Estudio intercultural de la argumentación: la referencia al autor
p. 133-147
Texte intégral
Introducción
1En este estudio, nuestro propósito es comparar el uso de la referencia al autor en un entorno académico, en concreto, en los artículos científicos que se publican internacionalmente. Hyland (2002a; 2002b; 2011), Flottum, Dahl y Kinn (2006), Carciu (2009) y Hyland y Sancho (2012) hacen hincapié en sus estudios sobre este aspecto, considerando que la representación de uno mismo como autor es importante para plasmar nuestra identidad, sobre todo en el ámbito académico. Sin embargo, tradicionalmente se ha indicado que el uso de la forma impersonal es la más adecuada en la defensa de una idea en la lengua inglesa, hecho que se apoya también al aconsejar el uso de los verbos modales de incertidumbre al exponer los hallazgos de una investigación. Por ello, algunos autores académicos consideran que usar la primera persona es querer imponer la autoridad del escritor, resultando en casi imperativa, y, por lo tanto, prefieren el uso de la forma impersonal.
2En este artículo creemos que cuando se argumenta una idea en un texto académico y se muestran resultados de un análisis, la forma en que se argumenta cualquier razonamiento se convierte en esencial para obtener una comunicación fluida. Entendemos que en este tipo de argumentaciones, la referencia al autor ha de ser explícita y quedar clara por parte del escritor, pero nuestra hipótesis de partida es que no siempre sucede así. Al escribir un texto académico, la mención al autor no es en muchos casos directa, se prefiere el uso de las formas impersonales para argumentar humildemente que el autor no es el único responsable de esa teoría. Nuestros objetivos para este análisis son, en primer lugar, analizar de qué forma se refieren al autor escritores con lenguas maternas distintas en un ámbito académico; en segundo lugar, determinar si se producen diferencias en la noción de identidad al escribir en una segunda lengua al argumentar ideas y, finalmente, observar si se evitan las referencias al uso de la primera persona según los distintos antecedentes lingüísticos de los autores del inglés académico.
3Una de las ideas en las que nos centramos en este estudio es la del concepto de la responsabilidad del autor; es decir, al argumentar en un texto, el autor puede asumir o no sus funciones de autor aludiendo a sus hallazgos en primera persona singular, plural o en la forma impersonal. Estas tres opciones implican distintos usos de la argumentación en el discurso, ya que contienen implícita una distinción de su responsabilidad. Los estudios que se han especializado en este tipo de análisis se han centrado principalmente en las funciones retóricas del uso de los pronombres. Hyland (2000; 2001; 2002a; 2002b; 2005; 2011; 2012) es el máximo exponente de estos estudios, aunque también otros autores como Vassileva (2000), Harwood (2005), Flottim, Dahl y Kinn (2006), Tardy (2012), Bondi (2012) y Thomson (2012) han estudiado la representación del autor a través de distintos géneros o tipos de texto.
4En este artículo comparamos desde un enfoque intercultural el uso de la primera persona singular y plural, aunque también tenemos en cuenta el uso de la forma impersonal mediante la voz pasiva del verbo, para identificar si los investigadores desean o no ser protagonistas en los artículos académicos internacionales. Los estudios sobre este tema, a los que aludimos en el párrafo anterior, se centran sobre todo en el uso de la primer persona y en lo que Hylan (2005: 176) denomina como stance: “They express a textual ‘voice’ or community recognized personality […] features which refer to the ways writers present themselves and convey their judgements, opinions, and commitments”. Es decir, los escritores presentan su autoridad y la de su argumentación mediante el uso de las primeras personas o bien intentan disimular su protagonismo usando la forma impersonal, según les interese en la argumentación de sus ideas o descubrimientos.
5Al analizar una forma concreta que se ha utilizado para referirse a la autoría de un escritor, hemos de tener en cuenta la personalidad de cada escritor o, como pretendemos observar en este estudio, también tenemos que tener en cuenta la herencia cultural y lingüística del escritor. Es decir, el escritor no sólo está transmitiendo, como indica Hyland (2005: 191) “[…] an act of personal choice, and the influence of individual personality, confidence, experience, and ideological preference”, sino que también transmite la herencia cultural y las características de su cultura y su lengua materna.
6Como nos indica Harwood (2005), después de seguir un punto de vista tradicional en el que imperaba la forma impersonal para referirnos a los hallazgos académicos, finalmente fue reivindicado el derecho a promocionarse y a indicar en un estudio que los escritores son los autores y que han descubierto una novedad. Es decir, se propugna el orgullo de ser autor de un descubrimiento, hecho que hasta hace bien poco se consideraba como pretencioso y negativo en el lenguaje académico. El uso de los pronombres personales pasa a ser considerado como una función más de la retórica del lenguaje académico. Se tiene en cuenta que, según Harwood (2005: 1210), “Pronouns […] are said to help the writer organize the text and guide the reader through the argument, state personal opinions and knowledge claims, recount experimental procedure and methodology and acknowledge funding bodies, institutions, and individuals”. Además, este autor afirma que los pronombres pueden ayudar a revelar cómo los escritores académicos construyen su relación con los lectores, estableciendo lazos con la sociedad y el contexto específico de cada acto comunicativo.
7Nuestro estudio tiene en cuenta estos conceptos expresados por los autores que hemos mencionado en los párrafos anteriores y creemos que, como Hyland indica (2002b: 1091-1092), “A central element of pragmatic competence is the ability of writers to construct a credible representation of themselves and their work […] and the problem can be seriously compounded for NNSs whose rhetorical identities may be shaped by very different traditions of literacy”.
1. Metodología
8Para el análisis desarrollado en este trabajo se ha recopilado un corpus compuesto de veinte artículos científicos que fueron publicados o aceptados para publicar en la revista IEEE Journal of Oceanic Engineering. La publicación es específica y se centra en la aplicación de ingeniería electrónica y eléctrica en entornos oceánicos. Los textos, así, cubren un amplio espectro de temas relacionados con estas temáticas.
9Los veinte artículos seleccionados fueron publicados entre 2011 y 2013 (véase en el anexo 1 la lista de artículos), seleccionándose los textos de más reciente publicación. La longitud media de los textos es de doce páginas, si bien existe un rango de entre nueve y veintidós páginas. Los textos se eligieron siguiendo el criterio de la lengua materna de los escritores principales, eligiendo autores que eran nativos de cuatro países distintos: China, Gran Bretaña, Estados Unidos y España. Así, el corpus que seleccionamos incluye cinco artículos elaborados por investigadores de cada uno de estos cuatro países, y consiste en un total de veinte artículos académicos. Para confirmar que los autores principales procedían en su totalidad de los países analizados se consultó la biografía de cada uno de ellos. Todos los artículos están publicados en inglés por dichos autores, diez artículos corresponden a autores que poseen el inglés como lengua materna (o según Kachru (1985) se incluyen en el círculo interno de la expansión de la lengua inglesa) y diez artículos corresponden a artículos publicados por autores no nativos de la lengua inglesa (que corresponden al círculo en expansión, según Kachru (1985) nos indica).
10Con el fin de etiquetar y poder procesar el corpus, se asignó a cada texto un código con numeración de 1 a 0 según el origen para llevar a cabo el análisis, seguidos de CH para los textos cuyos autores trabajan en instituciones chinas, GB para los textos procedentes de Gran Bretaña, SP para los textos procedentes de España y US para los textos estadounidenses.
11Los textos comprenden un total de 186.263 palabras, estructuradas en 18.214 frases. La contribución de los diferentes grupos de textos se puede ver en la tabla 1, que muestra el número de palabras de cada sub-corpus y sus porcentajes respecto al total, según las nacionalidades.
12Se puede apreciar que los artículos que poseen más palabras del corpus son los textos escritos por autores españoles, aunque se ha recopilado el mismo número de textos. También cabe destacar una pequeña diferencia entre el número de palabras contribuidas y el número de frases finalmente estudiado. La tabla 2 especifica el número y porcentaje relativo de frases que se han analizado en cada sub-corpus.
13El análisis del corpus se plantea para establecer si se puede constatar diferencias en el uso de los pronombres personales “I” y “we” y la forma impersonal, representada en este estudio por la voz pasiva. Para ello, se ha preparado cada uno de los textos, eliminando cualquier gráfico, fórmula o esquema y se ha analizado de manera individual con la ayuda del software informático Corpus Searcher desarrollado por C. Periñán, miembro del Departamento de Lingüística Aplicada de la Universitat Politècnica de València.
14Los casos en los que se usaban los pronombres personales de primera persona y los casos en los que se utilizaban las formas impersonales de la voz pasiva han sido analizados en su contexto manualmente, para establecer ciertas correlaciones y comparaciones entre los textos. Una vez extraídos los resultados, se han comparado para poder analizar el uso del pronombre personal por hablantes con distintas lenguas maternas y del uso de la forma impersonal entre escritores de la lengua inglesa que la utilizan como primera o segunda lengua, describiéndose finalmente las conclusiones.
2. Resultados
15En esta sección detallaremos los resultados obtenidos tras el análisis, y mostraremos algunos de los ejemplos que se han estudiado. En primer lugar, el número de frases analizadas es de 18.214, como hemos indicado anteriormente, que se distribuyen entre las nacionalidades analizadas en este estudio como se ve en la gráfica 1.
16Como se puede observar, el número de frases de los textos escritos por autores españoles es ligeramente superior al de los textos escritos por otros autores, aunque se partió del mismo número de artículos analizados en cada sub-corpus. A continuación, analizamos la longitud de las frases, para poder detectar si existen diferencias en este aspecto. Este análisis comparativo, como se puede ver en la gráfica 2, muestra que la diferencia en el número de palabras por frase es muy pequeña al comparar los resultados por países, ya que contienen todas entre 9 y 10 palabras de media.
17Al analizar el uso de la forma impersonal a través de la voz pasiva de los verbos, pudimos observar que cambia bastante su uso según el país de procedencia del autor del corpus analizado. En la tabla 3 se muestran los resultados extraídos después del análisis del corpus:
Tabla 3. Resultados del uso de la forma impersonal por países.
País | Código | Forma impersonal-voz pasiva |
España | SP01 | 384 |
SP02 | 271 | |
SP03 | 136 | |
SP04 | 174 | |
SP05 | 221 | |
China | CH01 | 255 |
CH02 | 69 | |
CH03 | 160 | |
CH04 | 160 | |
CH05 | 106 | |
Gran Bretaña | GB01 | 211 |
GB02 | 211 | |
GB03 | 120 | |
GB04 | 114 | |
GB05 | 129 | |
Estados Unidos | US01 | 230 |
US02 | 256 | |
US03 | 144 | |
US04 | 237 | |
US05 | 253 | |
Total | 3.841 |
18Teniendo en cuenta el total de frases analizadas, el mayor número de uso de la forma impersonal lo encontramos en los textos españoles, seguidos por los textos estadounidenses. Los textos que reflejan un menor número del uso de la forma impersonal son los escritores chinos, como se muestra en la gráfica 3.
19Para ilustrar los resultados que hemos mostrado en la tabla 3 y en la gráfica 3, hemos incluido ejemplos extraídos del corpus de la forma pasiva de los verbos utilizada como forma impersonal. La tabla 4 muestra los casos, el contexto en el que los hemos hallado y el código del artículo:
Tabla 4. Ejemplos de la forma impersonal.
Interface-wave dispersion curves | can be extracted | from the reconstructed waveforms using several approaches to time-frequency analysis. | CH02 |
It | has been also reported | that the performance of the turbo-BICM is marginally better than that of the proposed convolutional BICM-ID receiver; however, the proposed receiver exhibits lower complexity and less memory requirements. | GB02 |
and, in which the rainflow analysis | is today commonly accepted | a revolution in some areas of expertise, such as fatigue | SP03 |
For a bottom-mounted grid, deployment and recovery operations can only take place around slack water, and the number of instrumentation packages that | can be deployed or | per slack is dependent on slack duration and tidal conditions. | US02 |
20Finalmente, en el uso de los pronombres personales es donde encontramos una mayor diferencia en función de los países de origen de los escritores de los artículos analizados. Los resultados que extrajimos del análisis del corpus se pueden observar en la tabla 5, con el total de resultados por textos y por países, para poder comparar las diferencias que encontramos en el corpus.
21Podemos observar que el pronombre personal de primera persona singular ‘I’ no aparece en ninguno de los textos analizados, caso que es de destacar si lo comparamos con los resultados que presenta Hyland (2002b; 2009), en cuyo corpus sí que encuentra casos del uso de este pronombre de la primera persona singular. Creemos que esto se debe a que el tipo de texto que analiza en su corpus está basado en tesis doctorales o agradecimientos, en las cuales un único autor es el que se comunica, mientras que en el corpus de este estudio hemos analizado artículos de autoría múltiple. Sí que hemos encontrado diferencias en el uso del pronombre “we” al ser usado por escritores con distintos antecedentes lingüísticos, como se puede observar en la gráfica 4, que nos compara los resultados de forma más visual que en la tabla 5:
22En la gráfica 4 se puede observar cómo el número de frases con el pronombre de primera persona plural en los textos españoles y británicos es muy superior al número de apariciones de “we” en los textos escritos por autores chinos o estadounidenses. El resultado más dispar es el que deparan los textos procedentes de Estados Unidos, que apenas muestran un 8,97 % de oraciones con esta característica.
23Finalmente, en la tabla 6 mostramos ejemplos de los textos del corpus en los que aparece “we”, para ilustrar los resultados mostrados en la tabla 5 y en la gráfica 4:
Tabla 6. Ejemplos del pronombre “we”.
We | name it controlable GVF (CGVF) snake model [25]. | CH05 | |
We | propose to use a novel iterative technique, the phase descent search (PDS), for searching the matched phases. | GB05 | |
In this work, | we | focus on the latter type of approaches because of their simplicity. | SP05 |
We | focus on the oceanic engineering development of reliable systems of trickle charge harvesting and energy storage, as well as on their integration with compatible sensors. | US03 |
Conclusiones
24Como hemos podido observar tras la exposición de los resultados después del procesamiento del corpus, en este estudio nos planteábamos una serie de objetivos a los que se pretendía responder con este análisis. Los objetivos que se trazaban al inicio de este estudio eran, por una parte, analizar de qué forma se refieren al autor escritores con lenguas maternas distintas en un ámbito académico. Como hemos podido observar en los resultados, se utiliza en gran medida la forma impersonal, aunque algunos autores, sobre todo los españoles, utilizan la primera persona del plural. Por otra parte, otro de los objetivos era determinar si se producen diferencias en la noción de identidad al escribir en una segunda lengua al argumentar ideas. Tras los análisis del corpus y las comparaciones realizadas, podemos indicar que sí hemos detectado diferencias, ya que los escritores españoles son los que más utilizan la forma impersonal y el pronombre “we”, pero hemos de tener en cuenta al interpretar estos resultados que el sub-corpus de artículos de autores españoles tenía más palabras que el resto, como hemos visto en la gráfica 1. Por ello, tras comparar los sub-corpus y los datos obtenidos, podemos concluir que no ha habido diferencias marcadas en el uso de la mención al autor, aunque sí que hay que destacar que no se usara la forma singular del pronombre de primera persona. Finalmente, nuestro último objetivo era analizar si se evitan las referencias al uso de la primera persona según los distintos antecedentes lingüísticos de los autores del inglés académico. Hemos podido comprobar que, en general, todos los hablantes evitan la mención de la primera persona, pero al comparar los resultados, podemos ver que los escritores chinos son los que menos utilizan la forma ‘we’ para describir sus hallazgos. Este hecho podría deberse a que en este país aún perdura la tradición académica de utilizar la forma impersonal para referirse al autor del estudio.
25Hemos podido comprobar que algunos objetivos se han cumplido, pero en este estudio no hemos podido delimitar la importancia del uso del pronombre de la primera persona singular “I” porque no hemos encontrado ningún caso en el corpus seleccionado. Sí que hemos encontrado casos del uso de la voz pasiva, ya que la mayoría de escritores prefiere esta forma para escribir en inglés académico, siguiendo la forma tradicional de escribir, como nos describe Harwood (2005). Aunque, si comparamos los resultados obtenidos en la auto-mención de autores, podemos observar que los escritores españoles son los que necesitan promocionar más su trabajo, puesto que utilizan el pronombre personal en sus estudios, aunque hemos de ser cautos con esta interpretación, como hemos mencionado antes, ya que este sub-corpus es más numeroso. En este estudio tampoco hemos podido identificar un tipo distinto de uso de la auto-mención entre los países del círculo interno y del círculo en expansión, como nos señala Kachru (1985), puesto que no han utilizado de forma distinta esta forma de argumentación.
26En resumen, dado el bajo número de casos encontrados en nuestro corpus, podemos afirmar que la mayoría de los escritores de inglés académico analizados prefieren utilizar la forma pasiva en la argumentación de sus investigaciones, no creen necesario reivindicar su opinión personal, ni guiar al lector durante su argumentación, ni siquiera cuando están detallando el procedimiento a seguir. Sin embargo, a pesar de haber obtenido estos resultados, creemos que los autores académicos han de utilizar la auto-mención cuando describen su investigación, ya que con ello están indicando que ellos son los que han contribuido a ese campo de estudio con sus aportaciones. Se ha de abandonar la visión tradicional de no referirse a uno mismo, deseando evitar las críticas por desear protagonismo.
27En este estudio somos conscientes de que se tendría que haber procesado un corpus más amplio y haberse distinguido entre el uso del pronombre personal en las distintas partes del artículo científico propugnado por Swales (1990), IMRD, pero este estudio deseaba sólo analizar la forma en que los hablantes utilizan la forma impersonal o la auto-mención en la argumentación, por esa razón no se ha profundizado en esos aspectos, pero son campos que analizaremos en detalle en futuros estudios, puesto que somos conscientes de su importancia.
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Referencias bibliográficas
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Annexe
Anexo 1: Relación de textos analizados
Todos los textos han sido publicados en el IEEE Journal of Oceanic Engineering entre 2011 y 2013
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