Capítulo 12. Antecedentes y fundamentos para el análisis del conflicto petrolero en el periodismo digital de la Patagonia
p. 229-239
Texte intégral
12. 1. Introducción
1Este trabajo analiza los antecedentes y fundamentos de la cobertura periodística del conflicto petrolero en la Cuenca del Golfo San Jorge (cgsj) y la Cuenca Austral (ca), durante el periodo agosto-diciembre de 2017.1 En función de ello, se realizó el seguimiento de las noticias publicadas en las ediciones online de los diarios El Patagónico, La Opinión Austral y El Sureño.
2La decisión de analizar la cobertura periodística de los conflictos laborales se basa en que la industria petrolera argentina se ha caracterizado en varios momentos de su historia por un elevado nivel de conflictividad, tal cual lo describen Carl Solberg (1986), Nicolás Gadano (2006), Gabriel Carrizo (2009), y Sebastián Barros y Gabriel Carrizo (2010); lo que se refuerza hoy en un contexto de caída del precio mundial del crudo: las empresas buscan reducir sus costos y los trabajadores mantener las conquistas salariales alcanzadas en los últimos años.
3Por otro lado, se asume que los medios gráficos –incluyendo sus versiones online– son actores centrales en la configuración de la agenda pública de noticias y de temas (Martini y Luchessi, 2004; McCombs, 2006; Aruguete, 2015). Esto se refuerza en nuestro caso de estudio ya que existe un consenso general acerca de que la prensa escrita es «la que mayor efecto de agenda alcanza» (Casermeiro, 2004, p. 264).
4La elección de las versiones online de los medios gráficos como objeto de análisis responde, además, a las transformaciones de las prácticas de producción, difusión y consumo cultural, consecuencias de la digitalización de los procesos comunicativos que –además de registrarse en la profusión de nuevas plataformas– alcanza también a los medios de comunicación que hoy podríamos llamar tradicionales.
5De esta manera, son objeto de estudio las noticias de medios gráficos tradicionales en sus versiones online vinculadas con el conflicto laboral petrolero en la cgsj y la ca, y las que involucran tanto a los trabajadores del sector y las organizaciones que los representan, como a las empresas concesionarias de los yacimientos –denominadas operadoras– que explotan los campos petroleros y gasíferos.
12. 2. Petróleo y conflicto
6La extracción de hidrocarburos en la Patagonia representa un importante indicador de la producción de las provincias de Chubut (38,4 %), Santa Cruz (29,3 %) y Tierra del Fuego (10,2 %),2 donde la actividad petrolera constituye una de las fuentes de ingresos financieros a partir del cobro de regalías derivadas de la producción de esa commodity. Este dinamismo se pierde a partir del primer trimestre de 2016, como consecuencia del estancamiento en el ritmo de realización de nuevos pozos de extracción (petróleo y gas), el correlato de esta disminución en la producción se traduce tanto en el empleo como en la caída de ingresos de cada provincia (Herrera, Bucci y Jonés, 2016).
7La historia petrolera argentina se inicia el 13 de diciembre de 1907 con el descubrimiento de crudo en Comodoro Rivadavia, núcleo de la cuenca petrolera y gasífera del Golfo San Jorge. Desde entonces, existe una disputa permanente entre el Estado y los capitales privados (nacionales e internacionales) por el control de los yacimientos argentinos, lo que tendrá un quiebre en la década de 1990 con la privatización de ypf, la empresa petrolera del Estado nacional.
8Nicolás Gadano (2006), economista especializado en la industria de hidrocarburos, analiza en su libro Historia del Petróleo en Argentina que, desde el momento en que se descubrió ese recurso energético, hace 108 años, se ha planteado un interrogante sobre su propiedad y otro respecto de quién debería explotarlo. Si bien el dominio público del subsuelo no se ha modificado en más de un siglo de explotación petrolera, el país tampoco ha podido encontrar respuestas claras y estables a esos dos interrogantes.
9Tanto Gadano como Daniel Montamat (1995) coinciden en que el marco regulatorio de la industria se ha caracterizado por recurrentes ciclos en los que reformas importantes suelen quedar sin efecto en el gobierno siguiente. En consecuencia, el petróleo no ha sido totalmente liberado a la actividad privada ni tampoco se ha impulsado de manera sostenida la explotación estatal.
10De la mano de los devastadores efectos económicos y estratégicos en el manejo del recurso hidrocarburífero, la privatización de ypf generó cambios de importancia en las economías regionales, como en las cuencas cgsj y ca. Varios trabajadores perdieron sus puestos de trabajo, «algunos canjearon sus indemnizaciones por remises, taxis o kioscos, una cantidad importante prefirió jubilarse y lamentablemente varios encontraron en el suicidio la única salida» (Herrera y García, 2003, p. 4).
11Este proceso de reducción del Estado comienza en 1976, con el caso de la Administración Comodoro Rivadavia de ypf (que hasta 1992 nucleaba a Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego) que tenía 8323 empleados, entre la planta orgánica estable y los contratados. Ya en 1978 se habían perdido 2200 puestos laborales en dicha administración. Al inicio del gobierno de Alfonsín en 1983, se habían perdido otros 3200 puestos de trabajo. Y en noviembre de 1992, el personal de la Administración Comodoro Rivadavia se había reducido a 1200 trabajadores y el de Santa Cruz a cerca de 400 obreros. Para noviembre de 1993, en la totalidad de la Administración Comodoro Rivadavia solo quedaban 418 empleados (Marques, 1999; Paura, 1995).
12A partir de este cambio histórico, la mayoría de las actividades de extracción y producción de petróleo se realizan a través de la contratación de empresas de servicios o contratistas. Este mecanismo se extendió en todos los yacimientos del país, permitiendo que, en la Cuenca del Golfo San Jorge, Repsol ypf tuviera 157 empleados a fines de 1999, contra los 8323 de 1976, que es el máximo histórico. Lo mismo sucedió con otras de las principales operadoras de la cgsj, como Pan American Energy (pae). Este proceso de abaratamiento de costos se realiza mediante tres estrategias:
- Desvinculación directa con el personal y alejamiento de la conflictividad laboral vinculada con la compañía.
- Contratación de los servicios necesarios, a través de contratos a corto plazo.
- Atomización de los obreros en contratistas, con convenios colectivos de trabajo diferentes.
13Con el paso de los años, cuando el precio del barril de petróleo superó los cien dólares entre 2010 y 2013, se incrementó la ocupación laboral en las diferentes cuencas del país, pero también los índices de conflictividad. Los sindicatos cobraron fuerza y se inició un período de reclamo de mejores condiciones laborales y salariales. La estrategia de atomizar a los trabajadores se volvió contra las operadoras, al aflorar conflictos con los diferentes gremios (petroleros de base, petroleros jerárquicos, uocra, vigiladores y camioneros) que, mediante distintas estrategias de protesta (cortes de ruta, piquetes, tomas de yacimientos, tomas de plantas, entre otras), afectaron la producción de las operadoras.
14La estrategia de las operadoras para morigerar esa situación consistió en crear sus propias empresas de servicios petroleros y, de esta forma, concentrar los servicios dentro de un mismo grupo económico. Este proceso iniciado por pae en 2013 se extendió a las demás empresas concesionarias de yacimientos (ypf, Tecpetrol, capsa, enap Sipetrol y Sinopec).
15Desde esa perspectiva, en los últimos dos años, con la caída del precio internacional de crudo y la consecuente disminución de las exportaciones y del consumo interno, la cuenca atraviesa un contexto de crisis, con una permanente tensión entre las empresas operadoras, los sindicatos y el Estado. Este proceso se agudizó a partir de 2016, cuando el precio mundial del barril de petróleo llegó, entre marzo y abril, a los veinte dólares. El reclamo de subsidios estatales a la actividad por parte de las empresas, la amenaza de despidos y el recorte de beneficios laborales para los trabajadores caracterizan ese entorno en el que se centrará nuestro análisis.
16A partir de esas premisas, se puede entender la denominación de conflicto en la industria petrolera de la cgsj y la ca como las tensiones disruptivas de la paz social (Zunino, 2016) que existen entre actores como empresas concesionarias de yacimientos, empresas de servicios petroleros, las cámaras empresarias que agrupan a esas compañías, los sindicatos y el Estado –nacional, provincial y municipal– en procura de imponer sus intereses.
17Por tratarse de un factor clave para el desarrollo económico de la región patagónica, este análisis parte de la hipótesis de que la actividad petrolera y sus conflictos laborales representan un acontecimiento noticioso de interés primordial para los medios periodísticos del sur de la Patagonia.
12. 3. La cobertura y sus fuentes
18El análisis de la cobertura periodística de los medios online sobre el conflicto laboral en la industria petrolera parte de suponer que los medios de comunicación son canales mediante los cuales tiene lugar la construcción de cogniciones socialmente compartidas, en el entretejido de formas de interpretar la realidad y la formación del conocimiento social (Zunino y Aruguete, 2010; D’Adamo, García Beaudoux y Freidenberg, 2000).
19En este contexto, los temas compiten por lograr un lugar en la atención pública, ya que ninguna persona puede atender a más de un puñado de asuntos (McCombs, 2006). A partir de la selección y jerarquización de ciertos hechos, y la omisión de otros, los medios contribuyen en la instalación de los asuntos que serán considerados importantes por el público (Zunino y Aruguete, 2010).
20Es Walter Lippmann (1964) quien sospecha que los medios proporcionan descripciones precisas de un mundo público que la gente no puede experimentar directamente. Las características diferencias entre la prensa de las grandes ciudades (amba y caba) y las de pequeñas comunidades (Patagonia sur) resultan de interés para esta investigación. Si bien los medios no tienen la suficiente capacidad para trascender sobre qué pensará y hablará la sociedad, sí tienen éxito en decirle al público en qué deben pensar (Cohen, 1963).
21Al decidir qué cubrir, los editores y periodistas se ven inducidos principalmente por las rutinas organizacionales, donde las luchas internas por el poder y los imperativos comerciales priman sobre los demás intereses (Epstein, 1973; Hirsch, 1975); sin obviar que dichas rutinas son generadas, principalmente, por las rutinas institucionales que –por involuntarias que sean las consecuencias políticas de las prioridades de los medios– son importantes ya que, desde la perspectiva de la agenda setting, la opinión pública reaccionará ante los acontecimientos que jerarquice el medio (Igartua y Humanes, 2004).
22A menudo se reconoce el rol de los medios gráficos en el conflicto social y, con frecuencia, se acusa a los medios de crear los conflictos. Se los puede acusar de sensacionalismo y de inflar los acontecimientos, o de cubrir y no prestar atención a todas las partes de una controversia (Gerald, 1963; Rivers y Schramm, 1969). Los medios responderán a estas acusaciones diciendo que descubrir las cosas es una contribución necesaria a los procesos democráticos (Small, 1977).
23El poder o la falta de poder de la prensa derivan en gran medida de su capacidad y su necesidad de ser selectiva (dentro de límites) al elegir qué temas publicar. En esto radica el poder de la agenda. Aunque puede parecer contradictorio sostener que los medios tradicionales se ocupan regularmente de los conflictos, entendidos como elementos disruptivos de la paz social (Zunino, 2016). Existe una real competencia de las partes en un conflicto por espacio y tiempo en los medios; incluso, para la información denominada de investigación, a menudo es una cuestión de decidir cuáles proposiciones de las fuentes de noticias aceptar (Bethell, 1977). En 1973, León Sigal publica su estudio donde compara la cobertura de fuentes extranjeras y nacionales del New York Times y del Washington Post, y establece que una gran proporción del material que se publica responde al hecho de que alguien tiene un interés creado en el tema y generó la atención en el medio para su publicación.
24A esta altura podemos afirmar que los medios seleccionan mediante presión entre diferentes ítems aportados por otros actores. Es igualmente cierto que los medios viven con los conflictos de sus comunidades. Pero no necesariamente los convierten en cuestiones públicas, también pueden restarles importancia, evitarlos por completo –como a menudo sucede en las pequeñas comunidades– o bien darles la portada del medio.
25Es imposible transmitir o reproducir toda la información que llega a un medio, por lo cual se toma cierta decisión sobre qué se publica –lo que se denomina selección de la información a partir de criterios de noticiabilidad–, en cada caso, una decisión del gatekepeer es un acto de control. Los medios, en definitiva, están contribuyendo a crear socialmente la realidad, trazando mapas de la realidad (McCombs, 2006) por los que se guían los ciudadanos.
26Todos los días se toman decisiones sobre las temáticas a publicar, y la complejidad social y política creciente del conflicto petrolero influye en el ambiente social de cada una de las comunidades en las que se encuentran insertas las cuencas petroleras.
27Es probable que la cobertura de los medios iguale los niveles de entendimiento en la medida en que incide en la intensidad de los conflictos en la sociedad. Esto no quiere decir que todos los grupos, o la mayoría de ellos, estén necesariamente buscando una redistribución del poder, sino que toda cuestión vinculada a cambiar las relaciones de poder es de preocupación general y que el conflicto tiende a plantear, precisamente, esa cuestión (Tchenor, Donohue y Olien, 1970).
28Los criterios de noticiabilidad definirán, por ejemplo, si un movimiento social reúne los ítems para ser noticia, tales como espectacularidad, frecuencia, características del líder y si el mensaje se adecua al modelo que los periodistas interpretan como nota en un momento dado. En esta simbiosis entre los medios y los movimientos, los segundos necesitan publicidad de sus actos y los primeros necesitan notas. En este sentido, Herbert Gans (1972) plantea que en toda sociedad hay un número de clases, grupos étnicos y religiosos, e intereses políticos que luchan entre sí por el control de los recursos de la sociedad. De este modo, existe una pugna por el poder de determinar o influir en los valores, los símbolos y la información de la sociedad. La lucha de los movimientos sociales con los medios tradicionales es constante, ya que existen elementos del Estado y de las empresas que buscan modelar o restringir el contenido de las coberturas.
29A partir de la selección y jerarquización de ciertos hechos, y la omisión de otros, los medios contribuyen en la instalación de los asuntos que serán considerados importantes por el público. Este complejo proceso pone de manifiesto «la valoración que cada medio efectúa de todos los hechos de la realidad» (Fontcuberta y Borrat, 2006, p. 57).
30Este mecanismo responde a los criterios y valores de los profesionales de la información y de la lógica de las empresas informativas que participan de ese mundo sobre el que hablan (Zunino y Aruguete, 2010).
31Entre esos criterios y valores profesionales se encuentran los criterios de noticiabilidad. Según Zunino y Aruguete (2010), son un sustrato ideológico que queda plasmado tanto en lo que se selecciona como en lo que se omite. En función de ello, la noticia aparece como un producto manufacturado para el consumo público que narra eventos factuales, generalmente públicos.
32La realidad no es transparente y la noticia es el producto de una actividad subjetiva, los valores-noticia (news value) son criterios que sirven a la hora de seleccionar aquellos elementos dignos de ser incluidos en la cobertura mediática de un acontecimiento. Esto explica por qué ciertos eventos se convierten en noticia al tiempo que otros quedan ocultos al ojo público (Galtung y Ruge, 1965). A su vez, funcionan como líneas-guía para presentar el material, saber qué enfatizar y qué omitir, qué parte de la noticia priorizar, entre otros aspectos. La novedad del acontecimiento informado, su cercanía temporal, su proximidad local e ideológica y su valor narrativo son otros factores que hacen al valor noticioso de un tema o acontecimiento (Igartua y Humanes, 2004; Wolf, 1991; Zunino y Aruguete, 2010).
33Estos autores también advierten que los mass media no son simples transmisores de acontecimientos que les son ajenos, sino que participan de la construcción de una agenda donde entran ciertos temas que son presentados a la sociedad como universales. A la vez, sostienen que no cabe pensar en un efecto de agenda sobre cualquier hecho, dado que los medios no deciden qué sucede de manera unilateral. En consecuencia, la noticia como producto es resultado de una negociación, un acuerdo entre actores con intereses propios que disputan poder, más que una imposición de las instituciones informativas (Zunino y Aruguete, 2010).
34Todd Gitlin (2003), en su análisis sobre el rol desempeñado por los medios masivos en la conformación del movimiento estudiantil norteamericano en los años 60, entiende que los frames son recursos que utilizan los medios desde su posición hegemónica para organizar la realidad social. Los define como patrones persistentes de cognición, interpretación y presentación, y de selección, énfasis y exclusión, por medio de los cuales, quienes manejan los símbolos, organizan rutinariamente el discurso verbal o visual (Koziner, 2016).
35La selección de marcos que realizan los medios no garantiza que un movimiento social encaje en el orden hegemónico, pero, sin duda, la no aparición en los medios tradicionales los condena a la marginalidad.
12. 4. Metodología
36Para evaluar la cobertura noticiosa que los medios tradicionales El Patagónico, La Opinión Austral y El Sureño realizaron en sus versiones online del conflicto petrolero en la cuenca del Golfo San Jorge y la cuenca Austral, durante el segundo semestre de 2017, se recurre al análisis de contenido del total de las notas periodísticas publicadas en las páginas de inicio.
37El análisis de contenido permite realizar inferencias reproducibles y válidas sobre fenómenos distintos a los directamente observados. Mediante mecanismos lógicos, el analista saca deducciones sobre la porción de la realidad social a la que alude la información disponible, así como el contexto en que ella es producida (Krippendorff, 1990).
38Entre su utilización en estudios sobre mass media, se puede citar un trabajo de investigación basado en el análisis de contenido de las principales noticias de portada de diversos diarios digitales de Europa y Estados Unidos, durante dos meses consecutivos, desarrollado por Thorsten Quandt (2008). El estudio se centra en:
- Analizar la dependencia de las agencias de información.
- Constatar cómo se aprovechan los elementos de interactividad y multimedia.
- Identificar los temas principales, los actores y la localización geográfica.
39También se destaca la herramienta metodológica desarrollada por Javier Odriozola-Chéne y Germán Llorca Abad (2014), a partir de la cual constatan el desarrollo homogéneo de los relatos periodísticos en una serie de cibermedios españoles y de otros países. En el citado estudio se realiza un análisis de la agenda temática y se certifica la homogeneidad de contenidos por tres factores fundamentales: los procesos de convergencia, la dependencia de noticias no generadas por los propios cibermedios y la actitud «caníbal», resultante del monitoreo constante de la competencia (Odriozola y Llorca, 2014, pp. 37-38).
40Para realizar dicho estudio, los autores distinguen –en la categorización de las unidades de análisis– entre variables o unidades contextuales y variables o unidades de registro.
41En nuestro caso, entre las unidades contextuales –que serán las mismas para todas las herramientas utilizadas en el conjunto del proyecto–, se analizarán las versiones online de los medios gráficos El Patagónico, La Opinión Austral y El Sureño. También se codificarán los siguientes elementos: el título de la información, url de la información analizada, fecha, datos del recopilador y fecha de la recopilación.
42Las unidades de registro son las noticias que se encuentren en los siguientes horarios de publicación diarios de esos medios: a las 9.00 y 19.00 horas. Esto nos permitirá cumplir el objetivo principal de este estudio, que es conocer y comparar el tratamiento del conflicto petrolero en los principales medios digitales de circulación de la Patagonia austral.
Bibliographie
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Notes de bas de page
1 Esta ponencia surge a partir del proyecto de investigación «El tratamiento periodístico de los conflictos laborales en la cuenca petrolera del Golfo San Jorge. Estudio comparativo de la cobertura de los diarios online de Comodoro Rivadavia y caba» (scyt 1317/17). También integra el programa «Cultura, apropiaciones tecnológicas y representaciones sociales en Chubut» (Res. cs 028/15). La investigación se encuentra dirigida por Daniel Pichl y Luis Sandoval e integrada por Víctor Latorre, Adrián Sandler y Guillermo Spina. Asesoras: Natalia Aruguete y Nadia Koziner.
2 En este caso, los porcentajes representan la participación total nacional de cada una de las provincias en relación con la producción de gas natural y petróleo.
Los datos se obtuvieron de la Secretaría de Política Económica y Planificación del Desarrollo, Subsecretaría de Planificación Económica, Dirección Nacional de Planificación Regional. Recuperado de https://www.economia.gob.ar/peconomica/dnper/fichas_provinciales/Chubut.pdf
Auteurs
Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, Argentina.
Licenciado en Comunicación Social (UNPSJB), especialista en Gestión Universitaria (UNMDP) y doctorando en Comunicación (UNLP). Es profesor asociado regular en la Licenciatura en Comunicación Social de la UNPSJB. También ha publicado capítulos de libros sobre comunicación, artículos en revistas especializadas y actas de congresos. Actualmente dirige el proyecto «El tratamiento periodístico de los conflictos laborales en la cuenca petrolera del Golfo San Jorge. Estudio comparativo de la cobertura de los diarios online de Comodoro Rivadavia y CABA». Es director de pasantes en los diarios regionales.
Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, Argentina.
Licenciado en Comunicación Social, Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco (UNPSJB), y magíster en Comunicación Social con mención en Dirección y Edición Periodística, Pontificia Universidad Católica de Chile. Es jefe de trabajos prácticos de las cátedras Periodismo Digital, Taller de Producción de Contenidos y Actualidad Informativa II en la Licenciatura en Comunicación Social en la unpsjb. También es periodista, con veintisiete años de experiencia, en medios impresos y digitales. Es secretario de redacción del diario El Patagónico de Comodoro Rivadavia.
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Cómo lograr el Estado de bienestar en el siglo XXI
Pensamiento económico, desarrollo sustentable y economía mundial (1950-2014)
Roberto Kozulj
2017