y hacia la Argentina en general, disminuyó a partir de esos años pues las condiciones políticas y socioeconómicas en Chile se habían tornado más favorables, haciendo que los antiguos motivos para emigrar fueran superados (Consulado General de Chile en la Argentina, 1995).
Los cambios en el perfil migratorio
25La migración internacional fue modificando en las últimas décadas su perfil desde una presencia casi exclusiva de población chilena hacia dos tipos de flujos bien diferenciados no sólo por su origen, sino también por las motivaciones diferenciales que impulsaron su migración. Así, en rasgos generales, se distinguen por un lado los migrantes de países vecinos con motivaciones netamente laborales y, por el otro, los migrantes provenientes de países desarrollados atraídos por factores especialmente relacionados con una mejora en su calidad de vida.
26En la Figura 5 se identifican los cambios en este perfil. Tal como se demostró en el apartado anterior, la migración chilena sigue siendo la principal por un muy amplio porcentaje, su peso histórico continúa siendo predominante aunque muestra una tendencia al descenso. Ahora cabe destacar qué sucede con la migración de otros países de nacimiento, poco estudiados en la historiografía local.
27Se destaca el aumento de la población nacida en el Paraguay, España, Bolivia, Brasil, Estados Unidos y Colombia (Censo 2010). Todos estos grupos han aumentado en más de un uno por ciento su participación en el conjunto de la población extranjera. En un sentido inverso, han disminuido la participación de los nacidos en Italia, Alemania, Polonia, Austria y Eslovenia respecto del censo 2001. Estas últimas son poblaciones envejecidas de antiguos migrantes que han ido reduciéndose.
28Estos valores muestran un cambio en la composición de los extranjeros en el departamento Bariloche con una tendencia al aumento del protagonismo de los nacidos en países de América Latina. Esta tendencia se asemeja a la de otras localidades medias de la Patagonia argentina tales como Comodoro Rivadavia o Puerto Madryn (Sassone et al., 2011) cuyos flujos migratorios han ido modificándose en los últimos cincuenta años desde un perfil relativamente homogéneo (o más precisamente compuesto en su mayoría por población chilena) hacia uno que avanza aceleradamente en su diversificación. Esta población arriba a estas localidades por motivos principalmente laborales y se insertan en sus pujantes economías, tales como la industria del petróleo en el caso de Comodoro Rivadavia, o del turismo y la pesca en el caso de Puerto Madryn.
29Asimismo, debe indicarse que dado su carácter turístico, Bariloche se presenta como un destino atractivo para un tipo de movilidad reconocido como migración de amenidad o migración por estilo de vida (Zunino et al., 2012). La literatura sobre migración de amenidad (González et al., 2009; Moss, 2008, 2006) pone el acento analítico en la migración de personas desde las metrópolis a ciudades pequeñas o pueblos rurales en el interior, sobre todo hacia destinos de montaña, cuya calidad ambiental y cultural es percibida como superior a la de sus lugares de residencia anteriores. Otro cuerpo teórico es el referido a la migración por estilo de vida (O’Reilly, 2000) el cual describe aquella relocalización como producto de una actitud reflexiva de los individuos sobre sus propias vidas y las posibilidades que el migrante visualiza en la comunidad receptora, por ejemplo: una vida relajada y tranquila gastos más bajos en vivienda, clima, beneficios para la salud y sentimiento de vivir en comunidad. Para el caso de Bariloche, tal podría ser el motivo que explica el aumento de los nacidos en España y Estados Unidos de América del Norte.
Estructura demográfica del conjunto extranjero en 2010
30La posibilidad de desagregación que brindan los registros censales permite analizar en detalle la composición de conjunto aparentemente homogéneo como puede llegar a ser el total de la población nacida en determinado país que reside como grupo migrante en una localidad. Para rastrear desde un enfoque demográfico estas diferencias es que se procesaron datos para el departamento Bariloche1. Así, es posible distinguir las heterogeneidades en la estructura por sexo de la población extranjera (Tabla 1).
Tabla 1: Estructura por sexo de la población según país de nacimiento. Departamento Bariloche, 2010
País de nacimiento | Total | Varones | Mujeres | Índice de Masculinidad |
Chile | 8265 | 3695 | 4570 | 80,85 |
España | 408 | 209 | 199 | 105,03 |
Paraguay | 335 | 199 | 136 | 146,32 |
Italia | 331 | 159 | 172 | 92,44 |
Bolivia | 317 | 195 | 122 | 159,84 |
Brasil | 247 | 106 | 141 | 75,18 |
Uruguay | 232 | 118 | 114 | 103,51 |
Alemania | 198 | 83 | 115 | 72,17 |
Francia | 91 | 50 | 41 | 121,95 |
Perú | 67 | 37 | 30 | 123,33 |
Total extranjeros | 11761 | 5497 | 6264 | 87,76 |
Total argentinos | 121739 | 60489 | 61250 | 98,76 |
Total | 133500 | 65986 | 67514 | 97,74 |
31El índice de masculinidad es un indicador de la distribución de la población según sexo. Para el total de la población en el departamento el índice es de 97,74 hombres por cada 100 mujeres, lo cual refleja una situación equilibrada frente al mismo indicador para los extranjeros, grupo en el que predominan las mujeres con un total de 6264 frente a 5497 varones, lo cual arroja un índice de masculinidad de 87,76. Ahora bien, si se ajusta el análisis según país de nacimiento se destaca que los nacidos en Bolivia, Paraguay y Perú muestran poblaciones significativamente más masculinizadas con índices de masculinidad que van desde 123 hasta casi 160 varones por cada 100 mujeres. Por su parte, los nacidos en Alemania, Brasil y Chile muestran una tendencia de mayor proporción de mujeres por sobre varones.
32Si se avanza aun más en el análisis se distingue que estas condiciones de las poblaciones se explican también por la distribución por edades (Tabla 2).
Tabla 2:Composición de la población extranjera por edad y sexo, valores porcentuales. Departamento Bariloche, 2010
Varones 0-14 | Varones 15-64 | Varones 65 y más | Mujeres 0-14 | Mujeres 15-64 | Mujeres 65 y más | Total | |
Chile | 0,96 | 35,77 | 7,99 | 0,99 | 45,21 | 9,09 | 100 |
España | 9,80 | 27,21 | 14,22 | 7,11 | 25,98 | 15,69 | 100 |
Paraguay | 3,58 | 53,13 | 2,69 | 2,99 | 30,15 | 7,46 | 100 |
Italia | 0,60 | 18,73 | 28,70 | 2,42 | 16,92 | 32,63 | 100 |
Bolivia | 11,36 | 45,74 | 4,42 | 12,30 | 25,24 | 0,95 | 100 |
Brasil | 3,64 | 34,01 | 5,26 | 3,64 | 46,15 | 7,29 | 100 |
Uruguay | 2,16 | 43,53 | 5,17 | 1,72 | 37,93 | 9,48 | 100 |
Alemania | 2,53 | 27,27 | 12,12 | 7,07 | 29,29 | 21,72 | 100 |
Francia | 5,49 | 29,67 | 19,78 | 7,69 | 18,68 | 18,68 | 100 |
Perú | 1,49 | 50,75 | 2,99 | 1,49 | 40,30 | 2,99 | 100 |
Total extranjeros | 2,21 | 35,74 | 8,79 | 2,24 | 41,02 | 10,00 | 100 |
33Los europeos constituyen, en rasgos generales y tal como sucede en otras partes del país, una migración envejecida, ya que se trata de la antigua migración de ultramar mayormente llegada hasta mediados del siglo xx. Así se reconoce en la situación barilochense, donde especialmente los italianos de más de 65 años representan un tercio del total de este grupo migratorio. Cabe señalar que para el caso de los nacidos en España, esta distribución se encuentra más equilibrada a partir de la llegada de nuevos migrantes españoles en los últimos años, razón por la cual responde a una dinámica diferente a la italiana.
34En contraposición, los flujos migratorios más recientes tienden a mostrar composiciones etarias jóvenes y presencia de porcentajes relativamente altos de pasivos transitorios (entre 0 y 14 años). El caso emblemático para Bariloche es el de la población nacida en Bolivia que ostenta altos porcentajes no sólo en edades activas (45,75 la masculina), sino también entre 0 y 14 (11,36 para varones y 12,30 para mujeres). Los peruanos y los paraguayos despliegan una distribución similar pero con más peso aun que las poblaciones activas y masculinas que componen más de la mitad del total de los conjuntos de sus respectivos orígenes. Se trata en estos casos de una migración de tipo laboral que busca en los últimos años oportunidades de trabajo principalmente en el ámbito urbano.
Reflexiones finales
35En San Carlos de Bariloche el peso de la migración chilena en el conjunto de los extranjeros todavía mantiene un fuerte predominio, tanto en valores absolutos como relativos. Aun así se ha registrado un lento pero constante cambio en ésta desde una presencia casi exclusiva de nacidos en Chile hacia una composición más heterogénea. Esta diversificación puede sintetizarse en dos tipos de flujos bien diferenciados. Por un lado, aquel representado por los migrantes de otros países vecinos y del resto de América del Sur, con motivaciones principalmente laborales; es decir, ya no sólo llegan chilenos, sino también bolivianos, paraguayos y colombianos. Por el otro, han arribado migrantes provenientes de países desarrollados atraídos por factores especialmente relacionados con una mejora en su calidad de vida, a quienes los estudios de las ciencias sociales sobre la temática suelen llamar migrantes por estilo de vida o por amenidad.
36Esta tendencia a la mayor diversificación migratoria se asemeja a la de otras localidades medias de la Patagonia argentina, en particular a la de Puerto Madryn, cuyos flujos migratorios han ido modificándose desde hace al menos una década, antes que para el caso barilochense, desde un perfil relativamente homogéneo hacia uno que comienza a complejizarse más aún.
37Aun teniendo presentes las limitaciones propias de los análisis basados en registros censales se ha podido mostrar esta tendencia desde una escala departamental que permite tener una visión general de todo el conjunto de la población no nativa. Cabe mencionar que este trabajo se presenta como complemento de otros que abordarán aspectos propios de la experiencia subjetiva de los procesos migratorios, analizados a través de otras estrategias teóricas y metodológicas.
38El conjunto de la población no nativa lejos de ser un todo homogéneo presenta significativas diferencias internas, no sólo según país de nacimiento, sino también según antigüedad de la migración y composición por edad y sexo. Esta heterogeneidad debe ser reconocida para un mejor abordaje desde la gestión pública de la diversidad cultural. Se busca así avanzar en la comprensión de procesos complejos y altamente dinámicos como lo son aquellos que combinan múltiples tipos de desplazamientos en un mismo espacio material y simbólico.
Bibliographie
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Notes de bas de page
1 Los datos para la localidad y los datos desagregados por fracción y radio censal para 2010 aún no se encontraban disponibles al momento de realizar este trabajo.
Auteur
CONICET-IMHICIHU
Doctora en Geografía por la Universidad Nacional de Cuyo (2011). Actualmente es Investigadora Asistente de la carrera de Investigador Científico del conicet en el Instituto Multidisciplinario de Historia y Ciencias Humanas. Ha escrito distintos artículos y capítulos de libros sobre problemáticas vinculadas a las migraciones y la ciudad, a diversas escalas y desde distintas metodologías, en particular en San Carlos de Bariloche y otras ciudades patagónicas. Participa de distintos proyectos de investigación en el país e internacionalmente.
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