La estructura codico lógica del cancionero B de Ausiàs March
p. 153-164
Texte intégral
1La Bibliothèque nationale de France conserva entre sus fondos dos cancioneros de Ausiàs March1, con las signaturas Esp. 225 y Esp. 479, que, según la tradición de Amadeu Pagès se conocen2, respectivamente, como A y B. El primero, un cancionero misceláneo con una importante muestra de la poesía marquiana, ha sido detalladamente estudiado de manera monográfica por Vicenç Beltran3; sin embargo, el segundo de ellos no ha recibido la atención suficiente, a pesar de su importancia para la obra de este autor, pues recoge 122 de sus 128 composiciones, algunas de las cuales se incorporan aquí a la tradición textual de March, así como parte de su gran cantidad de lecciones únicas. Para el análisis de estos aspectos internos es fundamental precisar los rasgos externos del cancionero, como punto de partida para una investigación más amplia4, de manera que este trabajo se centrará en la fijación de su estructura codicológica, que ha presentado problemas de delimitación respecto a su última sección. La regularidad física del volumen ha llevado a pensar que el cancionero B es el resultado de la copia de un antígrafo realmente completo de Ausiàs March, unas conclusiones sobre el proceso de formación del códice que, tal vez, deberían ser revisadas.
2El cancionero B es una de las más completas colecciones de Ausiàs March, que incorpora poesías ajenas a este poeta ––pero no necesariamente a su transmisión–– en sus folios finales. Massó i Torrents5 lo designó como O4 y, a pesar de incluir el Maldezir de mugeres de Pere Torroella, no fue incorporado por Dutton6 a su catálogo, al tratarse de un testimonio de 1541, como se nos indica en el colofón: «Ffonch acabat d’escriure lo present libre en Barchelona per mi, Pere Vilasaló, prevere, per servey de l’il·lustre senyor Almirant de Nàpols, a ·ix· de matx 1541» (fo 179ro). Es evidente la riqueza de estos datos, que significan el punto de partida para reconstruir el proceso de restauración que el cancionero de March experimentó, fundamentalmente, en la cuarta década del siglo xvi7. Se trata del primero de los cancioneros copiados por Vilasaló para Ferran Folch de Cardona, al que siguió un año después el cancionero K (O5)8.
3Desde finales del siglo xix, la atención prestada al códice se ha centrado fundamentalmente en la reproducción de su tabla de obras, desde perspectivas diferentes y complementarias. Ya Morel-Fatio nos aportaba el listado de obras, con la peculiaridad de ordenarlas alfabéticamente, que aún hoy es de utilidad, para ponerlo en paralelo con los que ofrecen Massó i Torrents y BITECA, que siguen el orden del manuscrito9, así como el de Beltran y Archer, que combinan la secuencia del códice con la numeración que Pagès otorgó a los poemas en su edición10, el primero aportando también una tabla comparativa con el resto de testimonios y con anotación final de algunas incidencias11, mientras que el segundo nos ofrece la secuencia abreviada12. Todos ellos se han acercado, asimismo, a los rasgos físicos del códice, aunque con un grado de sistematicidad muy diferente, entre los que destacan la minuciosidad de los análisis más recientes, que proponen por primera vez una estructura codicológica13.
4En cuanto a la fortuna del manuscrito, Pagès es el primero que ofrece datos al respecto14, más allá de la sucinta advertencia de Morel-Fatio respecto al ex-libris de la contracubierta anterior que incorporó a su temprana descripción del códice15. A partir de esto, Pagès identifica al personaje con Àngel Delpàs, marqués de Sant Marçal, un teólogo nacido en Perpiñán en 1540 y fallecido en 1595 en Roma, por lo que, en el siglo xvi y poco después de su composición, el cancionero B, copiado para Ferran Folch de Cardona en 1541, ya había cambiado de dueño. El códice debió de permanecer en su ciudad natal durante siglos, pues allí se documenta en el xix, al menos hasta 1827. Muy poco después, si no ese mismo año, llegó a manos del erudito rosellonés Josep Tastú y, tras su muerte, en 1849, lo heredó su hijo, Eugeni Tastú, y de él pasó a la Bibliothèque nationale de France, donde se conserva actualmente con la signatura Esp. 47916. De estos datos han dependido los trabajos posteriores a lo largo de un siglo y solo recientemente se han aportado algunos matices a la reconstrucción de la fortuna del códice ofrecida por Pagès17.
5Se ha insistido desde las primeras descripciones hasta hoy, que se trata de un códice en papel de 179 folios, de 172 x 121 mm18, aunque habría que matizar, como hacen Beltran y BITECA19, que tal recuento se refiere solo a los folios que incluyen texto, pues, más allá de las guardas20, el cuerpo del cancionero está formado por un total de 182 folios, sin ninguna pérdida o mutilación. El códice tiene dos numeraciones arábigas modernas: una lo folia a tinta y la otra lo pagina a lápiz; la primera es en el extremo superior derecho, mientras que la segunda alterna la derecha para el recto y la izquierda para el vuelto. La única mano que copia los textos es la de Pere Vilasaló, que utiliza una letra humanística. La caja de escritura es de 140 x 65 mm21.
6El hecho de que el papel esté doblado en octavo dificulta enormemente la comprobación de las filigranas. Tanto, que, aunque Pagès hacía referencia a ellas, no incluía su reproducción, como había hecho en la mayoría de descripciones codicológicas de los cancioneros marquianos; y eso a pesar de que su trazado estaba marcado a lápiz en el folio 178vo, algo que he advertido que ocurre en otros cancioneros de March y que es muy posible que, por su sistematicidad y por la época en que se debió de producir, fuese obra del filólogo francés. Distingue Pagès entre la filigrana de las guardas y la del resto del papel22, que BITECA concreta a través de los modelos de Briquet 12221 y 5258, respectivamente, pero añade que «a partir del quadern t»23 hay otra muy parecida, que no identifica en el repertorio de Briquet24, lo que ya es muestra de la dificultad para verla, como he podido comprobar directamente; de hecho, Beltran prefiere no arriesgar tampoco la identificación de la filigrana de los cuadernos anteriores y del final25, optando por aportar un mayor detallismo en la descripción de las figuras26. Más allá de esto y de que, al menos, los dos bifolios centrales del cuaderno t, precisamente, parezcan ser de un papel de menor gramaje, sin filigrana, no hay duda de que se trata de un códice muy homogéneo materialmente. Eso se deriva, de hecho, del origen de la copia por encargo, pues Vilasaló preparó cuadernos regulares para ser cosidos como un códice unitario, sin reclamos, pero con signaturas de cuadernos que se conservan en la mayoría de ellos y solo en algunos han sido eliminados completamente en el proceso de encuadernación27. Queda totalmente o bastante completo el sistema de signaturas de prácticamente todos los cuadernos ––c, d, f, h, j, k, l, m, n, o, p, q, r, s, x, y, z––, por lo que la reconstrucción codicológica resulta relativamente sencilla.
7La mayoría de los cuadernos están formados por cuatro bifolios, de manera regular, pero los dos últimos han tenido problemas de delimitación: «Els dos plecs finals presenten una estructura poc segura, els ff. 176-181 formen un plec de tres bifolis amb costura visible al centre, això deixa el plec anterior format per 4 + 3 i no es veu al mig costura»28.
8En esta descripción hay varios errores que dan lugar a una reconstrucción errónea de la estructura codicológica del cancionero B de March, cuya síntesis también incluye algún gazapo: «a-z8 y4/3 [z]6»29. Entiendo que se quería indicar x en lugar de z en los cuadernos regulares previos a los dos últimos y, tal vez, habría que eliminar los paréntesis rectangulares del que cierra el volumen, si es que estos se refieren a la ausencia de signatura de cuaderno, de manera que la estructura codicológica de BITECA sería, en realidad, esta: «a-x8 y4/3 z6». Sin embargo, ni el cuaderno y era un cuaternión, ni el z un ternión, ni se ha perdido ningún folio, de lo que no hay huella y, de hecho, tal supuesto sumaría 181 en vez de los 182 que contiene este códice. Es evidente que el cuaderno z sí que conserva restos claros de signaturas, que permiten comprobar que comienza en el folio 175 (zi) y no en el 176 (zii), más allá de los textos contenidos en cada uno de ellos. La signatura del folio 175 no está mutilada, por lo que no hay duda de que es el que abre este cuaderno; la del folio 176 deja entrever la parte superior de la z y el inicio del trazo de los números romanos; y en el folio 178 hay una cancelada, mientras que la corregida debía de estar abajo y haber desaparecido por los efectos de la guillotina, como la del folio 177. Por lo tanto, el bifolio central era el formado por los folios 178-179, entre los cuales se puede ver claramente el hilo interno del cosido.
9Son seis los folios (fos 169-174) que quedan entre el cuaderno x, que no había planteado ningún problema, y el z, un ternión que se corresponde con el cuaderno y, que no solo conserva las tres signaturas ––la última más mutilada––, sino que esa costura que, según BITECA, parecía no verse se identifica, sin embargo, con relativa facilidad entre los folios 171 y 172, que forman el bifolio interno.
10Además, se reconoce explícitamente lo que, en realidad, es el origen del error de aquella descripción: «aquesta hipòtesi vindria avalada perquè entre els ff. 175 i 176 (que és on mancaria un foli) s’acaba el Cançoner de March (f. 175v duu la resposta de Moreno) i comença el 176 Roís de Corella»30. La obra contenida crea, por lo tanto, un presupuesto codicológico que no está fundamentado en un análisis detenido de las características físicas del códice.
11De la misma manera que corrigió la antigua atribución de la sección final a un copista diferente a Vilasaló31, Vicenç Beltran debió de detectar este error durante el proceso de preparación de su monográfico sobre la transmisión de Ausiàs March, pues, a pesar de que mantiene alguna referencia antigua que dependía aún de los datos de BITECA32, concluye correctamente que el códice «està format per vint-i-un quaternions més un ternió més un altre quaternió, vint-i-tres quaderns en total»33, lo que, sin embargo, no ha dado lugar aún a la revisión del catálogo en línea. La colación sinóptica de los cuadernos de este códice es, por lo tanto, a-x8 y6 z8, en la que ninguno de los cuadernos, ni siquiera el ternión, estaba hecho a medida de los textos contenidos. En definitiva, la estructura codicológica detallada del cancionero B de Ausiàs March, con la representación gráfica de la solidaridad implícita en los bifolios y su foliación correspondiente, es la que sigue:
Notes de bas de page
1 Este trabajo se enmarca en los proyectos FFI2011-25266 y FFI2014-52266-P, financiados por el Ministerio de Economía y Competitividad. Agradezco a Virginie Dumanoir su inestimable ayuda en el proceso de reserva y consulta de este manuscrito en la Bibliothèque nationale de France, sin la cual no habría sido posible este trabajo.
2 Pagès (ed.), 1912-1914, t. I, pp. 2-17.
3 Beltran, 2000 y 2006a, pp. 91-144.
4 Sus principales resultados se centran en la reconstrucción del proceso de génesis de esta colección, cuyas conclusiones explican también los últimos estadios de la formación del cancionero D, así como aspectos de atribución de poemas y de variantes que podrían ser apócrifos, Martos, 2015.
5 Massó i Torrents, 1913-1914, pp. 154-158 y 1932, p. 19.
6 Dutton (ed.), 1990-1991.
7 Martos, 2005.
8 Amadeu Pagès señaló tal relación (Pagès [ed.], 1912-1914, t. I, pp. 16) estando este cancionero en aquel entonces en Reino Unido en manos privadas, en la biblioteca de T. Fitz Roy Fenwick, en Cheltenham, tras haber pertenecido a su abuelo, sir Thomas Phillipps, quien lo debió de comprar el 16 de febrero de 1836 en Londres, procedente de la subasta de la Biblioteca Heberiana, tras la muerte de Richard Heber. Antes de llegar a sus manos, había formado parte de la Biblioteca Real de Madrid (ibid., pp. 49-50) al menos hasta el siglo xviii y hoy se encuentra en la Biblioteca de Catalunya, con la signatura ms. 2025, comprado por subasta en Sotheby’s entre 1967 y 1968. Aunque sin comprobar su existencia entonces en la Biblioteca Real, que confunde con la del Escorial, Torres Amat ya había distinguido casi un siglo antes entre el cancionero B y el K: «Este es diferente de otro MS. que segun Perez Bayer en las notas á Ausias b. v. t. 2, existe en el Escorial y finaliza así: “Fonch acabada de escriure la present obra per mi Pere de Vilasalo prevere per manament del illustre senyor Almirant de Nàpols, á xxiiii dies del mes de abril any m.dxlii”», Torres Amat, 1836, pp. 363.
9 Morel-Fatio, 1892, pp. 361-364; Massó i Torrents, 1913-1914, pp. 154-158 y BITECA (Bibliografia de Textos Antics Catalans, Valencians i Balears), manid 1967. En estos tres casos, se aporta, asimismo, la foliación de los textos.
10 Aunque ninguno de los dos incluyen las obras finales, con autoría diferente, que sí que se recogen en los listados de Morel-Fatio, Massó i Torrents y BITECA.
11 Beltran, 2006a, pp. 176-185.
12 «39, 1-38, 40-46, 52-53, 47-51, 54-62, 64, 63, 65, 66, 68, 70, 67, 69, 71, 74, 72, 75, 76, 73, 77, 78, 81, 79, 80, 82, 84, 83, 85, 87-95, 97, 96, 98-100, 102-111, 115-119, 112, 122b, 114, 120, 121, 127, 128, 1032, 124», Archer (ed.), 1997, p. 36.
13 Beltran, 2006a, pp. 153-155; BITECA, manid 1967.
14 Pagès (ed.), 1912-1914, t. I, pp. 14-17.
15 Morel-Fatio, 1892, p. 364.
16 «Cap al 1820, la mateixa obra figura a la Biblioteca de la Ciutat de Perpinyà, segons l’Haenel, que la descriu així: núm 56: Obras morales y poeticas de Osias (Marc); 1541. 8. En Migne va reproduir més tard aquesta indicació. No obstant, M. Pere Vidal, bibliotecari de la ciutat de Perpinyà, no n’ha trobat cap rastre en els antics catalegs de la seva biblioteca, ni en el de l’any vi, ni en el de l’Henry, que va ser fet cap al 1825. Però l’indicació de l’Haenel no deixa per això de ser exacta quedant confirmada en 1893 per en J. A. C. Buchon, inspector de les Biblioteques, qui escriu, en 1827, en una noticia sobre en Ramon Muntaner, reimpresa també, en 1875, al davant de les seves Chroniques Etrangères, “ qu’il se trouve un exemplaire manuscrit [de les poesies de l’A. March] à la bibliothèque de Perpignan ”» (Pagès [ed.], 1912-1914, t. I, p. 17).
17 Martos, 2015.
18 Morel-Fatio, 1892, p. 364; Pagès (ed.), 1912-1914, t. I, p. 14; Massó i Torrents, 1913-1914, p. 154 y 1932, p. 19.
19 «1-179 + 3 folis originals del manuscrit sense foliar, en blanc, que pertanyen a la fi del quadern z (ff. 176-179 + 3), més altres cinc de guardes com els primers», Beltran, 2006a, p. 153. BITECA aporta la misma fórmula incluida por Beltran, aunque incluyendo las guardas: «ff. 192 (=V + 1-179+ 3 + V)» (manid 1967).
20 Cinco anteriores y cinco posteriores, aunque se trata cuadernillos de papel plegado en cuarto y, en ambas casos, de las mitades de los bifolios que se pegan a las contracubiertas.
21 «A 26 línies per pàgina (foli de referència: 2r) fins al f. 10, però a 30/31 línies a partir d’aquest moment, i novament menys de 30 a les pàgines 172v-174r», Beltran, 2006a, p. 152.
22 «Un aucell dins d’una tarja a les 3ª y 4ª fulles de guarda del començament, y, a la major part de les altres, una mitja-lluna amb les inicials EB a la part concava y una creu historiada a la part convexa» (Pagès [ed.], 1912-1914, t. I, p. 14).
23 E, implícitamente, hasta el x, pues, además del uso de «a partir de», advierte que la filigrana habitual vuelve en el último, que es el z.
24 «Ocell dins un cercle (guardes) (semblant a Briquet 12221, Roma: 1593-99, Amalfi 1528, però no pas idèntica); altres croissant amb antena i creu, amb lletres inscrites (“BF”?) (a la major part del volum i al quadern final) (propera a Briquet 5258, Genova: 1516); altres croissant semblant, amb una altra figura inscrita (al cos del volum a partir del quadern t)», BITECA, manid 1967.
25 Sí que lo hace en la de las hojas de guarda, aunque con reservas: «Als fulls de guardes (plegats en quart), el paper és força diferent, més fi, gairebé transparent, i la filigrana, un cercle amb un ocell inscrit, amb l’extrem de l’ala elevat, que tampoc no he pogut identificar (el més semblant podria ser Charles M. Briquet, Les filigranes. Dictionnaire historique des marques du papier, Leipzig, Verlag von Karl W. Hiersemann, 1923, núm. 12.221, datada a Amalfi el 1528, però no la puc identificar com la mateixa forma, i encara menys la de Francisco de A. Bofarull y Sans, Los animales en las marcas de papel, Vilanova i la Geltrú, Oliva impressor, 1910, núm. 484, de 1512)», Beltran, 2006a, p. 153.
26 «El manuscrit fou copiat gairebé tot sobre un paper homogeni, amb una filigrana formada per un cercle; a la part superior duu un semicercle inscrit en posició secant que crea la figura d’una mitja lluna, dins del cercle, les lletres BF, a sobre va coronat per una creu. No l’he poguda identificar en els repertoris habituals. Queda sempre col·locada al marge superior dels folis, a prop del centre, lleugerament desplaçada cap al llom. Des del f. 151 (quadern t) és substituïda per un cercle de les mateixes característiques, però la figura inscrita sembla ser un motiu geomètric a la part esquerra; la filigrana, ara, queda al marge superior, ja al llom i poc visible (se’n poden apreciar els detalls al f. 168), que tampoc no he pogut identificar. La primera filigrana torna al darrer quadern», ibid.
27 Como advierte BITECA, las signaturas más dañadas, pues no quedan restos por la acción de la guillotina, son las de los cuadernos b, e y q ––de este último queda el número iiii sólo del bifolio central–– pero también faltan en su totalidad las referencias a, aii, aiiii, c, cii, fii, g, gii, giiii, hiiii, jii, jiii, kiii, m, miii, niiii, riii, riiii, siii, xii, ziii y ziiii.
28 BITECA, manid 1967.
29 Ibid.
30 Ibid.
31 «Petits canvis en l’estil de la lletra, amb una lleugera inclinació cap a la dreta als ff. 178v-179r, el seu mòdul lleugerament més alt a partir d’aquest mateix lloc, on torna a un format de 27 línies per pàgina, a més d’un canvi visible en la tinta, més agressiva, a partir del f. 176, em feren creure en un altre moment (i així ho vaig escriure) que hi havia un canvi de lletra en els poemes aliens a March», Beltran, 2006a, pp. 153-154.
32 Identifica el inicio del cuaderno z en el fo 176 ––y no en el fo 175––, que, sumado a los tres en blanco, da un total de siete folios: «3 folis originals del manuscrit sense foliar, en blanc, que pertanyen a la fi del quadern z (ff. 176-179 + 3), més altres cinc de guardes com els primers», ibid., p. 153. «A pesar d’aquest error en jutjar diferent la mà final del manuscrit (i sense desig de justificar-me), la factura de la seva darrera part encara em sembla problemàtica. El quadern 22 s’acaba al f. 175 amb la demanda a Moreno (174r) i la seva resposta (174r-175v); com que aquest quadern, amb la signatura z, és només un ternió, l’únic del manuscrit, hem de pensar que fou fet a mida per al contingut previst, com pertocava a un copista tan expert, després d’un acurat estudi de les línies que li feien falta», ibid., p. 154.
33 Ibid., p. 153.
Auteur
Universitat d’Alacant
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