El comercio de materias primas entre Aragón y Francia en los siglos XV-XVI
p. 267-283
Résumés
El mercado de materias primas es un observatorio importante para el análisis de espacios de montaña como los Pirineos en los siglos XV y XVI. En la Edad Media el señorío del Béarn y el reino de Francia eran los principales territorios de comercio con Aragón. Compañías mixtas de mercaderes de uno y otro lado de los Pirineos protagonizaban los intercambios. Las fuentes fiscales aragonesas (libros del impuesto de generalidades) ofrecen datos significativos, por ejemplo, sobre el comercio de materias primas de gran valor en el mercado europeo como son la lana, el pastel o el azafrán a través de los registros fiscales de las aduanas pirenaicas de Canfranc y Benasque en los años 1445-1448. A través de los libros de actos comunes de los diputados del reino de Aragón se aportan noticias sobre 16 comerciantes franceses. Documentación notarial, procesos judiciales del Archivo Municipal de Zaragoza y la consecución de impuestos de represalia contra bearneses y franceses en Aragón son otras de las noticias que estudiamos. La guerra entre Francia y los Reyes Católicos de España supuso otra interferencia institucional sobre el comercio pirenaico.
The raw materials market is an important observatory for the analysis of mountain areas such as the Pyrenees in the 15th and 16th centuries. In the Middle Ages the Lordship of Béarn and the Kingdom of France were the main territories of commerce with Aragon. Mixed companies of merchants from both sides of the Pyrenees starred in the exchanges. Aragonese tax sources (general tax books) offer significant data, for example, on the trade of high-value raw materials on the European market such as wool, woad or saffron through customs tax records Pyrenees of Canfranc and Benasque in the years 1445-1448. Through the books of common acts of the deputies of the kingdom of Aragon, news is provided about 16 French merchants. Notarial documentation, judicial proceedings of the Municipal Archive of Zaragoza and the achievement of retaliatory taxes against Bearnais and French in Aragon are other news also considered. The war between France and the Catholic Monarchs of Spain in this period brought another institutional interference on Pyrenean trade.
Entrées d’index
Keywords : trade, Aragón, France, Pyrenees, 15 and 16 centuries, wool, woad, saffron
Palabras claves : comercio, Aragón, Francia, Pirineos, siglos XV-XVI, lana, pastel, azafrán
Texte intégral
1Bajo ninguna circunstancia los Pirineos han supuesto un obstáculo para las relaciones económicas entre el norte y el sur durante siglos1. Más bien al contrario, a través de las altas montañas se desarrolló un importante comercio con dos objetivos: la subsistencia de los valles interiores y el tránsito hacia mercados lejanos en el contexto internacional de cada época. Resulta muy interesante indagar la incidencia recíproca de las economías locales de ambos lados de los Pirineos y su conexión con la producción destinada a países distantes a través de ejes transpirenaicos de dimensiones interregionales. En ese sentido, el mercado de materias primas es un observatorio de primera magnitud para adentrarse en estas cuestiones sobre los grandes espacios económicos de montaña. Con todo, aquí centrarán nuestra atención los agentes sociales que intervinieron en la organización de ese mercado y en qué medida las fuentes fiscales aragonesas retrataron de forma fidedigna sus actividades en comparación con otros registros documentales conservados2.
2Analizar el papel de los agentes sociales en el mercado de materias primas a través de los Pirineos supone reconocer previamente la vinculación demográfica que ha tenido el territorio aragonés con el sur de Francia en la larga duración. Más allá de una simple presencia mediadora en el Antiguo Régimen, la población activa de inmigrantes franceses en el siglo XVII vertebraba el sistema productivo de la ciudad de Zaragoza, capital del reino3. Pero el fenómeno venía de mucho antes. Una quinta parte de la población aragonesa ya era francesa hacia 1577. Incluso desde el siglo XIV el señorío del Béarn y el reino de Francia habían sido los principales clientes y proveedores del reino de Aragón. En comparación con la presencia de italianos y alemanes – que fue más reducida – los colectivos de bearneses, franceses y navarros junto a catalanes, valencianos y castellanos se constituyeron en recursos humanos permanentes en la historia medieval de Zaragoza y, por extensión, de las principales ciudades y villas de Aragón4.
3Por otro lado, los primeros análisis realizados sobre el comercio de materias primas entre Aragón y Francia ya desvelaron la existencia de compañías mixtas que en el siglo XVI se dedicaban a «mercar pasteles y lanas de Francia para Spanya y de Spanya para Francia», como decía el acto notarial de constitución de una de ellas en Zaragoza en 15785. Esos primeros estudios realizados también adelantaron la cronología de la importación española de pastel (isatis tinctoria) a finales del siglo XV, cuando los hermanos Bernuy, comerciantes de Burgos, emigraron a Toulouse para formar una sociedad mercantil que llegaría a dominar gran parte del comercio del pastel tolosano, controlando el cultivo de la planta y su transformación para la exportación a través de una compleja red de socios e intermediarios de amplitud internacional6.
4Unos dos mil asientos de compraventa de pastel quedaron registrados en los libros contables de los Bernuy que se han conservado. Desde Toulouse mandaban por vía terrestre cargamentos que cruzaban Somport y Canfranc con dirección a Pamplona y Zaragoza. De hecho, sobre esta última ciudad, capital del reino aragonés, hay constancia de compras de tinte en 1546 por parte de Gabriel Zaporta, socio de la compañía Bernuy. Se trata de 254 cargas y media por valor de 668 332 maravedís. Las cifras, aún así, resultaban minúsculas respecto al volumen total de cargas (13 858 y media) y maravedís (56 728 463) facturados durante un solo año por la compañía en todas sus sedes7. Sin embargo, el dato es relevante para nuestro análisis porque plantea dos cuestiones. La primera es la participación en ese negocio de uno de los hombres más ricos y poderosos de Zaragoza en el siglo XVI, el citado Gabriel Zaporta, de familia judeoconversa y fallecido en 1580, que además de ser corresponsal de los Bernuy en Aragón también lo fue del famoso comerciante Simón Ruiz8. Del mismo modo, Zaporta está localizado en diversas exportaciones de lana a Francia como en 1549, cuando le vendió 1 213 arrobas a un vecino de Oloron (1 arroba = 12,63 kg)9.
5La segunda cuestion que sugiere esa venta de cargas de pastel por los Bernuy en Zaragoza a través de su socio Zaporta en 1546 era la inmersión de la ciudad en los circuitos internacionales de materias primas que cruzaban los Pirineos. Las investigaciones de Francis Brumont han ampliado bastante el tema desde la perspectiva francesa (véase fig. 1). Señalaba, por ejemplo, que en la primera mitad del siglo XVI los bearneses eran los intermediarios habituales en la exportación de pastel para las industrias locales del norte de los Pirineos o bien en su expedición hacia Zaragoza10. Más aún, afirmaba que los bearneses dominaban el comercio con la capital aragonesa a través de un grupo considerable de mercaderes de Oloron. Entre otros testimonios al respecto aportaba una descripción interesante de la ruta comercial recogida por el notario Jaime Borau en la villa de Canfranc en el año 1525 por un ataque que sufrieron él y otras personas en una caravana que se componía de once mulas:
Dans le territoire d’Arnès, près du pont de pierre, sur le chemin ou voie publique qui unit la cité de Jaca à la ville de Canfranc... passant sur le dit chemin... une caravane de mulets et autres bêtes chargées de toiles et autres marchandises pour la cité de Saragosse et autres lieux, nous fûmes attaqués, selon ce que moi Jayme Borau, notaire, et les témoins bas nommés, vîmes oculairment11.
6Oloron, en efecto, fue el centro del comercio franco-español en línea con Somport, Canfranc y Jaca con destino final en Zaragoza. Comerciantes de Oloron en Zaragoza y mercaderes zaragozanos allí alternaban negocios en ambas direcciones durante el siglo XVI con puercos y otros animales, especias, pastel, grano y, sobre todo, lana y tejidos. Según unas ordenanzas de 1567 estudiadas por Brumont, la industria textil bearnesa utilizaba «laine fine, c’est-à-dire laine d’Aragon, de Castille, de la haute Navarre, de Saragosse, Catalogne, Roussillon et autres pays où se font des draps fins»12.
7Desde la perspectiva de las fuentes documentales aragonesas, el comercio de materias primas entre Béarn y Aragón a través de Somport conectando Oloron con Zaragoza se remonta a finales del siglo XIV13. La actividad de comerciantes como Arnal de Araus o Juan Mercer ilustra muy bien el dinamismo de esa ruta de intercambios14. Además, la vía bearnesa del Somport conectaba en Zaragoza con el espacio económico mediterráneo y sus hombres de negocios. A mediados del siglo XV, en torno al cinco por ciento del volumen de mercancías que se registraban en el conjunto de las aduanas aragonesas pasaba por ese itinerario que asimismo enlazaba con otra vía comercial importante como era la de Bayona-Toulouse. Desde Aragón se exportaba lana, aceite, trigo o azafrán. En contrapartida entraban en territorio aragonés quesos, pieles, cerdos, armas, pescado, textiles y pastel de Francia15. Compañías mixtas de mercaderes y transportistas de uno y otro lado de los Pirineos eran los principales agentes sociales de esta ruta ya en el siglo XV y continuaron siéndolo en el siglo XVI16.
8Las cifras que se han calculado para evaluar las dimensiones económicas de este comercio selectivo de materias primas proceden del estudio de los libros del impuesto de generalidades del norte del reino de Aragón y son dignas de valoración. Cada año en torno a una media de 20 000 arrobas de lana aragonesa se exportaban a mediados del siglo XV hacia Francia (1 arroba = 12,63 kg), es decir, unos 252 600 kg de lana procedentes sobre todo de Zaragoza, Calatayud y Daroca. El dato se obtiene sumando por ejemplo las arrobas de lana registradas en las aduanas de Huesca (16 000), Jaca (4 400) y Benasque (2000) en un único año. A cambio en ese mismo período se declaraban una media de 26 000 metros de tejidos del sur de Francia como importaciones en las aduanas de Jaca y Canfranc con una recaudación de 25 000 sueldos jaqueses de impuesto de generalidades17.
9Los datos son más reducidos y manejables respecto a la importación de pastel a través de las aduanas del norte del reino de Aragón a mediados del siglo XV (véase fig. 2). Recordemos que el pastel producido en la zona de Toulouse tenía tres vías de salida fundamentales para abastecer diversos centros textiles europeos: 1) Burdeos (a través del Garona) con destino a Normandía, Inglaterra y Países Bajos; 2) Narbona con destino a las industrias de Rosellón, Cataluña y Valencia; y 3) Canfranc y Benasque con destino a las manufacturas de Aragón y Castilla18. Aquí vamos a presentar por primera vez noticias correspondientes a esa tercera vía aragonesa de exportación para el pastel tolosano.
10La edición reciente de los libros de las aduanas de Canfranc (1446-1447 y 1447-1448)19 y Benasque (1445-1446)20 nos permite extraer los nombres de los mercaderes y transportistas implicados en la importación de pastel en Aragón. Las indicaciones que aparecen a veces en los registros hablan también de los destinos finales a los que iban dirigidos los cargamentos que se declararon en estas dos aduanas principales de la vía del Somport (Canfranc) y del territorio de Ribagorza (Benasque).
Registros de pastel declarados en la Taula de Canfranc (1446-1448)
11El valor de pastel declarado se expresa en sueldos jaqueses pagando por lo general un 10 por ciento de impuesto.
Tab. 1 – Libro de 1446-1447.
Núm. | Fecha | Declarante | Cargas | Valor |
451 | 1446-03-10 | Johan de Fauquet | 4 | 400 |
516 | 1446-04-06 | Johan Bosquet | 1 y ½ | 180 |
573 | 1446-04-25 | Arnau d’Ousarany | 4 y ½a | 500 |
574 | 1446-04-25 | Arnau d’Ousarany | 2b | 200 |
806 | 1446-06-26 | Johan Bosquet | 3 | 300 |
878 | 1446-06-29 | Johan Bosquet | 3 | 300 |
903 | 1446-07-13 | Johan Bosquet | 4 | 400 |
904 | 1446-07-13 | Johan Bosquet | 5 | 500 |
919 | 1446-07-18 | Moço de Bertranet de Audans (Johan Bosquet) | 3 | 300 |
924 | 1446-07-29 | Johan de S. Coloma e Gasia Arnau de Nay (J. Bosquet) | 10 | 1000 |
925 | 1446-07-20 | Moço de Johan de Belet (Johan Bosquet) | 3 | 300 |
931 | 1446-07-22 | Johan Bosquet | 10 y ½ | 1050 |
939 | 1446-07-27 | Bernat de Casanova (Johan Bosquet) | 3 | 300 |
941 | 1446-07-27 | Pedro Deles (Johan Bosquet) | 3 | 300 |
943 | 1446-07-28 | San de Goalhart (Johan Bosquet) | 2 | 200 |
962 | 1446-08-04 | Johan Bosquet | 11 y ½ | 1150 |
968 | 1446-08-07 | Bernat Casanoba (Johan Bosquet) | 3 | 300 |
972 | 1446-08-09 | Moço de Johan de Momo (Johan Bosquet) | 3 | 300 |
984 | 1446-08-17 | Johan Bosquet | 9 | 900 |
a. Repartidas en 10 sacos. b. En el documento se precisa que son 2 cargas chicas o pequeñas. |
Tab. 2 – Libro de 1447-1448.
Núm. | Fecha | Declarante | Cargas | Valor |
11 | 1447-08-28 | Bernat de Casanoba (Johan Bosquet) | 3 | 300 |
17 | 1447-09-02 | Johan Bosquet | 4 | 400 |
18 | 1447-09-02 | Johan Bosquet | 4 | 400 |
37 | 1447-09-12 | Johan d’Acomoer (Johan Bosquet) | 1 | 100 |
57 | 1447-09-21 | Johan Bosquet | 2 | 200 |
59 | 1447-09-21 | Bernat de Casanoba (Johan Bosquet) | 2 | 200 |
161 | 1447-11-07 | Sans de Casanoba | 5 | 500 |
206 | 1447-11-19 | Sans de Casanoba | 2 y ½ | 250 |
282 | 1447-12-11 | Johan Bosquet | 3 | 300 |
310 | 1447-12-16 | Miguel d’Acomoer | 1 | 100 |
451 | 1448-02-28 | Johan Bosquet | 3 | 480 |
474 | 1448-03-07 | Miguel d’Acomoer | 1 | 100 |
509 | 1448-03-15 | Lo Bort de Salias | 3 | 300 |
512 | 1448-03-15 | Lo Bort de Saliasa | 3 | - |
598 | 1448-04-23 | Sancolet de Casabona | 2 y ½ | 250 |
644 | 1448-05-06 | Arnau Marchant (Sans de Casanoba) | 1 y ½ | 150 |
725 | 1448-05-20 | Gassio de Lascar (Manrich Procida)b | 3 | - |
961 | 1448-08-09 | Bernat de Casanoba | 2 | 200 |
a. Con destino a Zaragoza. b. Con destino a Zaragoza. |
12La ciudad de Jaca era la cabecera administrativa de la que dependían todas las aduanas del impuesto de generalidades de Aragón instaladas en las fronteras con Francia y Navarra. Por lo general, las mercancías que se importaban se declaraban en Canfranc y las que se exportaban en Jaca, de ahí que las entradas de pastel en el reino se registren en Canfranc y no en la aduana de Jaca (véase fig. 3). En esta ruta Jaca-Canfranc que se conoce como la vía de Somport las importaciones siempre fueron netamente superiores a las exportaciones en la balanza comercial fiscal. Las entradas principales solían ser quesos, pieles, ganado porcino, tejidos o pastel21. Respecto a esta última materia prima que era colorante textil, los dos ejercicios fiscales conservados para los períodos 1446-1447 y 1447-1448 muestran 37 registros que alcanzan juntos las 134 cargas y media en total (unos 10 kg por carga)22. Son valoradas en 13 110 sueldos jaqueses en conjunto, a saber, 8 880 sueldos por las 88 cargas del primer período (19 registros) y 4 230 sueldos por las 46 cargas y media del segundo (18 registros). El precio habitual del pastel es de 100 sueldos/carga. El volumen total dista mucho de las 254 cargas y media que compró Zaporta para los Bernuy cien años después en la Zaragoza de 1546.
13Hay que comentar también que destaca un personaje entre los diversos declarantes de 1446-1448. Se trata de Johan Bosquet con 77 cargas y media registradas (un 57% del total de cargas de pastel de la aduana) por valor de 7 780 sueldos jaqueses (un 59% del valor total de las mismas). El impuesto que pagó este personaje asciende a 778 sueldos, el 10 por ciento, y lo hizo declarando él mismo como portador de la mercancía o bien a través de hasta ocho personas distintas en su nombre: un mozo de Bertranet de Audans, Johan de S. Coloma y Gasia Arnau de Nay, un mozo de Johan de Belet, Bernat de Casanova (4 veces), Pedro Deles, un mozo de Johan de Momo y Johan d’Acomoer. Podrían tratarse de miembros de una compañía de la que él era el socio mayor o bien simplemente otros mozos y transportistas que trabajaban junto a él por cuenta de otro comerciante principal. De hecho, uno de ellos, Bernat de Casanova, actuó 4 veces en su nombre y una por su propia cuenta, constando además el nombre de otro declarante que bien podría ser su hermano a tenor de que poseen el mismo apellido (Sans de Casanoba). Sea como fuere, veamos a continuación las cargas registradas en la aduana de Benasque de la zona de Ribagorza.
Registros de pastel declarados en la Taula de Benasque (1445-1446)
Tab. 3 – Libro de 1445-1446.
Núm. | Fecha | Declarante | Cargas | Destino |
5 | 1445-08-26 | Jorgi Punyet | 6 | Barbastro |
7 | 1445-08-26 | Pere Vidrier | 3 | Zaragoza |
8 | 1445-09-01 | Pere Vidrier | 2 | Zaragoza |
9 | 1445-09-01 | Jorgi Punyet | 25 | Barbastro |
16 | 1445-09-11 | Pere Vidrier | 4 | Zaragoza |
17 | 1445-09-12 | Pere Vidrier | 1 | Zaragoza |
19 | 1445-09-13 | Vidrier | 5 | Zaragoza |
26 | 1445-09-17 | Jorgi Punyet | 5 y ½ | Barbastro |
36 | 1445-09-28 | Pere Vidrier | 2 | Zaragoza |
39 | 1445-09-28 | Pere Vidrier | 1 | Zaragoza |
41 | 1445-09-29 | Pere Vidrier | 7 y ½ | Zaragoza |
51 | 1445-10-20 | Jorgi Punyet | 7 y ½ | Barbastro |
52 | 1445-10-24 | Jorgi Punyet | 7 | Barbastro |
100 | 1446-08-02 | Johan de Masdoms | 1 | Huesca |
101 | 1446-08-04 | Johan de Masdoms | 6a | Huesca |
107 | 1446-08-22 | Uguet de Miquel | 4 | Barbastro |
a. En el registro se indica el valor total de las 6 cargas de pastel que es 840 sueldos a un precio de 140 sueldos/carga. |
14En Ribagorza – que no era una unidad administrativa – había cuatro aduanas del reino de Aragón, todas en el extremo norte para fiscalizar el comercio con el sur de Francia. Se registraban una media de más de 1 100 declaraciones al año entre los cuatro puntos de recaudación del impuesto. Algunos declarantes eran hombres de negocios cuyas mercancías sumaban cifras destacadas, especializándose en tejidos procedentes de Gascuña y en la entrada de pastel23. Respecto a esta materia prima, los datos de la aduana de Benasque proporcionan 16 registros con 87 cargas y media anotadas a nombre de cuatro declarantes distintos con destinos diferentes: Jorgi Punyet hacia Barbastro (51 cargas), Pere Vidrier hacia Zaragoza (25 cargas y media), Johan de Masdoms para Huesca (7 cargas) y Uguet de Miquel también hacia Barbastro (4 cargas). En este caso no consta el valor de los registros como puede observarse. De todos modos, el precio debía ser similar al que se deducía de los datos de Canfranc, es decir, unos 100 sueldos/carga. El impuesto recaudado sería también de un 10%. Estaríamos hablando pues de 8 750 sueldos jaqueses de valor en la aduana de Benasque en un único período de los años 1445-1446.
15Si se suman los 37 registros de Canfranc (1446-1448) comentados antes con estos últimos 16 de Benasque, la cifra resultante es de 222 cargas valoradas en 21 860 sueldos a un precio medio de 100 sueldos/carga y una recaudación fiscal del 10% del valor. ¿Qué grado de beneficio podía obtenerse con este comercio? Recordemos que la cosecha de hierba pastel se recolectaba en el mes de junio y que en unas siete semanas se distribuía ya en bolas o cucañas (cocagnes) para su exportación. Pues bien, si la carga de pastel cuando atravesaba las aduanas de Aragón era valorada en torno a 100 sueldos con el coste añadido de un 10% de impuesto de importación, cuando finalmente se vendía en una tienda de Zaragoza se hacía al doble de ese precio. Sirvan a título de ejemplo los 12 costales de pastel que pesaban 5 cargas y que se tasaron al precio de 240 sueldos/carga en una de las tiendas de textiles más importantes de Zaragoza, la de Benages de Ribas según sus inventarios de 150424. Por consiguiente, descontados los costes de transacción el resultado seguía siendo muy positivo.
16No es de extrañar el interés de los mercaderes franceses por participar activamente en este negocio. Sin haber revisado exhaustivamente todos los libros de actos comunes de los diputados del reino de Aragón, en dos sondeos puntuales de 1472 y 1491 se han localizado hasta 16 comerciantes distintos de ese origen recibiendo guiajes o permisos para practicar comercio:
17Agut, Bernat (1491)
Armer, Pere Johan (1472)
Benso, Guillamot de (1491)
Blanchar, Nicholau (1472)
Boxo, Johan (1472)
Boxo, Pere (1472)
Bullo, Beltrán (1472)
Burch, Loys del (1472)
Casanyes, Anthoni (1472)
Cisterna, Guillem (1472)
Domenge, Conrado de (1491)
Güel, Val de (1491)
Hebreart, Ginart (1472)
Larbost, Aura (1491)
Larbost, Olloron (1491)
Torla, Johan de (1491)
18En realidad no son guiajes que se conceden de forma individualizada sino que convergen en cuatro salvoconductos dirigidos a otras tantas compañías comerciales: 1) La de Burch, los Boxo y Armer, mercaderes de Toulouse, con sus factores, ministros y trajineros25; 2) La de Bullo y sus ministros Casanyes y Hebreart, mercaderes de Toulouse, junto a sus otros ministros, mozos y trajineros para introducir en el reino de Aragón diversas mercaderías26; 3) La de Blanchar y su ministro Cisterna, mercaderes de Toulouse27; y, por último, 4) La de los Larbost, Güel, Domenge, Agut, Benso, Torla y otros mercaderes franceses y gascones con sus factores, ministros, trajineros y mozos28.
19En 1491, de modo complementario, los diputados del reino de Aragón concedieron un guiaje general para todos los mercaderes de los reinos de Francia y Navarra o de la señoría de Gascuña que quisieran comerciar en Aragón29. Sin embargo, el conflicto permanente de los Reyes Católicos contra Francia dificultaba los intercambios. En 1499, un arbitraje entre los diputados del reino de Aragón y los vecinos de la señoría del Béarn y de los condados de Foix ponía en evidencia los problemas que existían en el comercio entre ambas partes por causa de los muchos embargos e impuestos de marcas que se aplicaban, hasta el punto de que de un tiempo a esa parte había cesado el tráfico de mercancías30. Pero no era sólo una cuestión de política exterior internacional. En una carta de 1505 dirigida por los diputados del reino de Aragón al rey Fernando el Católico se protestaba contra los impuestos de marcas que tenía la ciudad de Zaragoza contra bearneses y franceses desde hacía veinte años perjudicando el comercio a través de los Pirineos. Los diputados pedían que se cancelaran dichas marcas para poder reactivar los intercambios31.
20En efecto, los conflictos con bearneses y franceses (represalias, marcas, arbitrajes, concordias) mostraban no tanto la actitud de la monarquía o de la diputación del reino de Aragón contra ellos por los problemas de la política exterior, sino especialmente la acción agresiva de la propia ciudad de Zaragoza en defensa de los intereses de sus comerciantes locales con negocios al norte de los Pirineos, algo que confirman diversos procesos judiciales y arbitrajes notariales en el tránsito del siglo XV al XVI sobre comercio de materias primas: lana, pastel y, sobre todo, azafrán.
21En 1468, por ejemplo, un procurador de Johan de Ruesta, mercader de Toulouse, y un comerciante de Zaragoza se sometieron al arbitraje de dos vecinos de dicha ciudad. La sentencia resultante estableció que se debían pagar 1 000 sueldos jaqueses al mercader tolosano por 150 arrobas de lana que vendió dos años antes32. Los hermanos Johan y Simón de Ruesta, mercaderes de Toulouse, habían nombrado como procuradores suyos en Zaragoza a diferentes comerciates y notarios de la ciudad en esos años33. Por otro lado, en 1472, los administradores del reino confiscaron diversas mercancías del comerciante francés Jarles de Bert, depositadas en la aduana de generalidades. Parece ser que tenía contraída una deuda de 6 000 sueldos jaqueses según la demanda presentada por el mercader Arnalt de Sangüesa34. Asimismo, años más tarde, en 1491, un mercader de Oloron presente en Zaragoza cuyo nombre era Fortaner de la Sala, alias de Lande, vendió a un notario de la ciudad 20 cargas de pastel y 10 cargas de lana con 116 arrobas de peso por el precio total de otros 6 000 sueldos jaqueses35.
22Respecto a la exportación de azafrán de Aragón hacia Francia hay que tener en cuenta el uso que también tuvo esta materia prima como colorante textil aparte de su utilización en medicina o en cosmética. Con azafrán se teñían ropas lujosas de lana, lino o seda36. En la segunda mitad del siglo XV ciudades como Zaragoza o Valencia destacaron como centros exportadores de azafrán por la decadencia del mercado principal que había sido Barcelona, debido al estallido de la guerra civil catalana (1462-1472). A ello se añadió además la mala fama que empezó a tener el azafrán de Cataluña por los muchos fraudes que se practicaban en su producción, tal y como reconoce una carta de las autoridades barcelonesas dirigida a otras poblaciones del Principado en 1495:
Honorables senyers, per diverses vies tenim relació quant gran dan porten a aquest principat de Cathalunya los molts fraus que fan en los çafrans, en tant que nos és dit que no sols en Alemanya e França, hon eren stimats e tenguts en molt los çafrans que exien de Cathalunya, més encara en Aragó e València són de present desestimats e haguts en gran part per falcificats e en altre temps sols per ésser de Cathalunya valien més que tots los altres37.
23El único objetivo de todos los fraudes que se realizaban en la producción de azafrán era aumentar el peso habitual de esta materia prima para obtener mayor beneficio en la venta. Recordemos que el azafrán florece en otoño durante 15 o 25 días, desde mediados de octubre a mediados de noviembre. Los briznes de las flores han de ser tostados o desecados a fuego lento, con el propósito de eliminar el agua que contienen y posibilitar su conservación. Para obtener un kilo de esta materia prima se requieren entre 70 000 y 140 000 flores, que han de ser recogidas manualmente a unos 10-20 cm del suelo, durante las primeras horas del día, y desbriznadas de forma muy precisa para que los estigmas no desmerezcan su futura venta en el mercado. En el siglo XV, sólo en el mercado de la villa catalana de Cervera se negociaba un volumen medio anual de azafrán de unas 10 000 libras de peso (casi 4 000 kg) procedentes de una superficie de 400 hectáreas cultivadas38.
24Las noticias sobre el comercio de azafrán entre Aragón y Francia que he podido recopilar son interesantes. En 1469 el portero del baile general del reino confiscó una gran cantidad de azafrán que estaba en casa del mercader Antoni Jover repartida en tres sacas: 288 libras del corredor Antón de Jassa, 593 libras y media de Juan Francés que tenía en depósito el mercader tolosano Charles de Breart y otras 169 libras que eran propiedad del comerciante también tolosano Johan Buxo. La confiscación se hizo a instancia del especiero Juan Francés que era arrendador del peaje de la ciudad de Zaragoza perteneciente al rey39. Recordemos que un mercader tolosano de nombre Johan Boxo ha sido citado anteriormente en un guiaje de 1472. Si es la misma persona Buxo y Boxo, según esa confiscación de azafrán tres años antes de obtener el salvoconducto ya tenía sus negocios en Zaragoza. Por añadidura, ese mismo año 1469 otra vez el citado Johan Buxo hizo constar ante notario que Ramón Arnalt de Guerra, también mercader de Toulouse como él, le había encargado que comprase 230 libras de azafrán para él en la feria de Zaragoza, algo que Arnalt negaba y contradecía en el mismo documento40.
25Se conoce igualmente un proceso judicial planteado por Pedro y Fernando de la Caballería, mercaderes destacados de la ciudad de Zaragoza, contra las autoridades de la ciudad de Toulouse en 1473 por haberles confiscado dos cargas de azafrán que transportaba un factor suyo, el mercader alemán Luis de Saliconar. De nuevo en 1481 los citados Pedro y Fernando de la Caballería denunciaron al magnífico Juan de Sant Sonts, vasallo del señor de Béarn, por haberles quitado cierto azafrán en el reino de Francia41. Por último, dos décadas después, en 1503, hubo una concordia para suspender el impuesto de marca que Bernat Salinas, mercader de Zaragoza, tenía sobre los comerciantes del vizcondado del Béarn en Aragón por cierto azafrán que le habían confiscado allí. Los diputados prometieron pagarle a Salinas 10 000 sueldos jaqueses de indemnización para que se diera por indemnizado y pudiera reactivarse el comercio del reino con el vizcondado. El impuesto de represalia exigido a los bearneses había sido de un sueldo por libra de valor de las mercancías que entraran en el reino42.
Conclusiones
26Los protagonistas del comercio de mayor alcance con materias primas como lana, pastel o azafrán entre Aragón y Francia fueron intermediarios especializados articulados en una red de compañías mixtas. No eran agentes ocasionales ni tampoco productores de esas materias vinculadas al mercado de textiles. El contexto de conflicto bélico con Francia en época de los Reyes Católicos propició además una interferencia institucional continua sobre las rutas comerciales a través de los Pirineos. Pero fue una interferencia plural. Por un lado la monarquía estuvo en guerra o en tregua durante esos años de tránsito del siglo XV al XVI dificultando la libre circulación. Por el otro, las cortes del reino de Aragón, a través de su diputación general permanente, se dedicaron a promover el comercio como fuente de riqueza primordial para la recaudación de impuestos, garantizando la protección de los mercaderes extranjeros implicados en estos negocios mediante salvoconductos especiales a compañías concretas porque convenía muchísimo que siguieran pasando por las aduanas del reino en beneficio de la hacienda estatal. Y de manera paralela, los hombres de negocios de la ciudad de Zaragoza influyeron en el gobierno municipal de la capital cuando les interesó para promover marcas e impuestos de represalia contra los bearneses y franceses que perjudicaban sus exportaciones o confiscaban sus mercancías. Obsesionados por recaudar, los diputados del reino trataron de mitigar la acción contraria de la ciudad capital en pleno ambiente de guerra o de tregua por parte de la monarquía hispánica. Ese juego complejo de intereses institucionales más que controlar el mercado de materias primas lo que hacía era sobrevolarlo porque en realidad lo que predominaba era la libre circulación, el fraude y la falta de medios para someter la economía a los deseos de la fiscalidad.
27Los comerciantes implicados en estos negocios a través de las rutas transpirenaicas estuvieron insertos en redes de relaciones muy bien articuladas mediante compañías mixtas hispano-francesas que trabajaron largas distancias. Y aunque hubiese componentes familiares y de identidad nacional en los recursos humanos de dichas empresas, el conjunto de socios, administradores, mozos y transportistas de cada una y del entramado que formaban varias, a menudo era tan amplio que vinculaba entre sí agentes locales e internacionales del más variado origen sin otros lazos que la búsqueda del lucro. Los factores y procuradores de esas compañías representaban intereses comunes entre unos y otros países y regiones con vínculos extrafamiliares y extravecinales necesarios a la propia naturaleza de los grandes espacios económicos en los que proyectaban su actividad. Era la república internacional del dinero la que estaba en juego como diría Aldo De Maddalena.
28Las ordenanzas municipales y las normas puestas en marcha por los diputados del reino de Aragón atendían mediante salvoconductos o impuestos de represalía los múltiples conflictos que influían en el trasiego de materias primas que cruzaba los Pirineos y de los que son buena muestra los procesos judiciales y los arbitrajes notariales que he reseñado. Lo curioso es que la totalidad de esos documentos que han llegado hasta nosotros iban por detrás de la realidad económica imperante. Cuando un hombre de negocios obtenía un guiaje para comerciar en el reino a lo mejor llevaba ya años haciéndolo sin necesitarlo y sólo los conflictos con otros mercaderes o con las instituciones hacían necesaria la emisión del documento previa solicitud. Las actas notariales, por ejemplo, demuestran que la inserción económica de esos personajes era anterior pues a sus guiajes. En definitiva, se abre todo un campo de investigación plagado de bases de datos ricas en Aragón que en los próximos años deberá ampliarse en el terreno de la elaboración de cálculos de volumen comercial, análisis microeconómico de compañías mercantiles concretas o en la redacción de historias de vida de los protagonistas de los mercados que nos ocupan. Es cuestión de tiempo porque, de hecho, la edición de fuentes ya ha alcanzado al menos en ámbito aragonés un nivel óptimo.
Notes de bas de page
1 El presente estudio forma parte del proyecto de investigación titulado Las transformaciones del Estado: estructuras políticas, agentes sociales y discursos de legitimación en el reino de Aragón (siglos XIV-XV). Una perspectiva comparada, financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad de España durante 2016-2018 (ref. HAR2015-68209-P). Asimismo, se integra en el marco de actividades del Grupo Consolidado de Investigación CEMA de la Universidad de Zaragoza.
2 Minovez – Poujade 2005; Utrilla – Navarro 2010.
3 Salas 1986; Langé 1993; Amalric 2003; Salas 2004 y 2009.
4 Navarro 2009 y 2016a.
5 Gómez 1986, p. 255.
6 Casado 1990 y 1998.
7 Casado 1990, apéndice I, p. 544.
8 Gómez 1984.
9 Gómez 1986, p. 254.
10 Brumont 1994, p. 28.
11 Brumont 1995, p. 507, nota 67.
12 Brumont 2005, p. 3, notas 32-33.
13 Tucoo-Chala 1958 y Barraqué 2008.
14 Diago 2003 y Mainé 2012.
15 Calvo 1987; Sesma 2006.
16 Sesma 1986.
17 Sesma 2013.
18 Brumont 1994; Casado 1990 y 1998.
19 Sesma 2006.
20 Sesma 2010.
21 Sesma 2006, p. 29-41.
22 La equivalencia de unos 10 kg por carga de pastel se deduce de Ibid., p. 38, donde estima que 45 y 75 cargas de esta materia suponían 500 y 750 kg respectivamente.
23 Sesma 2010, p. 12 y 21-22.
24 Navarro 2016b, p. 103.
25 Archivo de la Diputación Provincial de Zaragoza, Diputación del Reino de Aragón, Registros de Actos Comunes, 58, f. 45v.
26 Ibid., 58, f. 105r.
27 Ibid., 58, ff. 105v-106r.
28 Ibid., 76, ff. 11v-12v.
29 Ibid., 76, f. 22v.
30 Ibid., 88, ff. 57v-58v.
31 Ibid., 96, ff. 31v-32r.
32 Archivo Histórico de Protocolos de Zaragoza, notario Juan de Barrachina, núm. 184, ff. 44 y 102 (1468-02-11).
33 Ibid., núm. 188, f. 13 (1470-01-09).
34 Archivo Histórico de la Diputación de Zaragoza, Diputación del Reino de Aragón, Registros de Actos Comunes, 58, ff. 109v-110r (1472-12-31).
35 Archivo Histórico de Protocolos de Zaragoza, notario Juan de Altarriba, núm. 2.414, ff. 64v-65r (1491-02-27).
36 Cardon 2014, p. 236-239.
37 Verdés 2001, p. 759-760. La cita textual procede de la nota 14 (p. 762-763) de dicho artículo.
38 Verdés 2008, p. 226 y 229.
39 Archivo Histórico de Protocolos de Zaragoza, notario Juan de Barrachina, núm. 188, f. 1 (1469-12-26).
40 Ibid., núm. 188, f. 1 (27-12-1469).
41 Archivo Histórico Municipal de Zaragoza, Procesos, 66 y 116. Véase Seguí 2012.
42 Archivo de la Diputación Provincial de Zaragoza, Diputación del Reino de Aragón, Registros de Actos Comunes, 92, ff. 59v-61r (1503-05-31).
Auteur
Universidad de Zaragoza
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