Capítulo 4. La tv insegura. Estudio del circuito productivo de las noticias sobre delito, violencia e inseguridad en noticieros de Buenos Aires, Córdoba, Rosario y Mendoza
p. 61-90
Texte intégral
4. 1. Introducción
1El presente texto expone avances del estudio integral del circuito productivo de las noticias sobre delito, violencia e inseguridad en los noticieros televisivos de mayor audiencia de la Argentina, en el marco de sendas convocatorias del Conicet, la Defensoría del Público de Servicios de Comunicación Audiovisual y la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, organismos que financian la investigación. El objetivo es estudiar cómo los medios de comunicación producen y ponen en circulación dicha información, desde un abordaje que integra las condiciones de propiedad de la producción mediática, las rutinas productivas, el contenido noticioso y su construcción discursiva y la instancia de recepción de este tipo particular de discurso informativo. El corpus está conformado por los noticieros transmitidos durante el horario central por los canales 11 y 13 de Ciudad Autónoma de Buenos Aires (caba), 10 y 12 de Córdoba, 3 y 5 de Rosario y 9 y 7 de Mendoza, en el período agosto-septiembre de 2016.
2La investigación integra las distintas fases del circuito productivo de la noticia sobre delito, violencia e inseguridad en los canales de tv abierta de las ciudades más pobladas de la Argentina, desde perspectivas complementarias, tales como la economía política de la comunicación y la cultura, la sociología de las redacciones, la teoría del framing, la sociosemiótica de las mediatizaciones, el análisis narrativo y los estudios de recepción.
3Los autores de este artículo son miembros del equipo de investigación del pio-Defensoría y del pict «De la propiedad a la recepción. Estudio integral del circuito productivo de las noticias sobre delito e inseguridad en los noticieros televisivos de mayor audiencia de la Argentina». El equipo completo está conformado por Natalia Aruguete, Silvana Barrera, Martín Becerra, Ornela Carboni, Gabriela Fabbro, Brenda Focás, Santiago Galar, Gabriel Kessler, Nadia Koziner, Santiago Marino, Natalia Raimondo Anselmino, Lorena Retegui, Carla Rodríguez Miranda, Laura Rosenberg, Alejandro Sambrana, Florencia Sosa, Juan Martín Zanotti y Esteban Zunino.
4. 2. Desafío teórico y metodológico
4El texto opera entre dos complejidades que se desprenden de su objetivo general. Por un lado, se procura poner en relación elementos conceptuales y metodológicos de perspectivas distintas (y, en parte de sus producciones pasadas, sin diálogo entre sí), como la economía política de la comunicación, la sociología del trabajo, la teoría del encuadre en la instancia de la producción, el análisis de los discursos de corte sociosemiótico, el análisis narrativo y los estudios de recepción. Por otro lado, se identifican los modos de producir y poner en circulación, a través de la tv abierta, noticias sobre un tema muy sensible de la agenda comunicacional como es el de los delitos, la violencia y la inseguridad en instituciones mediáticas cuyas condiciones de producción, recursos, capacidades y fuentes utilizadas son muy diferentes entre sí, como aquellas que conforman el corpus de la investigación.
5El aporte principal del trabajo radica en la combinación de esos encuadres teóricos y metodológicos, además de identificar los rasgos centrales en los casos elegidos para esta investigación, para lo cual el equipo construyó una matriz de análisis en la que se disponen variables especialmente diseñadas para el trabajo con noticias audiovisuales sobre delito, violencia e inseguridad. Dicho instrumento puede ser de utilidad para futuras pesquisas que presenten intereses similares a esta.
4. 3. Concentración estructural y centralización geográfica
6La estructura de propiedad de los medios de comunicación condiciona –no necesariamente determina– el tipo de perspectiva editorial que estos construyen. Si bien no es el único factor que interviene en la construcción discursiva informativa, diversos estudios demuestran que existen correlaciones entre propiedad y contenidos (Albarran, 2010; Becerra y Mastrini, 2009; Curran, 1998; Garnham, 1997; McChesney, 2002; Zallo, 2011). Por consiguiente, es fundamental dar cuenta de esas relaciones que conforman la base productiva en la que se desarrolla la producción discursiva de los informativos de los canales con mayor audiencia en las ciudades más pobladas de la Argentina. Esta es una de las variables de la investigación en curso.
7Una de las características singulares de la tv argentina es que, sin presentar formalmente una estructura de cadenas nacionales (históricamente prohibidas por las distintas regulaciones audiovisuales adoptadas desde 1957), tal como ocurre en Brasil o en México, en los hechos hay lazos de asociación y dependencia creados desde las emisoras más grandes ubicadas en la Ciudad de Buenos Aires con las del resto del país. Estos lazos, tempranamente analizados por Heriberto Muraro (1997), continúan vigentes en los canales de tv de los centros urbanos más importantes del país.
8Los principales canales de tv abierta de las ciudades argentinas más pobladas reconocen vínculos societarios directos o indirectos en su estructura de propiedad, bien sea por la participación del mismo conglomerado multimedios en la sociedad o por la asociación o afiliación para la provisión de programación desde la ciudad capital (Buenos Aires) al resto. Esta relación de propiedad, estructural, tiene repercusiones directas en el contenido que emiten las estaciones en Córdoba, Rosario y Mendoza, toda vez que las emisoras porteñas abastecen con su programación (en consecuencia, con la definición de su agenda, sus encuadres temáticos y su construcción discursiva) a la televisión del resto de las grandes ciudades. Aunque fuera del corpus del presente estudio, la misma relación se reproduce en el resto del país.
9La distribución de contenidos producidos en la Ciudad de Buenos Aires varía según la relación societaria y el tipo de acuerdo que sostienen con las televisoras de las demás ciudades, algo que afecta no solo a la pantalla sino también, y decisivamente, a las rutinas productivas de cada una de esas televisoras. A continuación, se describe la estructura de propiedad de las ocho estaciones relevadas en el presente estudio:
- Telefe es el mayor grupo televisivo de la Argentina, pues lo integran nueve emisoras de tv encabezadas por el Canal 11 de la Ciudad de Buenos Aires. Creado en 1958, Canal 11 comenzó sus emisiones en 1961 y tuvo distintos propietarios (en el pasado, Héctor Ricardo García, el Estado argentino entre 1974 y 1989 o los hermanos Vigil de Editorial Atlántida tras la privatización de 1989 promovida por el expresidente Carlos Menem, por ejemplo). Desde noviembre de 2016, es propiedad de Viacom Inc. (Video and Audio Communications), un conglomerado mediático estadounidense con presencia mundial que compró las licencias de Telefe a Telefónica que, a su vez, fue dueña del multimedio entre 1998 y 2016.
- Eltrece es el segundo grupo televisivo de la Argentina, aunque pertenece al mayor multimedio del país (Grupo Clarín), con su señal cabecera en el Canal 13 de la Ciudad de Buenos Aires. Creado también en 1958, comenzó sus emisiones en 1960. Tuvo distintos propietarios en la década de 1960 y hasta su estatización a partir de 1974. En 1989, el expresidente Carlos Menem privatizó los canales 11 y 13 de Buenos Aires y dio la licencia del 13 al Grupo Clarín, que es su titular desde entonces (además de poseer otras cinco licencias).
- Canal 10 de Córdoba es el único de los canales –entre los que integran esta investigación– de carácter estatal. Inició sus transmisiones el 11 de mayo de 1962 y pertenece a los Servicios de Radio y Televisión (srt) de la Universidad Nacional de Córdoba (unc). Desde fines de 1972, los srt son en un 99 % propiedad de la unc y el 1 % del Municipio Bell Ville, del interior de Córdoba. Esto se debe a que, para poder sustentar los srt, debió conformarse como Sociedad Anónima para vender publicidad, algo que no podía hacer la unc como único accionista. Desde entonces, la administración de los srt es llevada adelante por un directorio de tres integrantes: dos nombrados por el rector de la Universidad y uno votado por los trabajadores de la empresa.
- Canal 12 de Córdoba inició sus transmisiones en 1960 y es una de las emisoras pertenecientes al Grupo Clarín desde 1989. Su programación está pendiente no solo de Eltrece de Buenos Aires sino, también, de los contenidos de la señal de noticias tn (Todo Noticias), del Grupo Clarín. El Canal 12 de Córdoba articula su agenda local con Radio Mitre de la misma ciudad, propiedad del multimedio.
- Creado en 1965, Canal 3 de Rosario está asociado al Grupo Clarín (vía Artear), que abastece parte importante de su programación diaria. Desde 2015, su capital accionario pertenece en un 55 % al Grupo Televisión Litoral (de Gustavo Scaglione, ligado a la Fundación Libertad). El resto se divide entre Ana Cecilia Gollán (19,84 %), Carlos Ernesto Daumas (12,88 %), Ángel Cardoso (3,24 %) y otros socios.
- Canal 5 de Rosario, por su parte, fue fundado en 1964 y es una de las emisoras pertenecientes al grupo Telefe, del que retransmite parte importante de su programación.
- Canal 7 de Mendoza inició sus emisiones en 1961 y pertenece al Grupo América (cuyos principales accionistas son Daniel Vila y José Luis Manzano). Hasta 2018 poseía un acuerdo de programación con Artear, por lo que retransmitía buena parte de los contenidos de Eltrece de Buenos Aires, junto con –en menor proporción– América tv de Buenos Aires (formalmente, La Plata), propiedad de Vila-Manzano, también dueña de Radio Nihuil de Mendoza.
- Canal 9 de Mendoza –su nombre oficial es Cuyo Televisión Sociedad Anónima (cutesa)– es conocido como Televida y transmite desde 1965. Tiene una cobertura del 70 % de la provincia, donde lidera el rating. La licencia del canal está en manos del Grupo Alonso. Su programación retransmite gran parte de los contenidos de Telefe, a cuya red está afiliada. También toma parte de la programación de la señal de noticias c5n (anteriormente, Grupo Indalo).
10Los canales mencionados, en cada localidad, concentran la audiencia en un alto porcentaje y refuerzan el dominio que ejercen, como cabeceras, las emisoras porteñas Eltrece y Telefe.
4. 4. La organización del trabajo: rutinas productivas
11La organización del trabajo en los noticieros estudiados combina procesos que apuntan a una estricta planificación del producto, al mismo tiempo que elementos azarosos. Ello está vinculado con la necesidad de la industria de generar un producto controlable, para lo cual las rutinas productivas juegan un rol fundamental, pero también asociado a los rasgos intrínsecos de las industrias culturales –aleatoriedad, centralidad del trabajo creativo y renovación constante (Zallo, 1988)– que impactan en el contenido noticioso y en su construcción discursiva.
12Como se consignó, el presente proyecto apunta a un tipo de noticia en particular, las de delito, violencia e inseguridad. Metodológicamente, se procedió a la realización de entrevistas en profundidad y a las observaciones in situ. En esta primera fase, se efectuaron 43 entrevistas a actores clave de los noticieros analizados. En cada caso, se aplicó una grilla de preguntas semiestructuradas y específicas de acuerdo con el rol, función o cargo de cada entrevistado. Las entrevistas son de carácter anónimo, para preservar a los informantes clave y para propiciar una apertura en las respuestas, es decir que los entrevistados no queden expuestos a la relación que mantienen con sus empleadores. Por este motivo, se menciona a los entrevistados con seudónimos y por el cargo/rol que desempeñan. De este modo, se analiza cómo se insertan y se accionan ciertas rutinas de trabajo en la etapa de producción y puesta al aire del noticiero. A continuación, se focaliza una serie de rasgos que se articulan con las distintas fases del circuito productivo de la noticia.
4. 5. Selección de temas
13La elección de los temas que componen los noticieros depende de la confluencia de diferentes factores, como la continuidad temática, el rating, la agenda del gobierno (nacional, provincial o local) y el impacto del tema en otros medios (periódicos, radios, señales de noticias 24 horas) o en las redes sociales en Internet (Facebook, Twitter). El uso de estos recursos adquiere relevancia en el proceso productivo y los entrevistados advierten que algunos hechos conformarán el temario por su impacto previo en otros medios. Esto confirma lo que David Hesmondhalgh y Sarah Baker (2011) señalan como churning it out (producir en masa) en la industria de los medios, en el sentido de lo masivo, de la no-diferenciación. La lógica productiva generalista es el prototipo de esta modalidad, que es antagónica a la lógica segmentada propia de las estrategias de gama (Becerra y Mastrini, 2018), que intentan alcanzar a todos los públicos pero a partir de la detección de sus intereses diferenciados, lo que exige diseños específicos para cada uno.
14Los entrevistados para esta investigación acuerdan en que en los noticieros donde trabajan existen características para la selección de temas, pero que se hacen de modo automático y muestran dificultad para señalar los elementos centrales. En ese sentido, se repitieron frases como: «hay cosas que son obvias, de manual, no sé especificarte en qué, pero que son obvias que van a trascender» (productor Telefe Noticias, caba).
15En el caso de los noticieros de Mendoza, Córdoba y Rosario, las noticias locales son las más importantes (institucionales/gobierno, funcionamiento de los servicios públicos, policiales, deportes, jubilados), aunque disponen de un espacio para la información nacional e internacional, producida por los canales de cabecera de Buenos Aires o los canales de noticias de 24 horas, con los cuales las emisoras locales mantienen vínculos de propiedad directa o acuerdos comerciales específicos.
16La cobertura de un tema puede frustrarse por cuestiones de distancia y recursos. El audiovisual requiere de una narrativa diferente a la de la radio y a la de la prensa gráfica; para confeccionar un informe necesita de imágenes y testimonios, además de la reconstrucción de los hechos y la narración desde cero, entonces, se realiza una ecuación costo, tiempo y beneficio (puesta al aire y repercusión) para producir esa nota.
17Un aspecto donde se registran diferencias entre los entrevistados es la importancia del periódico en papel y los portales online versus las redes sociales en Internet para la conformación de la agenda temática. Algunos consideraron que la primacía la conservan los periódicos, mientras que otros advierten un movimiento hacia las redes sociales como termómetro de lo que está sucediendo.
18Cabe destacar que en la ciudad de Buenos Aires la decisión final de aquello que sale al aire recae sobre el jefe de noticias, productor general, coordinador de noticias o el gerente de noticias, mientras que en el resto de las ciudades estudiadas dicha decisión suele ser tomada, en gran medida, por los productores. Esto se asocia, básicamente, con la cantidad de recursos humanos disponibles y con una división del trabajo más marcada en las emisoras de caba. Por el contrario, en el resto de las ciudades que integran el corpus, los trabajadores son multitasking, es decir que cumplen más de una función a la vez.
4. 6. Temas de delito e inseguridad
19En las emisoras de caba, los periodistas especializados en policiales y judiciales cumplen un rol destacado en la cobertura de estas temáticas, dada la cercanía que mantienen con las fuentes institucionales. En el caso de las emisoras de Mendoza, Rosario y Córdoba, la falta de recursos deriva en cierta polifuncionalidad y en una menor especialización temática de los profesionales.
20En los temas de delito aparecen diferencias en el tratamiento de la información, con variables socioeconómicas y etarias, fundamentalmente, interviniendo en el encuadre desde la producción; un femicidio es abordado de modo diferente según la clase social a la que pertenece la mujer asesinada, por ejemplo. No es lo mismo si el crimen sucedió en un barrio cerrado o en una villa miseria, porque tiene otros atributos. Para el productor del noticiero del mediodía de Canal 13, «tiene mayor valor periodístico el tipo al que asaltaron en Gurruchaga y Honduras que en Aldo Bonzi en el monoblock. Motochorro a Rial, suma más. Es inédito, insólito». Los entrevistados concuerdan en que, en general, frente a hechos policiales, los sectores de menores recursos se acercan para visibilizar el tema. En cambio, en otras clases socioeconómicas existe asesoramiento legal y hay mayor precaución al momento de exponerse.
21Con respecto a los delitos por corrupción en el ámbito público o privado, los entrevistados no reconocen que exista censura explícita directa, esto es, la negativa a abordar alguna temática porque involucra a funcionarios de Gobierno o por la incidencia de la pauta oficial en esos medios.
22Otro eje es el tratamiento de la información en casos en que una persona que acaba de sufrir un robo mata a su agresor. Una recurrencia observada en las entrevistas es que la víctima no es el asaltante sino el asaltado. En la presentación del tema siempre se expone la profesión, qué estaba haciendo antes de ser atacado y cómo reaccionó en defensa personal. Por el contrario, el foco no suele recaer nunca en el sujeto calificado como ladrón, en su historia de vida o en los agentes causales –generales, históricos, contextuales– que impulsaron el robo sino en motivaciones individuales, subjetivas.
23En general, los entrevistados manifiestan que, si bien no hay un manual de estilo, hay imágenes que no se muestran, tales como las que ilustran accidentes en donde pueden aparecer personas muertas o heridas. Si bien se puede tener la captura de esas imágenes, es una decisión editorial exponerlas.
24Finalmente, en la elaboración de las notas se usan imágenes ilustrativas, de archivo, captadas por cámaras de seguridad o tomadas de redes sociales como WhatsApp, Facebook, Twitter o Instagram. Cuando los involucrados cuentan con perfiles abiertos en alguna de dichas redes se revisa la vida en red de las víctimas/victimarios y se los utiliza como recursos para confeccionar el informe o como material en la puesta al aire del noticiero. Con esto se identifica que el desarrollo tecnológico y la expansión del uso de teléfonos móviles con cámaras digitales permiten a los canales de tv contar con imágenes en casos/situaciones en los que no llegan con sus propios recursos. Si bien la calidad de las imágenes es sensiblemente menor a las generadas por profesionales, se valora la posibilidad de estar ahí que las mismas ofrecen.
4. 7. Fuentes de información
25Los entrevistados coinciden en que las principales fuentes de información para este tipo de noticias son la Justicia (en referencia al Poder Judicial), las fiscalías, la policía, los funcionarios públicos, los familiares de la víctima. Si bien ello no permite afirmar taxativamente que exista standing1 (Ferree, Gamson, Gerhards y Rucht, 2002) por parte de estas fuentes oficiales, sí es posible advertir que la mayoría coincide en que el parte policial es el «primer acercamiento» al acontecimiento pero que requiere «necesariamente» del «chequeo» vía fuentes judiciales. Ello se vincula –según los entrevistados– con el nivel de credibilidad que le asignan a la policía como fuente de información, por debajo de la Justicia. Además, señalan que el tema adquiere relevancia cuando está judicializado.
26En los casos de delito, violencia e inseguridad, familiares de la víctima, testigos, asociaciones civiles o vecinales suelen ser también una fuente de información, ya sea por la agenda que manejan los periodistas, la recepción que tiene un cronista en el lugar del hecho o a través de los canales de acceso de las emisoras (WhatsApp, Facebook, e-mail institucional). Todos los entrevistados reconocen que, en los últimos años, la audiencia se convirtió en una de las principales fuentes de información no oficial.
4. 8. Planificar, seleccionar y elaborar la información
27«Se improvisa más de lo que se cree. No todo está calculado» es una frase que sostienen muchos de los entrevistados cuando se refieren a la cocina de un noticiero. Dada la imposibilidad de hacer una descripción exhaustiva de los ejemplos que trasladaron los actores consultados, solo se mencionan algunas situaciones significativas. Al margen de las noticias de último momento (breaking news), que pueden reestructurar el temario, incluso en el momento del vivo, los productores reconocen diversas situaciones que suelen obligar a la improvisación: falta de recursos técnicos y económicos, notas que se cayeron, problemas de índole técnica, entre otros. «Una queja típica del editor: “hicieron 15 minutos de nota, pero tenés 30 segundos de imagen” y terminás poniendo el mismo insert siempre. No fue intencional, es lo que tenemos», señala un productor de Canal 3 de Rosario.
28«A lo mejor, visto de afuera, vos decís: “ah, esto está planificadísimo”. Y no. La nota se está terminando de editar y resulta que tenías el móvil enganchado a eso. O el invitado que tenías está trabado en la Panamericana. O sea, tenés mil factores que van haciendo que vayas cambiando la rutina todo el tiempo», expresa una productora de Telefe Noticias, caba.
29Esto no significa la ausencia de pautas estrictas de trabajo. Al contrario, en los noticieros hay economías de tiempos que deben cumplirse, distribución de roles y tareas y rutinas productivas, como señalamos anteriormente, que derivan en un proceso estandarizado, con matices entre un canal y otro, en virtud de la estructura del medio. Por caso, en Telenoche (caba), la reunión exclusivamente técnica2 forma parte de la rutina diaria, práctica que no se repite, necesariamente, en los otros canales. En referencia a las noticias de delito, violencia e inseguridad, se mencionan algunos patrones vinculados con las normas, según el rol y la fase productiva:
30Se blurea3 la imagen de los menores de edad. «Los editores de imagen saben que hay que pixelar la foto. No tenemos fisura con eso» (productora Canal 10, Córdoba).
31En este tipo de noticias es muy importante la banda sonora utilizada. El modo en que la música sea interpelada conduce la mirada hacia la función del montaje, como herramienta narrativa, hacia «la manera en que ese material sea “puesto en escena”, (re)organizado, resignificado en un nuevo relato» (Guarini, 2009, p. 88). «La musicalización tiene que acompañar, no se puede poner un tema muy arriba con un crimen, para eso está el sonidista que está atento a esas cuestiones» (operador de placas y videograf). Distinto es un caso resonante de corrupción, donde la lógica argumentativa es que la música esté «lo más arriba posible», reconoce el operador de gráfica de Telenoche, caba. Desde la perspectiva de esta investigación, la música es un elemento constitutivo del discurso informativo, no solo acompaña sino que, junto con las imágenes y la narración en off, colabora en la confección del informe y las posibles aristas interpretativas para la audiencia.
32En los casos en que las fuentes de información son las propias víctimas, los productores, generalmente, priorizan aquellos testimonios donde hay una denuncia formal o documentos legales. Esto sirve tanto de resguardo legal como de credibilidad hacia su audiencia.
4. 9. Rating y delito
33El rating es un mecanismo de medición de audiencia. En las emisoras de caba es muy importante, puesto que se manejan con el minuto a minuto. Ese recurso permite tomar decisiones sobre la performance de los contenidos transmitidos en el momento en que suceden. No obstante, los entrevistados de ambos noticieros señalan que, a partir de las reestructuraciones que sufrieron en los últimos años, se prioriza la identidad del informativo. Entonces, si hay un caso que está midiendo mucho, se puede «estirar» un poco más en el aire, pero luego se corta para dar lugar a lo pautado previamente, excepto que sea una tragedia o una noticia de último momento.
34En el resto de las ciudades (Córdoba, Mendoza y Rosario), las planillas se reciben semanalmente o cada quince días. En ellas pueden observar la medición global y por bloque o segmento de cada programa. Entonces, los gerentes de noticias, a partir de los datos, solicitan algunos ajustes; por ejemplo, si observan que en una franja cae el rating, piden a los productores que se «guarden algo» para ese momento y que no «tiren en la primera media hora lo mejor que tienen» (productor Canal 3 de Rosario). Por lo tanto, la puesta al aire de las noticias queda sujeta a la intuición del productor sobre aquello que puede funcionar y el tiempo que debe extenderse.
35Además, todos los noticieros observan qué está haciendo la competencia y eso, muchas veces, delimita los tiempos de los informes y de los bloques. Aunque reconocen que apuntan a diferentes públicos y que las audiencias no se trasladan masivamente de un canal a otro.
36Los entrevistados remarcan que muchas veces el rating no refleja la importancia de la nota o la «bomba» que están transmitiendo, porque está ligado a otras variables, como la programación propia y de otras emisoras. Por ejemplo, «hay un partido de fútbol, el programa que emite antes o después del noticiero está midiendo bien, factores climáticos que promueven que la gente no esté en sus casas» (productora, Telefe Noticias, caba). En resumen, se pone de manifiesto si se trabaja sobre argumentos periodísticos o si se hace hincapié en lo que muestra la planilla del rating.
4. 10. «Se cae de maduro»
37Fue recurrente durante las entrevistas la naturalización de ciertas pautas que opacan, en muchos casos, la discusión en las reuniones de producción. Un claro ejemplo está vinculado con la calificación habitual que se hace de víctimas o de victimarios, tal es el caso del término motochorro, apelativo que no suele ponerse en discusión: «Si va en una moto y roba, va a ser motochorro. Siempre», señala una productora de Telefe Noticias. Lo que reconoce la entrevistada es que no hay controversia en las reuniones de producción sobre la denominación, ya sea por parte de los presentadores, en los zócalos o en los sobreimpresos de los informes. «Se cae de maduro […] No va a haber mucha evaluación», agrega la periodista, con diecinueve años de experiencia en el canal, de los cuales lleva ocho como productora de noticiero.4
4. 11. Línea editorial
38Los entrevistados, en general, declaran que hay libertad de expresión y de criterio. No hay políticas establecidas de «esto se dice o no». No se verifican restricciones explicitas o rígidas ligadas al tratamiento de temas. Los productores, editores o cronistas, cuando tienen dudas sobre el contenido o el tratamiento de una información, se dirigen al gerente o jefe de noticias para que decida sobre esa noticia.
39Puede suceder que alguna información no deba tratarse, pero los responsables de equipo no lo dicen directamente o no es lo más frecuente. En caso de que una información perjudique los intereses de anunciantes o de los propios gobiernos se presenta el tema y se evalúa cómo comunicarlo. Se intenta dar voz a la empresa en cuestión o al gobierno –o figuras de gobierno involucradas– y se les avisa previamente que saldrá esa noticia.
40Si bien nadie manifiesta censura previa, varios entrevistados mencionaron saber «para quiénes trabajan». En este sentido, se activan los mecanismos de autocontrol, es decir que el trabajador entiende que, para conservar su fuente de trabajo, debe desarrollar sus actividades sin perjudicar los intereses de la empresa. En otras palabras:
Hay como un mito de que estamos todo el tiempo operando. Obviamente, hay una línea editorial como en todos los medios […] Creo que uno busca ser lo más objetivo posible, hay reglas de juego que no se pueden desconocer y si se desconocieran sería como una idea romántica del periodismo que quedó allá atrás. (Productor Telenoche, caba).
41En síntesis, la organización productiva y del trabajo en las emisoras seleccionadas para el estudio presenta rasgos que son comunes y otros diferentes. En primer lugar, todas las emisoras tienen tres ediciones de informativos, mientras lo que varía es la cantidad de personas disponibles para realizar el trabajo. En las emisoras de Córdoba, Rosario y Mendoza, la planta de trabajadores oscila entre las veinte y las cincuenta personas para las tres ediciones, mientras que en caba esa cantidad de personal está disponible para cada edición. En segundo lugar, la falta de recursos humanos implica que en los canales de Córdoba, Rosario y Mendoza no se realicen reuniones formales o pautadas de producción y que exista polifuncionalidad o multitasking en las actividades desarrolladas por los trabajadores. En contraposición, en caba se efectúan reuniones de producción periodísticas y técnicas antes de la puesta al aire de los noticieros. Asimismo, se verifica la existencia de un mayor grado de especialización en las funciones. En tercer lugar, mencionamos los aspectos económicos que inciden en la selección o producción de las noticias, por ejemplo, para hacer una cobertura se estiman los recursos técnicos y humanos que se necesitan. Entonces, la evaluación de los costos es central antes de decidir tratar un tema que es noticiable. En cuarto lugar, existen ciertas pautas para el tratamiento de las noticias de delito. En algunos casos, vinculadas con una normalización del trabajo, por ejemplo, blurear las imágenes de menores de edad se explica no solo como un ejercicio profesional y ético, según aseguran, sino debido a las legislaciones vigentes y al costo económico que implican las multas dispuestas por los organismos de contralor. No obstante, en otros casos esas pautas o rutinas están asociadas a una tendencia a naturalizar ciertos modos de producir sentidos, tal es el ejemplo que brindamos sobre el empleo de apelativos utilizados usualmente por conductores, cronistas y videografistas. Entonces, hay pautas establecidas para la selección y edición de imágenes, aunque estos procesos están naturalizados y no son percibidos por los entrevistados. Por último, algo similar sucede con la línea editorial, ya que los entrevistados tienen incorporado «para quiénes trabajan», y sobre ellos actúan mecanismos de autocontrol y de saber ser; en otras palabras, la empresa logra el comportamiento deseado por parte de los trabajadores.
4. 12. El contenido de las noticias y su construcción discursiva
42Otra de las dimensiones del estudio del circuito productivo de las noticias sobre delito, violencia e inseguridad atiende a analizar el contenido noticioso y su construcción discursiva. Este proyecto se propone emprender dicha finalidad articulando los dos planos de la textualidad audiovisual: el plano del contenido y el plano del discurso. Las investigaciones sobre la discursividad mediática suelen enfocarse en uno de los dos niveles mencionados de manera excluyente, realizando un análisis más sesgado que el que aquí se desea ofrecer. El análisis de tipo cuantitativo sobre el plano del contenido brinda una mirada macro del paquete textual trabajado y permite establecer tendencias en el comportamiento de algunas de las dimensiones de los textos. Mientras que el estudio del plano de la puesta en discurso habilita reconocer operaciones subyacentes en la dimensión enunciativa que, de otro modo, no podrían ser aprehendidas.
43Respecto del andamiaje teórico empleado, caben algunas aclaraciones. La teoría del framing estudia el proceso de transmisión de significados, signos, símbolos y valores de la sociedad a los medios y viceversa (Amadeo, 2008). Teniendo en cuenta que los frames son principios de la organización de la información que se encuentran en el emisor, en los individuos receptores del discurso mediático y en las prácticas sociales y culturales (Cohen y Wolfsfeld, 1993), esta investigación se propone analizar los encuadres noticiosos (news frames) presentes en las noticias sobre delito, violencia e inseguridad de los noticieros televisivos bajo estudio.
44Entre las definiciones de frames que hacen foco en el proceso de elaboración de las noticias se encuentra la de Robert Entman (2003), para quien encuadrar
implica seleccionar y realzar algunos aspectos de eventos o temas, y hacer conexiones entre ellos para promover una interpretación, evaluación y/o solución. Las palabras e imágenes que componen un encuadre pueden ser distinguidas de las demás noticias por su capacidad para estimular apoyo u oposición a los distintos campos de un conflicto político. (p. 417)
45Este autor afirma que los encuadres noticiosos ofrecen perspectivas sobre el asunto tratado para interpretar la información. En otras palabras, encuadrar es definir problemas: diagnosticar sus causas o las fuerzas que lo crean, hacer juicios morales al evaluar el agente que lo causa, medir con qué costos y beneficios y sugerir soluciones, ofreciendo y justificando un tratamiento, o prediciendo sus resultados. Proveyendo, repitiendo y reforzando ciertas palabras o imágenes, los frames otorgan más relevancia a algunas ideas que a otras (Entman, 1991).
46En esta línea, los encuadres promovidos por las fuentes oficiales y por actores económica y culturalmente poderosos suelen tener mayor presencia en los contenidos mediáticos (Gans, 2004). A los efectos de analizar el rol de las fuentes en las noticias sobre delito, violencia e inseguridad, se emplea el concepto de standing desarrollado por Myra Marx Ferree y otros (2002). Los autores proponen esta noción para referirse a la capacidad de un actor –individual o colectivo– de tener voz en los medios de comunicación. Ello otorgará elementos de juicio para conocer el tipo de tratamiento que reciben las fuentes oficiales en la cobertura noticiosa.
47Por otra parte, la perspectiva sociosemiótica se orienta a la comprensión de los procesos de producción de sentido, planteando un análisis discursivo que indaga acerca de las modalidades de enunciación y de las estrategias discursivas –desde un punto de vista no-intencional (Raimondo Anselmino, 2011)– de producción de significados. De este modo, el estudio del nivel del enunciado, llevado a cabo a partir del análisis de contenido, se articula con un análisis centrado en el nivel de la enunciación que –en tanto plano del discurso «en el que se construye, no lo que se dice, sino la relación del que habla [con] aquello que dice» (Sigal y Verón, 2008, p. 23) y, derivadamente, la relación que quien habla propone al destinatario– procura describir la construcción discursiva de las noticias sobre delito, violencia e inseguridad.
48Como ya hemos mencionado, este proyecto aborda un tipo de discurso en particular –que Eliseo Verón (2004) denomina como discurso de la información, y cuyo objeto es la actualidad–, en soporte audiovisual televisado y que se emite en abierto. Se trata de un discurso en el que la dimensión narrativa ocupa un lugar nodal y donde, por ello, es necesario hacer uso, también, de algunas categorías propias de la narratología o del análisis narrativo. Según Marcela Farré (2004), el género informativo audiovisual debe satisfacer las expectativas del público en virtud de un pacto de credibilidad y confianza, cuyo principal aspecto es la provisión de contenidos, un mundo posible que dé cuenta de esa realidad mostrada. Desde esta perspectiva, los noticieros, apropiándose del discurso referencial, adquieren una preponderancia especial, transformándose en el principal actor de saberes, creencias y posteriores acciones de su audiencia, a partir de los hechos que cuenta.
49Las distintas teorías presentadas aquí se han conjugado, en principio, para la elaboración de una matriz que, si bien fue estructurada tomando como base conceptual, fundamentalmente, las perspectivas del framing y del standing, ha sido enriquecida a partir de la incorporación de categorías aportadas por la sociosemiótica y la narrativa audiovisual, dando lugar a un instrumento de análisis innovador.
50Por cuestiones de espacio, en esta instancia solo se detalla el corpus de estudio y se exponen las dimensiones basales que componen la matriz y sus respectivas variables.
4. 13. Sobre el corpus y las unidades de análisis
51Como se ha dicho, el corpus está conformado por las noticias del ámbito nacional sobre delito, violencia e inseguridad presentadas en los noticieros transmitidos, durante el horario central, por los canales 11 y 13, de Ciudad Autónoma de Buenos Aires; 10 y 12, de Córdoba; 3 y 5, de Rosario, y 9 y 7, de Mendoza, en la semana que va del 1 al 8 de agosto de 2016 (Tabla 1).
Tabla 1. Corpus de noticias
Ciudad | Canal | Cantidad de noticias |
caba | Canal 11 | 26 |
Canal 13 | 38 | |
Córdoba | Canal 10 | 13 |
Canal 12 | 6 | |
Rosario | Canal 3 | 24 |
Canal 5 | 21 | |
Mendoza | Canal 9 | 29 |
Canal 7 | 35 |
52Entre todas las noticias, se ha circunscripto el análisis a tres tipos en particular: los informes, las crónicas y los móviles. Se entiende por informe, también usualmente definido como reportaje, al género periodístico que consiste en la profundización de una noticia (que lo sitúa en los límites del periodismo interpretativo) y supone análisis y valoración de los hechos narrados. En este caso, el testimonio y la valoración de los sujetos implicados (víctimas, victimarios, testigos, expertos, entre otros) son los principales protagonistas. Los informes suelen producirse, por ejemplo, como resultado de una investigación previa o de adoptar una estructura de problema-solución sobre la base de una serie de preguntas. El informe periodístico, entendido como unidad de muestreo, puede incluir otras unidades de registro. Por otra parte, se entiende por crónica un género que narra acontecimientos según su organización cronológica. Es la narración de un acontecimiento de actualidad donde no es admisible la ficción ni la dramatización (de incorporarlas llegaríamos al informe). Su objetivo es brindar información sin la presencia de recursos expresivos o propios de la ficción. Por último, se llama móvil a una transmisión desde exteriores (exterior o interior), es decir, fuera del estudio desde el cual se transmite el noticiero, que implica el traslado de equipo técnico y periodista a cargo (movilero), quien ofrece un relato en simultáneo a un hecho noticioso. En este caso, hay sincronía entre ambas instancias (estudio y móvil). En total, el corpus comprende 192 noticias, cuya distribución se puede observar en la tabla 1.
4. 14. Sobre la matriz
53En este punto, cabe destacar el esfuerzo de triangulación metodológica emprendido a la hora de elaborar la matriz. El eje central que define a las estrategias de investigación trianguladas es que orientan su atención a unidades comunes de observación. Para llevar a cabo tal triangulación, se parte de una serie de supuestos teórico-epistemológicos. Se concibe a la investigación como un proceso cognitivo antes que uno de validación de ideas previamente formuladas. Ello es así aun cuando el instrumento matriz es propio de una investigación que recurre a técnicas cuantitativas –para alcanzar una sistematización de los rasgos de las noticias con el objeto de establecer similitudes y diferencias entre estos–, en tanto el estudio se propone articular distintos enfoques teórico-metodológicos.
54En la confección de la matriz intervinieron distintas perspectivas teóricas, cuya articulación permitió desentrañar las singularidades del caso, derivando en la redefinición de una serie de conceptos y variables. Algo que puede observarse, por ejemplo, en la incorporación de variables como «Calificación de la víctima» –donde se recogen apelativos que son considerados, luego, para un análisis del discurso centrado en las figuraciones– o «Focalización» –categoría propia de la narratología modal que atiende a recuperar el punto de vista cognitivo presentado en el relato–. El aporte de esta triangulación es que permite aprehender la multidimensionalidad del objeto al reconocer rasgos invisibilizados por el encapsulamiento en perspectivas teóricas de manera aislada.
55En este contexto, una consecuencia de la convergencia teórico-metodológica fue diferenciar entre dos tipos de variables: inferenciales y de reconocimiento. Las primeras aluden a aspectos que no están manifiestamente mencionados en el contenido y, por esa razón, el observador debe deducirlas; las segundas, en cambio, aparecen materializadas en el texto.
56Dada la imposibilidad de describir exhaustivamente la matriz –integrada por un total de 73 variables–, en la figura 1 se reconocerán, en un espacio limitado, las distintas dimensiones en las que es posible nuclear el conjunto de indicadores dispuestos. Dichas dimensiones pueden sintetizarse del siguiente modo: aquellas referidas al acontecimiento noticiado y su relevancia dentro del noticiero, a los protagonistas involucrados en el mismo, a la geolocalización del acontecimiento, a los encuadres que definen la situación problemática, al tratamiento de las fuentes de información, al modo en que se narra tanto desde el punto de vista cognitivo como audiovisual y a los recursos que se emplean para su puesta en escena.
57En relación con la primera dimensión, aquella que atiende a la definición del acontecimiento y su relevancia, se han discriminado las siguientes variables: la calificación del acontecimiento (los términos, ya sean sustantivos o adjetivos, utilizados para denominarlo en el plano lingüístico verbal, tanto en la oralidad de los presentadores u otros actores como en el texto sobreimpreso), el tipo de delito en el que se inserta el acontecimiento (robo, asesinato, corrupción, entre otros), el bloque en el que aparece, la duración de la noticia, su aparición en los anticipos o títulos, si la noticia tiene o no presentación, si se incluye un móvil o una entrevista en piso y el tipo de conflicto que desencadena (interno, externo, con el entorno).
58En cuanto a la segunda dimensión, los protagonistas del acontecimiento, se reconoce: la edad, el género y la clase socioeconómica de las víctimas y los victimarios; el tipo de imágenes con las cuales se los identifica; las calificaciones mediante las cuales se los nombra (los apelativos utilizados para denominar a quien es identificado como víctima o como victimario) y el sujeto de la víctima y del victimario (si se trata de una persona presentada individualmente, un grupo o un colectivo).
59La tercera dimensión, la geolocalización del acontecimiento, comprende: la provincia en la que transcurre el hecho, la dimensión territorial del delito narrado (zona rural, urbana o asentamiento) y su calificación (en los mismos términos lingüísticos que se da a esta variable en relación con el delito mismo).
60La cuarta dimensión, aquella ligada con los encuadres, supone atender a: el tipo de motivación de la acción delictiva (racional o pasional), el agente causal del problema (social, institucional, político, legal, individual), las pruebas extratécnicas empleadas (en el sentido retórico del término, o sea, testimonios o declaraciones, estadísticas, jurisprudencia, documentos legales y legislación), la atribución de responsabilidad (si es encuadrada en términos institucionales, sociales o individuales), las soluciones (ya sea que no se expliciten o que haya un sesgo de normalización al presentarse a la institución estatal como necesario agente de resolución del problema) y la evaluación moral (derivada de la presencia o no de aprobación/desaprobación y castigo/recompensa).
61La quinta dimensión, el tratamiento de las fuentes de información, identifica, para el caso de las primeras cinco fuentes citadas, el tipo –personal (persona individual, colectivos de identificación, colectivos de generalización y metacolectivos) o documental–, el modo de empleo del discurso referido (estilos directo o indirecto), la personalización (fuente personalizada o no personalizada), su institucionalidad (oficial o no oficial) y la adhesión del enunciador mediático a sus dichos (se adhiere, no se adhiere o es ambiguo).
62Finalmente, la sexta dimensión, que refiere tanto al punto de vista cognitivo y audiovisual como a los recursos de puesta en escena, incluye un conjunto de categorías provenientes del análisis narratológico, tales como: la focalización o perspectiva narrativa que adopta el relato (focalización cero, interna, externa y espectatorial), ocularización o perspectiva visual (cero o interna), auricularización o perspectiva presente en la banda sonora (cero o interna), presencia o no de recursos sonoros (música y efecto de edición, entre otros), de recursos visuales (videograf, pantalla fragmentada o efecto especial) y tipo de montaje (descriptivo o probatorio).
63En suma, las distintas dimensiones desglosadas –así como las más de setenta variables que estas comprenden– son resultado de la triangulación metodológica arriba explicitada, que derivó en una herramienta no solo provechosa para el análisis del contenido sino, también, fértil para el reconocimiento de algunas manifestaciones de la puesta en discurso.
4. 15. Recepción de noticias sobre delito, violencia e inseguridad
64Otro de los aspectos comprendidos en el estudio del circuito productivo de las noticias sobre delito, violencia e inseguridad atiende a su recepción. Para ello, se trabajó con grupos focales conformados por diez personas que fueron distribuidas según edad, clase social y lugar de residencia. Por tal motivo, los criterios de delimitación de clase eran tanto por nivel socioeconómico como por lugar de residencia dentro del área metropolitana. La hipótesis de base es que, dentro de caba, habría diferencias entre la zona Sur y el resto de los barrios, y en el Gran Buenos Aires, entre el primer cordón (con configuración social más cercana a la de caba) y la segunda y tercera corona. La conformación de los grupos se realizó de esta manera:
Tabla 2. Conformación de grupos focales
Grupo focal | Edad | Nivel socioeconómico (nse) | Lugar de residencia |
1 | 18-30 | c1-c2 | caba (excepto zona Sur) |
2 | 40-65 | c1-c2 | caba (excepto zona Sur) |
3 | 20-50 | d1-d2 | caba zona Sur (barrios de Lugano, Soldati, Barracas, Boca, Constitución, Balvanera y Florestaa) |
4 | 30-50 | c1-c2 | gba, primer cordón (zonas Norte, Sur y Oeste) |
5 | 18-30 | d1-d2 | gba, segundo y tercer cordón |
6 | 40-56 | d1-d2 | gba, segundo y tercer cordón |
a. Si bien el barrio de Floresta no se encuentra localizado en la zona Sur de la ciudad de Buenos Aires, guarda similitudes significativas con su composición sociodemográfica. |
65La estrategia de análisis en curso adopta una perspectiva comparativa a partir de las variables señaladas. Hasta el momento, esta parte de la investigación se encuentra en la etapa de análisis de los grupos del área metropolitana, por lo cual, en estas páginas se presentan hipótesis e ideas iniciales de dicho segmento, faltando todavía profundizar el abordaje comparativo. ¿Qué dinámica tuvieron los grupos? Se seleccionaron noticias de delito, violencia e inseguridad, entendiendo que este proyecto estudia tanto los delitos de distinto tipo como aquello que es integrado dentro de la noción de inseguridad, aunque no implique necesariamente un conflicto con la ley. Durante las pruebas a los grupos focales se presentaron tres noticias. La primera, emitida por el noticiero de Telefe Noticias, narra un robo en un supermercado con propietarios de origen chino donde un policía, que custodiaba el lugar, mató al presunto ladrón. En la noticia aparecía el cuerpo del asesinado. La segunda, emitida por Telenoche, versa sobre un caso de corrupción (caso Lázaro Báez). La última, emitida por canal 10 de Córdoba, aborda un caso de femicidio (Carina Drigani) y permitió visualizar una noticia emitida por un canal que no fuera de la ciudad donde se realizaban los grupos.
66Se procuró que hubiera diversidad tanto de noticias vinculadas con el delito y la inseguridad como de canales de televisión, para analizar si alguna de esas variables incidiría en los modos de interpretación de las noticias.
67En principio, se planteó como objetivo indagar en las distintas formas de recepción de las noticias sobre delito, violencia e inseguridad, comparando las diversas coberturas y su relación con variables ligadas al público, tales como localización geográfica, clase social, franjas etarias, sexo e ideología política. Al mismo tiempo, el diseño de la guía de pautas procura poner a prueba distintas hipótesis y hallazgos internacionales sobre recepción de noticias.
68La hipótesis principal planteada en el proyecto es que los distintos tipos de recepción que surgen de una misma noticia están condicionados por una serie de variables. En primer lugar, por la evaluación que el público hace del medio en cuestión, a partir de distintos grados de confianza previos, hallazgo propio de los estudios locales, no presente en los procedentes de los países centrales (Kessler y Focás, 2014; Focás, 2016). En segundo lugar, por una serie de variables ligadas a los propios individuos, en particular, la experiencia de victimización y la percepción de cercanía o lejanía geográfica y/o social con el caso noticiable, y otras como el género, la ideología sociopolítica y la edad, específicamente (Chiricos y otros, 2000; Ditton y otros, 2004; Van den Bulk, 2004).
69A continuación, se exponen algunos de los resultados provisorios a los que se ha llegado durante el primer año de trabajo. Los subtítulos corresponden a algunas de las dimensiones circunscriptas en la grilla de preguntas que sirvió como guía para realizar los grupos focales.
4. 15. 1. Consumo de información
70Los participantes de los grupos, en general, mostraron que consumen información desde dispositivos variados y en distintos momentos del día. La televisión por aire y por cable e Internet fueron las plataformas más elegidas, mientras que la radio y la lectura de diarios impresos ocupaba un lugar menor en sus prácticas. Los más jóvenes realizan la lectura de noticias a través de las redes sociales en Internet, en especial Facebook. También usan Instagram y Snapchat y, en menor medida, Twitter. Las noticias se entremezclan con los posteos propios de las redes y, de esa forma, logran captar el interés de los jóvenes. Muchas veces, a partir de este primer acercamiento, si alguna noticia les interesa, visitan los portales de los diarios online para acceder a mayor información.
71Otro dato relevante sobre el consumo de información es el tiempo y los momentos que se le dedica a esta práctica. Los participantes que residían en el conurbano bonaerense coincidieron en que «el viaje a Capital», que suele durar entre una y tres horas, es el tiempo que mayormente destinan a mirar los portales de los diarios, las redes sociales, usar WhatsApp y, de este modo, «enterarse de lo que pasa». En tal sentido, aquí las diferencias de edad se atenúan y todos los que dedican varias horas a transportarse de sus casas a sus trabajos usan parte del tiempo en el consumo de noticias, sobre todo a través de dispositivos móviles. Hay, claro está, una cuestión económica, que es la disponibilidad de datos pagados para conectarse a Internet. Dicho de otro modo, hay una forma de regulación del consumo de noticias en función del costo y disponibilidad de datos. Se abre aquí toda una agenda de investigación sobre los dispositivos a través de los cuales se accede a las noticias (esto es, la pantalla del celular) y, en segundo lugar, respecto de la forma de combinación e imbricación entre noticias, mensajes de WhatsApp, consulta del newsfeed de Facebook, e interrupciones por los avatares de viajar en transporte público, dormir parte del trayecto, entre otros. En todo caso, el contexto de recepción habilita a nuevas preguntas sobre las que estamos indagando.
72Por su parte, los residentes en caba suelen chequear los portales al llegar al trabajo, y varias veces durante el día. Los grupos de adultos de distintas clases sociales también reconocieron mirar los noticieros vespertinos luego de la jornada laboral, donde, en general, encuentran noticias que ya circularon durante el día en distintos espacios virtuales. No obstante, en términos generales, la idea de ver el noticiero es hoy objeto de prácticas muy divergentes, fragmentarias y a geometría variable.
4. 15. 2. Credibilidad de las noticias
73En los distintos grupos que participaron de la investigación existió, en general, cierto consenso en torno a la credibilidad de las noticias. Los noticieros ocupan un lugar relevante en la vida cotidiana de quienes participaron de los grupos, en especial para los adultos y adultos mayores. Este género informativo satisface las expectativas del público en virtud de un pacto de credibilidad y confianza, cuyo principal aspecto es, tal como se señaló más arriba, la provisión de un mundo posible (Farré, 2004). Desde esta perspectiva, los noticieros, apropiándose del discurso de información o de discursos no ficcionales (Carlón, 2004),5 adquieren una preponderancia especial, transformándose en el principal actor de saberes, creencias y posteriores acciones de su audiencia, a partir de los hechos que cuenta. Y, cuando no se cree en alguno de ellos, se les exige que «muestren la realidad». Dicho de otro modo, consideran que deberían ser el reservorio de una posibilidad de transmitir y decir lo que «realmente pasa».
74Las tres noticias que funcionaron como disparadores fueron seleccionadas desde distintos canales (11 y 13, de Buenos Aires, y 10, de Córdoba) con el fin de evaluar si la orientación ideológica-política del medio en cuestión funcionaba o no como una mediación significativa en las noticias de delito, violencia e inseguridad. La hipótesis surgió de estudios locales (Vilker, 2009; Focás, 2016) que, a diferencia de la mirada de los trabajos realizados en los países centrales, mostraban que había, por parte de la audiencia, una tipificación previa a toda evaluación de los contenidos, del posicionamiento del medio productor y emisor.
75Los participantes de los grupos, en general, no cuestionaron la mirada ideológica del medio en cuestión y, en todo caso, podría decirse que prevaleció un contrato de credibilidad en torno a las imágenes y a la información que mostraban los noticieros Telefe Noticias y Telenoche. En general, señalaban que se nutrían de distintas fuentes de información y que, al recibir información similar de canales que, a priori, identificaban con distintas líneas ideológicas, confiaban o reforzaban la veracidad de esa noticia. Las imágenes de cámaras de seguridad y los testimonios de las víctimas también funcionaron como elementos que reforzaban el pacto de credibilidad en torno a la noticia.
76Algunas objeciones y/o miradas de desconfianza se manifestaron en la noticia del canal cordobés sobre un femicidio. La construcción discursiva de la noticia de un canal externo a caba resultaba extraña para quienes residen en caba y Gran Buenos Aires, debido, principalmente, a la falta de espectacularización, a los tiempos de los presentadores, a los usos de las cámaras, es decir, a la presentación de la información. Ese extrañamiento, muchas veces, se manifestó en un desconocimiento de la noticia como tal, incluso algunos participantes expresaban «no comprender» la noticia tal como estaba presentada. Aquí se pone en tensión otra variable vinculada con las noticias nacionales y locales, y las distintas rutinas periodísticas, como se mostró en el apartado vinculado con las rutinas periodísticas.
77Hay consenso en que hoy «todos los programas hablan de todo»: los programas de variedades, chimentos o autoreferenciados a la propia televisión hablan de política y delito, a veces, primicias o ideas fuerza se ubican en estos programas. Aun conscientes de este creciente desdibujamiento de fronteras entre los géneros televisivos (o quizás, justamente por eso), los participantes de los grupos focales refuerzan la exigencia de que sean los noticieros los que diriman o se reserven el lugar de enunciadores de «lo que realmente pasa» o, dicho de un modo más directo, de la verdad.
4. 15. 3. Roles víctimas-victimarios
78Dentro de las preguntas guía que se utilizaron como orientación en los grupos, resultó relevante la identificación de las víctimas y de los victimarios en cada noticia por parte de los participantes. Este tópico es central en la construcción de la matriz de nuestra investigación, por lo cual se le dedicó una parte de los grupos focales a fin de poder realizar, luego, un análisis integrado. En general, había cierto consenso en marcar quiénes eran la o las víctimas y quiénes los victimarios, aunque en algunos grupos se dispararon debates acerca de este señalamiento. Por ejemplo, en la noticia de Telefe Noticias, uno de los presuntos delincuentes era abatido por un policía que oficiaba como custodia en un supermercado chino. Las imágenes, que mostraban el momento del impacto de bala, habían sido grabadas por la cámara de seguridad del lugar, lo que otorgaba mayor credibilidad a la noticia. De este modo, en la mayoría de los grupos los participantes señalaron como víctima al policía y a la cajera del supermercado, en tanto el victimario era el delincuente. De todos modos, el asesinato generó debates en varios grupos en torno a si la víctima era o no el individuo asesinado, «todos nosotros», etcétera. Algunos participantes consideraron que si fue a robar «se lo había buscado», y que, por lo tanto, no era víctima de las circunstancias, situación observada más en Gran Buenos Aires que en caba. Pero, en general, puede decirse que la presentación de imágenes de cuerpos muertos en la pantalla genera malestar, debates y una multitud de reacciones que, luego, se analizará más en detalle.
79Desde ya, hubo voces disonantes sobre estas afirmaciones que generaron algunos debates sobre el tema. En cuanto a la noticia sobre corrupción, que trataba sobre un caso de sobreprecios y fraude al Estado, la víctima fue identificada como «el Estado», «todos nosotros» y «Lázaro Báez», según las distintas interpretaciones. Por último, la noticia sobre el femicidio de Carina Drigani presentaba una complejidad. El primer detenido por el asesinato era el exmarido de Carina, que ya tenía antecedentes por violencia de género (de hecho, la mujer tenía un botón antipánico). Sin embargo, la investigación demostró que el presunto autor del crimen era su actual pareja. Algunos participantes señalaron a Carina como la víctima, mientras que otros aseguraron que su expareja –«detenida injustamente», según afirmó la movilera– también había sido víctima de las circunstancias, ya que se demostró su inocencia (aunque, obviamente, en un grado de victimización menor que la mujer asesinada). El victimario, finalmente, fue señalado por todos los participantes como la actual pareja. En síntesis, el análisis de esta dimensión mostró que existen variadas interpretaciones de las noticias, vinculadas con algunas mediaciones de los receptores, pero también con el modo en que se enmarca y construye discursivamente la noticia.
4. 15. 4. Espectacularización y morbo
80Toda noticia policial está construida con elementos propios de la espectacularización, a través de recursos tales como la personalización, descontextualización, dramatización, sincronía entre banda de imagen y banda sonora, y ficcionalización. Se trata de un mecanismo recurrente en la construcción de las noticias policiales en los noticieros del horario central de la televisión abierta argentina. Los participantes de los grupos calificaron a las noticias de delito, violencia e inseguridad como «sensacionalistas», «amarillistas», «exageradas», reconociendo a través de estos adjetivos las particularidades del género. También fue recurrente que los participantes expresaran que existía algo de morbo al mirar noticias donde había muertos, rastros de sangre o víctimas sufriendo. El morbo aparecía asociado con la curiosidad, con seguir mirando estas imágenes a pesar de saber que tenían elementos sensacionalistas. El morbo fue asociado por varios participantes a lo que producía el sexo en tanto prohibido pero atractivo, en fin, sobre cierta ambigüedad que estaba en la base de su atracción: «lo miro porque no debo verlo»; algo ligado al voyeurismo.
81Algunos participantes comentan que las noticias policiales los atraen porque «son como una novela», que entregan la información por cuotas, y que un «día el asesino es uno y al otro día parece ser otro». También se observa cierto consenso en los grupos en relación con los detalles innecesarios que daban los periodistas de policiales sobre los casos, en especial los femicidios. «Te arman una novela interesantísima para que vos lo veas»; «desaparece una chica y es tremendo cómo están [los periodistas] con los conocidos, la madre, preguntándoles cosas desubicadas, no sé»; «Es eso el morbo de la noticia, creo que a la gente le gusta o juegan con eso»; «Saben que atrae todo eso y, bueno, entonces más detalles», fueron algunos comentarios de los participantes. Otros también compararon el morbo que generaban las noticias de inseguridad con las de espectáculos, por ejemplo, con cierta farandulización de la información que se produce al enterarse de presuntos detalles de la vida privada de los famosos.
4. 16. Consideraciones finales
82Como fuera planteado en la introducción, el presente trabajo expone avances del estudio integral del circuito productivo de las noticias sobre delito, violencia e inseguridad en los noticieros televisivos de mayor audiencia de la Argentina. El texto permite identificar como aporte principal, por un lado, el estudio de modo integrado de los aspectos de un fenómeno que suelen ser trabajados, artificialmente, de forma separada (la estructura mediática, las rutinas, las noticias y su recepción) y, por otro lado, la combinación de los encuadres teóricos y metodológicos de áreas que se entienden complementarias pero que no han sido tratadas de modo combinado hasta ahora.
83Aun cuando el presente documento refleja los avances parciales de la investigación en curso, es posible señalar resultados significativos que se desprenden de ese estudio combinado. En primer lugar, se constató la existencia de características distintivas para la selección de temas en los noticieros de acuerdo, principalmente, con el lugar de radicación del canal en función de la estructuración centralizada en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que presenta el sistema televisivo argentino, junto a otras variables como el tamaño de la emisora, el tipo de asociación con los canales cabecera de Buenos Aires (Eltrece y Telefe) y los recursos técnicos y humanos disponibles. No obstante, ello convive con acciones que se realizan de modo rutinario y que se corresponden con un nivel de organización productiva que prioriza lo local como criterio de noticiabilidad. A su vez, la cantidad de recursos humanos no solo genera la acumulación de tareas en pocos trabajadores sino, también, en la centralización del proceso de toma de decisiones.
84Sin caer en el reduccionismo economicista, se constata que la evaluación de los costos es un aspecto central para la decisión de que un tema se convierta en noticia, sobre todo en los canales de menores recursos. A su vez, esto se combina con los elementos propios de la producción del sentido en formato televisivo, que incluye elementos de montaje, blureo y musicalización como rasgos centrales del modo de contar las noticias. Y, en la misma línea, los entrevistados de los diferentes canales exponen otro elemento que condiciona su tarea productiva: «saben para quienes trabajan». Es decir, la necesidad de «desmontar al emisor» –propia de las propuestas originales de la economía política de la comunicación– funciona como marco en el proceso de producción de sentido social.
85Los trabajos de observación, entrevistas, análisis de los discursos y encuadres audiovisuales y su articulación con las condiciones estructurales del sistema televisivo en el país dan cuenta de la intervención compleja y multifactorial de aspectos a considerar en la puesta en el aire de las noticias sobre delito e inseguridad en los noticieros de tv.
86La elaboración de la matriz que integra esta investigación permite tener una mirada comprensiva de la forma de narrar los casos de delito, violencia e inseguridad en los noticieros televisivos seleccionados. Las dimensiones presentadas pueden también articularse con otros procedimientos analíticos de corte sociosemiótico (que no han sido explicitados en este texto por falta de espacio) que permiten arribar a hallazgos sobre cómo son figurados tanto las víctimas como los victimarios –personajes centrales de las notas que integran el corpus–, cómo se definen los acontecimientos noticiados y, dentro de estos, cómo se atribuyen las responsabilidades a los actores involucrados. Un aspecto destacable es el tratamiento de las fuentes de información, por cuanto se trata de un insumo central de las noticias cuyo comportamiento muestra consistencia a lo largo de todo el proceso comunicacional. Las marcas del uso de fuentes observadas en los textos están en diálogo con el factor de autoridad que tienen las fuentes oficiales para los productores y periodistas entrevistados y son legitimados en las apreciaciones volcadas por los participantes de los grupos focales.
87El estudio de recepción, por ahora realizado en el área metropolitana de Buenos Aires, permite corroborar algunas de las hipótesis planteadas, así como brindar otros hallazgos novedosos. En primer lugar, se verifica que la credibilidad de los noticieros depende de la confianza previa al canal emisor: un tanto menos presente que durante el período político anterior, pero este rasgo ya delimitado en trabajos previos de nuestro país (pero no tanto en la literatura de países centrales), sigue estando presente. En segundo lugar, quizás lo más llamativo fue que las y los entrevistados de diferentes edades y estratos sociales han cambiado sus formas de consumir noticias en los últimos años. La gran presencia de los celulares como pantalla asociados al mayor peso de las redes y aplicaciones como vía de entrada a las noticias de delitos está configurando un panorama de recepción muy diferente al presentado por los estudios hasta hace pocos años. Sin duda, esta es la principal dimensión a seguir explorando. En ese mosaico de noticias construidas desde fuentes diversas, lejos de desdibujarse el rol de los noticieros, se les exige que «pongan un poco de orden» en el universo casi inabarcable de noticias que circulan. Antes bien, su rol ya no es tanto informar como ayudar a definir cuáles son las informaciones a las que hay que creer. Así las cosas, puede cambiar el formato de recepción, pero no la pregunta por la credibilidad de las fuentes. Respecto a estudios previos, otro elemento notorio fue que la idea de delito no se asociaba solo o casi primordialmente a inseguridad sino que, en forma espontánea en casi todos los grupos, el tema de la violencia de género y, en particular, los femicidios, cobraron un lugar muy relevante. Así, una agenda de delito más diversificada pareciera estar presentándose; tema que será de interés relevar en otros contextos.
88Más allá de las dimensiones de análisis recuperadas en estos párrafos, cabe destacar la articulación teórico-metodológica tanto para el diseño de la matriz de análisis como para el análisis propiamente, en procura de evitar la tendencia, presente en ciertos análisis de contenido, a producir inferencias que devienen más de un juicio a priori por parte del investigador que de aquello que emana del propio texto y su puesta en discurso.
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Notes de bas de page
1 Se denomina standing al crédito que se da a las fuentes en las coberturas. En el siguiente apartado se retoma y desarrolla más en extenso el término.
2 De ella participan directores de cámaras, sonidistas y productores en general, y se realiza dos horas antes de la salida al aire.
3 Se desenfoca la imagen a través de distintos recursos gráficos y de edición.
4 Existen representaciones de las víctimas y los victimarios al momento de elaborar, ensamblar y presentar un hecho. Incluso en los casos en los cuales las víctimas se convierten en victimarios, se «resguarda» la imagen de la persona que actuó en «defensa propia», en general, en estos acontecimientos se resaltan la vida de esa persona y otros atributos, como la profesión.
5 Mario Carlón define de esa manera a aquellos discursos «en los que una instancia real (nivel de la construcción) se encuentra articulada con otra real (nivel de lo construido); es decir, que la segunda no se considera imaginaria (caso de los textos ficcionales)» (2004, p. 61).
Auteurs
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), Argentina.
Universidad Nacional de Quilmes, Argentina.
Doctora en Ciencias Sociales, Universidad Nacional de Quilmes (UNQ), y magíster en Sociología Económica, Universidad Nacional de San Martín (ISAES-UNSAM). Es profesora en la UNQ y en la Universidad Austral, e investigadora del CONICET. Su línea de investigación se centra en el estudio de las agendas política, mediática y pública en el diálogo entre medios tradicionales y medios sociales, desde las teorías de la agenda setting, el framing y el indexing. Es autora de El poder de la agenda. Política, medios y públicos (Biblos, 2015) y colaboradora habitual en Página 12 y en Le Monde Diplomatique.
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), Argentina.
Universidad Nacional de Quilmes, Argentina.
Doctora en Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires, magíster en Industrias Culturales y licenciada en Comunicación Social, Universidad Nacional de Quilmes. Se desempeñó como becaria posdoctoral en investigación del CONICET. En el campo de las Ciencias de la Comunicación, sus áreas principales de trabajo son la economía política de la comunicación y las políticas de comunicación. Sus investigaciones se centran en los procesos de organización de la producción y del trabajo de las industrias culturales, con particular énfasis en la industria televisiva y, dentro de ella, las ficciones.
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), Argentina.
Universidad Nacional de Quilmes, Argentina.
Doctora en Ciencias Sociales y magíster en Industrias Culturales, Universidad Nacional de Quilmes (UNQ), y licenciada en Comunicación Social, Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Es becaria post-doctoral (CONICET-UNQ). Actualmente, su principal estudio se enfoca en el análisis de los sistemas de métricas y de lógica algorítmica aplicados en los procesos productivos y del trabajo periodístico, y en las estrategias y modelos de negocio para el contenido digital (caso La Nación). Participa en diferentes proyectos de investigación sobre el sector de los medios y las políticas de comunicación.
Universidad Nacional de Quilmes, Argentina.
Licenciada en Comunicación Social y magíster en Industrias Culturales, Universidad Nacional de Quilmes (UNQ). Actualmente se encuentra cursando el Doctorado en Ciencias Sociales (UNQ). Se desempeña como docente, en carreras de grado y posgrado, en la Pontificia Universidad Católica Argentina de Buenos Aires (UCA) y en la UNQ. Ha escrito y publicado artículos y capítulos de libro sobre políticas de comunicación e industrias culturales.
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), Argentina.
Universidad Nacional de Quilmes, Argentina.
Universidad de Buenos Aires, Argentina.
Investigador principal en el CONICET y profesor titular en la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ) y la Universidad de Buenos Aires. Doctor en Ciencias de la Información por la Universidad Autónoma de Barcelona. Autor de libros y artículos sobre políticas de comunicación, medios y tic. Dirige el programa de investigación «Industrias culturales y espacio público: comunicación y política en la Argentina» de la UNQ y proyectos financiados por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación. Fue secretario académico (2003-2007) y director (decano) del Departamento de Ciencias Sociales (2008-2010) de la UNQ.
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), Argentina.
Universidad Nacional de San Martín, Argentina.
Licenciada en Ciencias de la Comunicación, magíster en Comunicación y Cultura, y doctora en Ciencias Sociales por la Universidad de Buenos Aires (UBA). Es investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) en el Instituto de Altos Estudios Sociales de la Universidad Nacional de San Martín (IDAES-UNSAM), donde también es profesora. Su campo de estudio es acerca de la recepción y los consumos de los medios de comunicación, la construcción de la inseguridad y la problematización pública del delito.
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), Argentina.
Universidad Nacional de San Martín, Argentina.
Universidad Nacional de La Plata, Argentina.
Doctor en Sociología por la EHESS, París. Es investigador principal del CONICET y profesor titular en la Universidad Nacional de La Plata. Es profesor en IDAES-UNSAM. Entre sus libros se cuentan La nueva pobreza en la Argentina, con A. Minujín; La experiencia escolar fragmentada; Sociología del delito amateur; Neoliberalism and national imagination, con A. Grimson; El sentimiento de inseguridad; Individuación, precariedad y riesgo, con R. Castel y D. Merklen; Controversias sobre la desigualdad, y Muertes que importan, con Sandra Gayol. Su último libro es Uneven trajectories. Latin American Society Today, con Gabriela Benza, en Cambridge University Press.
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), Argentina.
Universidad Nacional de Rosario, Argentina.
Doctora en Comunicación Social por la Universidad Nacional de Rosario (UNR) e investigadora adjunta del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) de la Argentina. Es codirectora del Centro de Investigaciones en Mediatizaciones (CIM-UNR). Desarrolla tareas de investigación en el campo de la semiótica de las mediatizaciones y la sociosemiótica aplicada a la minería de datos. Es profesora adjunta en las licenciaturas en Comunicación Social de la UNR y en Diseño Gráfico de la Universidad Abierta Interamericana (UAI). Dicta cursos de posgrado en la UNR y otras universidades.
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