Espacios fronterizos e integración europea: el caso de las fronteras orientales de Alemania
p. 45-54
Texte intégral
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INTRODUCCIÓN
2El carácter inédito, innovador, de la Unión Europea proviene, en parte, de la devaluación contractual de las fronteras entre los Estados miembros, que dicho carácter implica y permite. Las fronteras externas son preservadas o reforzadas al menos en el plan migratorio. En 1996, las fronteras orientales de Alemania limitan las fronteras externas de la Unión Europea y de la otan, situación temporal si se juzga por los proyectos de expansión de estas dos instituciones sostenidas, entre otras, por Alemania y sus dos vecinos orientales. El periodo actual corresponde a una época histórica, a un momento en el que las fronteras germano-polaca y germano-checa poco permeables, es decir herméticas (en el caso de la Cortina de Hierro entre Baviera y la República Checa) estos últimos cincuenta años están intentando convertirse en fronteras devaluadas, internas de la Unión Europea y de la otan.
3Así, pues, estas fronteras corresponden hoy a una línea de reparto particularmente neta en el plan socio-cultural, económico y administrativo que nos hace recordar a la frontera norteamericana-mexicana. ¿Cuáles son las interacciones económicas por hacer, las cooperaciones desarrolladas teniendo en cuenta el contexto y cuál es la percepción de Polonia y de la República Checa de sus fronteras comunes?
LA HERENCIA: RUPTURAS Y CONTINUIDADES TEMPORALES INSCRITAS EN EL ESPACIO
4De primera impresión, la región fronteriza aparece como una ruptura. Por una parte ruptura sociocultural: no hay mestizaje, hay poco bilingüismo, es una frontera que se franquea después de una larga espera debido al número limitado de puntos de paso. Por otra parte, ruptura económica: al pasar la frontera, el paisaje cambia brutalmente; los automóviles, el estado de las calles, las tiendas, indican claramente que se ha franqueado una frontera de nivel de vida. Del lado checo y del lado polaco, los salarios son de 7 a 10 veces menos elevados. Pero esta ruptura es reciente. De hecho, los espacios fronterizos están de igual forma diseminados con testimonios de solidaridad, de complementariedad hoy desaparecidos: las tumbas alemanas en los cementerios checos o polacos, la arquitectura, la organización de los pueblos, son testimonios de las continuidades pasadas de una y otra parte de la frontera gemano-polaca, y recuerdan que ésta data sólo de 1945 y que las regiones fronterizas de Bohemia estaban en su gran mayoría pobladas por alemanes. Asimismo, los tejidos industriales llevan a una industrialización casi simultánea en algunas regiones fronterizas, en particular entre la Sajonia y la República Checa.
5En su libro Historia de Alemania: de sus orígenes a nuestros días, J. Rovan habla de un ”pueblo sin fronteras históricas claras, de un territorio sin límites geográficos netos” y cita entre ”las dificultades propias de la historia alemana y que no pertenecen más que a ella” la siguiente: ”en ningún momento de su historia, pueblo, nación, territorio y Estado han coincidido de una manera clara y comparable a las situaciones que se conocen en la historia de Francia y de Inglaterra”1
6Esto ya no es verdadero en 1990. La complementariedad que prevalecía de una y otra parte de las fronteras contemporáneas alemanas desapareció a finales de la guerra, cuando en conformidad con los acuerdos de Postdam, los gobiernos polaco y checoslovaco expulsaron a las poblaciones alemanas de sus territorios, poblaciones que se tomaron como responsables de una parte de las atrocidades nazis. A causa del ”regreso” de dichos alemanes refugiados en los años de la postguerra y después de la reunificación, Alemania tiene en 1990 por primera vez en su historia, fronteras étnicas, políticas, económicas y culturales que se recortan. Las poblaciones que viven hoy en las regiones fronterizas polacas y checas fueron transplantadas dentro de un cuadro político de repoblación llevado por los regímenes comunistas, una repoblación más o menos efectiva según el interés económico de las regiones.
7Consideremos que las fronteras orientales de Alemania son a partir de ahora una línea de reparto neta entre el mundo germánico y el mundo eslavo; además de que las poblaciones que viven del lado polaco y checo no tienen sus raíces en esas regiones. Durante las cuatro ultimas décadas, aquéllas vivieron con el miedo, propiciado la mayoría de las veces por los regímenes comunistas, de la represalia alemana, del regreso de los antiguos ocupantes a sus casas. Los contactos de una y otra parte de la frontera eran poco numerosos. Entre 1945 y 1989, la valorización de los espacios fronterizos no aspiraba a crear una sinergia industrial entre los territorios fronterizos del este alemán y polaco. Es cierto, existían fuentes de empleos pero éstas no concernían más que a unos cuantos miles de personas, y en el plano industrial, cada país llevaba una política que respondía, ante todo, a intereses meramente nacionales.
8Así, la rda instaló una serie de fábricas a lo largo de la frontera germano-polaca con el fin de tenerlas alejadas del ”frente” occidental; Polonia desarrolló la extracción minera en el sur, modernizó el puerto de Szczecin con el propósito de reforzar la vocación de este último en el mercado de carbón silesiano, y Checoslovaquia desarrolló la industria de extracción en sus fronteras con Sajonia. Entre Baviera y Bohemia, la Cortina de Hierro fue una de las fronteras más herméticas en el mundo. En suma, nunca desde la guerra, los espacios fronterizos no han sido objeto de una estrategia consciente de valorización concertada y los contactos entre las sociedades civiles fueron poco desarrollados e ideológicamente enmarcados. Además, la frontera gemano-polaca estuvo cerrada de 1945 a 1972 y después a partir de 1981 debido a los miedos suscitados en la rda por el movimiento Solidarnosc en Polonia.
9Los espacios fronterizos en cuestión están poco poblados. Las regiones fronterizas de la ex rda son las menos desarrolladas y las menos urbanizadas dentro de Alemania. En Polonia las densidades de población son particularmente débiles, sobre todo en las zonas rurales pero el promedio de edad es menos elevado que en Alemania y los procesos migratorios son más favorables. En la República Checa, las regiones que rodean la Cortina de Hierro fueron poco repobladas. Por el contrario, Bohemia del norte, a causa de la industria minera (lignito y uranio) desarrollada en las últimas décadas, abriga una población densa y muy urbanizada. Del lado alemán, los espacios fronterizos son de los más afectados por el fenómeno de la desindustrialización que siguió a la reunificación. En la ex rda, de 1,730.000 empleados efectivos en la industria en enero de 1991, pasaron a 790,000 en agosto de 1992. Algunas ciudades fronterizas perdieron cerca del 10 % de su población desde 1990. En el lado germano-polaco y en el germano-checo al contrario, las tasas de desempleo son menos importantes o insignificantes en el caso de Bohemia del oeste.
10En resumen, a los movimientos de población y a los cambios de fronteras de postguerra que alimentan aún hoy en día rencores tenaces, se agrega una herencia socioeconómica a menudo poco propicia para un desarrollo concertado en estos territorios.
JUEGOS DE ACTORES ECONÓMICOS ALREDEDOR DE UNA FRONTERA EN EL NIVEL DE VIDA
11El miedo parece dominar las representaciones de las interacciones económicas entre Alemania y sus dos vecinos. En Polonia y en la República Checa domina el miedo de una germanización de la economía que se declina en fórmulas diversas. Se habla de un ”protectorado económico alemán"2 así como de las intenciones de Alemania para ”empujar cada día un poco más las fronteras económicas de su imperio”3 Es siempre el miedo de perder su independencia el que se expresa en estas fórmulas, particularmente en las regiones fronterizas. El miedo no es solamente el patrimonio de los polacos o checos. Éste se percibe igualmente en Alemania. En este caso remite a los países próximos con bajos salarios como lo son Polonia y la República Checa, un verdadero ”Hong Kong en el patio de atrás",4 capaz de atraer a las empresas hasta ahí, instaladas en Alemania, y de amenazar de esta manera el empleo y el patrimonio industrial del país.
12Pese a todo, es posible constatar que las interacciones económicas entre Alemania y sus dos vecinos son poco importantes para Alemania. De 1988 a 1993, el comercio exterior de Alemania con los países de Europa central y oriental aumentó con certeza, al 100 %. Pero en 1993 solamente el 7.1 % de las exportaciones y el 6.6 % de las importaciones se efectúan con estos países. Por el contrario, Alemania está muy lejos de ser el primer socio comercial de Polonia y de la República Checa. Mas tratándose de inversiones, las inversiones alemanas son importantes con respecto a otras inversiones extranjeras. En valor absoluto, su monto es sin embargo reducido y cuatro veces más elevado en la República Checa que en Polonia.
13Los intercambios entre Lander fronterizos y países vecinos están poco desarrollados. En 1989, 70 % de las exportaciones de la rda estuvieron destinadas a los países del Este, y el 65 % de sus importaciones provenían de ellos. El año 1990 vio estas relaciones comerciales brutalmente cuestionadas (reducción de las importaciones en un orden de 67 %) debido a la unión monetaria y a la caída de la producción.5 En 1994, Europa del Este sigue siendo el segundo cliente de los nuevos Länders (33 % de las exportaciones) detrás de los países de la Unión Europea (43 %). Los principales socios no son sin embargo los países fronterizos (Polonia, la República Checa) sino la ex urss, lo que impone una incertidumbre suplementaria al tejido industrial de los nuevos Lander.
14En 1995, no podemos hablar de una verdadera sinergia que se extendería entre los tejidos industriales de Sajonia, de Bohemia de Silesia. La unión monetaria alemana rompió las ligas comerciales forjadas entre los años 1945 y 1989.
15Desde hace algunos años, se inició un debate en Alemania (también en otros países europeos) sobre el problema de la falta de localizaciones. La prensa local alemana de las regiones fronterizas cuenta con varios ejemplos de quiebras de empresas provocadas por la proximidad de la frontera. Cuando el empleo de mano de obra checa o polaca no se cita como culpable del desempleo, la competencia juzgada desleal de las empresas checas o polacas se invoca con celeridad para explicar el cierre de las fábricas.
16De hecho, las interacciones económicas de una y otra parte de la frontera son diversas. Observamos en las regiones fronterizas polacas y checas comportamientos económicos comparables a aquellos que caracterizan la frontera norteamericanamexicana. Así, la Volkswagen invirtió en la región fronteriza polaca en una empresa de construcción de filiales para su fábrica principal en Alemania. Otras empresas toman las participaciones en las empresas checas y polacas y toman a cargo una parte de su producción. Mas son raros los casos de empresas que cierran las puertas de sus fábricas en Alemania para instalarse en las regiones fronterizas checas y polacas. Las inversiones realizadas intentan muy a menudo responder a la demanda local o a una demanda en Alemania. Algunas empresas invierten incluso cerca de la frontera pero del lado alemán mientras que los salarios son ahí siete veces más elevados. ¿Por qué? Porque si los salarios son menos elevados en Polonia y en la República Checa, tendrían que aumentarlos en la perspectiva de integración europea de esos países. Además, el gobierno alemán instaló un dispositivo de ayuda para las inversiones en la ex rda particularmente generoso y las empresas alemanas están vinculadas en las relaciones sociales en el seno de la empresa. De igual forma, conocen el interés que sus clientes tienen en la marca ”made in Germany”. En fin, las escalas no son las mismas entre los Estados Unidos y sus vecinos del sur y Alemania y sus vecinos del este. En el caso europeo, las distancias son menos importantes y las regiones fronterizas checas y polacas ejercen una atracción ante todo para las empresas pequeñas y medianas de las regiones fronterizas alemanas, en los sectores de débil valor agregado.
17Esto no significa que las regiones fronterizas polacas y checas no sean favorecidas. Al contrario, son privilegiadas en el proceso de transición, menos debido a las inversiones alemanas que a los intercambios, a la tradición industrial, a la calidad de las infraestructuras y a diversas formas de interacciones económicas. Una de ellas es la constitución de bazares en las ciudades fronterizas polacas y checas. Estos bazares son mercados en los que se encuentra de todo: ropa, cigarros, productos alimenticios. Atraen principalmente una clientela alemana y juegan un papel importante en la tesorería de las municipalidades implicadas.
18Teniendo en cuenta la variación del nivel de vida, podríamos imaginar que las tasas débiles de desempleo del lado polaco y checo se explican por un empleo masivo de la mano de obra checa y polaca en Alemania. Esto no es nada. Debido a la situación económica y social tensa, las regiones fronterizas alemanas son un mercado de trabajo casi cerrado a la mano de obra checa y polaca. Los acuerdos que se han dado en Alemania y en otros países europeos son cada vez más restrictivos, los trabajadores fronterizos no son numerosos más que entre Baviera y la República Checa, los trabajadores temporales son cada vez más numerosos (14,000 en 1995) pero juegan un papel económico limitado. El trabajo por debajo del agua es regularmente objeto de polémicas. Es sin duda importante en el sector de la construcción pero no es probablemente específico en las regiones fronterizas, ni siquiera en Alemania. Los sindicatos alemanes vigilan bastante y son muy exigentes en particular en este punto en las regiones fronterizas. Sin embargo, incluso si los espacios fronterizos parecen competitivos, los sindicatos alemanes, los checos y los polacos cooperan. Informando a sus socios checos y polacos sobre los modos de reglamentación social en las empresas alemanas, los sindicatos alemanes confían en atenuar las ventajas sociales de las deslocalizaciones. Por su parte, los sindicatos checos y polacos desean desarrollar su audiencia en su propio país alimentando sus discursos con la experiencia y el saber hacer de sus homólogos alemanes.
19En suma, la variación del nivel de vida no prohibe una cooperación. Esto implica, hoy día, gran variedad de dominios y disciplinas.
¿HACIA UNA DISTRIBUCIÓN CONCERTADA DE LOS ESPACIOS FRONTERIZOS?
20En 1991-1992 tuvo lugar un coloquio en la ciudad fronteriza de Francfort en el Oder sobre una comparación entre las fronteras norteamericana-mexicana y germano-polaca. Desde 1993, un proyecto de parque industrial se refiere explícitamente a la experiencia de las maquiladoras. Este proyecto tiene como fin asegurar la reconversión de un espacio industrial dominado por un complejo siderúrgico Ekostahl situado en la rivera alemana del Neisse. La idea es asegurar el reparto de las tareas, los polacos proporcionan carbón y acogen a aquellos que toman a cargo el trabajo, la parte alemana que acoge las industrias de alto valor agregado. En 1996, este proyecto no existe más que en papel, debido a la falta de medios financieros y de ciertas reticencias del lado polaco. Según los polacos, este proyecto corresponde en efecto, sobre todo a los intereses alemanes y poco a los intereses polacos. Por otro lado, acredita la idea de que la parte polaca tiene vocación de acoger las industrias de débil valor agregado. Ahora bien, éste no es el concepto que tiene Polonia de su desarrollo en la perspectiva de su integración europea.
21Sin embargo se están estudiando varios proyectos de distribución. Una comisión que reúne a los representantes nacionales y locales está encargada de enmarcar la cooperación germano-polaca, un programa de saneamiento del medio ambiente está llevándose a cabo en la frontera germano-checa, un parque natural se constituye en la frontera germano-polaca, las infra-estructuras se modernizan. La cooperación transfronteriza se parece así a una cogestión de espacios fronterizos. Mas ¿podemos hablar de una visión común, de lo que debe ser el desarrollo de los espacios fronterizos? Línea de reparto entre un país miembro de la Unión Europea y dos países que aspiran ser miembros de esta, ¿es acaso la región fronteriza un laboratorio de integración europea, un espacio en el que los actores elaboran las modalidades de una cooperación cotidiana permitiendo administrar los conflictos y los intereses respectivos?
22La idea europea juega un papel determinante en un acercamiento de las sociedades fronterizas, menos en el plano financiero que en el simbólico. En el plano financiero, dos programas europeos permiten cofinanciar proyectos transfronterizos, en particular en el ámbito de las infraestructuras. Del lado polaco y checo, los fondos determinados se toman en el programa Phare que es un programa europeo de asistencia a los países llamados en transición. Los proyectos susceptibles de ser financiados se discuten en una comisión y sólo se aprueban por acuerdo de unanimidad de todas las partes. Los intereses son con frecuencia discrepantes. Así, Alemania no aprueba los proyectos de modernización en el puerto alemán de Szczecin pues éste compite con el puerto de Rostock para el abastecimiento de la ciudad de Berlín. Los actores locales alemanes desean que se le dé prioridad a los proyectos socio culturales en la medida en que las necesidades en materia de infraestructura son menos importantes. Además, los proyectos socioculturales son más visibles y por lo tanto políticamente más interesantes. Los actores polacos, desean que los fondos europeos contribuyan a equipar las regiones fronterizas que el régimen comunista ha hecho a un lado en los últimos cuarenta años. Los gobernantes centrales polacos y checos desean que los fondos no sean afectados únicamente a los largo de las regiones fronterizas. Juzgan en efecto que estas regiones ya son privilegiadas por la proximidad de Alemania y que, en consecuencia, hay que evitar el alimentar los desequilibrios regionales. Los actores regionales y nacionales alemanes ven en los fondos europeos la manera de hacer las fronteras más permeables, lo que no puede más que favorecer la economía de los nuevos Länder que, como ya hemos visto, se confronta a una grave crisis de reestructuración. Vemos aquí que los debates alrededor de la cooperación transfronteriza no oponen necesariamente a los actores según su nacionalidad. Los juegos de actores son más complejos.


Mapa 4. Estructura administrativa de los espacios fronterizos.
23Si Europa juega un papel importante en el plano financiero, su función simbólica es tan o más importante. El éxito que conocieron las regiones europeas, inspiradas de las regiones que se encuentran al oeste del continente europeo, y mucho más la temática de la devaluación de la frontera traducen el atractivo ejercido por la Unión Europea y por la idea de Europa cerca de los vecinos de Alemania. Estos últimos años, sin embargo, el entusiasmo ha disminuido; las esperas a menudo tan grandes como imprecisas han sido un poco decepcionantes. Sobre todo, es claro que los reflejos nacionales, o bien nacionalistas retoman rápido la ventaja en caso de crisis sobre los discursos proeuropeos. Es en particular impresionante constatar la permanencia del pasado, de los recuerdos de la guerra, de la expulsión de las poblaciones alemanas en los discursos y en las representaciones mentales del Otro. Como lo vimos anteriormente, las poblaciones de las regiones fronterizas polacas y checas no tienen sus raíces en sus regiones, las cuales estaban pobladas de alemanes hasta en 1945. En consecuencia, estas poblaciones tienen una relación sensible con el territorio, desconfían de todo aquello que pudiese parecer una reconquista de los territorios fronterizos. Las regiones europeas han sido vistas incluso como un caballo de Troya de los descendientes de los alemanes expulsados después de la guerra, en las condiciones más favorables enfocadas a impugnar la autoridad del poder central en las regiones fronterizas.
24Paradójicamente, las minorías alemanas que viven aún, en número muy reducido es verdad, en Polonia y en la República Checa están ausentes de la cooperación transfronteriza.6 Estas minorías son la mayoría de las veces bilingües y muestran interés en una mejor comprensión entre las sociedades alemanas y las sociedades polacas o checas. En los años 1990-92 se habían dedicado a la construcción de algunas regiones europeas. Sin embargo, desde entonces, se encuentran ausentes de la cooperación transfronteriza y aquellos que animan esta cooperación las perciben más como un obstáculo. ¿Por qué? En 1990 militaron contra el reconocimiento de la frontera Oder-Neisse negándose a renunciar a los territorios anexados por Polonia ulteriormente a la guerra conforme a los acuerdos de Postdam. Alimentando así los miedos polacos de un cuestionamiento sobre las fronteras y en consecuencia de la viabilidad del Estado polaco, se desacreditaron. No obstante, se pronuncian por una modificación pacífica de la frontera y sus representantes; los más radicales reivindican los derechos culturales y políticos más desarrollados. En suma, subsiste una duda en una gran parte de la clase política polaca sobre la lealtad de esta minoría a diferencia de la mayoría. En la República Checa, la situación es diferente pero en este caso de igual forma, la minoría alemana no es el puente que pretende ser entre Alemania y la República Checa. Los descendientes de alemanes expulsados reivindican no una modificación de la frontera sino un resarcimiento moral, entiéndase financiero, por su expulsión después de la guerra que ellos condenan pues esta no estaba fundada en responsabilidades individuales sino en una responsabilidad colectiva de la comunidad alemana instalada en Checoslovaquia. Esta comunidad estaba instalada en las regiones fronterizas. Desde su expulsión, los pueblos, las ciudades, las fábricas, están ocupados por los checos, quienes temen el verse discutiendo por la propiedad de sus bienes y quienes por consiguiente rechazan de antemano toda concesión del gobierno checo frente a frente de los alemanes originarios de los Sudetes.
25En la doxa contemporánea, las fronteras aparecen como el vestigio de una época terminada, como arcaísmos peligrosos de los que conviene predecir o al menos promover su decadencia. Esto muestra las relaciones fronterizas entre Alemania y sus dos vecinos orientales, ya que la frontera no es sólo una línea funcional, un lugar con impedimentos administrativos. Es también una referencia de identidad para las sociedades y uno de los fundamentos de la soberanía de los Estados. P. Guichonnet y C. Raffestin7 nos recuerdan al principio de uno de sus libros que ”la frontera pertenece a aquellos conceptos de los que engendran casi siempre reacciones emotivas de las que se alimentan las pasiones nacionales, entiéndase nacionalistas”.
26La geografía electoral traduce en parte esta relación con el territorio específico. En la República Checa los comunistas y las fuerzas de extrema derecha que se unen para desarrollar un argumento nacionalista obtienen sus mejores marcas en las regiones fronterizas con Alemania.
27De manera más general, las desconfianzas frente a la cooperación transfronteriza se observan en la Europa media frente a frente de Alemania y frente de Hungría. En el caso de los húngaros, los responsables políticos utilizan frecuentemente la noción ”espiritualización” de las fronteras.8 Sin retomar por su cuenta esta expresión, en 1990 H. Kohl no decía otra cosa cuando explicaba a los refugiados inquietos por el reconocimiento de la frontera Oder-Neisse que las fronteras no tendrían más importancia en la Europa del futuro. En los dos casos se trata de negar, de borrar el sentido cultural, étnico, de la frontera, de las fronteras internacionales y la eurorregión es el medio para alcanzar este fin. Si los actores locales confrontados cotidianamente a los impedimentos técnicos impuestos por la frontera se prestan al juego, aunque con notables reservas, podemos dudar que las poblaciones fronterizas no estén profundamente ligadas a la referencia de identidad que constituye la frontera sobre todo en los territorios en donde las poblaciones alemanas eran, hace apenas cincuenta años, la mayoría. En esos territorios, las identidades no están muy marcadas. La cooperación transfronteriza no ha suscitado una ”identidad de frontera” que se construiría en oposición en relación al centro y que se alimentaría no sólo de una frustración por estar en la periferia, sino de un sentimiento de superioridad nacido de la frecuentación cotidiana de otra cultura. Las transferencias de población alemana a finales de la guerra, el carácter reciente de la frontera Oder-Neisse, la impermeabilidad de las fronteras orientales de Alemania en el transcurso del medio siglo pasado no han permitido la construcción de tal identidad. Litigar por una devaluación de la frontera no es necesariamente la mejor manera de suscitar esta identidad. ¿No es acaso prematuro, arriesgado, el llamar a la desaparición de las fronteras cuando estas no han perdido nada de su carga emotiva? Si la frontera permite la constitución de una identidad, ¿no puede facilitar el diálogo en lugar de ponerle obstáculos? Escribe Bertrand Vergely:
Tener un espacio para sí no es rechazar al otro, sino al contrario hacerle posible la relación cerrándole la puerta a lo errátil, empezando por la suya [...] Todo límite bien comprendido lleva a la apertura. Es por esto que es tan falso el identificar la apertura con lo errátil como el confundir un límite o un cierre con una clausura.9
28La frontera Oder-Neisse se distingue de la frontera norteamericana-mexicana tanto en el plano sociocultural como en el económico. La superioridad económica de los Estados Unidos, la sombra accesible proyectada sobre México no induce un ”imperialismo lingüístico” dado que al contrario, la lengua española compite con el inglés en el sur de los Estados Unidos. En el caso de las interacciones fronterizas de las que hablamos, la situación es inversa. El alemán cada vez se practica más en las regiones fronterizas polacas y checas (sin embargo no se estudia más en esas regiones que en el resto del país y es con frecuencia escogido como segunda lengua, después del inglés) mientras que el polaco y el checo no atraen a los estudiantes alemanes incluso si las posibilidades de aprender estos idiomas se multiplican. La frontera norteamericana-mexicana estructura sobre todo el espacio circun-dante, influye en numerosos comportamientos económicos y sociales. Este no es (aún) el caso de las fronteras orientales de Alemania. En resumen, dos discontinuidades de nivel de vida similares, las del Río Grande y la del Oder-Neisse, no tienen idénticas consecuencias.
29Del lado polaco y del lado checo, la frontera ha perdido tanto su carga emotiva que los dos Estados están muy centralizados. Este centralismo no es sólo resultado de la herencia que legó el régimen precedente, ni de las tergiversaciones de los gobiernos contemporáneos imputadas a las empresas de política interior que concede toda reforma administrativa. Envía a la naturaleza misma de los estados vecinos de Alemania. Desde el primer día de su existencia, la República checa (en la circunstancia de Checoslovaquia) es un estado centralizado y ha percibido en ese centralismo la garantía de su cohesión amenazada por los apetitos de los vecinos y la importancia numérica de las minorías, en particular alemanas. Asimismo Polonia tiene una tradición centralizadora incluso si durante el tiempo transcurrido entre las dos guerras Silesia se benefició de un estatus particular próximo a la autonomía. Desde 1990, estos dos estados juzgan que la transición no podría más que sufrir una dilución de responsabilidades sobre todo en la ausencia de élites locales experimentadas. La República Checa está en particular muy reticente en cuanto a las regiones europeas y la frase del primer ministro checo V. Klaus ”queremos entrar en Europa pero no en pedazos” revela muy bien la prudencia de los estados centrales checos y polacos en cuanto a la cooperación transfronteriza. Además, el dinamismo de las regiones occidentales polacas y checas que contrasta con las dificultades económicas y sociales de las regiones orientales alimenta los miedos de un desarrollo desigual del territorio. Si 45 años de economía dirigida no han trastornado las jerarquías espaciales, los últimos siete años de economía de mercado han afectado frecuente y profundamente los tejidos industriales. La aparición de la ”Liga de las Regiones” en el oeste de Polonia, un movimiento que se inspira de la Liga del Norte (Lombardia) y que impugna la política de redistribución de las riquezas del Estado polaco, muestra que los desequilibrios regionales corren el riesgo de alimentar los movimientos políticos, sobre todo en los países en donde el Estado es, después de varios años de centralismo llamado democrático, desconsiderado.
30Sucede que, además de Praga y Varsovia, Bonn controla la cooperación transfronteriza, menos por desconfianza para con los actores locales que por el hecho que esta frontera se juzga determinante para su seguridad.
UNA DIFERENCIACIÓN FUNCIONAL Y ESPACIAL DE LAS FRONTERAS
31Según V. Rühe, ministro alemán de la Defensa:
Uno de los intereses vitales de Alemania es que la frontera entre la estabilidad y la inestabilidad, entre la pobreza y la riqueza, y que las fronteras de la otan y de la Unión Europea no coincidan con las fronteras orientales de Alemania. Queremos ver a término esas fronteras tan permeables como es hoy día la frontera con Francia”.10
32Alemania no desea una frontera-ruptura por cuatro razones principales: una frontera como tal obstaculiza el desarrollo de las regiones fronterizas de los nuevos Länder como víctimas desde 1990 hacia una profunda destructuración, prohibe toda cogestión de los territorios fronterizos en materia de protección del ambiente y de distribución del territorio, mantiene una discontinuidad sociocultural susceptible de alimentar los temores de las poblaciones fronterizas checas y polacas. En fin, Alemania tiene una posición de país frontera –aquella que tenía la rfa– y desea rodearse de una zona de países prósperos, políticamente cercanos a Alemania, funcionando como filtros migratorios, y miembros de las mismas instituciones político-militares. Además, la frontera de los interese de Alemania se sitúa más allá de sus fronteras jurídicas. La devaluación de estas últimas no corresponde a su supresión pura y simple, mas se refiere hacia el este, con una función tradicionalmente propia a toda frontera: la de proteger el territorio nacional. Esta diferenciación no se explica únicamente por las técnicas militares modernas. Responde también a la voluntad declarada de los responsables alemanes de ver las fronteras orientales de Alemania devaluadas con el fin de permitir a su país figurar en el centro de un espacio económico, institucional, militar integrado. Candidatos a la Unión Europea y a la otan, Polonia y la República Checa comparten esta visión de arquitectura institucional del continente europeo. Temen un vacío estratégico e institucional, incluso si objetáramos que más vale éste a que el sistema de seguridad que prevalece desde antes de 1989 e incluso si no significa la ausencia total de garantía de seguridad. La anticipación de la ampliación de la Unión Europea y de la otan implica sin embargo, que los dos vecinos de Alemania se convierten poco a poco en contribuyentes de seguridad. Esta consecuencia aparece de ahora en adelante muy clara en el ámbito migratorio.
33Alemania y la Unión Europea firmaron una serie de acuerdos de readmisión con los países de Europa central que obligan a éstos a mostrarse más rigurosos en materia de control de flujo migratorio. Tratándose de Alemania, estos acuerdos suceden a una reforma de derecho de asilo votada en 1993 que restringe considerablemente las posibilidades satisfactorias para los demandantes de asilo. De todos los países europeos, Alemania es el que ha resultado más afectado por la presión migratoria desde la desaparición del bloque del Este. Alemania acogió en su suelo en 1993 a 322,000 de los 420,700 demandantes de asilo según el censo de la Unión Europea11 y cerca de la mitad de los refugiados que huyeron de la ex Yugoslavia. Las fronteras con la República Checa y Polonia son la vía de paso de la mayoría de los inmigrados clandestinos. De los 54,000 inmigrados clandestinos detenidos en 1993 en Alemania, 49,700 lo fueron en la frontera germano-polaca y germano-checa. Los acuerdos de readmisión firmados entre Alemania por una parte y por Polonia y la República Checa por otra, obligan a los dos vecinos orientales de Alemania, a retomar a los inmigrados que entraron clandestinamente en Alemania vía dichos países, sea cual sea la nacionalidad de los inmigrados en cuestión.
34En resumen, la finalidad de estos acuerdos de readmisión es el constituir una zona protectora en el contorno de Alemania, capaz de absorber la presión migratoria suscitada por el poder de atracción que ejerce Alemania.
35Así, en espera de la ampliación de la Unión Europea, Alemania se dedica por una parte a solicitar la solidaridad de sus socios europeos para no ser el único país confrontado a las presiones migratorias, por otra parte para constituir una barrera más allá de sus fronteras orientales. Esta política y de manera más amplia, la de la Unión Europea, incitan a Polonia y a la República Checa a orientarse hacia políticas cada vez más restrictivas. Incluso si el control en las fronteras se mantiene, las fronteras migratorias de Alemania y de la Unión Europea son llevadas hacia el este. La integración europea de los países más avanzados en la transición se traduce por la instalación progresiva de una nueva línea de reparto a lo largo de sus fronteras orientales. La frontera migratoria precede así la futura frontera institucional de la Unión Europea.
36La cooperación policiaca se desarrolla igualmente entre los servicios alemanes y los de Europa Central. Ahí, las autoridades alemanas tampoco consideran que sus fronteras jurídicas deban tener como función proteger el territorio nacional. ”El objetivo de nuestros esfuerzos es acometer a los clanes rumanos, a los traficantes de gas tóxico, a las organizaciones de traficantes en su país de origen sin esperar que lleguen a nosotros, a la frontera”, explica así un alto funcionario.12
37Lo que aquí se constata vale de manera general para la percepción que tiene Alemania de las fronteras de su seguridad. Un documento del partido en el poder en Bonn, la cdu-csu, titulado ”Reflexiones sobre la política europea”, resume bien las motivaciones de Alemania en cuanto a la ampliación de la otan y de la Unión Europea. Ahí se puede leer:
A causa de su situación geográfica, su extensión y su historia, Alemania tiene interés especial en que Europa no sufra el efecto de las fuerzas centrífugas que la confinen de nuevo en su posición incómoda del medio. Esta posición entre el Este y el Oeste le impidió en el pasado dar a su orden interior una orientación sin equívocos y encontrar un equilibrio estable y duradero en sus relaciones exteriores [...] En la actualidad, el conflicto Este-Oeste habiendo sido superado, considera también importante encontrar un orden estable para la parte oriental del continente. Este es en particular el interés de Alemania: dada la situación, sería la primera en sufrir directamente los efectos de la inestabilidad del Este.
38Estas líneas confirman las declaraciones de otros responsables sobre la voluntad de Alemania para reforzar y extender al Este las estructuras económicas, políticas, militares que han asegurado el desarrollo y la seguridad del continente europeo desde el fin de la guerra. Para un problema antiguo, la situación geográfica de Alemania que, según el documento de la cdu-csu ha sido colocado ”en el centro de todos los conflictos europeos”, los autores responden por la integración de los vecinos en la Unión Europea y la otan.
39La creación de regiones europeas, los acuerdos de readmisión, la cooperación militar entre Alemania y sus dos vecinos proceden así de un mismo movimiento: anticipar la ampliación de las fronteras externas de la Unión Europea y de la otan. Las fronteras orientales de Alemania, en el plan migratorio y militar, tienden a difuminarse no para desaparecer sino para desplazarse.
CONCLUSIÓN
40El hecho inédito es que este proceso se desarrolla por común acuerdo entre Alemania y sus dos vecinos orientales. Es en conjunto que éstos administran la evolución funcional de la frontera, un hecho demasiado raro en la historia que debe ser subrayado; cosa que no excluye algunos malentendidos. Ya hemos visto, en el caso de la cooperación transfronteriza, que los proyectos concretos son en particular difíciles de mantener a causa de las divergencias de interés y de los rencores de las poblaciones especialmente perceptibles en las regiones fronterizas. Podemos preguntarnos si Polonia aceptará que las fronteras orientales de la otan y de la ue recorten sus propias fronteras orientales. ¿Acaso no buscará de su lado Este, una zona frontera que constituirá hoy en el plano migratorio entre la ue y el Este y el sudeste de Europa? Recordemos y tengamos en consideración que Polonia fue el primer país que reconoció la independencia de Ucrania y que se preocupa por la reconciliación entre Bielorrusia y Rusia.
Notes de bas de page
1 J. Rovan, L'histoire de l'Allemagne des origines à nos jours, Seuil, Paris, 1994, 356 pp., p. 13.
2 Frankfurter Rundschau, 28.01.1992.
3 K. Pyto, Wprost, tornado de Courrier International del 30.01. 1992.
4 Frankfurter Allgemeine Zeitung, 26.04.1993.
5 U. Münstermann, Aussenhandel: Nach Zusammenbruch erste Anzeichen der Erholung, ifo Schnelledienst, 17-18/1995, Munich, pp. 40-51.
6 Se cuentan 50,000 alemanes en la República Checa situados principalmente en la frontera con Baviera y alrededor de 400,000 alemanes en Polonia, de los cuales la mayoría vive en Silesia, a varias decenas de kilómetros de la frontera.
7 P. Guichonnet, C. Raffestin, Géographie des frontières, puf, 1974, París.
8 Un diputado húngaro en 1988, en un debate en el Parlamento sobre la minoría húngara de Transilvania, recordó esta idea de "espiritualización de las fronteras” avanzada de la izquierda húngara en los años treinta para responder al problema planteado por la presencia de una minoría húngara en los estados sucesores. In: Istvan Boldizar, ”In a good cause”, The new Hungarian Quarterly, vol. 29, n° 111, 1988, p. 55.
9 Vergely B., Frontières, in Etudes, mai 1992 (3765).
10 V. Rühe, discurso dado ante la Deutsche Atlantische Gesellschaft el 16.05.1995.
11 Germany, blood disorder, in The Economist, 23-29.03.1996.
12 Sächoische Zeitung, 27 de abril de 1996.
Notes de fin
* Collège d'Europe, Varsovia, Polonia.
Auteur
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