Los antecedentes y el proceso de Neolitización en Cataluña
p. 593-597
Résumés
Ce rapport est une mise au point des antécédents et du processus de néolithisation en Catalogne ; on présente les données paléo-écologiques qu’on connaît à partir des divers gisements épipaléolithiques (notamment la Balma del Gai) et de niveaux épicardiaux et du Néolithique moyen d’autres stations (Grotte de El Toll et Balma de l’Espluga). Ces dernières données peuvent, à notre avis, se rapporter en partie au moment Cardial. On essaie de définir les éléments les plus caractéristiques du Néolithique ancien de la Catalogne, tout en faisant remarquer le vide qui existe en ce qui concerne les 7ème, 6ème et la première moitié du 5ème millénaire, ce qui ne permet pas encore une connaissance claire du processus de néolithisation.
In this rapport we intend to establish what the antecedents and the process of neolithization in Catalonia are, by giving the known paleo-ecologic data about diverse epipaleolithic ore beds (especially the Balma del Gai) and the epicardial levels of the Middle Neolithic in other beds (Cova de El Toll and Balma de l’Espluga). We think that the latter can be in part dated back to the Cardial moment. We are trying to define the most characteristic elements of Early Neolithic in Catalonia, pointing out the vacuum found as regards the 7th ad 6th millenary and the first half of the 5th, which does not yet allow to have a clear understanding of the process of neolithization.
Note de l’auteur
Note portant sur l’auteur1
Texte intégral
1El final de Paleolítico Superior en Cataluña está representado principalmente por la industria del Mag-daleniense superior de la Bora Gran d’en Carreres (Serinyà), que contiene arpones de hueso, y por la de La Mallada (Perellò). Es posible también que los niveles superiores de la propia Bora Gran y del Reclau Viver (Sernyà), pertenezcan asimismo a este momento o bien a una fase ya aziloide. Esta fase aziloide está bien representada en Cataluña en el yacimiento de Sant Gregori (Falset), donde parece tener relaciones evidentes con el Romaniliense francés y alejarse del aziliense cántabro-pirenaico. Es posible que esta facies aziloide de Sant Gregori corresponda cronológicamente al Paleolítico Superior final y de esta manera se explicaría la presencia de la plaquita grabada en los niveles superiores del yacimiento.
2De las bien conocidas series líticas epipaleolíticas de la zona meridional de Cataluña solo diremos que el nivel VI de la Cova del Filador (Margalef), puede para-lelizarse con el epipaleolítico de Sant Gregori, pero el nivel V conoce una nueva influencia de tipo sauveter-roide, con presencia de ciertos microlitos -triángulos y segmentos- pero ausencia de trapecios, y al mismo tiempo se inicia un aumento de las formas denticuladas y macrolíticas, que acaban por invadir totalmente sus indústrias. En los niveles II y I de este mismo yacimiento, han desaparecido totalmente los microlitos geométricos y predominan los denticulados, proceso que ya se habia iniciado en el nivel III y que parece vinculado a la evolución del Montadiense1.
3Recientemente se han excavado o están en curso de excavación varios yacimientos que pueden ayudar a clarificar los problemas de nuestro Epipaleolítico y por tanto el proceso de neolitización tan mal conocido aún en Cataluña. Con J. Guilaine hemos excavado los yacimientos de la Balma del Gai (Moià, Moianès), la Balma de l’Espluga (Sant Quirze Safaja, Vallès) i la cueva de El Toll (Moià, Monianès), próximos todos ellos en el espacio, en un intento de discernir el proceso de neoli-tización en esta zona2.
4En el primero de ellos excavado en 1977 y 1978 se hallaron varios niveles de ocupación, una interesante serie faunística, ningún instrumento de hueso, diversos objetos de ornamento, varios cantos rodados con señales atribuibles a la acción humana, y una interesante serie lítica, compuesta principalmente por numerosos raspadores de diversos tipos, pero principalmente de pequeño tamaño, por microlitos (puntas fusiformes y diversos segmentos y triángulos), algunos denticulados, buriles y piezas sobre lasca. Esta indústria parece integrarse bien en el mencionado contexto del Epipaleolítico de la zona meridional de Cataluna, situándose en el momento final del complejo microla-minar de Fortea, pero ya con presencia de microlitos, lo que indica que podria tratarse de una indústria que asegurase la transición entre los citados complejos de tipo aziloide de Sant Gregori y el de tipo sauveterroide de El Filador, yacimiento éste que vuelve a estar en curso de excavación.
5La Balma del Gai, aún en estudio y en la que se están efectuando análisis de sedimentología, palinología, etc., ha proporcionado ya tres dataciones de 14C, que la sitúan en un momento inicial de nuestro Epipaleolítico : Capa 1, MC 1478, 7910 ± 400 b.c. y MC 2141, 8080 ± 160 b.c. ; Capa 2, MC 2140, 9100 ± 100 b.c.3.
6Los estudios paleobotánicos efectuados hasta el presente en el yacimiento han determinado la presencia de Pinus sylvestris, Pinus salzamanni, Amygdalus comu-nis, Prunus spinosa, Prunus mahaleb, Buxus sempervi-rens, Juniperus sp., Acer monspessulanum y Betula verrucosa, lo que corresponde a una flora normal de estepa de comienzos del Holoceno en la Europa mediterránea. Este yacimiento, cuya ocupación no pudo ser superior a un milenio y aún de forma esporádica, debe situarse totalmente en el Preboreal, es decir sobre el año 8000 a.C, dada la escasa potencia fértir y la uniformidad de la sedimentación, por lo que la fecha de la capa 2 parece algo alta. Este coincide con lo expresado por Fortea para la evolución de los complejos microlaminar y geométrico. Las determinaciones fau-nísticas se corresponden bien con el entorno vegetal existente : conejos y liebres en gran abundancia y algunos restos fragmentarios y dispersos de verraco, ciervo, cabra pirenaica, gamuza y aurochs4.
7Un yacimiento próximo, en curso de excavación, el Cingle Vermeil (Vilanova de Sau, Osona), fechado en época similar (7810 b.c.), que es también un asentamiento temporal, puede proporcionar datos que se deberán comparar con los de la Balma del Gai. Sabemos que hay una gran abundancia de conejo y también restos de aves, ciervos, cabras y pequeños felinos, junto con diversos tipos de peces y caracoles, y también restos de frutos recogidos : nueces, ciruelas, cerezas, y piñones, y que los análisis polínicos reflejan un clima templado y húmedo5. Otro yacimiento, el campamento estacional de Sota Palou (Campdevanol, El Ripollès), situado en una zona bastante alejada de éstos, en el pre-pirineo, proporciona datos para un momento algo más reciente (6.570 b.c.). En él se han hallado restos de buey y de otros animales de talla mediana, y los análisis de polen sugieren un clima más seco y frio que el actual (Pinus sylvestris y gran cantidad de ciperaceas)6.
8Solo dos yacimientos permiten apreciar la industria lítica existente en el momento anterior al Neolítico Car-dial : la cueva de la Font Major (L’Espluga de Francolí, Conca de Barberà) y la citada Balma de l’Espluga, puesto que en ambas existen niveles que solo contienen industria lítica, de incierta tipologia y para los cuales por desgracia no poseemos dataciones de 14C, bajo niveles ya Cardiales7.
9En el primero de estos yacimientos y según la opinión de su excavador, el Dr. Vilaseca, hay finalmente (nivel h del lado O. NO.) : « un nivel sin cerámica, con algunos instrumentos y numerosas lascas de sílex que podriamos atribuir, aunque sin fundamento alguno, a un Neolítico inferior local o a un Epipaleolítico muy pobre y absolutamente atípico ».
10En la Balma de l’Espluga, donde se han realizado diversas campañas de excavación entre los años 1959 y 1979, estos niveles se hallan (excavaciones de 1960 y 1966) : uno, en la denominada Zona A (nivel III), bajo una capa con cerámica cardial y dos (niveles VII i VIII) en la Zona D, separados del nivel cerámico por una capa estéril de piedras caidas del techo del abrigo. Todos estos niveles, que no presentan indicios de industria ósea, contienen un material lítico uniforme, que se distribuye de la siguiente forma : núcleos informes (6 %) y un porcentage de lascas (73 %) muy superior al de hojas (12 %). Las piezas retocadas, que suponen el 9 % del total, están representadas principalmente por hojas y lascas con retoques, algunos buriles laterales y raspadores sobre frente de hoja, un doble microburil y una importante cantidad de raspadores semicirculares o en forma de abanico. La presencia de una pequeña hacha de piedra pulimentada en el nivel III de la Zona A, creemos que nos permite afirmar, igual que hace el Dr. Vilaseca para la industria de la Cova de la Font-Major, que nos hallamos ante un Epipaleolítico final o un Neolítico precerámico.
11En este mismo yacimiento y para comprobar los trabajos realizados y ya comentados, efectuamos con J. Guilaine en el año 1979 una nueva campaña de excavaciones, cuyos resultados se hallan aun en estudio (análisis del material arqueológico y faunístico, sedimentología, parlinología, antracología, 14C, cuyas fechas pueden verse alteradas por algunas remociones existentes en los niveles, etc). En el sondeo I, situado junto a la citada Zona A, se hallaron diversos niveles, de los que aqui nos interesan el 2, que se dividió en 2a y 2b, y el 3. En el primero de ellos aparecieron cerámicas con decoración cardial y una industria lítica, cuyos elementos más representativos son los microlitos geométricos. Los niveles 2b y 3 no contenian ningún resto cerámico, pero si objetos de adorno, un solo instrumento óseo, diversos guijarros con señales de utilización y una industria lítica formada principalmente, al igual que la del nivel III de la Zona A, por raspadores de diversos tipos, raederas, perforadores, buriles y microlitos geométricos de dificil clasificación. Podria formar parte de un Epipaleolítico terminal con características locales, tratándose realmente de una industria distinta de la de los niveles cardiales en los cuales se hallan los típicos trapecios y triángulos y las puntas de corte transversal.
12Los análisis preliminares de la fauna de este nivel pre-cardial han revelado la existencia de gran cantidad de lagomorfos y también de buey, verracos y ciervos, lo que confirma las determinaciones efectuadas el año 1966 en la zona D del yacimiento : Oryctolagus cunicu-lus, Cervus elaphus, Vulpes vulpes, Linx linx pardelus, Turdus sp., Bos (?) y Sus8.
13Estos datos y a falta aún del estudios definitivo, parecen confirmar lo que hemos dicho al respecto de la zona A, es decir, que esta parte de abrigo fué ocupada a finales del Epipaleolítico (o en un momento pre-neolítico), al que sucedió sin interrupción un hábitat del Neolítico Cardial, la industria lítica del cual no parece una evolución estricta de la del nivel anterior. Este problema se plantea también entre las fases II y III de la cueva de la Cocina como señala Fortea ?9
14La zona D de este mismo yacimiento plantea otro problema que solo indicaremos. Entre los niveles epipa-leolíticos y el Cardial existe una pequeña capa en la que solo se hallaron unos pocos fragmentos de cerámica lisa, acompañados de una industria lítica totalmente atípica y algún instrumento de hueso.¿Se trata de la existencia de cerámicas lisas anteriores al Cardial o solo de fragmentos sin decoración pertenecientes a vasos cardiales ?
15El primer horizonte cerámico conocido en Cataluña es el caracterizado por la cerámica cardial (Montserratina)10, que se localiza principalmente en cuevas de las zonas de altitud media de la región costero-catalana, con algunos puntos de penetración hacia el interior, como es por ejemplo Andorra, sin entrar en la valoración de los hallazgos de la zona de Huesca, y también por algunos establecimientos al aire libre, ubicados en depresiones y valorados recientemente.
16Cataluña presenta muchos yacimientos de este momento, pero la precocidad de su descubrimiento y por tanto las pocas precisiones de que disponemos para la mayoria de ellos, ha hecho que su interés científico sea muy escaso. Nos referimos por ejemplo a las cuevas de Montserrat, a la de Can Montmany de Pallejà o la de Les Esquerdes de les Roques del Pany de Torrelles de Foix. Pero varios yacimientos excavados estos últimos años, en algunos de los cuales ya hay análisis científicos que comentaremos más adelante, nos ayudarán a definir materialmente este horizonte cultural : la Cueva de El Toll, la Balma de l’Espluga, la cueva de La Font Major y los yacimientos al aire libre de Les Guixeres de Vilobí (Pontons, El Penedés), del Puig Mascaró (Torroella de Montgrí, Baix Empordà) o de Santa Perpetua de Mogoda (Vallès).
17Basándonos en los materiales antiguos y en los proporcionados por estas excavaciones más recientes, se pueden establecer las características materiales básicas de este grupo cultural.
La mayoria de yacimientos conocidos son cuevas, aunque recientemente comienzan a aparecer estaciones al aire libre.
La cerámica es decorada con impresiones, principalmente de conchas, aunque no faltan las decoraciones realizadas con punzón, ruedecilla o peine, digitales, etc. Se encuentran también grandes tinajas o jarras con cordones simples en relieve, con impresiones digitales o de espátula e incisiones. Las formas de los vasos impresos son principalmente las globulares de mediano tamaño, a veces con cuello más o menos marcado y con algunos fondos picudos, y presentan por lo general asas poco desarrolladas en forma de orejas perforadas o macizas, situadas tanto vertical como horizontalmente.
La indústria lítica, que aún no ha podido ser valorada lo suficiente, debido a las pocas series existentes, es poco típica y cuidada y está elaborada principalmente sobre hojas de mediano y pequeño tamaño, destacando las hojitas retocadas, que a veces son piezas de hoz, los raspadores, los micro-perforadores y los buriles. Se encuentran también microlitos geométricos, trapecios, triángulos y segmentos, por lo general toscos, pero típicos de las industrias de este momento del Mediterráneo occidental. No se conocen microburiles.
La industria de hueso es pobre y está representada principalmente por punzones y espátulas atípicas (es posible que hubieran piezas exepcionales, pero su posición estatigráfica es poco clara).
Existen hachas y azuelas pulimentadas de variadas formas y tamaños.
Los objetos de adorno están compuestos esencialmente por conchas perforadas, cuentas de collar talladas también sobre conchas, brazales de pedúnculo y dientes perforados.
Existen también piedras de molino de tipo barqui-forme y esferoides perforados, que son contrapesos de palos cavadores.
18Se trata de un pueblo que practica la caza, como demuestran los pocos restos de fauna analizados, de grandes y también de pequeños animales, como los conejos y las liebre, lo que constituye una continuación de la etapa anterior epipaleolítica, y que debe practicar también una economía mixta de agricultura y ganaderia incipiente. Pero en este terreno y aparte de los elementos materiales (molinos, esferoides de palos cavadores), no existen análesis científicos que determinen con precisión los animales domésticos existentes ni las especies vegetales cultivadas. Hemos de acudir al yacimiento de El Toll, excavado con J. Guilaine en 1976 y 1977, en el que los niveles epicardiales y del Neolítico medio han proporcionado restos directos de agricultura y domesticación y que dan a entender que en la fase inmediatamente anterior a éstas, es decir en el Cardial, existian ya probablemente algunos cereales domésticos y la cria de ciertos animales. Los restos de plantas que han revelado los análisis de granos carbonizados son. Triticum monococcum, Triticum cf. dicoc-cum, Triticum spec, Hordeum vulgare cf. nudum, Hordeum sp., Hordeum vulgare polystichum y diversas legumbres (éstas sólo en los niveles de Neolítico Medio), y los análisis faunísticos han dado las siguientes especies principales : Sus seroja, Cervus elaphus, Capra pyre-naica, Rupicapra rupicapra, Bos primigenius, Ovis aries, Capra hircus, abundantes lagomorfos (Oryctolagus cuniculus y Lepus europaeus) y algunos carnívoros, lo que constituye una asociación normal para este momento del Holoceno de la zona mediterránea europea. Debe señalarse que los ovi-cápridos dominan ampliamente frente al cerdo, lo que sucede también en otros yacimientos de la Peninsula Ibérica. Los análisis preliminares efectuados en el nivel cardial hallado el año 1979 en la Balma de l’Espluga parecen confirmar lo dicho. Se encuentran lagomorfos, aunque en menos cantidad que en el horizonte epipaleolítico, ovi-cápridos domésticos y también unos pocos restos de buey y cerdo domésticos. Estas determinaciones encajan bien con las efectuadas en este mismo yacimiento el año 1966 para un nivel con cardial, epicardial y Montbolo : Oryctula-gus cuniculus, Lepus, Apodemus, Nurido, Sus scrofa, Capra, Cervus elaphus, Cervus capreolus (?), Bos taurus, Bos taurus brachiceros, Meles taurus exleben, Canis jamiliaris, Caccavis, Lacerta, Murido y Turdus. En esta serie se debe resaltar la presencia del perro11.
19En lo que hace referencia al ambiente, la implantación del encinar mixto y la alta proporción de Buxus que se ha hallado en el horizonte epicardial de El Toll, que se fecha aqui por el 14C entre los años 3860 y 3450 b.c., normal para este momento del Holoceno, hace pensar también en una acción humana sobre la vegetación, como sucede en la zona meridional de Francia, y que podemos pensar que se inició ya en la fase inmediatamente anterior o Cardial12.
20La cronologia de esta fase inicial del Neolítico en Cata-luna, en base a las dataciones de 14C obtenidas hasta la fecha, se puede situar entre los años 4600 y 4000 a.C.
21De los escasos, aunque cada dia más numerosos datos de que disponemos en Cataluña para comprender el fenómeno de la neolitización, es decir, sus antecedentes epipaleolíticos y su plasmación en el momento inicial del Neolítico, creemos que puede deducirse a título de hipótesis de trabajo que la población epipaleolítica de Cataluña presenta unas industrias líticas poco típicas, que no parecen ser los antecedentes inmediatos de las industrias líticas del Cardial como se evidencia en la Balma de l’Espluga, y unas industrias óseas casi inexistentes. De ello se deriva que se hallaban en un estadio técnico rudimentario. Estas poblaciones, serán las que adoptarán la cerámica, fenómeno que posiblemente esté vinculado con la aparición de nuevos tipos de instrumentos líticos, y podemos suponer por los datos indirectos mencionados, que esta adopción estuvo acompanada o fue la consecuencia de una incipiente agricultura y ganaderia, que quizás inició ya un proceso de deforestación.
22Dejando aparte la zona meridional de Cataluña, cuyo epipaleolítico, aunque no el proceso de neolitización, es bien conocido a nivel industrial, no ambiental, por los estudios efectuados por J. Fortea principalmente, a los que excavaciones en curso pueden evidentemente aportar precisiones (Cova del Filador), nuestro pais presenta un escaso conocimiento de los grupos que lo habitaron en este momento. Grandes vacios se dejan sentir en Cataluña en lo que afecta a las tierras del interior y la zona noreste, en las que aparte de algunas séries industriales, solo en la estación de Sota Palou se han realizado análisis científicos. La zona centro-oriental es la mejor conocida por lo que hemos visto, pero solo en lo concerniente a groso modo al noveno y octavo milenios, es decir al Preboreal. Aqui, el yacimiento de la Balma del Gai podría representar por el momento la zona más septentrional de Cataluña en cuanto a la extensión de los complejos microlaminar y geométrico tarraconenses. Existe pues, incluso en esta zona, un gran vacio cronológico respecto al séptimo, sexto y primera mitad del quinto milenios. Un yacimiento, la Balma de l’Espluga, podría asegurar la transición de los habitantes de la zona entre el momento epipaleolítico y el Cardial, pero es posible que las fechas de 14C aparezcan alteradas y no podamos conocer la cronología exacta del horizonte epipaleolítico. Esperemos que los análisis palinológicos y de la fauna, en estudio, y de los que solo hay algunos resultados preliminares, puedan aportar precisiones interesantes. Datos a tener en cuenta son de momento, la presencia de lagomorfos en ambos niveles, aunque en menos proporción en el Cardial,,y la existencia en éste de ovinos, suidos y bóbidos ya domésticos.
23Estos datos confirman lo que hemos señalado para la cueva de El Toll, retrotrayendo al Cardial datos del horizonte epicardial, bien conocido en la cavidad, que nos permiten pensar que ya existian allí especies cultivadas y animales domésticos, y que quizas el hombre habia comenzado a influir sobre la vegetación.
24No existen más datos paleoecológicos en Cataluña para este momento, que permitan apreciar de manera más clara como se produjo el fenómeno de la neolitización, por lo que la definición del grupo cardial solo puede hacerse básicamenta, en la actualidad, a través de los documentos materiales.
Notes de bas de page
1 Los trabajos más recientes sobre los yacimientos citados, en los que puede verse su bibliografía fundemental, son : Josep Canal i Ròquet y Narcís Soler i Masferrer (editores), El Paleolític a les comarques gironines, Girona, 1976 ; S. Vilaseca Anguera, Reus y su entorno en la Prehistoria, II vols., Reus, 1973 ; Javier Fortea Pérez, Los Complejos microlaminares y geométricos del Epipaleolílico mediterráneo español, Salamanca, 1973.
2 Se trata de un programa emprendido por el Institut de Prehistòria i Arqueologia de la Diputació de Barcelona y el Centre National de la Recherche Scientifique (Toulouse), dirigido por los señores M. Llongueras y J. Guilaine, destinado a discernir el proceso de neolítización de una zona concreta de Cataluña, llevado a cabo entre los años 1976 y 1979, y en cuyos trabajos de campo y estudios han intervenido, además de los citados, los siguientes investigadores : M. Barbaza, P. Barrie, J. Bernades, J.R. Bourhis, J.E. Brochier, D. Campillo, A. Colomer, E. Donard, A. Esteban, J. Gasco, D. Geddes, Ch. Guilaine, M. Hopf, M. Jeannet, C. Lorencio, R. Mar-cet, A. Martín, M.A. Petit, J. Surroca, J. y Y. Thommeret, J. Vaquer, J.L. Vernet, J. Villate y E. Vives. Próximas ya las publicaciones definitivas de estos trabajos, han aparecido hasta el momento diversos avances : M. Barbaza, J. Guilaine, M. Llongueras y J. y Y. Thommeret, Noves dates de 14C a Catalunya. Balma del Gai (Moià, Barcelona), en Ampurias, t. 41-42, 1979-80, págs. 345-347 ; J. Guilaine, M. Llongueras y J. y Y. Thommeret, Noves dales de 14C a Catalunya. Cova del Toll (Moià, Barcelona), en Ampurias, t. 41-42, 1979-80, págs. 347-351 ; Jean Guilaine, Miquel Llongueras, Roger Marcet, Ma. Angels Petit y Jean Vaquer, La Cova del Toll (Moià, Barcelona), en El Neolític a Catalunya. Taula rodona de Montserrat, Maig 1980. Montserrat, 1981, págs. 113-121 ; Miquel Llongueras i Campana, La Balma de l’Espluga (Sant Quirze Safaja, Barcelona), en El Neolític a Catalunya. Taula rodona de Montserrat, Maig 1980, Montserrat, 1981, pág. 135 ; Miquel Llongueras y Jean Guilaine, Balma del Gai, Moid, en Les excavacions arqueolò-giques a Catalunya en els darrers anys, Barcelona, 1982, págs. 57-58 ; Miquel Llongueras y Jean Guilaine, Balma de l’Espluga, Sant Quirze Safaja, en Les excavaciones arqueologiques a Catalunya en els darrers anys, Barcelona, 1982, págs. 96-97 ; Jean Guilaine, Miquel Llongueras, Roger Marcet, Ma Angels Petit y Jean Vaquer, Cova del Toll, Moià, en Les excavacions arqueologiques a Catalunya en els darrers anys, Barcelona, 1982, págs. 150-152, y el reciente trabajo, Jean Guilaine, Michel Barbaza, David Geddes, Jean-Louis Vernet, Miquel Llongueras y Maria Hopf, Prehistoric Human Adaptations in Catalonia (Spain), en Journal of Field Archaeology, t. 9, 1982, págs. 407-416, cuyas aportaciones paleoecológicas constituyen una de las bases principales de esta comunicación.
3 Miquel Llongueras i Campana, Aproximadó als antecedents de la industria lítica del Neolític antic català, en El Neolític a Catalunya. Taula rodona de Montserrat, Maig J980, Montserrat, 1981, pág. 30.
4 Guilaine, Barbaza, Geddes, Vernet, Llongueras y Hopf, Prehistoric Human Adaptations in Catalonia (Spain), citado.
5 Jordi Estevez i Escalera y Assumpcio Vila i Mitjà, El Castell, Vilanova de Sau, en Les excavacions arqueològiques a Catalunya en els darrers anys, Barcelona, 1982, págs. 54-56 ; Errikarta Yll Aguirre, Gabriel Alcaide Gurt, Jordi Estevez Escalera y Assumpció Vila Mitjà, La reconstrucción paleoecológica, El Cingle Vermeil, en 4rt. Col. loqui Internacional d’Arqueologia de Puigcerdà, Puigcerdà, 1982, págs. 85-88.
6 Eudald Carbonell Roura y Rafael Mora Torcal, Sota Palou, Campdevànol, en Les excavacions arqueologiques a Catalunya en els darrers anys, Barcelona, 1982, págs. 52-53 ; Eudald Carbonell, Rafael Mora y Josep Canal, Sota Palou : un campement estacional climatic de caçadors prehislòrics, en 4rt. Col. loqui Internacional d’Arqueologia de Puigcerdà, Puigcerdà, 1982, págs. 25-55.
7 Salvador Vilaseca, Cueva de la Font Major, en Trabajos de Prehistoria, XXVI, 1969, págs. 117-220 ; Miquel Llongueras, El yacimiento prehistórico de « La Bauma de l’Espluga », Sant Quirze Safaja-Provincia de Barcelona, Memoria de Licenciatura (inédita) ; Llongueras, La Balma de l’Espluga (Sant Quirze Safaja, Barcelona), citado ; Llongueras y Guilaine, Balma de l’Espluga, Sant Quirze Safaja, citado.
8 Guilaine, Barbaza, Geddes, Vernet, Llongueras y Hopf, Prehistoric Human Adaptations in Catalonia (Spain), citado ; Llongueras, La Balma de l’Espluga (Sant Quirze Safaja, Barcelona), citado.
9 Fortea, Los complejos microlaminares y geométricos..., citado, págs. 366-371.
10 La reciente aparición de los volúmenes de actas de la mesa redonda que tuvo lugar en Montserrat en 1980 : G. Camps, M. Llongueras, R. Marcet Ma A. Petit y J. Rovira (editores), El Neolític a Catalunya. Taula rodona de Montserrat, Maig, 1980, Montserrat, 1981, y del coloquio celebrado en Narbona en 1977 : J. Guilaine (editor), Le groupe de Véraza el la fin des temps néolithiques dans le Sud de la France et la Catalogne, París, 1980, permiten poseer una visión bastante completa de nuestros conocimientos sobre el neolítico catalán. Al respecto de nuestro primer neolítico ver la síntesis más reciente : Roger Marcet i Barbé, El Neolític Antic (Cardial-Epicardial) a Catalunya, en El Neolític a Catalunya. Taula rodona de Montserrat, Maig, 1980, Montserrat, 1981, págs. 15-27.
11 Guilaine, Barbaza, Geddes, Vernet, Llongueras y Hopf, Prehistoric Human Adaptations in Catalonia (Spain), citado ; Llongueras, La Balma de l’Espluga (Sant Quirze Safaja, Barcelona), citado.
12 Guilaine, Barbaza, Geddes, Vernet, Llongueras y Hopf, Prehistoric Human Adaptations in Catalonia (Spain), citado.
Notes de fin
1 Departament de Cultura. Generalitat de Catalunya.
Auteur
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Les chemins de la décolonisation de l’empire colonial français, 1936-1956
Colloque organisé par l’IHTP les 4 et 5 octobre 1984
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1986
Premières communautés paysannes en Méditerranée occidentale
Actes du Colloque International du CNRS (Montpellier, 26-29 avril 1983)
Jean Guilaine, Jean Courtin, Jean-Louis Roudil et al. (dir.)
1987
La formation de l’Irak contemporain
Le rôle politique des ulémas chiites à la fin de la domination ottomane et au moment de la création de l’état irakien
Pierre-Jean Luizard
2002
La télévision des Trente Glorieuses
Culture et politique
Évelyne Cohen et Marie-Françoise Lévy (dir.)
2007
L’homme et sa diversité
Perspectives en enjeux de l’anthropologie biologique
Anne-Marie Guihard-Costa, Gilles Boetsch et Alain Froment (dir.)
2007