I. Fernando I el Magno
Texte intégral
1. Quando murió el rey don Bermudo
1Quando murió el rey don Bermudo, fincó el reyno de León syn rey. Et estonçe el rey don Ferrando sacó su hueste e fue para allá, ca le pertenesçía por razón de su muger doña Sancha, porque don Bermudo non dexaua heredero. Et çercó la villa de León, 1v°a et porque ellos se quisieron deffender e non pudieron, porque la çiudat non fuera labrada después que los moros destruyeron el muro d’ella, et entró la çiudat con grande poder e fue resçibido por rey e por señor.
2Et estonçes el obispo de León1, con todo el pueblo de la çiudat ayuntados en la iglesia de Santa María de Regla, resçibiéronlo por rey e por señor et passó la corona del reyno en la cabeça. Et esto fue a veynte e tres días de junio, en era de mill e çinquenta e quatro años. Et fue rey de Castilla e de León, e fue llamado el rey don Fernando el Magno. Et de allí adelante quedaron las contiendas de los reys e regnó quarenta e seys años él2. Et estonçes andaua la era de la incarnaçión en mill e diez e seys años, et el inperio de Henrrique en veynte años, et el papa Benito en diez, et de Ruberte, rey de Françia, en veynte e seys, et de la era del tienpo en que Mahomat començara a predicar e se començara la seta de los moros, que dizen ellos ley, en ochoçientos e veynte años3.
3Et este rey don Fernando, luego que esto ouo acabado, conffirmó las leys de los godos e eñadió ende otras cosas que conuinían a los pueblos, que fuessen guardadas por todos los reynos. Et éste fue buen rey e derechurero, e temía mucho a Dios, e ardente en las faziendas4. Et tan grande fue el miedo que los moros ouieron d’él que cuidaron ser 1v°b destruidos d’él e conqueridos. Et sin falta conquiriera a toda España sinon por los grandes bulliçios que se leuantaron en los reynos de sus altos omnes5. Et el mayor miedo que los moros ouieron fue porque vieron castellanos e leoneses todos ayuntados, e que los auían de desonrrar6 rey sabio, entendido e fuerte.
4Et este rey don Fernando, ante que regnase, ouo en doña Sancha, su muger, hermana del rey don Bermudo, et de doña Urraca, su prima7, que fue mucho endreçada de costunbres e de bondad e de fermosura. Et después ouo a don Sancho, desí a doña Eluira, et a don Alffonsso e a don Garçía. Et a los fijos metiólos a leer por que fuessen más entendidos, e fízoles tomar armas e mostrarlos lidiar e conbatir e seer caçadores. Et a las fijas mandóles estar en los estudios de las dueñas por que fuessen bien acostunbradas e ensseñadas en todo bien. Et este rey mantenía su reyno en paz vn grande tienpo, que non ouo ende bolliçio ninguno.
5Et estonçes, estando la çiudad de Córdoua sin rey, leuantósse vn moro poderoso por aguazil que auía por nonbre Johar, e duró dos años en el señorío. Et después de la muerte d’él, fincó su fijo Mahomat en su lugar, e visco otrosí treze años. 2r°a Otrosí en aquella sazón se leuantó otro moço8 en Seuilla por jues, que auía nonbre Albocazú9, et fue ende señor quinze años.
2. En este tienpo se leuantó Rodrigo de Biuar
6En este tienpo se leuantó Rodrigo de Biuar, que era mançebo mucho esforçado en armas e de buenas costunbres. Et pagáuanse d’él mucho las gentes, ca se paraua mucho a anparar la tierra de los moros. Et por ende queremos que sepades ónde venía e de quáles omnes venía, porque tenemos de yr por la su estoria adelante.
7Vós sabed que quando murió el rey don Pelayo en monte Sión10, fincó Castilla sin señor, fizieron dos alcaldes: el vno ouo por nonbre Muño Rasuera et <e>l otro Laýn Caluo. Et de Muño Rasuera veno el enperador, et de Laýn Caluo este Rodrigo de Biuar. Et diremos por quál razón: casó Laýn Caluo con Eluira11, fija de Muño Rasuera, et ouo en ella quatro fijos. Al mayor llamaron Diego Leýnes12, et d’éste descendieron los de Viscaya, porque pobló a Haro; et al otro dixieron Laýn Laýnez, et d’éste descendieron los de Medina13; et <a>l otro llamaron Ruy Laýnes, <et> éste pobló a Peñafiel donde <viene>n los de Castro; et de 2r°b Muño14 Laýnes, el menor, viene este Rodrigo de Biuar. Et queremos que sepades por quál razón: Diego Leýnes, seyen[do] por casar, caualgó el día de Santiago que cae en el mes de junio15, e entrósse con16 vna villana que leuaua de comer a su marido al era, e trauó d’ella, et yogo con ella por fuerça, e enpreñóse luego de vn fijo. E fuesse luego para su marido, e trauó d’ella, e yogo con ella, e enpreñósse de otro fijo. Pero dixo ella a su marido lo que le acaesçiera con el cauallero. Et quando veno al tienpo de encaeçer, nasçió el fijo del cauallero e bautizáronlo, e pusiéronle nonbre Fernando Días. Et los que non saben la estoria dizían que éste era mio Çid; mas en esto lo erraron. Después d’esto casó este Fernando Días con fija de Antón Antolines de Burgos e ouo en ella fijos a Marí17 Antolines, e a Melén Fernandes, e a Alffonsso18, et a Ordoño, el menor. Et éstos fueron los sobrinos de mio Çid, e nunca él ouo otro hermano nin hermana. Et después que Diego Laýnes se abraçó con la villana, casó con doña Teresa Nuñes, fija del conde Nuño Áluares Amaya, et ouo en ella a este Rodrigo.
8Et fue su padrino del bautismo vn clérigo que auía nonbre don Peyre de Pingos19. Et a este su padrino, después a tienpo, demandóle vn potro de sus yeguas20. Et quando ge lo ouo a dar, metiólo entre muchas buenas yeguas con muchos buenos potros, e mandóle que escogiesse e tomasse el mejor. Et quando fue el tienpo que él fue a escoger el potro, 2v°a entró en el corral e dexó salir tanta buena yegua con sus potros que non tomó saluo a postremas que salió vna yegua21 con vn potro feo e sarnoso. Et dixo a su padrino:
—Éste quiero yo.
9Et fue su padrino muy sañudo e díxol’ con saña:
—¡Bauieca mal e esto quisistes!22
10Et dixo estonçes Rodrigo:
—Éste será buen cauallo, Bauieca avrá por nonbre.
11Et éste fue después muy buen cauallo e aventurado. Et en este cauallo vençió después mio Çid muchas lides canpales.
12Et este Rodrigo, andando por Castilla, ouo griesgo con el conde don Gomes, señor de Gormaz, et ouieron su lid entre amos, e mató Rodrigo al conde.
13Et estando ansí, entraron los moros a correr a Castilla, et era grande poder ca vinién ende çinco reys. Et passaron sobre Burgos, e passaron montes d’Oca, e corrién a Bilfforado e a Santo Domingo de la Calçada, e a Logroño, e a Nágera, et a toda essa tierra. Et sacauan muy grand presa de catiuos e de catiuas, e de yeguas e de ganados de todas maneras. Et ellos viniendo con su presa atán grande, et Rodrigo de Biuar apellidó la tierra e dioles salto en montes d’Oca. Et lidió con ellos, e desbaratólos e vençiólos, e priso todos los reys e tomóles toda la presa que traýan, e vénose para su madre e traxo conssigo los reys. Et partió muy bien todo el otro algo que traýa de la batalla con los fijosdalgo et 2v°b con todos los otros que fueron ende con él, tan bien los moros catiuos commo las otras ganançias que ende ouo, en guisa que todos se partieron d’él mucho alegres e pagados, et loándolo mucho, e pagándose mucho d’él e de la su fazienda.
14Et él, quando llegó a su madre con muy grand honrra, et desque vino ante ella, loó mucho a Dios la merçed que le fiziera, et dixo que non tenía por bien de tener los reys presos, mas que tenía por bien que se fuessen para sus tierras. Et soltólos e mandó que se fuessen. Et ellos gradeçiérangelo quanta merçed les fiziera, et tornáronse para sus tierras bendiziéndolo quanto podían e loando la merçed et la mesura que contra ellos fiziera. Et fuéronsse para sus tierras, e echáronle23 luego parias, et otorgáronsse por sus vassallos.
3. Andando el rey assossegando su reyno por tierra de León
15Andando el rey assossegando su reyno por tierra de León, llegó al rey mandado de la grand bienandança que Rodrigo de B<i>uar oui<era> con los moros. Et él es<tan>do en esto, veno ant’él Xi<mena> Gómez, fija del conde <don Gó>-3r°a mez de Gormaz, e fincó los inojos ant’él e díxole:
—Señor, yo só fija del conde don Gómez, et Rodrigo de Biuar mató al conde mi padr<e>. Et só yo de tres fijas que dexó la menor. Et, señor, véngovos pedir merçed que me dedes por marido a Rodrigo de Biuar, de que me terné por bien casada e por mucho honrrada; ca só çierta que la su fazienda ha de seer en el mayor estado de ningún omne del vuestro señorío. Et en esto terné, señor, que me fazedes mucha merçed. Et vós, señor, deuedes fazer esto porque es seruiçio de Dios et porque perdono yo24 a Rodrigo de Biuar de buena voluntad.
16E el rey touo por bien de acabar su ruego et mandó luego fazer sus cartas para Rodrigo de Biuar, en que le enbiaua rogar et mandar que se viniesse luego para él a Palençia, que tenía mucho de fablar con él25 cosas que eran mucho seruiçio de Dios, et pro d’él e honrra grande.
4. Rodrigo de Biuar, quando vio las cartas del rey su señor
17Rodrigo de Biuar, quando vio las cartas del rey su señor, plógole mucho con ellas et díxoles a los menssajeros que quería cunplir voluntad del rey e yr luego a su mandado. Et Rodrigo guisósse muy bien e mucho apuestamente, et leuó muchos caualleros d’él e de sus parientes 3r°b e de sus amigos, et muchas armas nueuas. E llegó a Palençia al rey con dozientos pares de armas enffiestas. Et el rey salió a él e resçibiólo muy bien, e fízol’ mucha honrra; et d’esto pesó mucho a los condes todos.
18Et deque touo el rey por bien de fablar con él, díxole en cómmo doña Ximena Gómez, fija del conde don Gomes a quien él matara el padre, lo venía a demandar por marido, e que le perdonaua la muerte del padre; et él, que le rogaua que touiesse por bien de casar con ella, e que le faría por ello26 mucho bien e mucha merçed. Et Rodrigo, quando esto oyó, plógol’ mucho, et dixo al rey que faría su mandado en esto e en todas otras cosas que le él mandasse. Et el rey gradesçiógelo mucho, et enbió por el obispo de Palençia et tomóles la jura e fízoles pleyto fazer, según manda la ley. Desque fueron jurados, fézoles el rey mucha honrra e dioles muchas donas nobles, et eñadió a Rodrigo mucha más tierra que antes d’él tenía. Et amáualo mucho en su coraçón porque veýa que era obediente e mandado, et por lo que dizían e oyé dezir d’él.
19Et desque Rodrigo se partió d’él, leuó conssigo su esposa para casa de su madre, donde fue muy bien resçibido, et dio la esposa a su madre en guarda. Et juró luego en sus manos que nunca se viese con ella en yermo nin en poblado fasta que vençiesse siete lides en el canpo. Et rogó mucho a su madre que la amasse anssí como a él e que le fiziesse mucho bien e mucha honrra, et por esto la siruiría él sienpre de mejor talante. Et su madre le prometió de lo fazer 3v°aanssí. Et estonçes partiósse d’ellas e fuesse para la frontera de los moros.
20Agora dexemos aquí de contar esto et contaremos del rey de cómmo le auino en su fazienda.
5. Andados dos años de su reynado
21Andados dos años de su reynado, que fue en la era de çinquenta e çinco años27, auiendo el rey las bienandanças que vos diximos, el diablo, a quien pesa de todo el seruiçio de Dios e de todo el bien que Dios da al omne, trabajósse mucho de meter bolliçio e mal entre él e el rey don Garçía de Nauarra, su hermano. Et el rey don Garçía, omne de grande coraçón e omne mucho atreuido et enbidioso, e pesáuale mucho de la honrra de su hermano, e començósse de atreuer contra él28 e tomarle lo suyo. Et el rey don Fernando, commo omne de buen talante, pesóle del mal que d’él resçibié; pero con mesura e con piadat non quiso boluer cabeça al demás (sic) que d’él resçibía fuelo suffriendo en muchas maneras29.
22Entretanto, adolesçió el rey don Garçía de Nauarra, et el rey don Fernando, quando lo supo, pesóle mucho, et con grand piedat que d’él ouo, fuelo veer. Et el rey don Garçía, quando lo vio, plógol’ mucho porque cuidó acabar el mal que tenía en el coraçón, et fabló con los suyos cómmo lo prendiessen. Et el rey don Fernando 3v°b óuolo de saber e ouo ende muy grand pesar, et saliósse del reyno de Nauarra e tornósse para Castilla.
23E después d’esto enffermó el rey don Fernando, et quando lo sopo el rey don Garçía, por le fazer plazer e emienda, cuidándose saluar de la enemiga que cuidaua contra él, et vínole veer mucho humildosamente. Mas el rey don Fernando, a quien non se oluidara el mal e la desonrra que le él cuidara fazer, mandóle prender e fézole guardar en Çea. Pero yogo ende pocos días, ca lo soltaron los que lo guardauan, por grandes promessas que les él fizo. Et fuesse para su tierra con poca conpaña que le enbiara ý el fijo. Et desque fue en su tierra, fezo todo su poder por se vengar, mas non ge lo quiso Dios guisar.
6. Cuenta la estoria que el rey don Fernando auía su contienda con el rey don Ramiro de Aragón sobre la çiudat de Calahorra
24Cuenta la estoria que el rey don Fernando auía su contienda con el rey don Ramiro de Aragón sobre la çiudat de Calahorra, que razonaba cada vno por suya, et en tal guisa que metió el rey de Aragón el pleyto a reuto, atreuiéndosse en el bien de cauallería que auía en don Martín Gonçales, que era el mejor cauallero que auía en aquel tienpo en toda España. Et el rey don Fernando resçibió el reuto et dixo que lidiaría por él Rodrigo de Biuar, pero que non era ende él a la sazón. Et el rey de Aragón dio por sí a don Martín Gonçales. E pu-4r°asieron plazo et fizieron omenaje de amas las partes de venir ý et traer cada vno el cauallero que auía de lidiar por este reuto; e el cauallero que vençiesse, que ganasse a Calahorra para su señor. Et el pleyto firmado, fuéronsse a sus tierras.
7. E el rey don Fernando, tanto que se partió de allí, enbió por Rodrigo de Biuar
25E el rey don Fernando, tanto que se partió de allí, enbió por Rodrigo de Biuar e contóle todo el pleyto en cómmo era e cómmo auía de lidiar30. Et quando esto oyó Rodrigo, plógole mucho et otorgó quanto el rey dizía e que lidiaría por él aquel pleyto, pero que en tanto que plazo se llega (sic)31, que quería yr en romería, que tenía prometido de yr. Et plogo al rey mucho d’esto, et mandóle dar grand algo de su auer e de sus donas que luego metiesse al camino32. Et leuó conssigo veynte caualleros.
26Et él, yendo por el camino, fazía mucho bien e mucha limosna, fartando los pobres e los menguados e todos los otros que querían las limosnas. Et él, yendo por el camino, ffalló vn gaffo lazrado en vn tremedal, que non podía salir dende. Et començó <de> dar muy grandes bozes que lo sacassen dende por amor de Dios. Et Rodrigo, quando lo oyó33, fuese para él e desçendió de la bestia, e púsole ante sí e leuólo conssi-4r°b go a la posada do aluergauan. Et d’esto tomauan los caualleros muy grande enojo.
27Et quando la çena fue aguisada, mandó assentar los caualleros e tomó a aquel gaffo por la mano e sentólo cabe sí, et comió con él de todas las viandas que le truxieron delante. Et tanto fue el enojo que los caualleros d’él ouieron que les semejaua que caýa la gaffedad de las manos en la escudiella en que comían; et con grande enojo que auían d’ello, dexáronles la posada a amos. Et Rodrigo mandó fazer cama para él e para el gaffo, et albergaron amos en vno.
28Et a la medianoche, en dormiendo Rodrigo, diole vn ressollo por las espaldas que tan grande fue el baffo e tan rojo que le recudió a los pechos. [E cató cabo sí por el gafo e non falló nada34; e començó de lo llamar mas él non le recudió ninguna cosa. Et estonçe leuantóse muncho espantado.] Et demandó lunbre e truxiérongela luego, et cató al gaffo e non falló ninguna cosa. E tornósse a la cama, estando la lunbre ençendida. Et començó a cuidar de lo que le acaesçiera del baffo tan fuerte que le dio por las espaldas e de cómmo non fallara al gaffo. Et él estando penssando en esto, a cabo de vn grande tienpo, aparesçióle vn omne en vestiduras blancas e le dixo:
—Rodrigo, ¿duermes?
29Et él respondió e dixo:
—Non duermo. Mas ¿quién eres tú que tal claridad e tal olor traes?
30Et él respondióle estonçes e díxole:
—Yo só sant Lázaro que te fago saber que yo era el gaffo a quien tú feziste mucho bien e la mucha honrra por el amor de Dios. Et por el buen talante35 que tú por el su 4v°a amor feziste, otorgóte Dios vn grande don: que quando el baffo que sentiste ante te36 uiniere, que todas las cosas que començares en lides e en otras cosas, todas las acabarás cunplidamente, assí que la tu honrra recreçerá de día en día et serás temido e resçelado de los moros e de los christianos, et los enemigos nunca te podrán enpeeçer; et morrás muerte honrrada en tu casa e con tu honrra, ca tú nunca serás vençido, mas antes serás vençedor sienpre, ca te otorga Dios su bendiçión, et con tanto finca et faz sienpre bien.
31Et fuesse luego que lo non vio más. Et leuantósse de la cama, et rogó a Nuestra Señora santa María, Uirgen e Nuestra Abogada, que rogasse al su Fijo preçioso e bendito por él, e que lo ouiesse en guarda al cuerpo e al alma e en todos sus fechos37. Et estudo en oraçión fasta que amanesçió.
32Et desí adreçó su camino e fizo su romería conplidamente para Santiago, faziendo mucho bien por amor de Dios e de santa María.
33Agora dexa la estoria a fablar d’él por contar cómmo los reys fueron al plazo donde auían de seer las lides.
8. Cuenta la estoria que quando el plazo fue llegado en que auían de lidiar sobre Calahorra
34Cuenta la estoria que quando el plazo fue llegado en que auían de lidiar sobre Calahorra Rodrigo de Biuar con don Martín Gonçales, era el plazo 4v°b ya llegado et Rodrigo non venía. E Áluar Háñez Minaya, su primo, tomó la lid en su lugar et mandó armar su cauallo muy bien. Et en quanto se él leuantaua e estaua armado38, llegó Rodrigo al plazo; e tomó el cauallo a Áluar Háñez et entró en el canpo, e don Martín Gonçales otrosí, et los fieles de amas las partes. E partiéronles el sol. Et endreçaron vno contra otro e firiéronse atán reziamente que quebraron en sí las lanças, et fueron amos muy malferidos. Mas don Martín Gonçales començó a dezir a Rodrigo sus palabras, cuidándolo espantar:
—¡Mucho vos pesa, don Rodrigo39, porque entrastes comigo en este logar, ca vos faré yo que non casedes con doña Ximena, vuestra esposa que vós mucho amades, nin tornaredes a Castilla biuo!
35Et d’estas palabras pesó mucho a don Rodrigo e díxole:
—Don Martín Gonçales, sodes buen cauallero40 e non son estas palabras para aquí, ca este pleyto por las manos lo auemos de lidiar41, que non por las palabras vanas, ca todo el poder es en Dios et de ende la honrra a quien Él touiere por bien42.
36Et con muy grande saña de lo que le auía dicho, fue contra él e firiólo de la espada por ençima del yelmo e de la cabeça quanto le alcançó, en guisa que fue muy malferido e perdió mucha sangre. Et don Martín Gonçales firió a don Rodrigo de la espada, que le cortó quanto le alcançó del escudo, et tan reziamente tiró la espada contra sí que le fizo perder el escudo a don Rodrigo. Mas don Rodrigo non lo quiso oluidar et diole otra ferida muy grande por el rostro, de 5r°aque perdió mucha sangre. Et andando amos muy fuertes e muy crueles, firiendo sin piedad, ca amos eran atales que lo sabían muy bien fazer, et andando en su pleito mucho affincados, perdió Martín Gonçales mucha sangre, et con grande flaqueza non se pudo tener et cayó del cauallo en tierra. Et don Rodrigo descendió a él et matólo. Et desque lo ouo muerto, preguntó a los fieles si auía ende más de fazer por el derecho de Calahorra, et ellos dixieron que non.
37Et estonçes veno el rey don Fernando a Rodrigo, et desçendió a él e ayudóle a desarmar. Et salió con él del canpo43, auiendo con él grand plazer él e todos los castellanos. Et tamaño fue el plazer44 del rey don Fernando e de los suyos, et tan grande fue el pesar del rey don Ramiro de Aragón e de los suyos. Et mandó tomar a don Martín Gonçales e leuáronlo para su tierra, e fuesse con él. Et fincó Calahorra al rey don Fernando.
38Et del terçero año del rey don Fernando fasta el quinto non fallamos ninguna cosa que de contar sea, sinon tanto que en el terçero año murió el papa Benito et fue puesto en su lugar Johan, el XVIII°45 de los que ouieron este nonbre, que fueron ende con él papas en Roma çiento e çinquenta e nueue. Et en el quarto murió el enperador Enrrique et regnó en pos él Corado XV años. En este año pobló el rey don Garçía Piedra Alta et conquirióFuentes46 de moros. Et en el terçero lidió el rey don Garçía con el rey Allimaymón en Retoruasseta47, et vençiólo e matólo. 5r°b
9. Cuenta la estoria que los condes de Castilla, veyendo en cómmo punaua cada día Rodrigo de Biuar en su honrra
39Cuenta la estoria que los condes de Castilla, veyendo en cómmo punaua48 cada día Rodrigo de Biuar en su honrra, ouieron su conssejo que pusiesen su amor con los moros e que enplazassen con ellos lid para el día de Santa Cruz de Mayo, et que llamassen a esta lid a Rodrigo, et ellos que pornían con los moros que lo matassen; et que por esta razón se vengarían d’él et sacarían señores de Castilla de los que non eran49.
40Et su fabla fecha, enbiáronlo a fablar con los moros; et esta fabla enbiáronla dezir a los reys moros de Rodrigo50, que eran sus vassallos que él touiera catiuos e soltara. Et ellos, quando supieron51 la falssedad en que le andauan, tomaron las cartas de los condes et enbiáronle a descubrir toda la poridat e de la enemiga en que le andauan52.
41Et don Rodrigo, quando lo sopo et vio las cartas53 e todo lo ál que le enbiauan dezir, gradesçiógelo mucho. Et tomó las cartas e leuólas al rey don Fernando, et mostróle la enemiga en que andauan los condes, et señaladamente el conde don Garçía que dixieron después de Cabra. Et el rey don Fernando, quando lo sopo e vio el fecho cómo era54, fue espantado de la grand falssedad, et enbióles sus cartas en que les mandó que saliessen de la tierra et que non fincassen ende. 5v°aMas estonçes el rey don Fernando ýuasse para Santiago en romería, et mandó a Rodrigo que echasse a los condes de la tierra. E él fézolo ansí commo el rey mandara.
42Et estonçes veno a él doña Eluira55 su cormana, muger del conde don Garçía, et fincó los inojos ant’él. Mas Rodrigo la tomó por la mano e leuantóla, que la non quiso antes [oýr] ninguna cosa. Et desque leuantada56, díxole :
—Cormano, pídovos por merçed que pues echades de la tierra a mí e a mi marido, que nos dedes vuestra carta para algund rey de los vuestros vassallos, que nos fagan algund bien e nos den en qué biuamos por vuestro amor. Et en esto me faredes mucho bien e mucha merçed57.
43Et estonçes diole Rodrigo su carta para el rey de Córdoua. Et él resçibiólo muy bien e él diole a Cabra en que visquiesse con su muger e con su conpaña por amor de Rodrigo. E anssí salieron de la tierra. Et después fue desconosçido el conde al rey de Córdoua que le dio a Cabra, ca le fezo señor d’ella58 fasta que después le prendió Rodrigo, commo vos lo contaremos adelante en la estoria.
44Et desde los çinco años fasta los siete del reynado del rey non fallamos ninguna cosa que de contar sea que a la estoria pertenesca.
10. Andados los siete años del rey don Fernando
45Andados los siete años del rey don Fernando, quando andaua la era en sesenta e vn años, e el inperio de Corado en tres 5v°baños, et la incarnaçión en veynte e quatro años59, et el rey don Garçía de Nauarra, auiendo a coraçón de vengarsse de su hermano el rey don Fernando, allegó muy grandes gentes así de suyas commo de otras partes, gascones et moros, e passó montes d’Oca e llegó fasta Purea60, que son quatro leguas de Burgos, et fincó ende sus tiendas. Et el buen rey don Fernando allegó muy grandes gentes quando lo sopo e pesól’ de coraçón. Et ayuntó muy grande poder de gente e fue contra él61, e enbió sus menssajeros en que le enbió dezir que le fazía muy grande desguisa en le correr anssí su reyno62, seyendo él su hermano, pero que ge lo quería él suffrir él lo que le auía fecho e que querría paz con él commo con hermano; e que.l’ saliesse de la tierra, que bien sabía él que ge lo vedaría si quisiesse, et que.l’ non fiziesse ende más mal nin ouiese muerte entre ellos. Mas el rey don Garçía non preçió esto nada, et maltraxo los menssajeros et enbiólos de ante sí muy aviltadamente.
46Et estonçes a los caualleros e a los ricos omnes que con él venían pesóles d’esto que el rey fiziera, ca vieron el grande peligro que podría seer si en batalla entrassen. Et fueron todos a él e pidiéronle por merçed que les otorgasse todos sus fueros et que les diesse lo que les auía tomados sus heredamientos todos. Et el rey, con muy grande atreuimiento e con grande soberuia de coraçón, non ge lo quiso otorgar, ca le semejó que ge lo fa-6r°a zían fazer con muy grande miedo. Et estonçes dos caualleros que el rey tenía deseredados partiéronse luego allí d’él et desnaturáronse de la naturaleza que con él auían, et viniéronse al rey don Fernando.
47Et estonçes vn su ayo que lo auía criado de niñez veno a él llorando de los ojos, e pidióle por merçed que les otorgassen lo que le pidían et que cobrasse los coraçones de sus vassallos. Mas el rey, como era de duro coraçón, non lo quiso fazer. Et dixo al rey con grande saña:
—Bien entiendo que morrás [oy] vençido e ahontado, e por ende quiero yo morir ante por que yo non vea tu pesar, ca te crié con grand femençia.
48Desí, quando las huestes se ayuntaron e fueron las azes paradas e mouieron vnos contra otros, aquel cauallero del rey echó el escudo de sí, e la loriga, e la capellina, e todas las otras armas sinon el espada que leuó ceñida et la lança en la mano, et anssí entró por las azes de los castellanos. Et anssí murió por non veer muerte de su criado et su señor, e astragamiento de su gente.
49Et pues las azes fueron mescladas de amas las partes et la lid fue ferida muy cruamente e muy sin piadat, fuesse vençiendo la gente del rey don Garçía, ca eran más e de mayor poder los del rey don Fernando; et demás que el rey don Garçía non auía los coraçones de sus vassallos.
50Estonçes vnos caualleros criados del rey don Bermudo et los dos caualleros que se partieron del rey don Garçía tomaron el más alto otero63, do 6r°b estaua la hueste de los nauarros, e firieron por las azes, e llegaron adonde estaua el rey don Garçía. Et dizen que el vno de los caualleros que d’él se partieron, que le diera vna lançada de que murió. Et murieron ende con él todos los ricos omnes. Et después que fue muerto el rey don Garçía e su hueste64, el rey don Fernando fue mucho alegre, pero fue mouido de piadad et mandó a los suyos que non fiziessen mal a los christianos, mas que se vengassen en los moros. Et ellos fiziéronlo anssí, en guisa que de los moros que ende vinieron con el rey don Garçía fincaron todos los más que muertos o que catiuos. Estonçes mandó tomar el cuerpo del rey don Garçía e fizo muy grande duelo sobre él. Et desí enbiólo a Nauarra. E fue enterrado en el monesterio de Santa María que él mismo fiziera, con que heredara muchas buenas heredades.
51Et después que el rey don Fernando ouo la honrra del vençimiento, retouo el reyno de su hermano en sí et fue señor de todo lo más de España. Pero fincaua por heredero del reyno de Nauarra, desde Ebro fasta los puertos d’Aspa, don Sancho, fijo del rey don Garçía, el que mataron en Santarén; ca este rey ouo dos fijos: a este don Sancho e a don Ramiro, el que después casó con la hija de mio Çid Ruy Díaz.
52Et del ochauo año del reynado fasta el XVI° año non fallamos ninguna cosa que de contar sea que a la estoria del rey pertenesca, sinon tanto que en el noueno año murió Roberte, rey de Françia, et regnó su fijo Henrrique el primero veynte 6v°a et çinco años; et en el dezeno murió papa Johan et sesenta apostólicos (sic), et fue papa Benito, e fueron con él çiento e sesenta apostólicos65; et en el quinzeno murió Albocazín, rey de Seuilla, et regnó en pos él Albeque Almocanís66 veynte e çinco años.
11. Cuenta la estoria que en este tienpo, estando el rey don Fernando en Galizia
53Cuenta la estoria que en este tienpo, estando el rey don Fernando en Galizia, que vinieron los moros correr a Estremadura. Et enbiaron mandado a Rodrigo de Biuar que les acorriesse. Et él, quando vido el mandado, non se detouo, et enbió por sus parientes e por sus amigos e fuesse contra los moros. E juntáronse con ellos que leuauan muy grand presa de catiuos e de ganados entre Atiença e Sant Esteuan de Gormaz. Et ouo con ellos lid canpal muy fuerte, e en cabo vençió Rodrigo firiendo e matando en ellos. Et duró el alcançe siete leguas, e tornó toda la presa. Et fue tan grande el robo que fue sin guisa que de lo que paresçió fue que copo al quinto dozientos cauallos; et bien valía çient mill maravedís el despojo. Et partiólo todo bien sin cudiçia Rodrigo con todos comunalmente. Et tornósse con muy grande honrra.
54Et agora dexa aquí la estoria de fablar d’esto e torna a fablar del rey.
12. En el año del reynado del rey don Fernando, que fue en la era de mill e sessenta años
55En el año del reynado del rey don Fernando, que fue en la era de mill e sessenta años67, 6v°b quando andaua el año de la encarnaçión en mill e treynta e tres años, et del inperio de Corado en doze años, el rey don Fernando, después que se vio bienandante e seguro en su reyno, sacó hueste para yr contra los moros e contra Portogal a tierra de Lustania, que es agora llamada tierra de Mérida [e de] Vadajoz, que tenían entonçes los moros. Et desí priso Sea e Gonea68 que son en Portogal, et otros castillos que son en Portogal, et otros castillos que son en derredor de Portogal, pero d’esta manera que fincassen ende los moros por sus vassallos. Et diéronles los alcáçares e las fortalezas.
56Et en la villa de Viso69, muchos buenos vallesteros70, et quando ellos firían non valían pro los escudos nin otras armas. E estonces mandó el rey que plegassen tablas en los escudos por que las saetas non enpeeçiessen a los que conbatían. Et mandó guardar las puertas que non saliessen fuera. Et esto fazía él por tomar vengança d’ellos et porque mataron ende al rey don Alfonso su suegro de vna saeta, anssí commo ya diximos. Et atán reziamente conbatían la çiudat cada día que la ouo de tomar. Et mataron muchos moros et catiuaron muchos, et fue preso el moro vallestero que matara al rey, et mandó el rey don Fernando sacarle los ojos e cortarle las manos71. En todo esto fue Rodrigo de Biuar vno de los que más ende fizieron de bu-7r°a enos fechos et grandes.
13. Andados <diez e> siete años del reynado del rey
57Andados <diez e> siete años del reynado del rey, que fue en la era de mill e sesenta e vn años72, fue el rey don Fernando sobre Lamego, et maguer que la çiudat era fuerte, fue luego çercada en derredor, et tantos engeños le puso e tantos castillos de madera et tan rezio la conbatió que la ouo por fuerça de tomar. Et fallaron en ella muy grandes aueres, et prendieron todos los moros e las moras que dentro morauan, et mandó matar la mayor parte d’ellos. Et retouo d’ellos con que labrassen las iglesias que fueron derribadas después que se perdiera la tierra.
58Et después que fue esto assossegado, fue sobr’el castillo de Sant Marán73, que yaze sobre el rýo de Malua, e tomóla, et desí fuela çercar74, e desí prísola luego otrosí.
14. En el dizeocheno año del rey don Fernando
59En el dizeocheno año del rey don Fernando que él ouo tomados estos logares, auiendo a coraçón él de auer a Coynbra, fuese para Santiago en romería, por conssejo de Rodrigo de Biuar que le dixo que le ayudaría Dios a cobrarla, et demás de tornada, que querría que lo 7r°b armasse cauallero et cuidaua resçibir cauallería dentro en Coynbra. Et el rey, auiendo talante de cobrar este lugar et porque vio que lo aconssejaua bien Rodrigo, ffuesse para Santiago, e fezo su romería bien e mucho honestamente e faziendo mucho bien. Et quando llegó a Santiago, estudo en oraçión tres días, et desí mucho offresçiendo e tomando muy grand deuoçión que Dios le cunpliesse lo que cudiçiaua.
60Et con la ayuda del apóstol Santiago, guisó su hueste muy grande et vino sobre Coynbra et çercóla. Et púsole sus engeños e sus castillos de madera; mas la villa era tan grande e tan fuerte que siete años la touo çercada.
61Et auía allí, en la tierra en poder de los moros, vn monesterio de monges que dizen oy día Loruaçio, et aquellos monjes biuían de lauor de sus manos, et tenían alçado mucho trigo e mucho ordio et mucho mijo et muchas legunbres que non sabían los moros d’ello. Et tanto se alongaua la çerca de la çibdat que ya non auían viandas los christianos et queríanla desçercar. Et quando los monges lo oyeron, vinieron priado al rey et dixiéronle que la non desçercasse, ca ellos darían vianda de aquella que luengamente auían ganado. Et abondaron toda la hueste fasta que todos los de la villa enflaqueçieron de fanbre e de grand quexa.
62Et los christianos lidiauan fuertemente e tirauan los enjeños de cada día, et fueron quebrantando del muro de la çiudat. Et quando esto vieron los moros, vinieron a la merçed del rey e echándose a sus pies e pidiéndole merçed que los dexasse sa-7v°a lir, e que le darían la villa e todo el algo que en ella auía, et que le non rogauan tan solamente sinon por la vida. Et el rey con piadat otorgógelo. Et entráronles la villa vn domingo a ora de terçia.
63Mas demientra que el rey tenía çercada la villa, acaesçió que vn romero de tierra de Greçia vino en romería a Santiago. Et auía nonbre estraño75 et era obispo, e dexara su obispado por trabajar su cuerpo en seruiçio de Dios. Et estando en la iglesia de Santiago faziendo su oraçión et en su vigilia, oyó vn día dezir a los de la villa e a los romeros que venían ende en romería que Santiago que apareçié como cauallero en las lides en ayuda de los christianos. Et quando él lo oyó, pesól’ et dixo así:
—Amigos, non le llamedes cauallero mas pescador.
64Et él, teniendo esta porffía, plogo a Dios que se adormeçió e aparesçióle Santiago con vnas llaues en la mano, et díxole de muy buen alegre contenente:
—Escriuano76, tú tienes por escarnio por que me llaman cauallero et dizes que lo non só. Et por esso vine agora a ty mostrarme por que jamás nunca dubdes en mi cauallería, ca só cauallero de Jhesu Christo e ayudador de los christianos contra los moros.
65Et él diziéndole esto, fuele traýdo vn cauallo muy blanco. Et el apóstol caualgó en él muy guarnido de todas armas e frescas e muy claras e fermosas, a guisa de cauallero, et díxole cómmo quería yr a ayudar al rey don Fernando 7v°b que yazía sobre Coynbra siete años auía. «E por que seas mas çierto de esto que te yo digo, con estas llaues que yo tengo en las manos abriré cras a ora de terçia las puertas de la çiudat de Coynbra e darla he al rey don Fernando». Et desque le ouo dicho esto, tirósele delante, de guisa que non sopo d’él el obispo estraño77.
66Et otro día mañana llamó clérigos e legos quantos auía en la çiudat de Santiago et díxoles lo que viera e oyera, et el día e la ora señaladamente quando Cohinbra auía de seer tomada. Et bien anssí como él dixo, fue fallado después en verdat, commo d’esta guisa auemos dicho.
67Et fincó la tierra de Montejo fasta Granada çerca Saluatierra, e dexóla al rey78 en guarda de don Sizmando, que fuera echado de la tierra et boluiera guerra con Abondolo, rey de los moros; et por meresçimiento de su bondat e de sus fechos amólo aquel Abondalo e mucho, ca fuera muy buen guerrero e muy destruydor de los christianos que morauan en Lustania e en Portogal. Et perdonáralo el rey don Fernando, et era en su graçia e tornado en su honrra. Pero dize aquí don Luchas de Tuys que en otro tienpo, quando Abondalo aquel moro conquirió a Portogal, que catiuara ende aquel don Sizmando con otros muchos robos que fizo, et que tan bueno era contra los moros e tan guerrero contra los christianos que lo tenían los aláraues commo por rey, assí que non fazían cosa 8r°a sin conssejo d’él. Mas después que veno para el rey don Fernando, fuera por sus fechos que fizo contra los moros preçiado, et era ome de grandes conssejos e buenos, et fezo mucho mal a moros fasta el día de su muerte.
68Et estonces fezo el rey don Fernando cauallero a Rodrigo en la mesquita mayor de Coynbra, que pusieron nonbre Sancta María. Et fízol’ cauallero d’esta guisa: çiñiéndole su espada e diole paz en la boca, mas non le dio pescoçada. Et desque Rodrigo fue cauallero, ouo nonbre Ruy Díaz. Et tomó luego el espada ant’el altar estando e fezo nouezientos caualleros nobles79. Et fizo el rey mucha honrra loándole mucho, et el rey quanto bien fiziera en conquerir a Coynbra e a los otros lugares. Et otrosí gradesçió el rey a Nuestro Señor Dios quanto bien le fiziera en [su] conquista.
69Et fuesse para Santiago en romería et offreçió ende sus donas muy grandes. Et tornósse80, e trabajósse de fazer buenas obras e fazer guerra a los moros e quanto mal les podía fazer.
15. Cuenta la estoria que después de esto, fezo sus cortes en León
70Cuenta la estoria que después de esto, fezo sus cortes en León con los omnes de sus regnos. 8r°b Et ouo conssejo de yr sobre los moros que morauan en el reyno de Çaragoça, que tenían castillos e fortalezas en las riberas de Ebro, que es en prouinçia de Cartajena, et traýan ende muchos ganados que ovieron ganados et robados a los christianos.
71Desde los dizeocho años fasta los veynte e çinco años del reynado del rey que se conpliera con los siete años que yogo sobre Coynbra, et desde los veynte e quatro fasta los veynte e siete81, non fallamos cosa que de contar sea que a la estoria pertenesca, saluo en los siete años que él yogo sobre Coynbra, començaron en los diez e ocho años ante, et en los dizeocho años murió el enperador de Corado, e fue enperador su fijo Henrrique; et el terçero de los que ovieron este nonbre fue enperador diez e siete años82. Et en los veynte e tres años por el papa Benito ouiera el papalgo él por Simoján (sic)83, et desí porque non era letrado, tomó otro por conpañero e conssagrólo consigo por papa que cunpliesse el offiçio de la santa Iglesia por él; et ouo por nonbre Siluestre, et fueron con él çiento e sesenta e vn apostólico. Mas por aqueste fecho non plogo a muchos et fue ende puesto otro por papa a quien llamaron Gregorio; et éste fue el seseno, et fueron con él çiento et sessenta e dos apostólicos. Et 8v°a en los veynte e tres años84, auiendo griesco con los otros dos apostólicos sobre razón del papalgo, fue contra ellos el enperador Enrrique et tollióles el poder que auían con derecho de santa Iglesia a todos tres, et ordenaron por papa el obispo de Burgos, et ouo nonbre Clemente el segundo; et fueron con él çiento e sesenta e tres apostólicos. Et bendixo luego el enperador. Et juraron estonçes los romanos al enperador que nunca jamás escogiessen apostólico sin conssejo85.
16. Andados veynte e seys años del reynado del rey don Fernando
72Andados veynte e seys años del reynado del rey don Fernando, que fue en la era de mill e ochenta años de la encarnaçión, et el inperio de Henrrique en siete años, sacó el rey su hueste muy grande et fue correr tierra de moros, e vnos castillos de que tenía grande mal a los christianos, corriólos e metiólos so su señorío. Et eran éstos: Gormaz, e Vado de Rey, e Aguilera, e Berlanga, e la Ribera de Sant Juste, et Santa María86, et Guermeçes87. E muchas atalayas que auía ende estonçes derribólas todas, porque eran por ende descubiertos los christianos quando entrauan a correr a tierra de moros. Et estauan sobre el monte Porrán88, que es sobre el río de Xaro89. Et otras fortalezas que auía en el val de Bargatares90, 8v°b et en derredor de Caraçena fasta Medina, que eran fechas por guardas de los ganados e de los labradores, et derribólas todas.
73Et desí fuesse para Cantabria e echó ende los moros, et metió so su señorío todas las montañas de Oca e de Oymer91, et destruyéndolo todo a fuego et a fierro.
74Et después que esto ouo fecho, fuese para Toledo et catiuó muchos moros e fezo muchas mortandades. Et destruyó e quemó Talamanca e Alcalá e Húzeda, e otros lugares del señorío de Toledo. E ganó muchos ganados e muchos aueres, et partiólo todo con su cauallería.
75Et desí fuesse sobre Guadalajara et destruyóla, et quemó quanto falló. Et çercó la villa et mandóla conbatir con muchos engeños. Et ellos, quando se vieron anssí apremiados e çercados et quanto tenían fuera destruydo, enbiaron dezir a Alimaymón, rey de Toledo, que ouiesse cuidado de guardar su reyno por batalla o por otra manera qualquier de fecho, ca si lo non fiziesse, toda la tierra auía perdida.
76Et el rey de Toledo, quando esto oyó, tomó el consejo que le dauan, et tomó mucho oro e mucha plata e muchos paños preçiados et enbiólo al rey, et enbióle pedir por merçed que le diesse tregua et que lo vernía a veer. Et el rey diógela. Et vino ant’él muy humildosamente et pidióle por merçed que le non fiziese tanto mal et que ouiesse en guarda a él et a su reyno, ca 9r°a todo sería a su mandado. Et fincó por su vassallo e que le diesse cada año parias. Et tornósse el rey para León muy rico e muy honrrado.
77Et en este año murió el papa Clemente e fue puesto en su lugar ý Damasco el segundo, e fueron con él çiento e sesenta e quatro apostólicos.
78Desde veynte e seys años del reynado del rey don Fernando fasta el de treynta e dos non fallamos ninguna cosa que de contar sea que a la estoria pertenesca, sinon tanto que en el veynteno sesto92 murió el papa Damasco et fue puesto en su lugar León el seteno, et fueron con él çiento e sesenta e çinco apostólicos. Et éste fue buen papa et santo. E quando ouo de resçibir la conssagraçión del papalgo, oyeron bozes de ángeles que cantauan et dizían:
—Ahé, que cuido que cuidades de paz et vno (sic) de quebranto93.
79Et este santo omne conpuso canto de muchos santos de santa Iglesia94. Et éste resçibió vn día vn pobre malato en su casa, e mandóle poner vn lecho ante la puerta de su cámara et darle todas las cosas que ouiesse menester e seruirlo, mas tanto que veno la noche e la puerta fue çerrada de la casa del papa, non lo fallaron. Et por aquello entendió el papa que resçibiría a Jhesu Christo en aquel pobre.
17. Andados treynta e tres años del reynado del rey don Fernando
80Andados treynta e tres años del reynado del rey don Fernando, que andaua la era de la en-9r°b carnaçión en mill e sessenta años, e la del enperador en mill e ochenta años e siete años, et el enperador Henrrique en catorze años, et el rey don Fernando, estando en su reynado assossegado e rico e abondado de todo bien, la reyna doña Sancha, su muger, por acresçentar la fe e la honrra e el alteza e la bienandança de su marido, et de los reys onde amos venían, dixo que mandasse fazer sepultura en León para él e para los que d’él viniessen, et fuesse honrrada et buena, e que la honrrasse de muchas buenas reliquias de todos los santos que pudiessen95 auer, «ca la çiudad de León es assentada en todo el mejor lugar del reyno, et es sana tierra e buena e de buenos ayres, e abondada de todas las buenas cosas que menester sean, et deletosa; e aun sin todo esto, conplida de muchos santos e buenos que ende tomaron martirio96 por amor de Jhesu Christo».
81Et el rey don Fernando era su voluntad de se enterrar en el monesterio de Saffagún, que era lugar que amaua él mucho, e en el de Sant Pedro de Arlança, mas después que vio la voluntad de la reyna, tóuolo por bien et mandó començar vna iglesia noble para el su enterramiento e para los que d’él viniessen que se ende quisiessen enterrar. Et en este penssamiento, asmó cómo podría honrrar aquel lugar, et falló que si él pudiesse auer alguno de los cuerpos santos que fueron martirizados en Seuilla para traher allí, que anssí honrraría muy bien su iglesia. Pero touo que esto non lo podría aver sin fazer grand guerra al rey de Seuilla.
82Et 9v°a estonçes sacó su hueste muy grande e mouió para Portogal. Et los de Cohinbra quexáronse mucho del grande daño97 que resçibían de Montemayor. Et el rey, con grande saña, fuela çercar, et púsoles muchos engeños a derredor, e fézoles tanta premia que fue voluntad de Dios que ge la dieron.
83Et Ruy Días de Biuar fezo mucho bien en aquella çerca. Et yendo él guardar los que yuan por la yerba e por vianda, ouo tres lides muy grandes que vençió, et por priessa en que se vio, nunca quiso enbiar pedir acorro al rey. Et por esto ganó muy grande prez, et fízolo el rey de su casa cabo et diole ende el poder.
84Et estonçes mouió el rey su hueste por el Algarbe, quemando e robando e matando quanto falló fasta en Seuilla.
85Et estonçes Abén Almocaniz98, rey de Seuilla, viendo el grande robo e el grande mal que yua por su reyno, enbió sus menssajeros al rey don Fernando, en que le enbió pedir por merçed que querría seer su vassallo e darle sus parias, et que le non fiziesse más mal et que ouiesse en guarda a él e a su señorío e en comienda.
86Et estonçes, demandó el rey por todos sus omnes buenos et demandóles consejo cómmo farían99. Et ellos consejáronle que demandasse el auer e lo tomasse el auer muy grande que le dauan100 et que resçibiesse el moro por su vassallo. Et el rey vio que lo conssejauan bien, et que tenía tienpo para demandarle lo que tenía penssado para honrra de la yglesia que començara. Et enbió dezir al rey de Seuilla que si quería auer su amor, que le diesse los 9v°b cuerpos de santa Justa e de santa Christina Roffina, e si non, de otra manera non podría auer su amor. Et el rey enbióle dezir que todas las cosas que él tudiesse, que de grado ge las daría, [e le seruiría con <ellas>, mas que non sabía dó yazían; mas que punnase de saber d’ellas et el que sabía de su <parte>, e que si las podía <auer>, que ge las daría] de grado101. Et el rey don Fernando agradesçió mucho a Dios quanta merçed le fiziera en acabar tan alta cosa, et resçibió al rey de Seuilla por vassallo. Et tomóle el auer e tornósse para Çamora, [que era muncho despoblada]. Et León102 pidiéronle merçed que les fiziesse ya poblar, ca nunca se poblara después que Almozorre103 destruyera a ella et a León.
87Et en este año murió el papa León104 e pusieron en su lugar el obispo de Colunpna, que fue llamado Vicer105 el segundo; et fueron con él çiento e sesenta e seys apostólicos.
18. Estando el rey poblando la çiudat de Çamora
88Estando el rey poblando la çiudat de Çamora, enbió por sus omnes buenos de la tierra para auer su acuerdo e su conssejo con ellos del estado de su reyno. Et entre todos los omnes buenos que ende vinieron, veno ende el obispo don Áluaro de León e don Ordoño, el obispo de Astorga, que eran omes buenos. E plogo mucho al rey con ellos, et rogóles que fuessen por él al rey de Seuilla, que le auía mandado los honrrados cuerpos de santa Justa e de santa Ruffina. Et los obispos, como eran buenos e sabios e entendidos, cunplieron el ruego del rey, et dixieron que yrían recaudar 10r°a este menssaje porque entendían que era grande seruiçio de Dios e honrra de la christiandad. Et estonçes el rey mandóles dar quanto ouiessen menester et mandó que se fuessen su camino. Et enbió con ellos al conde don Nuño e a otros dos ricos omnes: al vno llamauan don Fernando e al otro don Gonçalo.
89Et entretanto que ellos fueron su camino, el rey ordenó órdenes del estado de su reyno et pobló la çiudat de Çamora, e diole muchas franquezas e libertades que oy día han.
19. E el rey estando anssí en Çamora con toda su gente
90E el rey estando anssí en Çamora con toda su gente, llegaron a Çamora los menssajeros de los reys moros que eran vassallos de Ruy Días de Biuar con muy grandes aueres que traýan en parias. Et él estando con el rey, llegaron estos menssajeros al Çid et quisiéronle besar las manos, et llamáuanle «Çid», mas Ruy Días non les quiso dar la mano fasta que besassen la del rey. Et estonçes fizieron commo él mandó. Et desque besaron las manos al rey, fincaron los ynojos ante Ruy Días llamándole «Çid», que quiere tanto dezir commo «señor», et presentáronle grand auer que le traýan. Et Ruy Días mandólo tomar e mandó que diessen el quinto al rey por re-10r°b conosçimiento de señorío. Et el rey gradesçiógelo mucho, mas non quiso ende tomar nada. Et estonçes mandó el rey que le llamassen «Ruy Días mio Çid», por lo que los moros le llamauan.
91Et agora dexa la estoria de fablar de esto e torna a los obispos que fueron en la menssajería al rey de Seuilla.
20. Cuenta la estoria que después que los obispos et las otras conpañas se partieron del rey
92Cuenta la estoria que después que los obispos et las otras conpañas se partieron del rey, andaron sus jornadas fasta que llegaron <a> Abén Afez106, rey de Seuilla. Et él, quando sopo que yuan menssajeros del rey don Fernando, salió a ellos e resçibiólos muy bien, et preguntóles por el rey su señor et qué era por lo que venían. Et ellos contáronle la razón por que eran venidos. Et estonçes Auén Afaz107 ouo su conssejo con sus omnes buenos qué faría a lo que el rey le enbiaua dezir108. Et auido su conssejo, dixo que de los cuerpos non sabía cosa, mas que les daría las parias de grado. Et los obispos, quando esto oyeron109, ovieron su acuerdo de estar tres días en oraçión e en ayuno, que Dios, por la su merced, les mostrasse algund miraglo por que viniessen dende con honrra. Et desque ouieron anssí estado en su oraçión110, aparesçióles el santo conffessor de sant Ysidrio allí donde yazían en oraçión, et díxoles:
—Sieruos de Dios, non es voluntad d’Él que leuedes de aquí los cuerpos santos vírgines111, ca esta çibdat 10v°a ha de seer conquerida de christianos, et quiere que finquen ende por conssolamiento d’ella. Mas tiene por bien, por la vuestra piadad e por la vuestra santidat, et por honrra del rey don Fernando de quien resçibe mucho seruiçio, que leuedes el mi cuerpo para León.
93Et ellos, quando esto oyeron, fueron mucho espantados por la grande claridat que vieron e por el grand olor, et estudieron vna grande pieça mudos que non fablaron. Et estonçes santiguólos el santo conffessor e fueron metidos en acuerdo. E preguntáronle quién era. Et estonçes díxoles el santo conffessor:
—Yo só sant Ysidrio, el que fue arçobispo de Seuilla.
94Et ellos gradesçieron mucho a Dios la merçed que les fiziera et pidieron por merçed al santo conffessor que les demostrasse su sepultura. Et él mostróles por señales çiertas cómo yazié en Seuilla la Vieja e en qué lugar. Et estonçes partiósse d’ellos anssí que le perdieron de vista.
95Et estonçes fueron para el rey Ben Afez et dixiéronle que fuesse con ellos o enbiasse a Seuilla la Vieja, e que le mostrarían lo que demandauan. Et al rey plogo mucho con esta razón et mouiósse cauallería para allá. Et quando los obispos fueron en Seuilla la Vieja, començaron a catar a todas partes, andando todavía el rey con ellos, et por las señales que les mostró el santo conffessor, fallaron donde yazía el su cuerpo e metieron mano a cauar. Et quando abrieron la fuessa, salió vn olor tan sabroso en manera de almisque e de bálssamo de los huessos que todos quantos ende estauan112 prestó de grande salud, tan bien a los moros commo a los christianos, et sacaron el su cuerpo mucho honrradamente et enboluieron los sus hu-10v°b essos en muy nobles paños. Et el rey fue mucho espantado del muy noble et fermoso miraglo113 que veýa et arrepintiósse por lo que auía otorgado al rey, et quisiéragelo tomar si pudiera.
96Mas tal ora como lo cuidó, non lo pudo veer más, et fue mouido su entendimiento en ál et salió de aquello que cuidó.
97Et estonçes mouieron ende su camino con el cuerpo de sant Ysidrio, faziendo Dios por él muchos miraglos doquiera que llegauan. Et llegaron a León. Et el rey don Fernando, quando lo sopo, saliólos a resçebir con muy grande honrra. Et metió el cuerpo de sant Ysidrio en vn monimento de oro que auía mandado fazer muy noble et leuólo a la yglesia con grande proçessión. Et púsolo sobre el altar et puso el nonbre d’él a la iglesia. Et puso ende muchas noblezas de piedras preçiosas de oro e de plata e de sirgo. Et fezo ende grande monesterio de canónigos regulares114, et heredóla muy bien, por que se pudiessen mantener. Et fue leuado el cuerpo de sant Ysidrio en el año que andaua la era en mill e ochenta e siete años.
21. E el rey don Fernando, estando muy alegre
98E el rey don Fernando, estando muy alegre por el bien que el Señor Dios le fiziera en cobrar tan santa cosa, por consejo de la reyna doña Sancha, et leuó al rey don Sancho115, su padre, del monesterio de Oña para Sant Ysidro de León.
99Et él estando en esto, el papa Vitor fizo conçilio. E fue ende el enperador Henrrique e muchos reys christianos e muchos altos omnes. 11r°a Et el enperador querellósse del rey don Fernando de España, que non le conosçía señorío nin le quería seer tributario anssí commo todos los otros reys, et que le pidía merçed que le confirmiesse116 que le conosçiesse señorío e le diese tributo. Et el papa enbió estonçes amonestar al rey que conosçiesse señorío al enperador, si non, que enbiaría cruzada sobr’él. Et sobre esto enbiáronle desaffiar el enperador e el rey de Françia, e todos los otros reys.
100Et el rey don Fernando, quando vio las cartas, fue mucho espantado, porque entendía que podría ende nasçer muy grand daño a Castilla e a León si esto passasse. Et ouo su conssejo con todos sus omnes honrrados. Et ellos, veyendo el grand poder de la Iglesia et otrosí el grande daño que nasçería si Castilla e León fuessen tributarios, non sabían qué conssejo le diessen; pero al cabo conssejáronle que fuesse obediente al mandamiento del papa.
101Mas en este conssejo non fue mio Çid Ruy Días, ca auía poco que era casado con doña Ximena Gómez, su muger, et era ido para allá. Mas estando en esto, allegó él, e el rey mostróle las cartas, e díxole todo el fecho en cómo era e lo que le consejaran todos los sus omnes buenos, e que le rogaua, commo a buen vassallo, que le conssejasse commo a su señor. Et el Çid, quando lo oyó, pesól’ mucho de coraçón, et más por el conssejo que le dauan que non por lo que le enbiauan dezir de la corte. Et estonçes tornósse contra el rey su señor e díxol’:
—Señor, mal día vós nasçistes 11r°b en España si en el vuestro tienpo ha de seer metida a tributo, lo que nunca fue fasta aquí; ca toda quanta honrra vos Dios dio e todo quanto bien vos fizo, todo es perdido. Et señor, quien vos esto consseja non es leal nin quiere vuestra honrra nin del vuestro señorío. Mas señor, pues ansí quieren, enbialdos desaffiar et dentro allá ge lo vayamos dar. Et señor, vós lleuaredes çient mill caualleros de moros117 que vos darán los reys moros, vuestros vassallos. Et yo, señor, seré vuestro posentador e yré adelante a tomar posadas con mill e noueçientos de mis amigos e de mis vassallos. Et señor, tal sodes vós que Dios vos ama mucho et non querrá que la vuestra honrra peresca.
102Et el rey tóuosse por bien conssejado d’él, ca el rey era de grand coraçón, e agradesçiógelo mucho.
22. Cuenta la estoria que el rey don Fernando mandó fazer sus cartas
103Cuenta la estoria que el rey don Fernando mandó fazer sus cartas en que enbió pedir merçed al papa que non quisiesse contra él mouer sin razón, ca España fuera conquerida por los que en ella morauan e por mucha sangre que fuera vertida por sus anteçessores, et non eran tributarios nin lo serían por ninguna manera ellos, ca antes tomarían muerte; e otrosí sus cartas al enperador e a los otros, en que les enbiaua dezir que bien sabían que le demandauan tuerto e mal escatima118, non 11v°a auiendo sobr’él ninguna jurisdiçión nin demanda de derecho, et que les rogaua que le dexassen fazer su guerra a los enemigos de la fe, et si ál querían dezir contra él, que les tornaua hamistad e que les desaffiaua, et que allá adonde todos estauan, lo quería yr ver.
104Et entretanto que les este mandado enbió, mandó muy bien guisar sus gentes segund que auían fablado con el Çid, e mouió con ocho mill e noueçientos caualleros suyos e del Çid. Et el Çid leuó119 la delantera. E desque passaron los puertos d’Aspa, fallaron toda la tierra alboroçada et non les querían vender viandas. Mas el Çid metió mano a quemar toda la tierra e robar quanto fallaua de todos los que les non querían vender las viandas, e a los que la traýan, non les fazía mal ninguno. Et ansí guisaua él que quando el rey llegaua con su hueste, que fallauan quanto les era menester; en guisa lo fazía que yuan sonando las nueuas por toda la tierra, anssí que todos tremían.
105Et estonçes el conde don Remondo, señor de Saboya, con poder del rey de Françia, ayuntó veynte mill caualleros e veno aquí de Tolosa por tener el camino al rey don Fernando. E fallóse con su posentador, el Çid, que yua a tomar posadas, e ouieron vna lid muy affincada120. Et fueron vençidos los del conde, e el conde fue preso e otros con él, e otros muchos muertos. Et estonçes el 11v°b conde pidió merçed al Çid que lo soltasse e que le daría vna fija que auía, que era muy fermosa. Et el Çid fizo ruego del conde121, e enbiól’ por la fija e diógela, e fue luego suelto. Et en esta muger ouo el rey don Fernando a su fijo, el cardenal mucho honrrado.
106Et después d’esto, ouo el Çid otra batalla con todo el mejor poder de Françia e vençiólos, que nunca a ninguna d’estas batallas llegó el rey don Fernando nin su gente. Et ya yuan sonando estas nueuas al conçilio e de las brauuras que yua faziendo el Çid, et cómmo todos yuan sabiendo que era vençedor de las batallas, non se sabiendo aconssejar. Et pidieron merçed al papa que le enbiasse mandar por su carta que se tornasse e que non querían su tributo.
107Et el rey estando allende de Tolosa, llegáronle estas cartas, et él ouo su conssejo con el Çid et con sus omnes buenos, [e consejáronle enbiar allá dos omnes] que dixiessen al papa que le enbiasse vn cardenal con tal poder que pudiese affirmar con él que nunca jamás fuesse otro pleyto remouido a España, so muy grande pena çierta, et otrosí que viniessen ende perssonas del enperador e de los otros reys con todo poder para affirmar todo esto. E entretanto fincaron allí, e si non viniessen o non enbiassen, que ellos yrían buscar dónde estauan. E con este acuerdo enbiaron al conde don Rodrigo et a Áluar Hañes Minaya, et a otros omnes buenos letrados.
108Et quando llegaron al papa et le dieron las cartas, fue mucho 12r°a espantado, et ouo su conssejo con todos los omnes honrrados del conçilio cómo farían. Et ellos respondiéronle que le fiziesse lo que quería, que ninguno non lidiaría con él ante la buenaventura del Çid su vassallo. Et estonçes el papa enbió con todo su poder conplido a Miçer Ruberte, cardenal de Albina, et vinieron ende las perssonas122 del enperador e de los otros reys, e affirmaron su pleyto muy bien que nunca jamás tal pleito fuesse demandado al rey de España. Et las cartas que sobre esto fueron fechas, e roboradas123 del papa e del enperador, e de todos los otros reys que ende eran, e selladas con sus sellos. E en quanto todo esto se ordenó, moró el rey en aquel lugar seys meses.
109Et el papa enbióle pedir la fija del conde, e ella era ençinta bien auía çinco meses e medio. Et el rey enbiógela e enbióle dezir toda la verdad, e que le pedía por merçed que fuesse guardada. Et el papa mandóla guardar fasta que encaesçiese. Et nasçió d’ella el abad don Fernando, e fue su padrino el papa. Et él criólo muy bien e mucho honrradamente, et dispenssó con él que pudiesse auer toda dignidat sagrada. Et después fue mucho honrrada124, segund que adelante oyredes en la estoria.
110Et el rey don Fernando tornósse con muy grande honrra para su tierra et enbióla125 por conssejo del Çid su vassallo. E en este año murió el enperador Enrrique et fue enperador en pos él Henrrique su fijo çinquenta años. E por 12r°b esta honrra que el rey ouo, fue llamado después don Fernando el Magno, par de enperador. Et por esto dixieron que passara los puertos de Aspa a pesar de los françeses.
23. Cuenta la estoria que el rey don Fernando, andando por su señorío, que falló la çiudat de Áuila despoblada
111Cuenta la estoria que el rey don Fernando, andando por su señorío, que falló la çiudat de Áuila despoblada de luengos tienpos por el destruimiento que los moros fizieran en tomar los cuerpos santos mártires126 de sant Vicente e de santa Sabina e de santa Christina. Et leuó el cuerpo de sant Vicente con vna grande partida de las reliquias de aquellos dos hermanos127 para León, e metiólos128 en vn arca de plata e púsola129 çerca del cuerpo de sant Ysidrio. Et lo ál que fincó de130 santa Christina e santa Sabina púsolos mucho honrradamente en la iglesia de Sant Pedro de Arlança. Mas otros departen sobre esta razón e dizen que aún son en Áuila, et otros dizen que el cuerpo de santa Christina que es en Palençia. Et por esto el arçobispo don Rodrigo non quiso porfiar en esto, mas dixo que pues eran en tierra de christianos e demás que eran en el señorío de Castilla e de León, que non enpeeçía. Otrosí este rey don Fernando el Magno conffirmó las leys todas131 e los fueros que los reys godos dieron. 12v°a
24. Andados treynta e çinco años del reynado del rey don Fernando
112Andados treynta e çinco años del reynado del rey don Fernando, quando andaua la era en mill e ochenta e nueue años, e la encarnaçión en mill e sesenta132 e vn años, [e del enperador Fadrique133 en tres años], et este rey don Fernando estando ya de buenos días, si ante se trabajara de fazer buenas obras e mucho bien, más se trabajó dende adelante de fazer cosas que plazién a Dios. Et de todo esto plazié mucho a la reyna doña Sancha en faziendo muchas yglesias de nueuo. Et reffizo otros lugares muchos, segund cuenta la estoria, e mayormente en la iglesia de Santiago de Galizia e otras muchas, dándoles muchos donadios e muchas rentas que han. Et enrriqueçió los monesterios que eran pobres.
113Et estando vn día las oras oyendo en Santa María de Regla de León, que es la iglesia catedral, vio en cómmo los que siruién el altar que andauan descalços con mengua que non tenían de qué les conprar calçado. Et estonçes llamó al obispo e a los mayores de la iglesia, e púsoles luego renta çierta de que los calçassen.
114Et otrosí cuenta la estoria que el rey don Fernando era bien acostunbrado en oýr las oras. Et ýuasse para el monesterio de Saffagún, e desque oyesse las oras, preguntaua al abad que qué tenía de comer en el reffitorio con todos los monges, e comería quequie-12v°b ra que le diessen. E las más vezes mandaría él guisar de comer para sí e para ellos.
115Et vn día, estando con el abad, dieron al rey del vino en vn vaso de vidrio que era del abad, e cayó al rey de la mano e quebrantóse. E fue el rey ende muy pesante, et enbió luego por vna copa de oro en que estauan muchas piedras preçiosas e diola al abad en pecho de su vaso, et dexóle más para cada año en renta mill maravedís, e en buenas possessiones.
116Et otrosí la reyna doña Sancha non se trabajaua menos vn punto de fazer buenas obras e de seruir a Dios, ca era dueña de grande entendimiento e muy acuciosa en bien. Et ellos estando en esta vida, los moros de Çibteueria e de Caspentania alçáronse, que le non querían dar parias nin conosçerle señorío.
25. Cuenta la estoria que al rey don Fernando, que le llegaron nueuas en cómmo se le alçaron estas dos tierras
117Cuenta la estoria que al rey don Fernando, que le llegaron nueuas en cómmo se le alçaron estas dos tierras, non le cognosçiendo señorío ninguno. Et el rey, como era de días e canssado, non daua por ende nada. Et la reyna doña Sancha, quando lo sopo, pesóle mucho de coraçón, e començó de rogar al rey don Fernando, e tanto le sopo dezir de buenos ensienplos, diziéndole que non menguasse en su estado, lo que nunca menguara, et agora que non quisiesse Dios que los omnes le turuassen134 en ello, et si lo fiziesse, dexaría en el mundo 13r°a mal enxienplo. Et tanto le dixo de bien que le ouo de prometer de yr sobre los moros. Et tanto que esto ouo guisado, sacó muy grande algo de sus tesoros que ella tenía alçados et dio al rey tanto por que guisó mucho bien su gente. Et desí enbió por sus omnes buenos e por las órdenes, e apellidó su tierra, e sacó muy grande hueste e muy bien guisados, ca non ouo duelo la reyna de su auer, ante lo dio muy conplidamente135.
118Et fue el rey con su hueste sobre tierra de Çebtiberia e de Carpentania, e quebrantóles tan sin piedad, matando e catiuando et quemando e robando e conbatiendo e derribando, que por fuerça de armas e con grande destruimiento de la tierra les fezo venir mal su grado a la seruidunbre primera.
119Et desí tornóse con muy grande honrra e con muy grandes riquezas, ca truxieron muchos ganados e de muchas maneras, e mucho oro e mucha plata, e muchos paños de oro e de sirgo, e muchos moros e muchas moras, e ansí que todos vinieron ende ricos. Et al rey dieron sus parias dobladas. Et el rey, por honrra de la reyna doña Sancha, diol’ todas las parias en pecho de lo que le diera para su yda.
120Et por que sepades quáles son tierras de Çebtiberia e de Carpentanea, querémosvoslas contar: Çebtiberia es como tiene del mar de Sant Sebastián, que llaman mar Oçíano136, e va derechamente al mar de Çaragoça, que es el mar a que dizen Mediçeriano137, porque va por medio de la tierra. Et 13r°b desde Ebro fasta los montes d’Aspa, quanto yaze entre estos mojones es llamada Çebtiberia. Et desde Ebro commo va fasta el regno de Murçia es llamada Carpentanea.
121Et por esta razón que diremos aquí, sabredes cómo fue poblada: e el quinto fijo de Jafech138 ouo nonbre Tubal. Et quando los fijos de Noé salieron de la tierra de Babilonia e se esparzieron por el mundo, e partieron las tierras para poblarlas, de (sic) Jafech, vno de los tres fijos de Noé139, vénole por suerte de poblar a Eropia140, e poblaron ende con él. Mas todauía Josepch es nonbrado poco menos que la quarta parte del mundo de lo que es poblado141, ca en el mundo son siete islas, mas en las dos non mora ninguna cosa por la grand fríura que han en ellas, et en las otras dos por grand calentura; ca en las que moran son éstas: Vropa la menor; e es ý el hermano mayor, fijo de Noé con sus linajes, [e] ovo Asia, que es más que en la meatad del mundo; ca en los que desçendieron del linaje suyo poblaron a Áffrica, que es como la quarta parte del mundo142.
26. Pues Tubal
122Pues Tubal, commo diximos, e los linajes que d’él vinían, passando a Asia adonde es la tierra de Babilonia, passaron a Huropa e vinieron derechamente a poblar a España. E anssí como llegaron, assentáronse en los montes Tiraneos143 et poblaron luego en somo de las sierras, con miedo del diluuio que pasaría, 13v°a que auían miedo que vernía et afogaría en los valles; mas después que llegaron allí, moraron allí luengos tienpos e non veno el diluuio. Vieron que los ríos nin las aguas non creçían nin salían de las madres, maguera que fazía grandes inuiernos e grandes aguaduchos por que pudiesse ser semejança del diluuio de Noé. Aseguró más144 e desçendieron de los montes Preneos145 e de los montes de Aspa a poblar en los llanos e en las riberas de Ebro.
123Et por esta razón acaeçió que quando los fijos de Noé se partieron de la torre de Babilonia et se esparzieron por el mundo, Sen, que era el mayor hermano de los fijos de Noé, ouo a Asia, e Can, que era el mediano, tomó a África, et otrosí Josep146, que era el menor, ouo a Vropa, et el quinto fijo de Josep147, que ovo nonbre Tubal, con sus hermanos desçendieron poblar los llanos e en las riberas de Ebro, por que llamaron «ceptiberos»148, que quiere dezir «conpañas de Tubal pobladas en las riberas de Ebro».
124Et todas estas tres corrió el rey don Fernando, e de Carpentanea aquende Ebro Taraçona, e arribó allá que llaman Çaragoça, fasta en Valençia metió todo en su señorío. Et él faziendo estos bienes e otros muchos que non son contados, e faziendo muy linpia vida mucho honrrada, e teniendo toda España so su señorío assí commo christianos e moros muy luengos tienpos, que non se osauan enffestar vn señorío contra otro, nin osauan nin auían de ál cuidado saluo de seruir. Et estando ya en cabo de su tienpo e que Dios demanda14913v°b por él, et estando vn día en oraçión, aparesçióle el conffessor sant Ysidrio e díxole el día e la ora en que auía de finar. Et esto le veno él dezir por que se aperçibiesse de conffessar e de fazer emienda de sus peccados, et remenbrarsse de su alma, por que fuesse desenbargadamente ante la faz de Dios.
27. Este rey don Fernando el Magno, después que el conffessor le dixo el día de su finamiento
125Este rey don Fernando el Magno, después que el conffessor le dixo el día de su finamiento et lo fizo ende çierto en el apareçimiento que se le mostró, desde allí adelante ouo mayor cuidado de desenbargar su ánima e de la tener linpia para su Criador. Et cuidó cómmo llegasse los reynos e la tierra que le Dios diera, por que non ouiesse entr’ellos contienda después de su muerte sus fijos sobre razón de la partiçión. Et asmó cómmo les partiesse la tierra por los dexar en assossiego. Mas esto que él asmó, fazíalo por bien, mas fue lo peor, porque nasçió después grand daño e grand mal; ca mejor fuera que lo ouiera dexado al fijo mayor. Mas el penssamiento del rey fue este de ge las partir en toda guisa, ca él auía tres fijos: don Sancho el mayor, e don Alfonso, que era el mediano, e don Garçía, que era el menor. Et auía dos fijas: doña Hurraca e doña Eluira. 14r°a
28. Cuenta la estoria que el rey don Fernando, cuidando fazer pro de sus reynos e de sus fijos, partióles los reynos en esta manera
126Cuenta la estoria que el rey don Fernando, cuidando fazer pro de sus reynos e de sus fijos, partióles los reynos en esta manera: dio a don Sancho, porque era el mayor, desde el río Pisuerga allá fasta Ebro e a Castilla con Nauarra quanto era aquende con la Estradura150; et dio a don Alffonsso León151 e Asturias, e vna pieça de Canpos; et dio a don Garçía, el fijo menor, el reyno de Galizia con todo lo que él ganara de Portogal; et dio a doña Vrraca, que era la mayor, la çiudat de Çamora con todos sus términos, e la meatad del inffantadgo; et dio a doña Eluira, la fija menor, a Thoro con todos sus términos, e con la otra meitad de su inffantadgo.
127Et quando el rey don Fernando ouo fecha esta partiçión, pesó mucho al inffante don Sancho, que era el mayor, que lo auía de auer todo enteramente. Et dixo a su padre que non podía nin de derecho deuía fazer esta partiçión, ca los reys godos antiguamente fizieron constituçión en ssí que nunca fuesse partido el inperio de España, mas que sienpre fuera vn señorío e de vn señor, et por esta razón non le deuía partir e nin podía, pues lo Dios ayuntara en él, mas que lo deuía él de auer, pues que era el fijo mayor e era heredero. Et el rey don Fernando dixo es-14r°b tonçes que lo non dexaría él de fazer por esso, ca él se lo ganara. Et dixo estonçes el inffante don Sancho:
—Fazed lo que quisierdes, commo padre e señor, mas yo non lo otorgo.
128Et el rey fizo esta partiçión ansí entredicha del inffante don Sancho. Et a muchos del reyno pesó por la partiçión et a muchos plogo, mas todavía los del buen entendimiento sienpre entendieron el mal que dende auía de nasçer al cabo, anssí commo después nasçió, que veno ende mucho mal.
29. El rey don Fernando auía fecho su partiçión
129El rey don Fernando auía fecho su partiçión commo auedes oýdo, et a poco de tienpo adolesçió del mal que murió. Et fézose leuar a León, et entró en la çibdat sábado, ocho días andados del mes de dizienbre. Et fue commo [sobre] los inojos fitos contra los cuerpos santos, faziendo su oraçión e pidiéndoles merçed, anssí commo conuenía a rey. Et púsose la corona en la cabeça ante el cuerpo de sant Ysidrio, et llamó a Dios diziendo anssí:
—Señor Jhesu Christo, tuyo es el poder e de todo et tuyo es el regno, ca Tú eres el rey de todos los reys et todas las gentes son a tu mandado. Et Señor, tórnote yo agora el regno que me Tú diste, mas pídote por merçed que la mi ánima sea puesta en la luz que non ha fin.
130Et quando el rey esto ouo dicho, desnudóse de todos los paños nobles de oro que tenía vestidos e tiró la corona que tenía en la cabeça e púsola sobr’el altar. E tomó paños de sçiliçio a carona del cuerpo e fezo su oraçión 14v°a de cabo contra Dios, conffessando quantos yerros auía fechos contra Dios. Et tomó de los obispos soltura, ca lo asoluieron de sus peccados. Et resçibió allí luego la postrimera vnçión et esparzió çeniza sobre sí. Et después mandóse leuar a Santa María d’Almança en romería, e yogo ende tres días rogando a santa María que le ouiesse merçed et que rogasse a su Fijo bendito por su ánima. Et allí fue el mal cuitado de la muerte. Et de allí lo leuaron a Cabeçón.
131Et allí estando, veno el abad don Fernando, su fijo mucho honrrado omne, et muchos honrrados omnes del su reyno. Et era ende el Çid Ruy Días, e acomendólo ende al inffante don Sancho su fijo. Et después que ordenó su fazienda estido tres días llorando en penitençia, et al quarto día a ora de sesta, en día de Sant Johan euangelista, seyendo él ya de muchos días, llamó al cardenal don Fernando su fijo e acomendóle a España, et a los fijos dioles su bendiçión. Et desý dio la su alma a Dios sin manzilla, e fue leuado para León e soterrárronlo cabo de su padre, en la iglesia de Sant Ysidrio que él mandó fazer.
30. Este rey don Fernando el Magno fue fijo del rey don Sancho de Nauarra
132Este rey don Fernando el Magno fue fijo del rey don Sancho de Nauarra; et porque Castilla fincó sin heredero et su madre la reyna doña Eluira era fija del rey de Castilla e heredera, et dio a este rey don Fernando el Magno su fijo152. Et reynó seyendo moço 14v°b doze años, [et después de muerte de su padre reynó en este mesmo señorío doze años153].
133Et era ya casado con la reyna dona Sancha, hermana del rey don Bermudo que era rey de León. Et desabiniéronse él e su cuñado por grande tuerto que le fiziera. Et el rey don Bermudo, segund que vos lo contamos por la estoria ante de esto, et como non fincó otro heredero d’él sinon la reyna doña Sancha que ouo el reyno de León, et regnaron amos a dos en los reynos ayuntados veynte e dos años e seys meses. Et por este cuento regnó el rey don Fernando el Magno, el par de enperador, quarenta e seys años e medio.
31. Cuenta la estoria que después que finó el muy noble rey don Fernando el Magno
134Cuenta la estoria que después que finó el muy noble rey don Fernando el Magno, biuió la reyna doña Sancha dos años, faziendo muy buena vida e santa, siruiendo a Dios en todos sus fechos. Et fue muy buena reyna e mucho entendida, e mucho amiga de su marido, et conssejóle sienpre bien. Et fue espejo de los reynos, e de las biudas e de los huérffanos eran d’ella aconssejados154. E acabaron muy bien el rey su marido e ella esso que mismo. Et déles Dios paraýso, amén. 15r°a
Notes de bas de page
1 G : « el obispo don Ferrando de León ».
2 G : « e rregnó quarenta e seys años e seys meses ».
3 G : « en ochoçientos e veynte e ocho años ».
4 G : « e temía muncho a Dios, e fue muncho temido e ardit en las faziendas ».
5 G : « en sus regnos de sus altos omes ».
6 G : « de señorear ».
7 G : « a doña Vrraca, su primera fija ».
8 G : « moro ».
9 G : « Albocaçín ».
10 G : « don Pelayo el montesyno ».
11 G : « doña Eluira Nuñes ».
12 G : « Ferrant Laýnes ».
13 G : « los de Mendoça ».
14 Il faut lire « Diego ».
15 G : « que caýa en el mes de jullio ».
16 G : « e encontrósse con ».
17 G : « Martín ».
18 G : « Ferrant Alfonso ».
19 G : « un buen clérigo que auía nonbre don Pere de Pringos ».
20 G : « e este su padrino, después a tiempo, le mandó vn potro de sus yeguas ».
21 G : « e dexó sallir tanta buena yegua con sus potros que non tomó ninguno. Et más a postre salió vna yegua ».
22 G : « ¡Muy mal escogistes! ».
23 G : « enbiáronle ».
24 G : « por que perdone yo ».
25 G : « que tenié muncho de fazer e de fablar con él ».
26 G : « e que le faría sienpre por ello ».
27 G : « en la era de mill e çinquenta e çinco años ».
28 G : « e començóse a venir contra él ».
29 G : « non quisso torrnar cabeça al mal que d’él resçebía e fuelo sufriendo en munchas maneras ».
30 G : « e cómmo avía de lidiar por él ».
31 G : « pero que entretanto que el plazo se llegaua ».
32 G : « e metióse luego al camino ».
33 G : « vio ».
34 G : « e Rodrigo despertó mucho espantado, e cató cabe sí por el gafo e non lo falló ».
35 G : « E por el bien ».
36 G : « ty ».
37 G : « et leuantóse de la cama e fyncó los inojos en tierra e fizo su oraçión contra Dios, agradeçiéndol’ e loando quanta merçet le fiziera, e pidiendo merçet a santa María, Nuestra Madre et Nuestra Señora e Nuestra Abogada, que rogase a su Fijo bendito por él, que.l’ ouiese el cuerpo e el alma en todos sus fechos ».
38 G : « e en quanto se él estaua armando ».
39 G : « Muncho vos pesa agora, don Rodrigo ».
40 G : « sodes vós cauallero ».
41 G : « librar ».
42 G : « a quien Él quisiere e touiere por bien ».
43 G : « e abraçólo muncho, e desque fue desarmado, salió con él del canpo ».
44 G : « et tamaño [quanto] fue el plazer ».
45 G : « el diez e siete ».
46 G : « Funes ».
47 G : « Recoruaseca ».
48 G : « pujaua ».
49 G : « e fincarían señores de Castilla de lo que non eran por él ».
50 G : « a Rodrigo ».
51 G : « vieron ».
52 G : « e enbiáronlas a Rodrigo, su señor, e enbiáronle a descobrir toda la poridat de la enemiga en que le andauan ».
53 G : « quando vio las cartas ».
54 G : « quando vio el fecho en cómmo era ».
55 G : « doña Theresa ».
56 G : « e desque fue leuantada ».
57 G : « muncho bien e muncha ayuda ».
58 G : « ca le fizo guerra d’ella ».
59 G : « quando andaua la era en mill e sesenta e vno, e el año de la encarrnaçión en mill e veynte e quatro años, e del inperio de Corado en tres años ».
60 G : « Puerca ».
61 G : « Et el rey don Ferrando, quando lo sopo, pesóle muncho de coraçón, e allegó muy grant poder de gentes e fue contra él ».
62 G : « que fazía syn guisa de le entrar así por su tierra e su regno ».
63 G : « tomaron el más alto lugar del otero ».
64 G : « e su hueste vençida ».
65 G : « murió el papa Johan e fue puesto en su lugar el papa Benito, et fueron con él çiento e sesenta apostóligos ».
66 G : « Habet Almutañís ».
67 G : « En el año diez e seys del reynado del rey don Ferrando, que fue en la era de mill e sesenta e nueue años ».
68 G : « Goruea ».
69 G : « Viseo ».
70 G : « auía munchos buenos ballesteros ».
71 G : « e cortarle los pies e las manos ».
72 G : « Andados diez e siete años del regnado del rey, que fue en la era de mill e setenta años ».
73 G : « Sant Martín ».
74 G : « desí fue çercar Taraça ».
75 G : « Estiano ».
76 G : « Astiano ».
77 G : « Estiano ».
78 G : « el rey ».
79 G : « noueles ».
80 G : « coronóse ».
81 G : « e seys ».
82 G : « e fue enperador su fijo Enrrique, el terçero de los que ouieron este nonbre, e fue enperador diez e siete años ».
83 G : « e en los veynte e tres años por que el papa Benito ouiera el apostoladgo por symonía ».
84 G : « Et en el veynte e quatro año ».
85 G : « syn consejo d’él ».
86 G : « Santa Mora ».
87 G : « Guermegez ».
88 G : « Poyrana ».
89 G : « Jarro ».
90 G : « Bargetares ».
91 G : « e de Oña ».
92 G : « en el veynte e siete ».
93 G : « e non de quebranto ».
94 G : « conpuso cantos de munchos santos e fizo e escriuió munchas cosas e mucho prouechosas de santa Iglesia ».
95 G : « pudiese ».
96 G : « muerte ».
97 Absence de signe d’abréviation sur le n.
98 G : « Abén Almutaniz ».
99 G : « pidióles consejo cómmo faría ».
100 G : « consejáronle que tomase el auer muy grande que.l’ dauan ».
101 G : « Et el rey enbióle dezir que todas las cosas que él podiese, que de grado lo seruiría con ellas, mas que non sabía dó yazían ; mas que punnase de saber dó yazían, e el que sabría de su parte e sy los pudiesen auer, que ge los daría muy de grado ».
102 G : « Et los de León ».
103 G : « Almançor ».
104 G : « Leo ».
105 G : « Viter ».
106 G : « fasta que llegaron <a> Abet ».
107 G : « Abet ».
108 G : « pedir ».
109 G : « vieron ».
110 G : « Et desque ouieron asý estado en oraçión tres días ».
111 G : « los cuerpos de las santas vírgenes ».
112 G : « que a todos quantos aý estauan ».
113 G : « del muy fermoso e marauilloso miraglo ».
114 G : « seglares ».
115 G : « por consejo de la reyna doña Sancha, leuó al rey don Sancho ».
116 G : « costriñiese ».
117 G : « çinco mill caualleros de fijosdalgo e dos mill caualleros de moros ».
118 G : « e mal e escatyma ».
119 G : « ouo ».
120 G : « muy ferida ».
121 G : « e el Çid resçibió su ruego ».
122 G : « los presoneros ».
123 G : « Et las cartas que sobre esto fueron fechas fueron robradas »
124 G : « onrrado ».
125 G : « e óuola ».
126 G : « e tomó ende los cuerpos de los santos mártires ».
127 G : « de aquellas dos hermanas ».
128 G : « metiólas ».
129 G : « púsolas ».
130 G : « e lo ál que fyncó de los cuerpos de ».
131 G : « las leys góticas ».
132 G : « çinquenta ».
133 G : « Enrrique ».
134 G : « trauasen ».
135 G : « lo dio muy bien e conplidamente ».
136 G : « Oçéano ».
137 G : « Mediterráneo ».
138 G : « Jafet ».
139 G : « Jafet, que era vno de los tres fijos de Noé ».
140 G : « Europa ».
141 G : « mas todavía Jafet es nonbrada e es poco menos que la quarta parte del mundo de lo que es poblado ».
142 G : « en Europa la menor ; Sem el hermano mayor, fijo de Noé, con sus linajes, ouo a Asia, que es más que la meytad del mundo ; Can e los que deçendieron del su linaje poblaron a África, que es como la quarta parte del mundo e la mejor ».
143 G : « Perineos ».
144 G : « Seguraron más ».
145 G : « Perineos ».
146 G : « Jafet ».
147 G : « Jafed ».
148 G : « çeltiberos ».
149 G : « demandaua ».
150 G : « Estremadura ».
151 G : « et dio a don Alfonso, el mediano, a León ».
152 G : « e dio a este rey don Ferrando su fijo el Magno su regno ».
153 G : « otros doze años ».
154 G : « e las biudas e los huérfanos eran d’ella aconsejados ».
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